O igual... igual es que, no sé, Fred le ha contado a George que ayer oyó a Alicia y Angelina diciendo... Tú qué sabrás. Por mucho que lo intentes ¡¡no los vas a entender!! No has conseguido hacerlo en todos los años que llevas con ellos, ¿vas a empezar ahora? Igual es sólo que te obsesionas, igual es cierto que no tiene nada que ver contigo, igual mamá Weasley ha mandado pastitas deliciosas y están contentos por ellas. Hasta sin decirlo en voz alta te suena nítidamente a excusa muy, muy mala. Pero lo de Lee, lo de las chicas, o algo a Flint... Por el rabillo del ojo, en un momento, los pillas hablando en voz baja. Acercando las escobas. Hablando al oído, con sonrisas incontenibles, y no sabes qué miran, pero es algo de Quidditch, sabes que es algo de Quidditch. Se te hiela la sangre.
Muy bien, entonces. Aunque se tronchen y se partan por la mitad. Vas a hablar con ellos. Obviamente, no, no se dan cuenta, así que alguien les va a tener que abrir los ojos, ¿no? Pones a Angelina de portera provisional - al fin y al cabo le servirá para practicar con los pases difíciles - y les das a las otras dos un par de indicaciones antes de ponerte al nivel de los gemelos, un poco más abajo, donde, parece que muy aplicadamente, batean las bludgers haciendo que sigan el recorrido que les has marcado antes. Y sientes como la determinación se te escapa, lentamente pero con seguridad. ¿Y si...? ¿Y si...?
No es que seas tímido. Que no. ¡Por mucho que digan! Llevas demasiados años entre ellos como para que el miedo a sus bromas te vaya a paralizar ahora. ¿Que hacen algún comentario de ésos que te hacen enrojecer hasta los abdominales? Pues que lo hagan. ¿Que tienen planeado algo que te incluye, y te avergüenzan soberamente? No es como si fuera la primera vez. Y si lo que están esperando para soltarlo es que vayas a hablar con ellos, pues, ea, que pase rápido, y ya. ¡Total, estás desperdiciando el entrenamiento, completamente desconcentrado! Ahora que lo piensas... ¡Argh! ¡Argh! ¡¡Es cierto, lo estás desperdiciando!!
¡¡Todo tirado por la borda por su culpa!! ¡¡Y no es como si pudieras prescindir de un par de horas tranquilamente!! Vas a programar otro entreno para mañana, aunque no os toque oficialmente. Y te van a dar igual las recomendaciones del pesado de Percy y los malditos NEWT. Al fin y al cabo cada uno tiene su escala de valores. ¡Que se los meta por donde le quepan!
Y, en todo caso, vas a acabar con todo esto lo más rápido que puedas. Cuando te ven te saludan con ambas sonrisas radiantes, aunque se giran de nuevo enseguida para recoger, disciplinadamente y con mucha práctica, unas bludgers que vienen con mucha mala leche. Y, ahora sí, te dirigen toda su atención. ¿Sí, capitán...? ¿Quieres que cambiemos de ejercicio?
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Tú qué sabrás. Por mucho que lo intentes ¡¡no los vas a entender!! No has conseguido hacerlo en todos los años que llevas con ellos, ¿vas a empezar ahora? Igual es sólo que te obsesionas, igual es cierto que no tiene nada que ver contigo, igual mamá Weasley ha mandado pastitas deliciosas y están contentos por ellas. Hasta sin decirlo en voz alta te suena nítidamente a excusa muy, muy mala. Pero lo de Lee, lo de las chicas, o algo a Flint...
Por el rabillo del ojo, en un momento, los pillas hablando en voz baja. Acercando las escobas. Hablando al oído, con sonrisas incontenibles, y no sabes qué miran, pero es algo de Quidditch, sabes que es algo de Quidditch.
Se te hiela la sangre.
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Pones a Angelina de portera provisional - al fin y al cabo le servirá para practicar con los pases difíciles - y les das a las otras dos un par de indicaciones antes de ponerte al nivel de los gemelos, un poco más abajo, donde, parece que muy aplicadamente, batean las bludgers haciendo que sigan el recorrido que les has marcado antes.
Y sientes como la determinación se te escapa, lentamente pero con seguridad. ¿Y si...? ¿Y si...?
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Y si lo que están esperando para soltarlo es que vayas a hablar con ellos, pues, ea, que pase rápido, y ya. ¡Total, estás desperdiciando el entrenamiento, completamente desconcentrado! Ahora que lo piensas... ¡Argh! ¡Argh! ¡¡Es cierto, lo estás desperdiciando!!
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Vas a programar otro entreno para mañana, aunque no os toque oficialmente. Y te van a dar igual las recomendaciones del pesado de Percy y los malditos NEWT. Al fin y al cabo cada uno tiene su escala de valores. ¡Que se los meta por donde le quepan!
Y, en todo caso, vas a acabar con todo esto lo más rápido que puedas.
Cuando te ven te saludan con ambas sonrisas radiantes, aunque se giran de nuevo enseguida para recoger, disciplinadamente y con mucha práctica, unas bludgers que vienen con mucha mala leche. Y, ahora sí, te dirigen toda su atención. ¿Sí, capitán...? ¿Quieres que cambiemos de ejercicio?
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