Otra Noche de Confesiones / Uno para el otro.

Nov 03, 2009 09:10



Que tal, no me tardé tanto como esperaba eh. Espero que les guste.

TÍTULO: Otra noche de confesiones.
CAPÍTULO: Uno para el otro.
PAREJA: Bill/ Fleur.
RATING: R
WORD COUNT: 1450 ~.

Uno para el otro.

Pasada la celebración de la boda de Ron; a siete días exactamente de la despedida que los reuniera en la casa de Harry, volvieron a reunirse los chicos; pero esta vez en la casa de Remus, quien pasada la fuerza de la luna llena se integró al grupo para ver los resultados de aquél reto, en el que agradeció no haber participado. Ser sólo espectador era bueno, y serlo con Sirius, aún mejor.

Los chicos en su mayoría se saludaron alegremente, todos o casi todos llevaban sonrisas satisfechas. Habían logrado cumplir sus fantasías y se sentían orgullosos de sus desempeños y de los resultados, seguramente. Ahora era el momento de compartirlo.

Harry había llevado el cuadro del Sirius con el pretexto de dejarlo de visita unos días en casa de Remus. A quien ya le habían anticipado lo sucedido en casa de Harry, y estaba divertido y expectante de empezar a ver aquéllos recuerdos, aprovechando que Tonks había ido a pasar el día a casa de Molly. Todo parecía listo.

Entonces el pensadero fue llevado al centro de la habitación y los chicos se sirvieron algunos tragos y se dispusieron para ver el recuerdo. Aunque no pasó desapercibido que Ron no llevaba la alegría de un hombre que se ha casado hace 5 días. Iba básicamente serio; incluso fue difícil sacarle el saludo. Tal vez los recuerdos lo animaran.

El primero en ofrecer su recuerdo como regalo a su hermano, fue Bill quien parecía regocijado de sólo recordarlo. Los caballeros cargaron con su copa y se reunieron para observar y disfrutar con él.

El recuerdo dio inicio con Bill abriendo espacio dentro de su cocina. Movió la mesa, las sillas; y dejó una al centro. Fleur lo observaba a cada movimiento con una sonrisa que estaba al borde de ser carcajada. Bill se miraba muy entusiasmado.

-Así, ¿ves? Entonces yo me siento aquí y tú me amarras.

Fleur asintió silenciosamente con la misma sonrisa divertida. Bill se sentó en la silla y movió sus cejas coquetamente.

-¿Te gusta la idea?

-Sí, me gusta. - dijo la rubia al tiempo que levantó con gracia su varita y sacó de ella un cordón que le ató las muñecas detrás de la silla y otro más que lo hizo con sus rodillas atadas estrechamente a las patas de la silla.

-Uy, un poco apretado…

-¿Te estás quejando? - preguntó Fleur arqueando una ceja.

-Nop. - respondió Bill sonriendo emocionado.

Fleur se quedó mirándolo pensativa, de pronto parecía la chica embarazada más hermosa y perversa de la tierra. Frunció los labios y negó con la cabeza. El hombre estaba atado, pero lo había atado con ropa. La chica empezó a lanzar hechizos que cortaban su ropa y daba jalones con poca fuerza, lo que la hacía dar más cortes a la ropa.

-Jajaja esta fantasía me va a salir cara.

-Debiste haberte desnudado antes de sentarte jeje - dijo la chica después del último jalón.

Ahora sí, estaba desnudo y ella lo observaba curiosa y malvada paseándose alrededor de la silla. Bill no hacía más que mirarla expectante, sabía que no tenía nada que decirle a su mujer, ella sabía cómo tenía que hacer las cosas y nunca se equivocaba.

Después de pasear se paró frente a él y comenzó a desnudarse muy lentamente, la sonrisa de Bill se iba ampliando al parejo de… err, así como iba creciendo su deseo.  Fleur se acercó a la silla y se lució ante él, le presumió su espigado cuerpo, sus ligerísimas curvas y finalizó acariciando su vientre para él. Bill sólo sonreía embelesado ante cada movimiento.

Los visitantes observaban con la respiración contenida, era una fantasía excitante sin duda alguna. Aunque la pequeña barriga de embarazo de Fleur le daba un toque inexplicablemente dulce y familiar.

La rubia se agachó y empezó a darle placer a su marido; suave, lentamente. Las manos de Bill empezaron a moverse entre las cuerdas. Recargaba su cabeza hacia otras buscando la manera de compensar el movimiento que ansiaba.

Las manos de Fleur también parecieron estar atadas. No lo tocó en absoluto, era solo su boca… labios… lengua… Bill comenzaba a desesperarse aunque lograba contenerse. Algunos de los visitantes comenzaban a reflejar en sus propias manos la ansiedad de comprendían en Bill. Sirius tenía una sonrisa perversa. Era genial que el cuadro sólo lo mostrara de la cintura para arriba…

Después, la rubia accedió a pasear los dedos por la piel del pecho de Bill. Las yemas de sus dedos estaban húmedas, con un poco de sudor. Al pasarlas por cerca de sus labios Bill se apresuró a lamer sobre ellas. Ella puso esa saliva sobre sus pezones erectos y seguía sonriendo. Ahora eran los pies de Bill los que se agitaban, pero estaba bien atado.

George tenía la boca seca, Percy tenía arqueada una ceja y Harry… Harry tenía los ojos tan abiertos que casi se le salían de los lentes.

Entonces ella se las arregló para finalmente montarlo con todo y silla aunque no le fue nada fácil… no habían dejado nada para que ella pudiera sostenerse y… ¡cómo hacían falta las manos de Bill!

Lo había deslizado dentro de sí lentamente mientras lograba mantenerse en equilibrio. Las manos del pelirrojo ahora se movían con más constancia, cada que sentía que su mujer iba a caer, la desesperación movía sus extremidades.

La rubia se movía con cautela, agarrándose con seguridad de él y de la silla. Pero pronto encontró seguridad y empezó a cabalgar a su marido con confianza mientras Bill jadeaba y se movía suavemente siguiéndola.

Más tarde, Fleur sudorosa por el esfuerzo e igualmente excitada que su marido, se puso de pie. Fue al trastero y tomó un hielo que pasó por encima de sus hombros y pecho. Una vez derretido el hielo con esa misma mano empezó a pajearlo haciéndolo voltear los ojos.

-Súbete de nuevo. - suplicó el pelirrojo.

Fleur accedió sentándose de espaldas a él esta vez. Se sentó sobre Bill y se quedó un momento inmóvil para después empezar a moverse con agilidad. Su marido gemía y movía muñecas y dedos, lleno de ansiedad, pero se dejaba disfrutar de su fantasía. Ésa era exactamente, la estaba viviendo mejor aún que en sus más sucios pensamientos.

Cuando la excitación de Bill subía a lo más alto con unos gemidos que impactaron a más de uno, (gemidos varoniles, por cierto) Fleur decidió sentarse sintiendo a su marido profundamente sin moverse un centímetro. Simplemente sentada sobre él dejándole sentir todo su peso, su estrechez, su calor, su humedad y además… el orgasmo que la estaba invadiendo…

Los espasmos que sentía Bill sobre su miembro  lo hicieron ver chispas en un orgasmo que no se podía comparar a ningún otro. Bill  no necesitó decirle a nadie que había visto chispitas… era evidente, casi se podría decir que ellos las habían visto con él.

La pareja no se movió y se mantuvo como había quedado hasta que Fleur se giró y lo abrazó. Bill moría por corresponder, pero ella no quiso desatarlo hasta que hubo terminado su abrazo hacia él. Era su turno de ser protectora, cariñosa, de envolverlo a él con sus brazos.

Cuando lo desató, Bill la cogió en brazos como a una niña y se fueron en silencio hacia la habitación. Entonces todos salieron del recuerdo.

-Wow Bill, eso estuvo genial. Creo que te fue increíble. - comentó George.

-Sí, la verdad que sí lo fue. ¿Qué pasa Percy, por qué tienes esa cara? - preguntó Bill confundido.

-Si he de ser honesto… La verdad es que no me gusta para nada ver a las esposas de mis hermanos en estas situaciones tan íntimas.

-¡Venga ya Percy! No te gusta ver a Ginny, no te gusta ver a tus cuñadas… empiezo a sospechar por qué no trajiste a Audrey… - se burló Charlie.

-¡Já! Audrey es mi prometida.

-Pues en esta te salvaste porque el reto fue cumplir fantasías, en la que por cierto me supongo que no está tu prometida, pero más adelante, en las futuras despedidas… tal vez incluso en la tuya… no te podrás salvar.

Percy abrió desmesuradamente los ojos.

-Ya se pueden ahorrar la mia, gracias.

Terminó tajante a lo que todos respondieron a carcajadas.

N/A: Ok, me pasé de las 2 semanas y lo siento. Pero les cuento que en mis dos semanas de descanso lo que menos hubo fue eso, descanso. Pero ni hablar, aquí me tienen. Sigo con trabajo hasta el cuello. Pero gracias a que tengo mis notas a mano de todo esto puedo darles forma de manera mas express. Nos vemos en la próxima.

Prox. Capi “Fantasía con premio”.

otra noche, rating: r, fic:español

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