Otra Noche de Confesiones / Fantasia con Premio.

Nov 10, 2009 07:52


TITULO: Otra Noche de Confesiones.
CAPITULO: Fantasía con premio.
PAREJA: Harry / Ginny.
RATING: R.
WORD COUNT: 1800 ~.


Fantasía con Premio.

Después de reír por la actitud escandalizada de Percy, los chicos volvieron a coger la botella, dispuestos a seguir con la diversión. Ya llegaría el turno de Percy y verían cuánto le apenan las intimidades. Por lo pronto, con el inicio de la noche, los chicos iban haciendo notas mentales de las fantasías que parecían mejores, seguramente de ahí saldrían con la creatividad bastante estimulada y nuevas ideas.

Luego del recuerdo y de  beber un poco, la seriedad de Ron persistía y empezaba a ser notorio para más de ellos. Que Ron mantuviera una expresión seria como esa por más de 2 minutos tenía que ser una broma muy buena o… algo realmente desagradable. Nadie hizo comentarios pero se esforzaron por integrarlo más y se dispusieron a ver otro recuerdo.

-Vamos Ron, ¿Qué te apetece ver ahora? - preguntó Sirius animando a la concurrencia.

Ron suspiró mirando a los chicos con la misma expresión desanimada.

-Mmmh, ¿Harry?... hace mucho que no le veo las pechugas a Ginny.

-¿Mucho? Nomás desde tu boda… - ironizó George con mirada sofocada.

-Es cierto. Harry, ¿cómo permites que Ginny use semejantes escotes en público? - reprochó Percy.

-Por mí serían sólo para uso privado, pero no me pide permiso, sabes… Y con lo que me costó el modelito, más vale que lo use bastante. - dijo Harry sacando el recuerdo de sus pantalones. -Sirius, yo… bueno, después… - terminó el pelinegro apenado.

Las últimas palabras de Harry antes de liberar el recuerdo produjeron un poco de confusión en algunos de los chicos, mientras que Remus pareció comprender casi al instante esbozando una sonrisa que compartió con el mismo Sirius que no lució afectado al respecto.

El recuerdo empezó a correr en el pasillo principal de la Mansión. Ginny estaba cerca de la cocina con una gran pila de ropa recién lavada que doblaba, Harry a 5 pasos de ella guardando un par del libros en el librero; pero con la mirada puesta en ella. En los entallados leggings que lucían descaradamente el volumen de su trasero y en el escote de la blusa tipo cuello “V” que parecía hacerle guiños cada que Ginny movía los brazos.

Harry se acercó cauteloso y la abrazó por detrás metiendo la cara en su cuello. Ella sonrió sin dejar de doblar la ropa.

-Que bien te ves hoy… - susurró Harry con exceso de alientos.

-Uy si, de pasarela jajaja. - respondió la chica presumiendo su deforme chongo de ama de casa.

-Deja eso… -le dijo Harry mientras empujaba su cadera contra ella atrevidamente. Ella volvió a sonreír sin dejar de doblar la ropa.

Harry empezó a frotar sus labios dejando saliva sobre el cuello de Ginny mientras sus manos sobaban y estrujaban sobre su pecho. Al principio la chica iba apresurando su labor mientras sonreía, pero después su expresión fue cambiando. Harry no parecía cansarse de apretar.

-Yaa, deja esa ropa.

-Sii, y tú deja de apretarme así. - dijo la chica dejando la ropa y girándose hacia él.

-¿Y desde cuándo te molesta?

La chica se quedó mirándolo indecisa unos momentos. -¡Por tu culpa estoy aguada!

-¿Aguada? ¿Quién dijo eso?

-Pues… pues el espejo. Me aprietas y me aprietas… en un año me van a llegar hasta el piso.

-Estás loca. - le dijo Harry sonriendo seductoramente volviendo a tocarla con mucha más suavidad. La chica cedió con expresión mortificada.

La pareja comenzó a besarse y al minuto de estarlo haciendo ya estaban las manos de Harry moviéndose por debajo de la blusa con insistencia.

-Calma león, calma… ya sabes que este no es lugar. - dijo Ginny cortándole el calor.

-¿No es lugar?

-No, no es lugar.

-¿LUGAR? Ahora resulta que hay lugares de NUESTRA CASA donde no podemos hacernos el amor. ¿Desde cuándo? - preguntó Harry molesto.

-Bien Harry, rectifico. Podemos hacer el amor donde tú quieras, sólo que si lo vamos a hacer en la cocina, la sala, el estudio o este pasillo avísame con tiempo para subir el cuadro ¡de tu puto padrino!

-¡SHH, te va a oír!

-Sí, pues me tengo que cuidar de todo. No me puedo pelear contigo, no podemos tener sexo donde nos dé la gana… bueno, ni un pedo me puedo tirar a gusto porque me oye Sirius…

Sirius y Remus voltearon a verse con una sonrisa complacida, acertaron limpiamente sus suposiciones.

-¡Ya, no te pongas así! Ya sabes que hay hechizos para eso.

-Sí, pero… a mí eso me pone nerviosa de todos modos…

La chica lució tímida y apenada mientras Harry le sonrió y lanzó el hechizo insonorizante. Después la hizo dejar la ropa que tenía en las manos y buscó su mirada.

-Ginny, yo quiero que estemos bien… ¿por qué siempre tiene que haber algo?. La otra noche, todo fue tan… Ginny, tengo ganas de hacer tantas cosas contigo, ¿qué te cuesta ser como esa noche?... quiero volver a tenerte así…

La pelirroja cerró los ojos y suspiró.

-¿Quieres hacer cosas conmigo? - preguntó ella con sonrisa tímida.

-Ufff… - dijo Harry elevando los ojos al cielo. -¿Quieres que las haga?

-Sip, pero… ¿también yo puedo pedir algo?

-Dime.

Ginny se pegó al oído de Harry y susurró quedamente algo que hizo que Harry se sorprendiera notablemente y además lo hiciera subir su volumen más de lo necesario.

-¿ORAL? Pensé que no te gustaba.

-¿Puedes intentarlo de nuevo?

-¡Hecho! - soltó Harry con entusiasmo mientras se quitaba los zapatos.

Entonces Harry sacó inmediatamente su camiseta, Ginny se alejó un poco lentamente y empezó a quitarse la ropa con un meneo suave que atrajo completamente la atención de Harry y las sonrisas de algunos presentes. Se quitó los leggings, lo que la dejó con una tanga de algodón decorada con un gatito por un lado y después sacó la blusa para mostrar un pequeño sostén que le levantaba los pechos como poniéndolos en aparador.

-¡Ah cabrón! Pues cuánto hace que no veía yo a Ginny… - murmuró Charlie sorprendido.

-Jajaja unos… ¿ocho años? - rió Bill.

-No pues con razón se trae a Harry bien pendejo… ¡si fuera caramelo le chupaba hasta la envoltura!

-¡Es tu hermana, puerco! - reprendió Percy irritado.

-Y si no fuera mi hermana, no me dejaste acabar… - terminó Charlie sacudiendo con humor a su estirado hermano.

Harry se abalanzó sobre su cuerpo con emoción. Comenzó a besarla tocando todo lo que podía. Apretaba con fervor sobre el sostén, luego sus nalgas, las piernas… mientras empezaba a llenar de chupetes su cuello. Luego siguió hacia abajo besando su abdomen y cuando llegó a la tanga besó cariñosamente por encima y la bajó; confirmando ante todos, por si alguien tenía duda, que es pelirroja natural igual que sus hermanos.

Harry  se hincó, mientras ella seguía de pie, echándose una pierna de ella sobre el hombro y empezó a besar la cara interna de los muslos y luego más arriba hasta llegar al centro. Harry lo hacía aplicando lo que conocía en preferencias de su mujer y era eficiente. Remus agachó la cabeza mirando el piso mientras Ron y Percy se daban la vuelta. Bill y Harry encontraron sus nerviosas miradas.

No tenía por qué afectar pero afectaba, no era como con cualquier otra de las parejas de los chicos. Resultaba un tanto perturbador como Ginny iba de respiraciones a jadeos y de regreso mientras la cabeza de Harry estaba pegada entre sus piernas. La pelirroja no podía ocultar el agrado que le producía la práctica y liberó algunos gemidos. Harry hizo su labor con todo esmero. Cerca del clímax, Ginny tenía un calor insoportable en el cuerpo lo que la hizo darle un tirón a su brassiere y aventarlo hacia la pila de ropa, dando respiraciones aceleradas que la hacían presumir sus redondos pechos ruborizados. Luego miró hacía Harry y bajó la pierna regularizando su respiración.

Harry se puso de pie y se bajó los pantalones, y le dedicó un rato de atenciones a esos bultos que Ginny esperaba tener erguidos por siempre. Parecía que había leído sus pensamientos. Luego de un momento la giró y recargándola en la pared se acercó a ella preparado.

-Despacio. - advirtió Ginny.

-Ya lo sé Ginny, ya lo sé. Siempre me dices lo mismo.

Ambos estaban pegados a la pared, pero hasta que Ginny acercó otro poco su cadera a él pudieron unirse. La expresión de Harry lo dijo todo. La chica no emitió ninguna queja, se estaba esforzando en eso que Harry deseaba, disposición. Además, el sexo oral antes de la penetración parecía bastante bueno para ella. Pero ella ya lo sabía. Lo aprendió fuera de casa…

Una mano abrazando por completo su cintura y la otra cruzándole el pecho; su boca devorándole un hombro mientras él follaba sin quejas… estaba en la gloria. Harry se entregaba en cada entrada. Pero no debía dejar que la excitación lo superara. Aún faltaba. Salió de ella y le pidió que se sentara en la silla de al lado.

El chico se acercó completamente duro y paseando el pene por el pecho de su mujer suavemente y luego empezó a acariciar sus senos cerrando poco a poco.

Ella lo observó con curiosidad pensando que sólo jugaba, pero cuando Harry fue cerrando sus pechos en torno a su miembro ella comprendió su deseo y acomodó sus pechos apretándolo. La atención de los chicos estaba completamente en la pareja y en las reacciones de ella. Ya todos sabían que… la pelirroja es una chica especial.

Los pechos de Ginny abrigaron apretadamente el pene de Harry quien empezó a follar sin limitaciones, duro, con ritmo; mientras se complacía mirando su obra y apretando junto con ella. Vinieron los gemidos y en cosa de un instante la chica tenía el cuello goteando semen.

Cuando él se retiró ella se movió enseguida.

-Déjame limpiarme… - dijo la chica tratando de pararse.

-No te limpies.

-Es que me da… - dijo la chica poniendo cara de náusea.

-Yo te limpio.

Ginny se puso de pie y él lamió su propia semilla sobre ella. También cogió semen con las manos y empezó a embarrarlo sobándola de nuevo.

-¿Sabías que el semen evita que se te aguaden? Debemos hacerlo más seguido.

Ginny se sonrió divertida. El recuerdo se cerró.

-¡Anda!, esta fantasía fue doble. Una por parte tuya y una por parte de ella. Creo que te fue de lujo Harry. - Le felicitó su padrino.

-Sirius, qué pena…

-No te apenes, yo por tu felicidad, me sacrificaré dando gira por las casas de todos jejeje.

Todos sonrieron.

-¡Ya ves que si aguantaba! Aguantó hasta el collar de perlas jajajaja. - dijo Charlie animoso.

-Harry, entonces… ¿ya no tienen problemas? Yo la vi muy bien. - preguntó Bill con interés.

-Pues desde hace unos días… yo creo que vamos por muy buen camino. - Terminó Harry con amplia sonrisa.

N/A: Listo chicos, una de las dudas más grandes en estas fantasías ha quedado aclarada. Y, es tiempo de  dar créditos. No crean que todo este rollo de las fantasías lo armé sola, no. Para ayudarme con ideas y situaciones reales entré al foro de abcsexologia (.com) y de ahí tomé varias cosas. Por eso, si notan hasta otro lenguaje es porque ya estoy aprendiendo el lenguaje técnico jajajaja. Ah y una cosa, en vez de preguntarme, qué es un collar de perlas… usen su imaginación, no es difícil. =P

par: harry.ginny, otra noche, rating: r, fic:español

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