Siempre será su Tom (Ginny/Tom) [Harry Potter] [5ºReto 6º Periodo]
Todo es oscuro y húmedo. Ginny puede sentir como algo se desliza cerca de ella, en la tenebrosa cámara que se encuentra por debajo de Hogwarts. No sabe realmente cómo ha llegado hasta allí. Lo último que recuerda es estar tumbada en su cama escribiéndole a Tom cómo le había ido el día.
Ella adora hablar con Tom, porque es como sumirse en una nube de algodón y calidez. Y a veces casi siente como si unos dedos le reptasen por las piernas bajo la falda, haciendo que se le marche el aliento.
Sabe que eso es malo, porque a veces siente como si él la obligase a hacer cosas que en realidad no quiere hacer; pero no puede renunciar a Tom. No sabe, en realidad, renunciar a Tom. A la extraña pero placentera sensación de sentirse poseída en cuerpo y alma. A la sensación de que una figura de cabello y ojos negros le aprisione las muñecas contra el colchón al tiempo que siente por el cuello un reguero de besos que en realidad no está ahí.
Y siente como si alguien le levantase la falda, cuando en realidad nadie lo hace, y unos dedos largos y finos hundirse en un lugar prohibido, provocando sensaciones que a los once años no es capaz de comprender.
Pero ahora está ahí, y Tom está con ella, protegiéndola del siseo aterrador que provoca un cuerpo más grande de lo que Ginny llegará a ser jamás. Y le rodea la cintura con un brazo, atrayéndola contra su cuerpo firme y fuerte. Y la besa despacio. Sin prisas. Como si tuviesen toda la eternidad por delante para ello.
Se siente débil en sus brazos. Y por su cabeza se pasa la imagen de un muchacho de pelo negro y ojos verdes. Y de repente sabe que, aunque deba, no recuerda su nombre.
Porque los labios de Tom bajan por su garganta y su mano sube bajo la falda de su uniforme, mientras todo se vuelve cada vez más y más negro.
Ginny despierta de golpe y se sienta en la cama. Es consciente de que está sudando frío y respira con dificultad.
Hace diecinueve años que Tom, mundialmente conocido como Voldemort, ha sido derrotado; pero ella sigue recordando sus besos y sus manos corriendo por su cuerpo como si todavía tuviese once años y el pecho liso.
Ahora tiene pecho, caderas, tres hijos y un marido. Además, un secreto que guardar.
Que pase lo que pase y por mucho que ame a su familia. Para ella Voldemort siempre será su Tom.