Para:La tabla escolar de
entredeslignesPersonaje: Javier y José
Promt: Estudio
Palabras: 507
Notas: participa en el
quinesob de abril
Advertencias Algo... de malas palabras
José tenia sus prioridades claras, el deporte era lo suyo; por supuesto intentaba no decir eso delante de su padre, por que podía ganarse un buen sermón acerca de lo importante que era una carrera para la vida.
Por supuesto José se preocupaba por el estudio, pero solo lo suficiente como para obtener la mínima nota aprobatoria y no ser sacado del equipo de soccer. Esa era la principal diferencia entre él y el nerdo de Somers, obviamente Somers se encargaba de mantener fuera la imagen del matadito, pero José lo conocía de toda la vida; a él no podía engañarlo.
Javier levantó la vista de su libro de Matemáticas cuando escucho que alguien se acercaba a su rincón, además no era que mucha gente sola fuera a sentarse en la sobra de los árboles que había tras el gimnasio-auditorio de la escuela, la mayoría eran parejas que aprovechaban aquel rincón “intimo” para meterse mano, Javier era capaz de concentrarse a pesar del sonido de labios, y tampoco era que esas parejas estuvieran interesadas en su presencia.
-¿Cómo demonios desaprovechas un lugar así de bueno?- le dijo José llegando junto a él y sentándose sin ser invitado
-Es lo mismo que me pregunto yo, ¿Cómo es que estas solo y no con alguna chica que quiera extraerte las amígdalas?- Javier le sonrió solo para molestarlo, pero observo a su derecha y a su izquierda asegurándose que nadie ponía atención a su rincón y a su inesperado visitante
-Hoy tuve ganas de hablar con mí “mejor amigo”- dijo el rubio llenando de sarcasmo las ultimas palabras
-No puedo creer que sigas enojado por esa pendejada- murmuro Javier cerrando su libreta, completamente convencido de que ya no le seria posible estudiar en esa hora, no al menos hasta que se deshiciera del rubio
-Eres un hijo de la chingada Somers, tu y yo sabemos que no fue una pendejada, y también sabes que pienso cobrarme lo que me hiciste-
-Fue ella la que se me ofreció, no es mi culpa que tuvieras una novia tan puta-
José lo fulmino con la mirada sin decir nada mas simplemente poniéndose en pie
-Ojo por ojo Javier- dijo entonces - vamos a ver que tan fácil es Noriko Anderson-
José sonrió ampliamente al observar en la expresión de Javier lo mucho que le habían afectado sus palabras, y lo mucho que le estaba costando disimular su enfado
- Haz lo que quieras, lo que haga o deje de hacer Anderson no me importa-
-Por supuesto que haré lo que quiera con ella- dijo el rubio - pero eso de que no te importa no te lo crees ni tú - dijo el rubio antes de darse media vuelta y alejarse de ahí
Somers se llevo una mano a la frente antes de ponerse en pie, Noriko no podía ser tan idiota como para hacerle caso al rubio, mas le valía a él asegurarse de eso, y no por que le importara la chica como decía José, simplemente no tenía ganas de dejar ganar a José.
Para:La tabla escolar de
entredeslignesPersonaje: Noriko, Arlethe, Hera, Adrian
Promt: Ortografía
Palabras: 303
Notas: participa en el
quinesob de abril
Noriko sonrió ampliamente con la carta entre sus manos, sin hacer caso a la mueca de Adrián, o a la mirada de Hera, sin hacer caso tampoco de la mala ortografía del remitente, simplemente dejando que la sonrisa se extendiera por su rostro.
-Dice que le gusto mucho- dijo con la voz más chillona de lo normal
-Lo sabia- dijo Arlethe tomando la carta de las manos de la chica y leyéndola con rapidez
- ¿No llevan poco tiempo de conocerse?- preguntó Adrián, si claro que le caía bien José, pero no había estado tras Noriko todo ese tiempo para dejar que se la quitara el primer chico que se cruzara frente a ella
Noriko clavo la mirada en la de su amigo, en una muda disculpa, lo que habían hecho no estaba bien, no podía compartir mas besos con Adrián por que Arlethe estaba interesada, y ella era una buena amiga, lo suyo con Adrián debía terminar y esa parecía la oportunidad perfecta. José le gustaba y por lo que ponía en aquella carta, ella también a él
-No pierdo nada con intentarlo- contesto
-Pensé que los deportistas no iban contigo- dijo Hera, no importaba cuanto tratara Noriko simplemente no terminaba de caerle bien, le parecía demasiado falsa
-Bueno... nunca es tarde para cambiar de opinión, ¿No les parece?-
-Seguro, además tu y José hacen una pareja soñada-
-Bueno... no he decidido decirle que sí-
-¿Entonces?- pregunto Adrián sin poder evitar que las esperanzas se colaran un poco en su voz, por fortuna las chicas no parecieron darse cuenta
-Podemos salir unos días y ya veremos- dijo Noriko sin perder la sonrisa y levantándose del pupitre -ahora voy a verlo, deséenme suerte- les pidió
La única que articulo el suerte, con verdadero entusiasmo fue Arlethe, quien realmente se alegraba por la castaña.
Para:La tabla escolar de
entredeslignesPersonaje: Norikoy Javier
Promt: Reprobar
Palabras: 438
Notas: participa en el
quinesob de abril
José era muy lindo, la hacia reír y se portaba realmente muy bien con ella, pero había algo que no terminaba de gustarle del rubio; y no tenía nada que ver con el hecho de que estuviera a punto de reprobar administración. Por supuesto que le encantaba que la mirara fijamente, profundamente. Pero había algo en la manera en que miraba a Javier Somers que no le daba buena espina.
No le sorprendía para nada que José hubiera encontrado antipática la presencia de Somers, la rata tenia la sangre demasiado pesada como para que a alguien le cayera realmente bien a la primera, ella llevaba años de conocerlo y mientras más tiempo pasaba mas le odiaba.
-Anderson-
¿Es que no podía librase de él, un solo día?
-¿Somers, que ha pasado te has caído de la cama?- pregunto, no era normal en el ojiazul llegar veinte minutos antes de que iniciara la clase, no iba con su imagen
-Que graciosa- dijo él haciendo una mueca - necesito hablar contigo-
-¿Y que estamos haciendo, ladrando?- Contesta ella
-No estoy para tus bromas Anderson, solo necesito que me contestes una cosa-
-No tengo por que contestar nada que tú me preguntes- dijo ella cruzándose de brazos
-No necesitas contestar nada, eres tan simple que todo lo que piensas se te nota en la cara-
-No todos vamos por la vida mostrando una pantalla-
-No todos somos tan idiotas como para dejarle saber a la gente lo que nos afecta-
-Eres un idiota-
-¿Es cierto que estas saliendo con José?-
- ¿Y eso por que te importa?- pregunto entre enfadada y desconcertada, Javier jamás se le acercaba para preguntarle si estaba saliendo con tal o cual
- No me importa es simple curiosidad- dijo entrecerrando los ojos - es chico es tan insulso que estoy seguro que solo podría gustarle a alguien como tú, por supuesto si tuvieras dos neuronas te darías cuenta que no vale la pena-
-Pues justamente por que tengo mas de nos neuronas es que me doy cuenta que si vale la pena, y si fíjate si estoy saliendo con él, y me gusta mucho, además de que no es ningún insulso, ¡Tu solamente le tienes envidia por que quisieras ser como él!-
-¿Envidia?, cada día estas mas tonta, yo solo lo decía por tu bien, pero has lo que se te venga en gana, si quieres tener de novio a un imbécil, es tu problema-
-José no es ningún imbécil, yo lo quiero... y me vale lo que tu pienses- dijo ella dándose media vuelta para comenzar a subir las escaleras
Estaba harta, simplemente harta de Javier Somers.
Para:La tabla escolar de
entredeslignesPersonaje: Fabiola
Promt: Borrador
Palabras: 297
Notas: participa en el
quinesob de abril
Este nuevo lugar no le gustaba nada, pero intentaba no quejarse frente a su madre para que esta no se sintiera aun más mortificada de lo que ya se sentía, extrañaba a Noriko, y extrañaba también a su hermana, Mariel siempre le había infundido ánimos el primer día de escuela.
La escuela era bonita, tenia áreas verdes y aun siendo publica no parecía tan descuidada como solían decir, el uniforme no era del todo bonito, pero a ella no le desagradaba del todo el azul, aun cuando la hiciera desentonar un poco por su color de cabello.
No hablaba mucho, se sentaba en la primera fila y ponía total atención a las clases, era la mejor manera de dejar de pensar y dejar de preguntarse lo que estaría haciendo Mariel, lo que estaría haciendo Noriko, si estaban ambas en la misma aula.
Ella era la encargada del borrador, cada día al termino de las clases lo sacudía contra la pared, intentando no quedar demasiado llena de aquel polvo blanco, y no estornudar mucho, luego lo metía en una bolsa y lo metía en su mochila.
Así al otro día, cuando tenia ganas de quedarse en cama y dejar que su madre viera lo mal que estaba llevando eso del divorcio y una nueva vida, se acordaba que tenia que llevar el borrador, por que los maestros lo necesitaban.
Y así se ponía en pie, se daba una ducha, desayunaba cualquier cosa y se encaminaba a la escuela, no le gustaba su nueva rutina, pero ya no debía seguir pensando en la anterior, le gustara o esa era ahora su nueva vida.
Para:La tabla escolar de
entredeslignesPersonaje: Noriko y Raul
Promt: Pintura
Palabras: 271
Notas: participa en el
quinesob de abril
A decir verdad Noriko no sabia por que seguía haciéndolo, Fabiola ya no estaba. No le había llamado y no le había escrito y mucho menos le había contado por que se había ido así tan de repente, dejándola a ella tirada.
Mariel no le había dicho nada, y lo que sabia por sus padres era que los padres de Fabiola se habían divorciado y que cada uno se había quedado con una hija. ¿Dónde estaba la madre de Fabiola y Fabiola? Era un misterio.
Y sin embargo ella estaba ahí, con el tarro de pintura roja el primero de abril, ella nunca había hecho el diseño, siempre era Fabiola; pero se encontró bastante alegre por poder hacer eso por su amiga, estaba segura de que a Fabiola no se le pasaría la fecha.
Estaba bastante acostumbrada a cargar el día dos de abril con un paquete en el que con letras rojas se podía leer, Raúl. Fabiola jamás dejaba pasar el cumpleaños del chico y ahora Noriko tampoco pensaba hacerlo, por muy loca que seguramente Raúl pensaría que estaba.
Así que aquel día no camino hacia su aula, si no hacia la de Mariel y Raúl, tuvo suerte. El chico no estaba acompañado de sus amigos.
-Feliz cumpleaños- dijo ella llegando junto a él dándole el paquete, que como todos los años contenía chocolates
-Creí que Seim ya no estaba en la ciudad- dijo el extrañado pero como siempre sin rechazar el obsequio
-Creíste bien- dice la castaña y sonríe - que pases un bien día-
Raúl sonríe y atrapa a la chica en un abrazo
-Gracias- murmura
-Cuando ella regrese, no la trates mal- dice ella cuando se separan el solo niega con la cabeza mientras ella camina hacia su aula.
Espera realmente que Fabiola regrese.