¡Felices fiestas, nowhere1girl! (Primera parte )

Dec 29, 2011 00:12

Autor: Amigo Invisible
Para: nowhere1girl

Título: Con un poco de ayuda (de mis amigos)
Personaje/pareja(s): Centrado en Nick, Blaine y Wes. Niff y Klaine por un lado.
Rating: PG-13
Resumen: Después de las Regionales, los Warblers de la Academia Dalton son invitados a un evento muy especial. Con un poco de ayuda de sus amigos, superarán algunas dificultades; Wes lidiará con sus sentimientos de derrota, Nick con su enamoramiento secreto y Blaine con sus inseguridades respecto al futuro.
Disclaimer: Ningún personaje me pertenece. Ni los de Glee, ni las entidades reales mencionadas de paso. Sólo Nadia, pero ella casi ni es personaje.
Advertencias: N/A.

Notas: Espero que te guste &hearts <33. Si tengo algún dato mal al respecto del sistema educativo estadounidense, lo siento mucho (cualquier corrección es más que aceptada). También, estoy tomando de Glee el hecho de que los maestros en Dalton son aparentemente innecesarios, porque los chicos se pueden cuidar por sí mismos, etc. No existe nada como el Festival Nacional de Grupos Universitarios Masculinos de A cappella, es una invención mía para la ocasión. Ah, y esto lo empecé antes de que Curt Mega publicara su mini-fic sobre Nick; no saben cómo me reí cuando eso pasó.




-No sé por qué está tan molesta conmigo últimamente -susurra Jeff, acercándose a su hombro en señal de confidencia.

A pesar de que están sentados codo a codo en la sala de coro, Nick apenas puede escucharle entre tantos murmullos. Aunque tal vez sería mejor que no pudiera oír nada, porque Jeff habla de su “novia” y a Nick eso le retuerce el estómago, primero de celos y luego de culpa. Los amigos se apoyan, los amigos se apoyan..., se repite mentalmente para acallar otros pensamientos menos agradables.

-¿Por qué crees que tarde tanto Wes? -pregunta, no con la intención de cambiar el tema, aunque le alegra poder hacerlo.

Son diez minutos después de las cinco y, de los miembros del Concejo, Wes siempre es el primero en llegar. Sin embargo, ahí están David y Thad, nada impresionados por la ausencia, pero sin anunciar explicación. Ya han tenido la acostumbrada semana de descanso después de las Regionales, para ponerse al corriente con todo lo que las incesantes prácticas no les permitieron, y en la sesión de hoy están supuestos a acomodar la agenda de presentaciones de caridad para todo el mes.

Jeff se encoge de hombros.

-Según Trent, un sophomore lo vio en la Dirección hace media hora.

-Tal vez -interviene Flint-, finalmente explotó contra el resto de actividades escolares (o sea, clases) que impiden que tengamos ensayos ocho horas de lunes a viernes.

-No, yo creo que lo descubrieron tratando de saltar del segundo piso por la derrota en las Regionales -dice Chris.

Nick abre la boca para negar las falsas acusaciones, cuando el silencio lo interrumpe. Con toda la parsimonia del día a día, Wes ha entrado y tomado su lugar habitual entre David y Thad, logrando apagar todas las conversaciones de la sala. Wes hace alarde de su presencia al golpear el mazo, aunque Nick está seguro de que es más por protocolo que por necesidad. Todos los ojos están sobre la mesa del Concejo, a la expectativa.

-Lamento la tardanza, compañeros. Tuve una junta de emergencia con el Director por una situación especial acerca de la cual vengo a informarles. Primeramente, tienen que saber que hemos de cancelar todos nuestros compromisos del mes.

La sorpresa no se hace esperar, ni mucho menos la indignación, pero Wes es rápido al ordenar silencio en la sala.

-Yo sé, compañeros, que los solitarios ancianos cuya única alegría de las Pascuas son nuestras dulces armonías, sufrirán una gran decepción al enterarse. Nos encargaremos de recompensarles después. Ha surgido un… impedimento.

Mientras algunos Warblers comentan por lo bajo sobre las galletas caseras y los suéteres tejidos que ya no tendrán, Nick se admira de la dramática enunciación de Wes, que ha hecho una pausa solemne con la segura intención de acentuar la importancia de su anuncio.

-Esta mañana recibí una carta de Yale. Más específicamente, de los Whiffenpoofs de Yale.

***

En el pasillo entre el salón de Francés y el de Español, una larga vitrina está exclusivamente dedicada a los Warblers. En su camino a la Sala Común de los juniors, Wes pasa a su lado y, como siempre, se detiene a mirarla un momento. Una multitud de ojos radiantes, de todas las épocas y edades, lo miran a través del cristal. Generaciones de muchachos como él, deseosos de salir y hacer algo con sus vidas, portan con orgullo los colores azul y rojo en las fotografías. Busca las caras conocidas.

En la foto de la generación 2010, Blaine Anderson, el freshman que les robó el corazón desde que dio un paso dentro de la sala del coro, sonríe más ampliamente que ninguno en el medio de la foto, sosteniendo el pequeño trofeo de las Seccionales de ese año. Nick y Thad, uno a cada lado, le rodean los hombros fraternalmente. Wes mira su propia sonrisa con nostalgia.

Sabe que debería sentirse orgulloso de sus logros. Después de todo, estos adolescentes hormonales sienten respeto por él, se controlan bajo su presencia y ponen todo de sí mismos para cualquier presentación, sea un ensayo o una ridícula declaración de amor en el Gap. Pero hoy no es uno de esos días en los que Wes tiene ganas de congratularse por su arduo trabajo.

Porque es su último año, Wes no puede evitar sentirse un poco decepcionado. Aunque los Warblers no se tratan de competencias y premios, las Regionales ya pasaron, y con ellas, la última oportunidad para él de llevar el nombre de Dalton a las Nacionales, de traer la gloria a su generación y de poner un trofeo más grande que acompañe a su foto de este año en la vitrina.

Su tiempo ya pasó y tiene que aceptarlo.

Debe concentrarse en los asuntos del momento y uno de esos es encontrar a Thad. Wes deja atrás la vitrina y entra a la Sala Común. La mayoría de las mesas de trabajo y de los sillones está desocupada.

-¡No puedo creer que nos invitaran!

-Yo no puedo creer que exista algo como un Festival Nacional de Grupos Masculinos Universitarios de A cappella... Y para el caso, ¿qué rayos es un Whiffenpoof? (Iba a preguntarle a Blaine, pero nos entretuvimos en otras cosas…)

Reconoce al instante las voces de sus compañeros Warblers y no tarda en distinguirlos en la mesa del fondo, con las libretas abiertas frente a ellos. Ahí están Jeff, Kurt y Nick, los dos primeros conversando animadamente mientras que el último hace anotaciones.

-Son la realeza del a cappella, Kurt. Y los anfitriones de este año.

Jeff está claramente emocionado, aunque Kurt no parece nada impresionado por la información y mantiene una ceja retadora levantada. Ninguno es el Warbler que busca, pero a Wes le parece cortés acercarse a saludar.

-Estuve hablando con Thad -dice Nick sin levantar la vista del cuaderno-. Parece que un chico de los Duke’s tiene una hermana en Aural Intensity y estuvo en las Regionales. Dijo que lo impresionamos tanto que insistió en meternos en la agenda aunque no fuéramos universitarios.

-Esto es casi mejor que Nueva York -exclama Jeff con una enorme sonrisa.

Kurt hace una mueca a su lado.

-Nada es mejor que Nueva York.

Algo dentro de Wes se siente incómodo ante esa afirmación. Interiormente, le da la razón a Kurt. Sin embargo, decide no comentar sobre lo que ha escuchado y se acerca a la mesa de sus compañeros a saludarlos con una media sonrisa, lo suficientemente amable, pero no demasiado entusiasta. Kurt, que nunca ha sido particularmente amigable con ningún integrante del Concejo, le devuelve el gesto sin muchas ganas.

-¿Ya saben con qué van a audicionar para el Festival, caballeros? -pregunta Wes en su papel de líder. Los tres intercambian algunas miradas.

-Nick y yo pensamos hacer un número. ¿Tal vez quieras unírtenos, Kurt?

-Paso. Ustedes solos lo harán bien.

-¿Acaso harán tú y Blaine otro dueto? -pregunta Wes, interesado.

Kurt niega con la cabeza.

-No me lo tomen a mal, pero ya tuve una canción y los resultados no fueron alentadores.

-No nos invitaron a Yale por una buena canción, sino por dos. “Candles” fue ejecutada perfectamente. Tal vez las apreciaciones de los jueces estuvieron sujetas a parcialidades, pero tú y Blaine no hicieron una cosa mal. Además, este evento no es una competencia, es sólo por diversión.

No es que no hubiera pensado antes que el dueto de Kurt y Blaine podría haber tenido algo que ver en los resultados de las Regionales. De hecho, estaba casi seguro de que había sido así. Pero en lo que a él le concernía, la interpretación había sido igual de impecable que en los ensayos y merecía el trofeo. Ninguno de sus Warblers tenía por qué culparse de ello. Si acaso él, porque era el responsable de que todo se desarrollara a la perfección.

La expresión de Kurt se relaja un poco al escuchar a Wes.

-Aun así, no quisiera quitarle la oportunidad a otros. ¿Qué hay de ti, Wes? Todos dicen que solías ser solista en tu primer año y yo nunca te he escuchado.

-El Concejo no tiene permitido audicionar para las competencias -responde Wes en modo automático. Hace mucho que no le hacían esa pregunta.

-Pero tú lo has dicho, esta no es una competencia -dice Kurt con una sonrisa.

***

-Tu novio puede venir cuando quiera. Deja de actuar como si no fuéramos complacientes contigo. Siempre te dejamos hacer lo que tú quieres. Y hablando de eso, ¿cuándo pensabas decirme que vas a ir a Connecticut dentro de dos semanas? Me encontré al padre de Wes en el camino y me lo comentó de paso.

Blaine se muerde los labios. No quiere ser ese tipo de personas que se vuelven despistadas cuando están enamoradas, pero tal parece que lo es. Estaba tan preocupado por sacar el tema de Kurt con su padre que se había olvidado del Festival. Frente a él, su madre le lanza una mirada preocupada.

Su papá no parece molesto, aunque Blaine está seguro que no le hace gracia ser el último en enterarse de todo lo relacionado con su hijo. El Sr. Anderson vuelve a ponerle atención a su cena y da un trago a su vaso de agua antes de volver a hablar.

-Me sorprende que la mesa de padres de familia no salte ante el porcentaje del presupuesto que va a parar a tu pequeño grupo de coristas...

Blaine se tranquiliza ante el cambio de humor en el ambiente.

-Eso es porque a principio de año hacemos una presentación especial para ellos -dice y sonríe con orgullo. Aún recuerda la sonrisa azorada de la tesorera cuando cantó tres versos de la canción para ella.

-Como sea, es una muy buena oportunidad para ti. Nunca es demasiado temprano para empezar a revisar los requisitos de admisión.

Una risita despreocupada sale de los labios de Blaine. Su padre debe estar bromeando.

-Faltan más de dos años para que me gradúe...

-Blaine, es tu futuro de lo que hablamos aquí -dice el Sr. Anderson con gravedad-. Ver lo que te puedes perder si no mantienes alto tu promedio te ayudará a mantenerte firme y no hacer caso de distracciones.

Entonces Blaine lo entiende y sabe que su padre no bromea. Busca algo de ayuda en los ojos de su madre, pero ella parece un reflejo de su propia expresión de incomodidad.

-Ni siquiera sé si quiero ir a Yale, papá -murmura con la mirada baja.

-Eso está a discusión. Estoy seguro de que te encantará. Y hasta tienen esos programas extracurriculares de canto que tanto te gustan. Una vez fui a un recital de los Whiffenpoofs, las muchachas se volvían locas con ellos.

Su padre, por supuesto, olvida que él no es heterosexual. Blaine ya no puede levantar la vista. Decide terminar de cenar lo más rápido posible. Quiere correr a su cuarto, cerrar la puerta con veinte candados y hablar con Kurt hasta que las palabras viciosas que no puede decir salgan de su cabeza.

Está seguro de que su padre no consideraría a una novia como una distracción. Tal vez, la vería como una inversión para el futuro por aquello de los bebés y la empleada doméstica gratis. Pero, por supuesto, un novio no puede darle esas cosas y su padre nunca entenderá cómo puede Blaine querer a alguien así.

***

-Oh, you look so beautiful tonight...

Jeff canta la misma línea en diversos tonos, con el ceño ligeramente fruncido, mientras relee su ensayo de Filosofía. Nick sólo lo observa. Han estado entre ensayando y haciendo tarea durante la última media hora. Bueno, al menos Jeff lo ha hecho, porque Nick sólo se ha dedicado a escucharlo cantar y pretender que escribe.

Las audiciones son dentro de dos días, pero ellos se sienten bastante confiados en que esta vez lo lograrán. Después de todo, llevan preparando el número desde las vacaciones de invierno, cuando creían que sería una canción perfecta para las Nacionales, y ahora que no podrán hacerla en Nueva York, no quieren desperdiciarla.

-Creo que sería mejor que yo armonizara en este verso. ¿Podemos intentarlo? -dice Jeff. Nick se siente sonrojar de verse sorprendido mirándolo.

-Claro.

Sentados uno frente a otro, a las mesas de un salón de clases vacío, sus voces suenan perfectamente acopladas la una a la otra. Nick piensa que es como si hubieran sido hechas para cantar juntas y quiere golpearse de lo ridículo que suena. Debe pasar menos tiempo con Blaine y Kurt. Jeff sonríe. Tal vez está pensando lo mismo que él. O tal vez sólo sonríe porque es Jeff.

-Perfecto.

Jeff continúa trabajando en su ensayo y tacha un par de líneas. Nick va comenzar a resolver un problema de trigonometría, cuando la voz de Jeff vuelve a distraerlo.

-And I miss you when you're not around.

Nick está fregado. Más que enamorado de su mejor amigo que ya tiene una "novia". Peor que en una comedia romántica, porque el objeto de sus afectos ni siquiera comparte su orientación sexual. Y eso sólo lo deja con estos confusamente hermosos sentimientos con los que no sabe qué hacer. Tal vez debería escribir una novela.

-Nadia y yo terminamos -dice Jeff casualmente, con la mirada fija en su cuaderno.

Oh. Bien, qué debe decir uno en estos momentos, se pregunta Nick. Esto es inesperado. Nick mira a Jeff pero éste no parece estar ni un poco triste: está concentrado escribiendo y se toma su tiempo para volver a hablar.

-Dice que paso demasiado tiempo contigo -dice Jeff y entonces sí levanta la mirada. Hace una mueca y se encoge de hombros.

-¿Qué no es... lo que los amigos hacen? -pregunta Nick, todavía sin saber qué está supuesto a decir en esta situación.

-Algo parecido le dije, pero insistió en que no quería ser la “tapadera” de mi obvia relación homosexual contigo. (Estoy citando sus palabras, por cierto.) Desde que le dije que eras bi, tenía la idea de que estás perdidamente enamorado de mí y que en cualquier momento me robarías de sus brazos. Como sea, creo que fue para bien. No éramos tan compatibles.

Nick está más que fregado. No sabe que lo humilla más, si el hecho de sus sentimientos son tan claros que incluso alguien como Nadia puede verlos o el hecho de que Jeff descarte la posibilidad tan fácilmente. Los problemas de trigonometría parecen mucho más fáciles ahora.

***

-¿Puedo hablar contigo un segundo?

La sala de coro está vacía, excepto por Wes, que se encuentra revisando las minutas de la sesión anterior. Kurt interrumpe el silencio con su pregunta; su sonrisa maliciosa aparece por la puerta. Wes acepta, preguntándose si tal vez Kurt ha cambiado de opinión al respecto de su audición y ha decidido pedirle alguna sugerencia.

Kurt toma asiento a su lado en la mesa del Concejo, con esa sonrisa extraña aún plantada en la cara.

-Es algo extraoficial, ¿sí? -dice Kurt.

-Como gustes -contesta amablemente Wes, dejando las minutas de lado por un momento para mirar a su acompañante.

-Sé que te sientes igual que yo sobre las Regionales -dice Kurt sin rodeos, finalmente deshaciéndose de su sonrisa.

Wes frunce el ceño, sin entender a lo que Kurt quiere llegar.

-En las competencias, algunos pierden y algunos ganan. Esas son las reglas -responde con neutralidad.

-No hagas eso. Estoy harto de que todos pretendan que no tiene importancia.

-¿Qué sería de un equipo si el líder fuera el primero en dejarse caer?

Kurt hace una mueca y levanta una ceja, perdiendo un poco de su aparente paciencia.

-Extraoficial. No eres el líder ahora. Sólo di la verdad.

Francamente confundido, Wes mira a Kurt, tratando de adivinar sus intenciones. No entiende por qué, de todas las personas, es precisamente Kurt Hummel quien está sentado a su lado en este momento, cuestionando su capacidad para lidiar con sus emociones y tratando de darle terapia. Sinceramente, no se siente con ganas de mantener esta conversación, así que lo mejor sería terminarla pronto.

-Es mi último año -dice con resignación-. ¿Qué tiene que ver esto contigo?

Una media sonrisa vuelve a los labios de Kurt. Wes piensa que es asombroso lo mucho que Kurt le ha sonreído en los últimos días.

-Sé que no hemos sido exactamente los mejores amigos, pero Blaine siempre dice cosas buenas de ti. Jura que le salvaste la vida. Esta es mi manera de agradecerte: creo que deberías audicionar para el Festival.

Aparentemente, hay una lógica en lo que Kurt está diciendo. Wes trata de encontrarla y no puede.

-Hay muchas cosas que organizar en el Concejo -dice Wes, en automático, y no está mintiendo. De por sí, los viajes a las Regionales son trabajoso de llevar a cabo, ahora hay que imaginar los viajes a otro estado y con una noche de hospedaje.

-Deja que alguien más lo haga -dice Kurt como si fuera lo más obvio del mundo y Wes le daría un reconocimiento por su esfuerzo y su atrevimiento si esto fuera una premiación y si no tuviera tantas otras cosas en qué pensar-. Estoy seguro de que puedes hacerte un tiempo para disfrutar del reflector en un escenario con nosotros. Ya no tendrás Nueva York, pero podrías tener esto sólo para ti. ¿No crees que lo vas a extrañar, cuando estés en Harvard con todos esos aburridísimos y mal vestidos aspirantes a abogados? Yo voy a hacer esto por el resto de mi vida. Pero tú no. Deberías tomarlo ahora que puedes.

Esas son las últimas palabras de Kurt antes de levantarse del asiento y salir de la sala. Después de terminar de leer las minutas y anotar puntos importantes para próxima discusión, Wes piensa en su extraño día y, repentinamente, entiende.

***

Normalmente, a Blaine le gusta su clase de Francés. No es tan bueno en el idioma como su novio, pero no le molesta aprenderlo. Sin embargo, desde que Kurt tiene libre ese periodo, odia Francés por interponerse entre él y lo que sería una fantástica sesión de besuqueo. Al terminar la clase, apenas puede hablar con Kurt cinco minutos porque éste tiene tutoría (según él, innecesaria) de Cálculo.

Así que Blaine debe esperarlo en la sala común de los juniors mientras hace ejercicios de conjugación. Por su puesto, nadie se queja de su presencia ahí. Después de unos minutos a solas, Thad llega a sentarse a su lado y Blaine se siente mucho mejor. Hace tiempo que no conversan solos, así que los temas van desde la escuela, las audiciones y las calificaciones, hasta lo obvio y más novedoso: Kurt.

-¿Cómo lo está tomando tu papá? -pregunta Thad.

Blaine escribe su último verbo en futuro simple, deja la pluma sobre la mesa y se estira un poco.

-Se está esforzando -concede Blaine-. Al menos ya utiliza la palabra "novio". El viernes Kurt va a ir a la casa a cenar. Mi madre está nerviosísima porque ya le he contado que es un poco quisquilloso con lo que come.

-Me imagino -dice Thad; duda antes de continuar-. ¿No crees que van demasiado rápido? Dos semanas y va a cenar con tus padres...

Una mueca se dibuja en la cara de Blaine.

-Yo siempre ceno con los Hummel -dice con tintes de enojo-. Suenas como mi papá. "Estás saliendo con él, no es como si se fueran a casar."

Thad suelta una risita ante la imitación de la voz del Sr. Anderson.

-Bueno, tiene razón... -murmura por lo bajo. No es que Kurt no le agrade, es sólo que conoce a Blaine y sabe que puede tomarse las cosas un poco al extremo. O un mucho.

-¿Y si quisiera casarme con él? Con alguien tengo que casarme y sé que le encantaría que fuera con la hija de alguno de sus amigos, pero eso no va a pasar.

-Blaine, no te tomes las cosas así. Tu papá sólo quiere protegerte -dice Thad, en tono conciliador.

-Protegerme de todo lo que me hace marica.

Ambos se estremecen al escuchar la palabra. Blaine no puede creer lo que acaba de decir y, por la forma en que los ojos de Thad se abren como platos, parece que su amigo tampoco. Blaine desvía la mirada. Se siente avergonzado por hablar así. No sabe de dónde están saliendo todas estas quejas y enojos repentinos.

Después de un silencio incómodo, Thad es el primero en volver a hablar.

-Esto definitivamente ya no es sobre Kurt. ¿Qué pasa? -dice poniéndole una mano en el hombro a su amigo, tratando de hacer contacto visual con él. No es normal que Blaine reaccione así.

Blaine se muerde los labios. Si tan sólo las cosas fueran tan fáciles y todo fuera sobre Kurt, perfecto Kurt, fantástico Kurt, que hace su vida mil veces mejor y borra todo lo malo con un toque de su mano...

-Quiere que vaya a Yale -se escucha decir; no se había dado cuenta de lo mucho que le pesaban esas palabras hasta que las dejó salir de su boca.

-¿Qué hay de malo con Yale? Tienes el promedio, los honores, las aptitudes...

-Exactamente eso. No hay nada de malo. Es lo obvio. Graduarme en una profesión útil, tener un trabajo estable en una oficina, una casa en residencial.

-Lo dices como si fueran cosas malas -dice Thad, algo confundido. Pero no es el único. Blaine mismo no parece entenderse bien a sí mismo. Cuando habla, baja un poco la voz, para que sólo Thad lo escuche.

-Son cosas perfectas. No tengo ningún argumento para no desearlas. Ése es el problema. ¿Y si no quiero ir a la universidad? ¿Si me conformo con un departamento pequeño? ¿Si prefiero vivir mendigando? Ni por un segundo se le ocurre que pudiera querer algo diferente.

-¿Como qué? -pregunta Thad, tratando de seguir el hilo de la confusa conversación, saber a dónde rayos va a llegar.

-Tal vez… ¿cantar?

-Oh, Blaine -dice Thad con una sonrisa porque sólo Blaine podría hacer todo ese rodeo para llegar a un punto que es tan evidente. Blaine también hace un intento de sonrisa y reconoce lo ridículo que está siendo, aunque no puede evitarlo.

-¿Alguna vez has oído hablar a Kurt de su futuro? ¿Has notado la seguridad con la que habla de sus planes? Quisiera tener eso. Porque por más que lo intento, sé lo que quiero hacer pero... no estoy seguro de poder hacerlo. ¿Qué pasa si no soy lo suficientemente bueno? ¿Y si algún día despierto en un basurero y me doy cuenta de que mi padre tenía la razón?

Thad niega con la cabeza y sonríe.

-Yo creo que tú tienes que creer un poco más en ti mismo -dice, apretando el hombro de su amigo-. Eres una estrella, Blaine. Sólo brilla.

***

Nick no está tan nervioso como se podría esperar. A decir verdad, tal vez lo estaría si no tuviera tantas cosas en la cabeza. Como las no tan ridículas acusaciones de la ex novia de Jeff, seguramente fundamentadas en aquélla vez que fueron al cine y eligieron una película sólo porque era la que Jeff quería o la otra vez en la que fueron a The Lima Bean y Jeff prefirió sentarse al lado de Nick o el hecho de que tenga tantas memorias de citas-no-citas entre los tres.

Sinceramente, no le echa la culpa a Jeff. Él es así, le gusta la compañía y mientras más mejor. ¿Por qué no preferiría pasar la tarde con su mejor amigo y su prospecto a novia a la vez? Entiende el punto de Nadia, pero no la apoyaría, porque… bueno, ella no es su problema, de cualquier modo. Jeff lo es.

Y su problema ahora está enredándose las manos y mordiéndose los labios de nervios a su lado. Nick le dice que todo irá a la perfección y choca sus hombros con los de él, amistosamente. Jeff sonríe. Así está mucho mejor.

Llegaron tan temprano a la sala de coro que apenas está la mitad de los Warblers. Al paso del tiempo, van apareciendo de uno en uno y dos cosas extraordinarias pasan. Primero, Blaine llega solo. Dado que desde las Regionales, Kurt y Blaine pasan cada segundo que pueden pegados de las manos, es un hecho sobresaliente. Blaine se sienta al lado de Jeff y los saluda con su alegría proverbial.

Pero aún más interesante es que cuando Wes entra por la puerta, no toma su asiento en la mesa del Concejo, sino que se acomoda justo en el sillón contrario a Nick, Jeff y Blaine. Y, sí, todos los Warblers lo miran sin vergüenza, aunque no se atreven a preguntar si se le ha olvidado su lugar. Ni siquiera Blaine que, ahora que Nick, lo piensa no parece sorprendido.

Cuando sólo faltan ellos, Thad y David llegan juntos, mientras que Kurt entra detrás y cierra la puerta. Kurt, sin embargo, no se sienta, sino que se queda de pie, con una sonrisa críptica, apenas haciendo a Blaine una seña para que note su presencia.

Thad es quien hace sonar el mazo, aunque sin la expresión ceremoniosa de Wes.

-Antes de comenzar con las audiciones para los tres números que serán presentados en el evento próximo, el Concejo tiene un anuncio importante que hacer. Les ruego que mantengan la calma hasta que terminen de escuchar -dice Thad y hace una pausa para mirar a toda la sala con gravedad-. El Senior Warbler Wes ha decidido dejar temporalmente su cargo...

Y entonces la sala se vuelve loca, como de costumbre. Nick piensa que Thad es un poco ingenuo si de verdad creía que una advertencia lo iba a salvar de la locura después de tal declaración. Todos los ojos se clavan en Wes, que mantiene una expresión neutral y no da ninguna respuesta ante los múltiples “¡¿Por qué?!”, “¡¿Qué vamos a hacer ahora?!” o “¡Nos mandas al matadero!”.

El mazo trata de hacerse escuchar entre las voces de sorpresa.

-¡Permítanme terminar! -grita Thad y repentinamente todos recuerdan que es él el que está dando el anuncio-. El Senior Warbler Wes ha decidido dejar temporalmente su cargo para poder audicionar en regla, con ustedes, por un número en la presentación del Festival.

Una lluvia de aplausos y silbidos caen sobre Wes, que finalmente medio sonríe y mueve la cabeza en señal de agradecimiento. El Concejo se une a la celebración. El ambiente cambia de agresivo a festivo en menos de cinco minutos, también como de costumbre. Nick le lanza una mirada a Jeff, que está sonriendo como si fuera Navidad, y sonríe también. Hace mucho que no escuchan cantar a Wes.

Esta vez, Thad espera a que los ánimos se apaguen para continuar. Carraspea para atraer la atención, en lugar de usar el mazo, tal vez porque se le olvida que puede hacerlo.

-En su lugar, el Warbler Kurt, sugerido por el mismo Wes, fungirá como provisional en el Concejo y un servidor tomará el liderazgo.

Lo jóvenes dentro de la sala no tienen una reacción alocada en esta ocasión. Todo lo contrario. Están severamente confundidos por la sucesión de anuncios que han recibido en tan poco tiempo. Nick y Jeff le lanzan una mirada a Blaine, pero éste se encoge de hombros y mira a Kurt, que ha dado unos pasos adelante y se prepara para hablar.

-Mis compañeros Warblers, respetable Concejo, espero que sepan que ejerceré mi cargo con honor, dignidad y todas esas cosas que vienen en el manual introductorio que me fue suministrado. Aunque sólo sea por unas semanas, me aseguraré que bajo mi supervisión, los Warblers de la Academia Dalton sigan siendo fabulosos y reconocidos por sus modales y elegancia.

Después de una sonrisa que podría definirse como coqueta y un elegante giro, Kurt toma el lugar de Thad en la mesa del Concejo. Blaine entonces aplaude, con una sonrisa de completo orgullo y afecto. Nick y Jeff lo siguen y, pronto, todos los demás, un poco más animados después de superar la impresión inicial.

-Hechos los anuncios pertinentes, comenzaremos con las Audiciones -dice Thad-. Nick, Jeff, ustedes son los primeros.

Nick encuentra la mirada de Jeff. Todo va a estar bien, le dice sin palabras. Jeff sonríe.

***

Wes no recordaba los nervios que una audición podían causar. Tampoco recordaba lo que era ver las audiciones desde el otro lado de la mesa, sin tener que juzgarlas con el ojo crítico ni pensar en las necesidades del grupo.

En su lugar, entre Chris y Trent, aprecia lo mucho que Nick y Jeff han trabajado en su número. Han grabado su propio acompañamiento, para demostrar lo bien que se adapta al estilo a cappella, y han puesto las armonías en todos los lugares adecuados. Sin duda, sería una de las seleccionadas, al menos para la segunda ronda. La voz de Nick es poderosa en el coro, mientras que Jeff hace una dulce segunda voz.

Al ver su energía, no puede evitar agradecerle a Kurt que lo convenciera de hacer esto. Está nervioso, es cierto. No sabe cómo reaccionarán sus compañeros ante su elección de melodía.

-¿Tienes alguna canción en mente? -fue lo primero que Kurt preguntó cuándo Wes le avisó que sí iba a audicionar pero que requería su ayuda.

-Hay una. No es lo que normalmente haríamos, pero significa mucho para mí -respondió Wes. Aunque no era exactamente ayuda en el sentido musical lo que necesitaba de Kurt, no le venía mal una segunda opinión en ese campo.

Prestándole su iPod, Wes dejó que Kurt escuchara la canción. Lo vio asentir con aprobación.

-¿No crees que es demasiado? -preguntó Wes, de todos modos.

-Es perfecta -obtuvo por respuesta.

Un par de números después, Thad anuncia el nombre de Wes. Wes se pone de pie y camina hasta el reproductor de discos compactos con paso ceremonioso. Se siente observado, pero es diferente a cuando lo observan y él tiene en frente la mesa del Concejo. Ahora es uno de ellos y así va a ser juzgado. Es… emocionante. Y aterrador.

Pero tiene seguridad. Aprieta el botón y las primeras notas salen de las bocinas.

***

La audición de Wes es excepcional. Aunque Blaine lo ha oído cantar antes en el karaoke, es la primera vez que lo escucha en la sala de coro y la sensación es completamente distinta. Su voz es clara y alcanza todas las notas con facilidad. Además, Blaine está seguro que es la primera vez que ha visto a Wes actuar una canción, sentirla.

Y aun así va a ir a Harvard, no a Tisch. Antes de que pueda empujarlos lejos, los pensamientos están ahí, punzando en su cabeza. Wes ama interpretar, Blaine lo sabe porque lo ha escuchado decirlo, porque es su amigo. Pero eso no significa que vaya a dejar todo lo demás por eso. Wes es realista.

Blaine quiere ser realista también. Francamente, le gustan muchas cosas. Está seguro que podría ser maestro, o hacer trabajo social, o manejar un negocio, o muchas otras cosas. Y su trabajo lo haría eficientemente, y tal vez hasta con una sonrisa en la cara. Pero ese cosquilleo siempre presente por el escenario, ¿se iría alguna vez? ¿Podría apagarlo con un jueves de karaoke, como Wes?

Cuando Wes termina su canción, es el turno de Trent, Chris y Flint. Blaine decide que en vez de seguir atormentándose, mejor pondrá atención a las audiciones. Van a cantar sin música de fondo y Blaine piensa que es una decisión algo riesgosa. Se ven seguros y animados, así que deben tener sus razones.

- My baby moves at midnight… Goes right until the dawn -canta Trent, en falsetto.

-My woman takes me higher -sigue Flint.

El reconocimiento se muestra en los rostros de todos los Warblers. Blaine sonríe. No pasan más de tres versos para que la mayoría de ellos se una para hacer el fondo. Nick y Jeff se acoplan para los agudos en el coro y Blaine ayuda con los tonos medios.

-You should be dancing -cantan los tres.

-Yeah -corea todo el grupo. O casi todo el grupo, más bien, porque Blaine puede ver la expresión de absoluto horror en los ojos de Kurt.

A la mitad de la canción, casi todos los Warblers están de pie, haciendo algún tipo de baile. Desde la mesa del Concejo, David da algunas palmadas y Thad sonríe entretenido. Blaine cree que, aunque los tres chicos tienen las voces para llenarla, la canción no será elegida, pero eso no quita que todos la estén disfrutando.

Después de los aplausos, el Concejo da algunos comentarios. Por supuesto que Kurt es el primero en hablar.

-Bien, chicos. Eso fue... interesante. Aunque, algo disco. Demasiado disco.

La sonrisa de asesino serial prácticamente revela que Kurt está ocultando sus verdaderas emociones respecto a la canción. Trent, Chris y Flint no parecen estar seguros de si algo puede ser demasiado disco, pero asienten como si entendieran lo que Kurt trata de decir.

Una mano se levanta en la multitud. Por supuesto, es Wes.

-Es necesario apuntar que “You should be dancing” es un clásico del catálogo de los Warblers de la Academia Dalton. Es una canción que ha sido cantada de generación en generación desde que nos dio la victoria en las Regionales de 1977.

Blaine no sabe a cuál de los dos admira más en ese momento. Kurt no parece en lo más mínimo intimidado por la severa actitud de Wes, que aunque no tiene el poder del Concejo, tiene toda la confianza y el apoyo del grupo. Mientras que Wes no se detiene en su intención de convencer a Kurt, a pesar de que la cara de éste se contorsiona de manera tan tenebrosa. Probablemente a Wes. La sonrisa de Kurt crece en gesto conciliador. Definitivamente a Wes.

-Warbler Wes, gracias por el comentario. Pero sigue siendo disco -dice Kurt, sin titubear, con elegancia natural.

El resto sólo de los Warblers lo mira con impresión. Thad carraspea y da su propio comentario, mucho más positivo. Después, David hace un elogio de la capacidad vocal del trío y todo vuelve a la normalidad.

La última audición le corresponde a Blaine. Hace mucho que no siente inseguridad al cantar en la sala de coro. Se ha preparado muy bien, para haber seleccionado su canción en el último momento.

-No quiero parecer poco profesional, ni quiero que piensen que el Concejo será imparcial por esto, porque les aseguro que no pasará así. Sólo me gustaría dedicar esta canción a mi novio, porque me hace pensar en él.

Blaine mira de un lado a otro para asegurarse de que ninguno de sus compañeros tenga alguna objeción contra su dedicatoria. Realmente no quiere arruinar el primer día de Kurt como integrante del Concejo. Sin embargo, todos los Warblers tienen miradas aprobatorias, y Blaine por fin busca a Kurt, que sólo menea la cabeza con las mejillas sonrosadas.

Blaine sonríe y toma su lugar al fondo de la sala. Ha pedido a algunos chicos que le ayuden con el doo-wop, así que ellos se ponen a su lado. Él mismo ha arreglado la canción, y aunque es no es una melodía tan compleja, está bastante orgulloso del resultado.

Cuando sus compañeros empiezan la introducción, él está listo.

- Some day, when I'm awfully low, when the world is cold, I will feel a glow just thinking of you… -canta Blaine, con suavidad y se asegura de sonreír en el momento adecuado. Las notas salen de su garganta con facilidad.

Para la siguiente estrofa, Blaine decide comenzar a pasear por la sala. Es una canción tranquila, mesurada, así que sólo hace un par de pasos, de lado a lado, y se abstiene de dar más de un giro.

Cuando llega al centro, se asegura de no ignorar a ninguna parte de su audiencia. Sus Warblers le sonríen, pronto agarrando el ritmo de la canción y haciendo acompañamiento. Blaine entonces mira a Kurt y sólo a Kurt, que realmente se ve encantador con su sonrisa tímida y su expresión de vergüenza.

-Lovely… never, ever change. Keep that breathless charm. Won’t you please arrange it? ‘Cause I love you. Just the way you look… tonight.

Se atreve a añadir un guiño, para seguir cantando al resto del grupo. Nadie está molesto por su obvio coqueteo con el ahora miembro del Concejo. Blaine no puede querer más a cada integrante de este grupo.

Sigue moviéndose por la sala, con pasos pequeños y al compás de la música. Deja que la música le gane un poco. Se acerca a la mesa del Concejo y le dirige una mirada seductora a David, que es recibida con un movimiento de cabeza negativo y una risa.

-Lovely, don’t you ever change. Keep that breathless charm… -vuelve a cantar, esta vez para Thad, que esconde su rostro claramente sonrojado detrás de sus manos.

Frente a Kurt, hace un pequeño giro. Luego se acerca para tomar una de sus manos y besarla ligeramente. Lo mira a los ojos y Blaine puede notar que le duele lo mucho que está reprimiendo una sonrisa.

-‘Cause I love you… Just the way you look… tonight.

Con un guiño, Blaine se aleja de la mesa y vuelve a su público.

-Just the way you look tonight.

La canción termina y los aplausos no se hacen esperar. Los miembros del Concejo también aplauden, aunque algo avergonzados todavía. Blaine vuelve a su lugar entre Jeff y Nick y éstos le dan palmadas en la espalda.

-Muy bien -dice Kurt, con mucha más compostura de la que aparenta-. Eso estuvo bien, Blaine. ¿Algún otro comentario? -se dirige al resto de la mesa.

-Excelente, Blaine -dice David.

-Perfecto -dice Thad, sin siquiera intentar ser imparcial-. Ahora, por favor, les pido a todos que salgan mientras el Concejo delibera.

***

Parte II
El Fanmix

personaje: blaine anderson, . género: gen, !amigo invisible, personaje: the warblers, . género: slash, personaje: wes, pareja: nick/jeff, personaje: nick, pareja: blaine/kurt, . fanfic: largo, . rating: pg-13, personaje: kurt hummel, x autor: idealegoista, personaje: jeff

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