*Kyouya se quita la corbata, escurriendo agua. Se quita también los lentes mientras trata de encontrar algo con qué secarlos, tratando de pensar qué demonios pudo haber planeado Tamaki para que él cayera en medio del mar.
Ve alrededor, frunciendo el ceño. La playa y las personas que están ahí son de lo más peculiar. Se acerca hacia el joven que igual obviamente no estaba vestido para la ocasión (y pone de lado que esto sea una idea más de Tamaki: el joven definitivamente no se ve como un plebeyo), odiando el estar tan confundido, pero muestra una sonrisa cordial.*
*Sigue con la sonrisa extremadamente cordial, preguntándose el porqué estaba usando ropas tan antiguas, notando el acento inglés en su voz. Sin embargo, por más que haya un castillo cerca, esto no puede ser Inglaterra. Su uniforme arruinado, se quita el saco, sacudiéndolo, dejando los lentes en el bolsillo de su camisa. Sus zapatos no vana tener salvación.* Ah, pero me temo que serí descortés decir 'mojados días' o algo que quede más al tanto de nuestra situación, señor...
¿La playa? *Mira a su alrededor esperando ver Destiny Islands pero un sólo vistazo deja que en claro que este sitio definitivamente no es su hogar.
Le parece ver una botella flotando en el agua y se dispone a correr hacia ella pero uno de sus tacones se hunde en la arena y termina cayendo al suelo. Se levanta y luego-
¡Una playa! *Sonrie y mira a todos lados. /Ese/ si era un evento inesperado. La última vez que había tenido oportunidad de ir a la playa, había sido hace demasiado tiempo.
Se permite un minuto de silencio por su Host Club, echándolos de menos. Suspira hondo, y se trata de subir el ánimo porque hey. Seguro que ellos no querrían que estuviera así, ¿verdad?
Aprovecha entonces de acercarse a la chica linda del vestido rosa* ¡Buenas tardes, señorita! ¿Necesita ayuda? *le extiende una mano*
*Retrocede un par de pasos, medio... tomado por sorpresa por el grito. No asustado, de veras. Demora un par de segundos en reaccionar, hasta que comienza a reírse, tapándose la boca con una mano, porque de veras... hubiera sido pésima educación ponerse a carcajear en ese momento.*
De acuerdo~ *Dice, y sabe que se ha puesto fucsia porque ¿Cuántas veces tiene que cometer ese error? Se las arregla, sin embargo, para contestar con su característimo aplomo, romanticismo, y caballerosidad flirty* ¿Tu nombre, princesa?
*Se agacha y comienza a tratar de destrabar el metal del encaje*
*Tratando de no empujar a nadie porque lo que menos necesita son problemas en ese momento, Demyx sale corriendo hacia el mar. Ahí va una bota. Y un guante. Y otro guante. Y la otra bota. Y su abrigo. Y qué bueno que lleva boxers, porque justo antes de que se meta al agua ahí también van sus pantalones.
Demyx da un suspiro de simple y llana alegría, dejándose flotar en el agua.*
*Realmente estana enojado... Acababa de salir de una buena borrachera y ahora estaba a media playa, en traje de baño. La luz le molestaba, se sentía como si no perteneciera a ese mundo.
La luz reflejaba demasiado mal para su gusto en el agua y en la arena. Estaba mareado... resaca. Sabía que no debía haber tomado tanto. Siguió caminando buscando alguna sombra*
Así que ahí está *divisó a Demyx jugando en el agua...* ¡DEMYX! *hasta gritar hacía que le doliera la cabeza*
*Le cuesta un rato escuchar los gritos, ocupado como está nadando en agua donde NO hay un calamar y disfrutando de su elemento.Y porque puede, hace clones de agua antes de que finalmente escuche los gritos de Reno. Se lanza hacia la orilla, sus boxers (de moogles) totalmente empapados, el cabello pegado a la cara, una sonrisa de oreja a oreja en la cara.*
¡Reno! ¡Ya viste que...! *y entonces le nota la cara y baja el tono de voz.* ... ¿cuánto tomaste?
*Bien, de pronto tenía unas indescriptibles ganas de matar a Demyx... hasta que bajó la voz... y lo agradecía internamente*
No preguntes... *se llevó una mano a la frente para quitarse algunos cabellos del rostro y no pudo observar de pies a cabeza a su víctima frecuente...*
*Abre los ojos al sentir demasiada luminosidad sobre ella. Hasta hacía menos de un minuto, había estado tomando lo que serían sus primeras horas de sueño en dos días.
Se incorpora. Eso no era su cama. Y esas no eran sus ropas.
Se sonroja al darse cuenta que tiene encima un conjunto de lo que parece ropa interior en una tela extraña, en color morado, y se tapa con las manos*
*Cuando se llena las manos de conchitas se desparrama en el suelo y se seca el sudor de la frente, una sonrisa aaaaaamplia. Cuando abre los ojos nota a la mujer, no la reconoce, pero alza una mano de forma amigable.* Lindo día.
*Hace cinco minutos intentando entrar al castillo porque el sol le molestaba de SOBREMANERA. Y no lo había logrado. NO. lo había logrado.* MALDITO BASTARDO. ¡Voy a sacarte cada uno de los huesos y disfrutarlo cuando des la cara!
*Grita, antes de voltearse y caminar hacia las rocas para ignorar la cantidad de gente que había. Patea un cangrejo que hay cerca y se saca la chaqueta que tiene puesta, quedando sólo con la malla y los shorts. Que fuese el arcángel del fuego YA significaba que su cuerpo estaba a temperaturas anormales. No necesitaba más para joderle el cuento.*
*Divisó a Albert a lo lejos platicando con alguien por lo que prefiere darle espacio e intentar entrar de regrese al castillo, porque aunque las playas no le desagradan, el estar sin camisa sí le incomoda algo. Un poco. Suspira, notando a Michael, el arcángel.
Sabe que va a arrepentirse, pero aún así se acerca.* No pareces de buen humor.
¿Crees que podría estar de buen humor? Jodida playa. ¿Qué se cree este imbécil impidiéndome la entrada? Estoy harto. *Responde, apoyándose hacia atrás con las manos y lo mira desde allí, su enfado pasando a un estado de aburrimiento absoluto.
Va a decir el nombre del chico, pero en realidad no lo recuerda* ¿Cómo era que te llamabas? No, espera, da igual. Dime algo divertido, Raphael 2.
Es mejor que, no sé, zombies. *Comenta de forma distraída, fijándose para ver que Albert esté bien antes de mejor dar la espalda. No puede andar vigilando a Albert todo el tiempo, después de todo. Aunque quisiera hablar con él, siempre puede encontrar otro momento, ¿cierto? Cierto.
Ante lo otro alza una ceja. Comienza a arrepentirse ya.* Franz, me llamo Franz. No tengo nada entretenido qué decir, Michael.
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Ve alrededor, frunciendo el ceño. La playa y las personas que están ahí son de lo más peculiar. Se acerca hacia el joven que igual obviamente no estaba vestido para la ocasión (y pone de lado que esto sea una idea más de Tamaki: el joven definitivamente no se ve como un plebeyo), odiando el estar tan confundido, pero muestra una sonrisa cordial.*
Buenos días.
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Le parece ver una botella flotando en el agua y se dispone a correr hacia ella pero uno de sus tacones se hunde en la arena y termina cayendo al suelo. Se levanta y luego-
¿Tacones?*
¡¿POR QUÉ ESTOY USANDO UN VESTIDO?!
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Se permite un minuto de silencio por su Host Club, echándolos de menos. Suspira hondo, y se trata de subir el ánimo porque hey. Seguro que ellos no querrían que estuviera así, ¿verdad?
Aprovecha entonces de acercarse a la chica linda del vestido rosa* ¡Buenas tardes, señorita! ¿Necesita ayuda? *le extiende una mano*
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Señorita.*
¡SOY UN HOMBRE MUY MASCULINO! *Chilla al borde de las lágrimas. Intenta pararse derecho y con dignidad pero pisa su falda y se cae de nuevo*
Aunque... *dice desde el suelo* quizás sí necesito un poco de ayuda. Creo que mi corona se enganchó en una de mis enaguas.
(( No, no sé de qué manera eso es físicamente posible Dx ))
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De acuerdo~ *Dice, y sabe que se ha puesto fucsia porque ¿Cuántas veces tiene que cometer ese error? Se las arregla, sin embargo, para contestar con su característimo aplomo, romanticismo, y caballerosidad flirty* ¿Tu nombre, princesa?
*Se agacha y comienza a tratar de destrabar el metal del encaje*
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*Tratando de no empujar a nadie porque lo que menos necesita son problemas en ese momento, Demyx sale corriendo hacia el mar. Ahí va una bota. Y un guante. Y otro guante. Y la otra bota. Y su abrigo. Y qué bueno que lleva boxers, porque justo antes de que se meta al agua ahí también van sus pantalones.
Demyx da un suspiro de simple y llana alegría, dejándose flotar en el agua.*
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La luz reflejaba demasiado mal para su gusto en el agua y en la arena. Estaba mareado... resaca. Sabía que no debía haber tomado tanto. Siguió caminando buscando alguna sombra*
Así que ahí está *divisó a Demyx jugando en el agua...* ¡DEMYX! *hasta gritar hacía que le doliera la cabeza*
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¡Reno! ¡Ya viste que...! *y entonces le nota la cara y baja el tono de voz.* ... ¿cuánto tomaste?
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No preguntes... *se llevó una mano a la frente para quitarse algunos cabellos del rostro y no pudo observar de pies a cabeza a su víctima frecuente...*
¡Diablos! Beber sí que afecta a veces...
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Se incorpora. Eso no era su cama. Y esas no eran sus ropas.
Se sonroja al darse cuenta que tiene encima un conjunto de lo que parece ropa interior en una tela extraña, en color morado, y se tapa con las manos*
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Es un día agradable para tomar algo y perder el tiempo. ♥*
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Sonríe cuando lo ve recogiendo conchitas. Todavía tapándose, se acerca a ver sin decir nada.*
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*Grita, antes de voltearse y caminar hacia las rocas para ignorar la cantidad de gente que había. Patea un cangrejo que hay cerca y se saca la chaqueta que tiene puesta, quedando sólo con la malla y los shorts. Que fuese el arcángel del fuego YA significaba que su cuerpo estaba a temperaturas anormales. No necesitaba más para joderle el cuento.*
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Sabe que va a arrepentirse, pero aún así se acerca.* No pareces de buen humor.
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Va a decir el nombre del chico, pero en realidad no lo recuerda* ¿Cómo era que te llamabas? No, espera, da igual. Dime algo divertido, Raphael 2.
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Ante lo otro alza una ceja. Comienza a arrepentirse ya.* Franz, me llamo Franz. No tengo nada entretenido qué decir, Michael.
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