Tabla: Ventura
Fandom: Harry Potter
Claim: Ginevra Weasley/Harry Potter
Personajes: Idem
Tema: #8 Oculto
Extensión: 440 palabras- que hacen aún un total hipotético de 6081 para el
quinesob .
Advertencias: Ninguna.
Notas: Recomiendo leer primero el
Reto rumor.
Harry la besó más intensamente de lo que nunca jamás la había besado. Apretó su cuerpo contra la pared, y con una mano le sostuvo los brazos en alto, mientras con la otra le acariciaba la suave piel del vientre por debajo de la túnica. Ginny no pudo evitar gemir ante tamaño arrebato de pasión. Por las bragas de Circe, ¿qué bicho le había picado? (Y ojalá que le picara más a menudo).
- Mira que escondidito que te lo tenías, Ginny, eh.
Y no le dio tiempo a siquiera esbozar una pregunta sobre de qué demonios estaba hablando, porque al segundo siguiente ya le estaba metido la lengua hasta la campanilla, y, por todos los dioses, la besaba como si Voldieverruga lo estuviera apuntando con la varita y el Avada Kedavra en los labios, y eso fuera lo último que pudiera hacer en su vida.
Las manos que acariciaban, la lengua que acariciaba, los labios que acariciaban. Ginny se sentía como sumergida dentro de un gran baño de agua caliente, que era perturbado esporádicamente por alguna correntada eléctrica. Demonios, que tan enamorada que estaba de ese hombre.
- Harry, Harry.- Su nombre le brotaba de la garganta de manera desordenada e imprevista. No hablaban sus cuerdas vocales: era su corazón el que estaba hablando.
Y entonces Harry se separó de ella; solo un poco, solo lo suficiente para apoyar su frente en la de ella, pero eso era lo suficientemente malo: había dejado de besarla.
- Dime por favor que no te arrepientes.
¿Arrepentirse? ¿Cómo podría arrepentirse de cualquier cosa que lo incluyera? ¿De qué demonios estaba hablando? Y el pensamiento fue formulado por sus labios de manera exacta a como había sido formulado por su mente.
- ¿De qué demonios estás hablando, Harry?
- De que soy poca cosa, que soy mucho menos de lo que merecerías, pero me gustaría pensar que logro hacer que no te arrepientas de no jugar para el otro equipo.
Ginny frunció el entrecejo, confundida. ¿Es que acaso este chico había enloquecido? Y entonces recordó. Recordó la charla que habían tenido con Ron hacía una hora, sobre ese extraño rumor que circulaba sobre Fleur y Tonks. Y recordó su comentario sobre que, quienes creían que lo que hipotéticamente había pasado entre ellas era censurable, no entendían nada de lo entretenido de la vida. No pudo evitar echarse a reír. Lo tomó de las solapas de la túnica, lo atrajo hacia si y lo besó con ternura y pasión.
- No te preocupes, Harry. Yo jugaría para el otro equipo… si tú no existieras en mi vida. Pero como tu existes, ¿qué puede importarte?