Reto:
RumoresFandom: Harry Potter
Claim: Fleur Delacour/Nymphadora Tonks
Personajes: Harry Potter; Ronald Weasley; Hermione Granger: Ginevra Weasley (sep, así como leen)
Nº de palabras: 906 (que hacen un total de 4557 para el
quinesob)
Notas: HORROR.
Advertencias: Insinuación de femslash.
- ¿Rumor? ¿De quién?
Harry y Hermione intercambiaron una mirada nerviosa. Si había una persona a la que querían mantener alejada de ese chisme, esa persona era Ron.
- De una Slytherin que egresó el año pasado… ya sabes, nada interesante.
Ron arqueó una ceja. No creía una sola palabra de lo que Hermione le estaba diciendo, y la sonrisa nerviosa de Harry no contribuía en nada a disminuir sus sospechas.
- Si, claro, Hermione, y yo me chupo el dedo. Vamos, aquí está pasando algo de lo que ustedes no quieren que me entere. Más les vale contármelo ya, porque me enteraré tarde o temprano, y la puñalada dada con mano amiga duele menos.
Harry suspiró y estiró una mano para alcanzar el bol de cereales.
- Pasa demasiado tiempo contigo, Hermione. Está mucho más perspicaz de lo que nos convendría.
La castaña escondió por un momento la cabeza entre los brazos, desconsolada (y sin saber que preferir, si a Harry ofendido o a Ron triunfal), pero volvió a alzarla enseguida, soberbia y orgullosa.
- No sé de que me estás hablando- Dijo dignamente.- Pero Ron es tu mejor amigo, Harry. Tú deberías contárselo.- Se levantó de la mesa con la sonrisa más complaciente que Harry le había visto en la vida, y se marchó meneando las caderas de esa manera que solo utilizaba cuando estaba mortalmente ofendida o cuando se sentía la Reina del Mundo (o ambas cosas).
Harry, temblando de nervios, y murmurando entre dientes los peores insultos que pudieran ser dirigidos a Hermione (ya que no se podía denigrarla intelectualmente; tampoco era cuestión de mentir descaradamente) ignoró alevosamente los ojos de Ron fijamente clavados en él.
- Que sepas que yo no voy a decirte nada, ¿eh?
- Buenos días, Ron, Harry.
- ¡GINNY!
- Está bien, yo también estoy contenta de verte Harry, pero no hacer falta que grites.
- No está contento de verte, Ginny, está feliz de que hayas llegado en el momento preciso para sacarle las papas del fuego.
La pelirroja rió.
- Está bien, todo sirve.
- Bien, gracias.- Bufó Potter.- ¿Qué pasa? ¿Es el día de “peguémosle a Harry Potter” y nadie se molestó en avisarme?
- Mejor no les des ideas a nuestros morti- amigos, Harry.
- Yo no quiero golpearte.- Acotó Ginny con voz seductora mientras le acariciaba el cabello.
Harry no pudo evitar que se le escapara una sonrisa idiota.
- Ey, ustedes dos, más vale que se separen, porque es demasiado temprano como par que Ronald Weasley responda de sus actos.- Harry volvió a suspirar y Ginny se enfuruñó, pero se separaron.- Y ahora, Ginny, vas a contarme que es eso de ese rumor sobre el que nadie quiere soltarme ni media palabra.
Ginny cruzó los brazos a la altura del pecho y apoyó la cabeza sobre el hombro de Harry.
- He llegado a la conclusión de que hablan porque le tienen envidia. Es decir, es cierto que ella no me cae bien, pero no la creo capaz de una cosa así. Además, hay que admitir que es demasiado maravillosa como para que el resto de la población femenina no se la tome con ella.
- Ginny, ¿de qué demonios estás hablando?
- También yo pienso lo mismo, Gin. Eso si, pensé que, siendo como es, debería estar acostumbrada a esta clase de cosas. No creí que le afectaran los rumores.
- Pero que cuernos…
- Claro, pero tienes que comprender que debe ser muy difícil para ella, Harry. No creo que yo, por ejemplo, pudiera tomármelo tan a la ligera.
- No, no digo a la ligera, pero encerrarse durante dos días sin ver absolutamente a nadie me parece una medida drástica bastante alejada de tomárselo a la ligera…
- Depende de la personalidad de cada uno, supongo. Si me pasara a mi, saldría a hacerle el maleficio mocomurciélagos más espectacular de mi vida a los responsables. No me encerraría a llorar. Primero muerta. Pero cada loco son su tema…
- ¡BASTA! ¡SI NO ME DICEN DE QUÉ ESTÁN HABLANDO JURO QUE…!
- ¿Cómo? Pero… ¿no sabe nada?
Harry meneó la cabeza.
- Ni Hermione ni yo nos atrevimos a decírselo.
- Bien.- Ginny suspiró.- Que raro, yo haciéndome cargo de los platos sucios.- En fin, Ron. ¿Recuerdas que la Orden tuvo una misión especial en verano, en Francia?- El pelirrojo asintió con la cabeza- Bueno, Tonks fue enviada en aquella misión. Era cerca del pueblo natal de Fleur, ¿me sigues?- Nuevo asentimiento.- Resumiendo, las malas lenguas están muy entretenidas dando a entender (y a algunas, hasta afirmando) que en una noche de alcohol, algo… quizás un poco censurable sucedió entre Tonks y nuestra futura querida cuñada.- Ginny se largó a reír.- Evidentemente, los que lo consideran como censurable no saben nada de lo entretenido de la vida.
Ron estaba sumamente pálido, y parecía a punto de desplomarse sobre su taza de cereales. Se tambaleó durante unos segundos, y finalmente lo hizo (se entiende, eso de desplomarse sobre los cereales). Harry suspiró (una vez más).
- Por esto quería que Hermione se lo dijera.
- ¿Y por qué? ¿Qué hubiera podido hacer ella por él que no podamos nosotros? Aparte de la respiración boca a boca, digo.- Los dos rieron imaginando la escena.- ¿Por qué, mejor, no aprovechas la libertad estando conmigo y Ron, Ron desmayado y yo plenamente consciente? Preferentemente, sin palabras. Y con mucha respiración boca a boca.