En estos días del año se oye mucho sobre los propósitos y los deseos para el nuevo año.
Los míos son siempre los mismos y nunca los cumplo: dejar de autopsicoanalizarme(?), ser menos perezosa, tener más voluntad, mejorar como persona o intentar que mis defectos mengüen en la medida de lo posible, ayudar más en casa, ser menos quejica, no dejarme
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