A Song We Left Unsung - Capítulo 7

[drake15]

Capítulo 7: Viendo cosas


Cuando Baekhyun despertó a la mañana siguiente, se olvidó por un instante de adónde se encontraba. Los eventos de la noche anterior parecían un mero sueño, un sueño levemente incómodo y doloroso, pero aun así placentero.

Oyó un tren circulando por algún lugar fuera del edificio y lo devolvió a la realidad. El hermoso muchacho de su «sueño» dormía pacíficamente a su lado, desnudo.

«Oh. Cierto.»

Bajó la mirada y notó que él tampoco tenía puesta ropa. Se cubrió el cuerpo con las sábanas y anduvo de puntillas por el cuarto, tratando de localizar su ropa interior.

Chanyeol comenzó a moverse en la cama. Abrió los ojos, alzó la cabeza y parpadeó varias veces en dirección hacia él.

-¿Baek?

El otro se congeló por la sorpresa y dejó caer la sábana con la que se había envuelto. Se dio cuenta de lo que acababa de hacer y chilló, y se tapó velozmente con las manos. Chanyeol rió y se frotó los ojos.

-No sé qué intentas taparte, o sea, lo vi todo anoche…

Baekhyun suspiró, y de mala gana dejó que sus manos cayeran y quedaran descansando a los lados.

-Lo sé, es solo que no estoy acostumbrado a estar completamente desnudo frente a otras personas.

Notó que Chanyeol, por otra parte, estaba ahí acostado en cueros como si fuera lo más natural del mundo.

-Bueno, eso espero -respondió con una sonrisa-. Lo ideal sería que yo fuera el único capaz de contemplar la maravillosa visión que tengo ahora ante mis ojos.

Baekhyun se sonrojó y se mordió un labio, avergonzado. Su novio fue hasta él y lo besó.

-Si quieres ducharte, siéntete libre de ir primero. Yo voy a preparar el desayuno mientras no estás. Espero que te gusten los hotcakes, porque eso es todo lo que sé hacer bien. -Le entregó a Baekhyun una toalla-. Tal vez quieras envolvértela en el cuerpo antes de dirigirte al baño, en caso de que veas a Kai por el pasillo.

El más pequeño asintió con gratitud y Chanyeol le dio un último beso antes de retroceder un paso. Recorrió con la mirada el cuerpo desnudo de Baekhyun de arriba abajo, parpadeando varias veces.

-Sólo estoy tomando algunas fotografías mentales para más tarde, no me pongas atención.

No pudo evitar reírse cuando Baekhyun le lanzó la toalla.

* * *

-Bueno, ¿lo disfrutaste? -inquirió de pronto Chanyeol por encima del desayuno. Baekhyun levantó la vista de sus hotcakes.

-¿Qué cosa?

-Cuando hicimos dulcemente el amooorrrr.

-Suenas como un depravado sexual cuando hablas así. Pero sí, de hecho lo disfruté.

-¿Lo dices honestamente?

-Fue el mejor sexo que he tenido.

Chanyeol alzó una ceja.

-Pensaba que fue el único que tuviste.

-… Y por defecto, eso lo vuelve el mejor.

Chanyeol le sonrió con la boca llena de hotcakes, satisfecho con la respuesta.

* * *

En las semanas que siguieron al evento del cumpleaños, Baekhyun notó que se volvió súper consciente de su sexualidad luego de que Chanyeol se la hubiera «despertado». Todo lo que el otro hacía, sin importar cuán trivial, parecía excitarlo. Era como si estuviera viendo cosas, cosas que le gritaban «sexo», cosas que no deberían haber sido para nada sexys. Algo tan inocente como Chanyeol relamiéndose por el mero hecho de tener los labios secos ya era suficiente para poner a Baekhyun como loco.

Como todavía no estaba en la etapa de sentirse cómodo expresándole sus deseos a Chanyeol, escogió soportar en silencio su dilema. Para su infortunio, el taimado de su novio se percató de lo que le pasaba y comenzó a aprovecharse de la situación para entretenerse.

Ambos acababan de salir a cenar una noche cuando Chanyeol anunció de pronto que quería helado.

-Te acabas de devorar media vaca -le hizo notar Baekhyun-, ¿cómo rayos puedes querer helado?

-Todo el mundo sabe que hay un segundo estómago para los postres.

-¿En serio te crees eso?

Entraron a una heladería, y Chanyeol procedió a comprarse el sundae de chocolate más enorme que Baekhyun hubiera visto. Le entregó luego una de las cucharas, pero él negó con la cabeza.

-¿Nunca oíste el dicho que dice «nunca te comas nada más grande que tu cabeza»?

Chanyeol frunció el entrecejo.

-¿No quieres?

-Nop. Estoy demasiado lleno. Quedas solo en esto.

Chanyeol se encogió de hombros y empezó a comer.

-Como quieras. Más para mí.

-Tienes algo aquí…

Baekhyun estiró uno de sus delicados dedos y le quitó a su novio un poco de chocolate de la comisura de la boca.

-Yo me encargo. -Chanyeol le agarró la mano a Baekhyun y, para sorpresa de éste, se metió el dedo cubierto de chocolate a la boca y lo chupó lentamente, desde la base hasta la punta-. Listo, ya no hay más. -Sonrió y le soltó la mano.

Baekhyun estaba escandalizado por lo explícito de su accionar, y para colmo en un lugar público.

Chanyeol empezó a lamer la cuchara larga y delgada de manera provocadora, manteniendo los ojos fijos en el otro. Se inclinó para besarlo con unos labios que sabían a salsa de chocolate y helado y a paraíso.

No pasó mucho tiempo hasta que Baekhyun se dio cuenta de lo que hacía su novio.

«Intenta hacer que me caliente, el muy bastardo.»

Le echó dagas con la vista, y Chanyeol seguía manteniendo el contacto visual deliberadamente mientras que con la lengua recorría la cereza que antes había estado posada en la cima del sundae, ahora a medio arrasar.

«Oh, eres de lo peor. Eres el peor tipo de persona.»

Baekhyun pudo sentir algo moviéndose bajo su cinturón, y un ojo se le crispó de la furia. Contempló brevemente la idea de echarse encima de la entrepierna el resto del helado; lo que fuera para hacer que se detuviera aquel fuego salvaje en su interior. Sabía que tenía que hacer algo para combatir el asunto que sufría ahí abajo, o de lo contrario se enfrentaba con la posibilidad de tener que irse del local con los pantalones hechos una tienda de campaña. Aunque el método de pensar en cosas nada sexys tenía un 30% de efectividad, cuando mucho, pero no se le ocurría nada mejor.

Intentó imaginarse a Chanyeol vestido como su madre, pero por alguna enfermiza razón, la imagen mental comenzó a gustarle, así que se dio por vencido.

No fue hasta que Chanyeol se puso a chupar una oblea que algo dentro de Baekhyun explotó al fin. Desarrolló de repente una fuerza sobrehumana y arrastró a su novio de un metro noventa y algo hacia afuera del lugar como si de un peluche se tratara.

-Oye, me iba a terminar eso -protestó Chanyeol. Fue silenciado de pronto por Baekhyun, que lo estampó contra una pared y le dio tal beso que le hizo sentir como si el helado que se acababa de comer fuera a salirle hacia afuera con la succión-. Baek, qué caraj…

-Cambié de opinión. Quiero mi postre ya.

Su novio parpadeó hacia él.

-¿También quieres un sundae?

Baekhyun puso los ojos en blanco.

-No -respondió, rechinando los dientes con impaciencia-. A ti.

Los ojos de Chanyeol se abrieron al comprender.

-Oh.

* * *

Apenas consiguieron atravesar la puerta de entrada del apartamento de Baekhyun, incapaces de quitarse las manos de encima, dándose besos y caricias que se volvían más osadas y urgentes a cada segundo.

-Hagámoslo aquí -jadeó Baekhyun cuando Chanyeol lo empujó hacia la mesada.

-¿En la cocina? -Su novio frunció el ceño, rozándole con sus labios el maxilar-. ¿Qué romance hay en eso?

-No tienes ningún derecho de reclamar romance luego de lo que me hiciste con aquel puto sundae.

-Bueno, bueno -lo aplacó Chanyeol. No pudo evitar sonreír ante el hecho de que la operación «Irritemos a Baekhyun» fuera un éxito absoluto-. Pero, ¿qué hay de Kyungsoo?

-Estoy seguro de que me dijo que esta noche saldría. Da igual, no se encuentra ahora, ¿no? -Llevó la cabeza de Chanyeol hacia abajo y lo besó con lentitud-. Te deseo. Aquí y ahora. Justo donde estás parado.

No hizo falta mucho para convencer a Chanyeol. Apoyó a Baekhyun contra la mesada, comenzó a forcejear con el cierre de sus jeans y se los bajó hasta la cadera. Empezó a deslizarle hacia abajo la ropa interior, y sus respiraciones fuertes, ansiosas por lo que estaba por venir, bloquearon el sonido de la puerta principal abriéndose de repente.

Kyungsoo entró y se paró en seco cuando los vio, con los ojos tremendamente grandes debido a la sorpresa y el horror. Otros dos pares de ojos en dos rostros muy colorados le devolvieron la mirada, mortificados.

Aquel incómodo silencio era insoportable, y por dentro Baekhyun rogaba fervientemente por una muerte veloz, o quizás por un apocalipsis temprano. Terminó por salir de su estupor y se dio cuenta de que tenía la ropa interior a la altura de las rodillas. Frenético, la jaló hasta arriba otra vez.

-Bueno -anunció Kyungsoo, encontrando finalmente las palabras-. Qué interesante. Acabo de recordar que tengo que estar en un lugar haciendo cosas, así queee… creo que me iré ya.

Se giró sobre sus talones y fue con presteza hacia la puerta de entrada.

-¡Aguarda, Kyungsoo! -Baekhyun lo siguió a los tropezones, arrastrando los jeans en el trayecto-. Kyungsoo, siento mucho que hayas tenido que ver eso. No hay problema, pararemos. No tienes que irte, este es tu apartamento también.

Kyungsoo se volteó y le dio una sonrisita, que era más bien una mueca que otra cosa.

-No, está bien, en serio. Ustedes vayan y… terminen lo que empezaron. Ahora, si no te importa, me voy a arrancar los ojos con un palo. ¡Hasta luego!

Se fue con rapidez, y Chanyeol y Baekhyun suspiraron, aliviados. Dos segundos más tarde, volvió a irrumpir por la puerta, haciéndolos pegar un salto. Los señaló a ambos, fulminándolos con la mirada.

-Cuando regrese, voy a revisar con luz ultravioleta toda la cocina. Si llego a encontrar aunque sea un átomo de semen, los mandaré a asesinar a los dos. ¡A asesinar, se los aseguro!

Tras decir eso, volvió a irse. Chanyeol miró a Baekhyun, rascándose la cabeza.

-¿Quieres terminar esto en tu habitación?

-Creo que he perdido las ganas, para serte honesto… - respondió Baekhyun contemplando el suelo, casi sin palabras. El otro suspiró.

-Creo que me quedaré entonces con mi vieja amiga, la calentura.

Pasaron unos instantes en silencio antes de que Chanyeol estallara de pronto en risas. Baekhyun lo miró como si se hubiera vuelto loco.

-Por favor, cuéntame cómo es que esto puede resultarte divertido.

-No lo sé -susurró Chanyeol-, es sólo que, la mirada en su rostro cuando atravesó la puerta… No puedo…

Baekhyun no sabía si reírse, llorar o vomitar. Supuso que tal vez, ahora que había experimentado algo tan desagradable, no volvería a excitarse con tanta facilidad. De todas maneras, seguro rememorarían la situación dentro de unos años y se reirían.

Sacudió la cabeza y forzó una sonrisa débil.

-Pobre Kyungsoo…

* * *

Un ratito después, estaban ambos acurrucados en el sofá, riéndose con un programa nocturno de mierda en la tele y besándose durante los cortes comerciales.

-Lamento todo el fiasco de Kyungsoo de antes… -comenzó Baekhyun, sintiendo cómo su estómago se le revolvía levemente ante el pensamiento. Su compañero de piso todavía no había regresado. Chanyeol se rió.

-Creo que es con él con quien tienes que disculparte, no conmigo. Pero oye, supongo que ha convertido nuestra cita corriente en una memorable.

-Sin duda alguna. -Baekhyun asintió-. Y no en el buen sentido.

-Bueno, creo que sé cómo solucionar eso.

Tomó el rostro de Baekhyun en sus manos, viéndolo profundamente a los ojos.

-Byun Baekhyun -comenzó, plantándole un beso en un lado de la cara-. Estoy completa -Le dio un beso en el lado opuesto-… total -Le besó la frente-… y locamente -Le besó la nariz-… enamorado de ti. -Al final le dio un suave beso apasionado en los labios.

Baekhyun lo miró sorprendido, pero luego sus ojos se arrugaron en los extremos y sonrió con la sonrisa más grande, brillante y hermosa que Chanyeol hubiera visto jamás. Lucía tan adorable que el corazón del más alto casi se le detuvo al verlo.

-También te amo, Park Chanyeol.

Le rodeó el cuello con sus brazos y se aproximó para devolverle el beso con la misma pasión. Chanyeol le susurró «te amo» al oído una y otra vez, hasta que el sonido de su voz diciéndole esas dos palabras se le quedó grabado en la memoria.

-Quiero decírtelo todas las veces que pueda -expresó Chanyeol entre besos-, para que no se te olvide.

Baekhyun sonrió y lo atrajo hacia él para volverlo a besar.

-Nunca lo olvidaré. Pero de todas formas, puedes seguir diciéndomelo.

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