¿Cómo se comienza una relación? (Oguri Shun x Matsumoto Jun) (10/13)
Parejas: Shun x Jun, Sho x Aiba, Ohno x Nino (ligero)
Clasificación: 17+
Sinopsis: Oguri y Jun han sido amigos durante mucho tiempo, cuando intenten ser "más que amigos" tendrán que sortear muchas dificultades para conseguir ser felices.Por otra parte, Sho comienza a sentir algo por Aiba y tiene que arriesgarlo todo para conseguir que su relacion funcione. Mientras que de la relación de Nino y Ohno casi nadie sabe nada.
Notas de la autora: Entre que intento arreglar las cosas y entre que agrego más intriga no se si algun día acabará este tormento... digo, fic xD Mi intencion era esta: mostrar una reaccion positivo-negativa y una negativa absolutamente con respecto al engaño, diganme que tal les parece...
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( Capitulo 9) (Capitulo 10) ( Capitulo 11)
-Y lo ha vuelto a hacer- dijo Aiba intentando pasar entre la veintena de arreglos florales que se distribuían a lo largo de la habitación, seguido de Nino y Jun. Tomo la tarjeta que venía con el arreglo más grande y la leyó. Claro, eran de Sho.
-Bueno, no puedes culparlo por intentarlo ¿o sí?- dijo Nino, sonriendo.
-Pero esto es demasiado- se quejó el mayor- Una maldita flor habría bastado, no tenía que destruir una pradera por mí.
-Oh Aiba, no empieces con eso- dijo Ohno entrando a la habitación. Aiba suspiró.
-Bueno, de todas formas ¿en dónde demonios se metió?- preguntó Nino.
-Tenía una entrevista, no debe tardar en llegar- respondió Ohno.
-No tenemos mucho tiempo- intervino Jun- tenemos que entrar en quince minutos.
Todos comenzaron a prepararse, concentrados en plenamente en su trabajo. Aunque la tensión que se había sentido los días posteriores al incidente no había desaparecido por completo, para este entonces Aiba podía permanecer en la misma habitación que Sho y Jun sin ningún problema y eso ya era un progreso.
Sho no parecía tener intención de rendirse en recuperar a Aiba, ya que todos los días tenía algún detalle con él: dulces, flores, un poema e incluso le había llevado comida un día en que había tenido que trabajar hasta tarde. Masaki tenía que admitirlo, los detalles de Sho le derretían el corazón, pero sabía que nada iba a quedar solucionado sino hasta que hablara con ellos y sinceramente aún no se sentía preparado para hacerlo.
Sin embargo Jun no parecía estar mejorando. No se lo había dicho a nadie, pero los otros cuatro estaban seguros de que Oguri no había vuelto a casa desde que había recibido la noticia. Jun parecía estar demacrándose, a menudo parecía bastante cansado durante los ensayos y una vez Aiba tuvo la sospecha de que había dormido en la agencia para evitar regresar a casa. Ese día en particular Jun parecía muy pálido y Aiba lo había visto trastabillar algunas veces.
-Lamento la demora- dijo Sho mientras entraba a la habitación- La ciudad está vuelta un caos hoy.
-No importa, cámbiate rápido- le ordenó Jun mientras le entregaba su ropa- Iré a verificar que tengan la pista de la canción.
Jun dio un paso hacia la puerta, intentando evadir a Sho, pero tropezó con uno de los arreglos florales y hubiera terminado en el piso de no ser porque Sho y Nino se apresuraron a sostenerlo.
-¿Tomaste mucho anoche Matsumoto?- preguntó Nino intentando bromear, pero su mirada era seria.
-No, qué va. No pude dormir- dijo Jun encogiéndose de hombros y saliendo de la habitación. Sus compañeros solo lo miraron irse, sumidos en un silencio profundo.
-Creo que Jun no está progresando- dijo Ohno al final mirando a Nino. Él negó con la cabeza.
-No ha vuelto a mencionar el tema desde aquella vez- dijo- He estado yendo a su casa de vez en cuando a visitarlo pero él solo se sienta en un sillón y se queda ahí horas. Últimamente no ha dormido absolutamente nada y, aunque lo he estado forzando a hacerlo, no ha querido comer. Creo que lo único que quiere hacer es trabajar.
Aiba bajó la mirada.
-¿Y qué pasó con Oguri-san?- preguntó Sho, igual de desconcertado que Aiba.
-No sé- respondió Nino- La última vez que lo vi dijo que iba a viajar a Odaiba.
-¿Se fue a Odaiba?- preguntó sorprendido Aiba- ¿Después de todo esto?
-Creo que ya lo tenía planeado, algo tenía que ver con ese nuevo drama que está protagonizando…
-¿Y eso qué? No tiene derecho de hacerle eso a Jun- dijo Aiba, molesto- ¿Es más importante su trabajo que la persona que ama?
Los otros tres lo miraron sorprendidos.
-Aiba-chan no todas las personas actúan de la misma forma en una situación así- dijo con calma Ohno.
-No, algunos solo son cabezas huecas que se vuelven adictos al trabajo porque no soportan la presión de una relación amorosa- dijo agriamente Nino- Oguri-san siempre ha sido así.
Ohno no pudo evitar poner los ojos en blanco.
-Bueno, tenemos que hacer un show chicos- dijo mientras se ponía de pie. Se volvió hacia Sho- Te esperamos en el estudio.
Ohno le hizo una seña a Nino y ambos salieron del lugar.
-Tenemos que hablar con él- dijo Aiba, preocupado. Sho asintió.
-¿Podemos hablar antes? Solo tú y yo- pidió Sakurai. Aiba asintió
-Después de terminar esto- indicó. Se puso de pie y caminó hacia la puerta. Antes de salir añadió- Gracias por las flores, no era necesario.
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Jun sabía que estaba tentando su suerte. Él mismo se había dado cuenta de su falta de equilibrio en el trayecto del camerino al escenario y siendo sinceros no se sentía bien, pero al ser su trabajo Jun sentía la necesidad de hacerlo. Así fue que cuando colapsó a mitad de la presentación aun tuvo el impulso de levantarse y continuar cantando, pero no pudo hacerlo y cayó desmayado frente a cientos de sus fans.
Cuando abrió los ojos de nuevo se encontraba en una habitación de paredes blancas, un hospital a juzgar por el olor a medicina. Jun intentó levantarse, pero el dolor en su cabeza y una mano se lo impidieron.
-Debe permanecer recostado- dijo la enfermera a su lado- Iré a avisar a su médico que ha despertado.
Acto seguido la chica salió del lugar. Jun intentaba recordar que había ocurrido cuando la puerta se abrió.
-Ah, Matsumoto-san por fin despertó- dijo el doctor entrando a la habitación- ¿Cómo se siente?
-Confundido- respondió Jun, su voz sonaba ronca.
-Comprensible, estuvo inconsciente dos días- el doctor comenzó a revisar las maquinas a un lado de Jun- Asustó a todo el mundo allá afuera.
-¿Me desmayé?
-Colapsó totalmente- dijo severamente el doctor- Por lo que me han dicho no se ha estado cuidando apropiadamente Matsumoto-san.
Jun suspiró, intentando asimilar la información. Poco después la puerta volvió a abrirse y entraron su mamá y su hermana, ambas evidentemente asustadas y preocupadas. Jun apenas pudo conseguir tranquilizarlas lo suficiente como para que dejaran de preguntar cómo estaba cada cinco segundos. Sostuvieron una charla bastante trivial antes de que ellas se fueran, no sin antes asegurarle que volverían a vigilarlo. Jun sonrió levemente, le hacía bien que alguien se preocupara por él.
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-¿Se puede saber en qué demonios estabas pensando?- fue lo primero que Sho preguntó al día siguiente, cuando pudieron finalmente ir a verlo
-En que deberían poner carteles de no molestar en las puertas de los hospitales- replicó amargamente Jun.
-Hablo enserio,- Sho estaba bastante molesto. Sus ojos brillaban totalmente furiosos y tenía las manos apretadas formando puños, como si quisiera golpearlo- ¿esperabas que Oguri viniera corriendo a salvarte si intentabas matarte?
-Sho- lo reprendió Ohno, quien estaba de pie a su lado. Aiba se había dejado caer perezosamente en un sillón y observaba a Jun con expresión neutra, mientras que Nino miraba por la ventana, totalmente ajeno a la conversación.
-¿Crees que estaba intentando que esto pasara? - preguntó molesto Jun- ¿De verdad me crees tan idiota Sakurai?
-De hecho, todos te creemos idiota en este momento Jun- dijo Ohno frunciendo el ceño- Mira, no te culpamos por deprimirte pero creíamos que eras lo suficientemente listo como para no hacer algo así. No eres al primero ni el último al que lo rechazan
-¿Y por qué demonios piensan que esto tiene que ver con él?
-¿Qué? ¿No es así?
-No es lo único- murmuró Jun, bajando la mirada.
-Jun, todo esto tiene que parar- dijo Aiba poniéndose de pie a su lado- ¿Te das cuenta de lo que estás haciendo?
-Lo siento Aiba, pero me cuesta vivir con esto
-Pues vas a tener que aprender a hacerlo- le dijo el mayor cruzándose de brazos- porque te tengo noticias, la vida sigue y no eres el único que sufre esto. ¿Te has preguntado cómo me siento yo con todo esto? ¿Y en cómo se siente Oguri-san?
Acto seguido Aiba salió de la habitación, dejando a sus compañeros sumidos en silencio.
-Tal vez, deba ir por él- dijo Sho en voz baja. Jun asintió y el mayor dejó la habitación.
-Entonces eso quiere decir que no ha venido, ¿cierto?- preguntó Jun. La pregunta no iba dirigida a nadie en particular, pero Ohno fue quien respondió.
-Johnny-san ha hecho todo lo posible porque los medios no sepan más de lo necesario, aunque para este entonces todos saben del incidente.
Jun bajó la mirada.
-Lo siento chicos, sé que esto va a traer consecuencias para la banda- murmuró.
-Bueno, por ahora solo nos preocupa que te recuperes- dijo Ohno encogiéndose de hombros- Vendremos a verte más tarde.
Jun asintió y Ohno caminó hacia la puerta. Nino le lanzó una mirada un tanto extraña al menor antes de abandonar la habitación.
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Cuando Sho por fin encontró a Aiba, le sorprendió verlo llorar. Estaba en el jardín del hospital sentado en una de las bancas, y de vez en cuando volteaba para asegurarse de que nadie lo viera.
-Eh, ¿qué ocurre?- preguntó sentándose a su lado. Aiba no respondió, simplemente lo abrazó, escondiendo su rostro en el pecho del mayor mientras las lágrimas continuaban recorriendo su rostro. Durante un buen rato permanecieron así hasta que Aiba pareció tranquilizarse un poco.
-Siento como que esto fue mi culpa- dijo Aiba limpiándose el rostro con las mangas de su camisa
-Sabes que no es así, es culpa de nosotros-dijo Sho acariciando su cabello. Aiba asintió y miró al mayor a los ojos- Lo siento.
-Me molesta todo esto Sho-chan- murmuró Aiba, tomando su mano- pero definitivamente no quiero perderte.
-Yo tampoco- Sho besó la mano de Aiba, quien sonrió levemente.
-Aun así me siento mal por Jun-kun, me gustaría poder hacer algo por él- suspiró Aiba.
-A mí también- coincidió Sho- pero creo que quien tendría más posibilidades de hacer algo productivo por él es Oguri-san.
Aiba asintió, aunque aún parecía desanimado.
-Masaki, I love you (te amo)- susurró Sho a su oído. Aiba sonrió ligeramente.
-I love you too (También te amo) - respondió con la voz quebrada antes de que Sho lo besara tiernamente.
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Oguri no había podido dormir desde que escuchó las noticias, y todo fue mucho peor una vez que vio la grabación del programa. Durante el trayecto de vuelta a Tokio, no dejaba de moverse en el asiento, ansioso por volver con Jun. No debía haberlo dejado solo, e incluso se le había olvidado porque estaba molesto con él en primer lugar.
-Eh Oguri, vamos a tomar a algún lado- dijo su coprotagonista a su lado. El aludido negó con la cabeza, intentando sonreír convincentemente.
-Lo lamento, tengo que ir a ver a un amigo al hospital- se excusó.
-¿A Matsumoto-san?- preguntó la chica. Oguri asintió, aunque le hubiera gustado que no lo mencionara- Pobre chico, espero que este bien. Seguramente es la presión de ser un idol.
-No sé porque todos están haciendo escándalo por eso- dijo uno de sus compañeros en el asiento trasero-Seguramente es otra de esas estrellas que usan sustancias ilegales para “aguantar”
-Bueno, podría ser- respondió la chica dubitativa. Oguri respiró profundamente, intentando no perder el temperamento- ¿Sabes? Muchos rumoran que Johnny-san los sobrecarga de trabajo, no sería de extrañarse que los cinco consuman drogas.
-Tienes razón,- coincidió el chico del asiento trasero- después de todo, Arashi es uno de sus grupos más famosos. Hay rumores de que incluso se han…
-¡Dejen de hablar de ellos así!- los interrumpió Oguri intentando evitar que el enojo tiñera completamente su voz- Ustedes no están en posición de hablar mal de nadie, señor Esteroides y señorita Me acuesto con el director del drama.
Ambos chicos lo fulminaron con la mirada, pero Oguri los ignoró.
-Disculpe,- le llamó al conductor de la camioneta- ¿podría detenerse aquí?
El chofer orilló el auto y Oguri se apresuró a bajar y a tomar su equipaje. Llegó al hospital quince minutos después, sudando debido al esfuerzo que hacía cargando sus maletas. Preguntó por Jun, esperando que la señorita de la recepción no notara la nota histérica en su voz.
-Habitación 420- le informó la chica. Oguri apenas consiguió farfullar unas cuantas palabras de agradecimiento antes de correr hacía el elevador.
Cuando abrió la puerta de la habitación de Jun se sorprendió al encontrarlo charlando con Aiba. Los chicos interrumpieron su charla en cuanto escucharon la puerta abrirse.
-Creo que iré por café- dijo Aiba poniéndose de pie, su mirada oscilaba entre Jun y Oguri, y parecía algo nervioso. Oguri apenas lo miró cuando pasó a su lado, manteniendo su mirada fija en los ojos de Jun. Él bajó la mirada.
-Viniste- susurró.
-Lo vi las noticias- dijo Oguri acercándose a la cama- Tu manager me dijo donde encontrarte.
Jun asintió, aun sin levantar la mirada. Oguri se sentó a su lado en la cama, tenía ganas de tomar la mano de Jun pero cuando vio a Aiba recordó todo el incidente y estaba molesto de nuevo.
-¿Cómo estás?- preguntó sin mirarlo. Jun se encogió de hombros ligeramente.
-Mejor,- dijo- el doctor dijo que debo permanecer una semana aquí para asegurarse de que mi cuerpo se restableció por completo. Después tengo que descansar en casa
Oguri asintió.
-¿Y tú?- tartamudeó Jun- ¿Cómo has estado?
-Intento no pensar mucho las cosas- respondió Oguri. Luego, volteó a verlo- He estado durmiendo en un hotel, si eso es lo que quieres saber.
-¿Y eso?- preguntó Jun, mirando las maletas del mayor. Oguri las miró y se encogió de hombros.
-Fui a Odaiba
-Ah- fue lo único que pudo responder Jun. Oguri notó la decepción en la voz de Jun y se apresuró a negar con la cabeza.
-No es lo que tú piensas- dijo- Fue un viaje de negocios, no fui a divertirme.
Jun asintió, bajando la mirada de nuevo.
-Aunque, estarías en todo tu derecho- murmuró.
-¿Eso es todo lo que dirás?- preguntó Oguri, exaltado- Pensé que lo intentarías, que intentarías explicarme las cosas.
-Intenté explicarte las cosas- respondió Jun a la defensiva- pero entonces tú te pusiste de pie y te fuiste. No me diste oportunidad.
-Tampoco es como que lo hubieses intentado de nuevo, Matsumoto- Oguri se puso de pie y comenzó a pasear por la habitación.
-¿Ósea que mi deber era acosarte para explicarte las cosas?- la ironía coloreó la voz del menor- Shun, te conozco y odias que las personas hagan eso.
-Pero prefiero saber la verdad- exclamó el mayor- ¿Por qué te acostaste con él? ¿Pensabas que no me daría cuenta? ¿O te pareció muy divertido aprovecharte de mi confianza?
-Si fuera eso jamás te lo hubiera dicho- respondió Jun con el gesto endurecido-Y si te lo dije fue porque te amo y te merecías la verdad.
-¿Me merecía la verdad? Merecía que mi novio me fuera fiel y no fuera a revolcarse con el primero que se encontrara…
-Fue un accidente…- dijo Jun en voz baja, intimidado por la actitud de Oguri.
-Ah claro, un accidente- dijo Oguri con sarcasmo- Por favor Jun, no me creas estúpido.
-No te creo estúpido, más bien pienso que eres un imbécil
-¿Yo? Y se puede saber ¿por qué?
-Porque tanto querías que te lo explicara que desapareciste de la faz de la Tierra un mes
Oguri detuvo su marcha y miró a Jun, absolutamente enojado.
-Confié en ti Jun, pensé que no me harías lo mismo que Miki hizo- dijo lentamente, intentando controlarse- Pero ahora pienso que es mi culpa, tal vez si sea estúpido.
-Shun, no…
-No quiero escucharlo Matsumoto-dijo Oguri, levantando una mano- A decir verdad, no quiero escuchar nada más de ti.
-Shun, espera- gritó Jun. En ese momento se abrió la puerta y entraron Aiba y Sho.
-Vaya, miren quien se le ocurrió aparecer- murmuró Sho, intentando que Oguri no lo escuchara. Lamentablemente no corrió con esa suerte y Shun lo estrelló contra la pared, sosteniéndolo de la camisa.
-Felicidades Sakurai, es todo tuyo- dijo Oguri fríamente mientras lo soltaba- Ojalá te diviertas Jun.
El menor no dijo nada, de nuevo miraba hacia abajo intentando controlar sus emociones.
-Espera un segundo- lo detuvo Sho- ¿ya escuchaste lo que de verdad pasó?
-Escuché lo suficiente- dijo bruscamente Oguri.
-No lo creo- negó Sho- si lo hubieras hecho no estarías actuando así. Debes de darle una oportunidad de explicarlo…
Sho no pudo terminar la frase. Shun golpeó a Sho en la mejilla, dejando una marcha rojiza en ella y haciendo que perdiera el equilibrio.
-¿Qué demonios estás haciendo?- exclamó Aiba asustado, mientras se acercaba a Sho para asegurarse de que estuviera bien. Oguri miró a Sho en el piso, sintiendo un extraño placer.
-Shun, creo que es mejor que te vayas- dijo una voz a sus espaldas.
-No te preocupes Ninomiya-kun- dijo sonriendo con malicia- Yo ya me iba.
Oguri caminó hacia el ascensor mientras Aiba ayudaba a Sho a ponerse de pie.
-Tal vez debería verte un doctor- dijo Ohno, haciéndose notar a un lado de Nino- Los acompañaré a buscarlo.
Aiba asintió y los tres salieron de la habitación. Nino miró un largo rato a Jun antes de hablar.
-¿Cómo estás?- preguntó.
-Bueno, considerando que estoy en un hospital y que acabo de perder al amor de mi vida- Jun hizo una pausa antes de continuar- Me siento horrible Nino.
Nino suspiró mientras las lágrimas salían de los ojos de Jun, quien intentaba mantener la compostura. Se acercó a la silla que estaba a un lado de la cama y se sentó, mirando fijamente a Jun.
-Hay algo que debes saber- dijo Ninomiya.
-¿Qué es?- preguntó Jun, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano. En ese momento Jun notó que Nino sostenía una revista en la mano. Nino se la entregó y Jun pudo ver la portada: una imagen a color de Oguri y él en una de sus citas, tomados de la mano.
Jun suspiró.
-Eso ya no importa- dijo Jun dejando a un lado la revista, sin embargo Nino aun parecía nervioso- ¿Hay algo más?
-Si- dijo Nino- Es algo que Shun me dijo hace tiempo y que creo que tienes derecho a saber.
-¿Y qué es?- preguntó Jun, aunque estaba desanimado su voz tenía un toque de curiosidad. Nino mordió su labio inferior, nervioso.
-Oguri-san fue el que filtró las imágenes- confesó, dejando a Jun totalmente sorprendido
Clasificación: 17+
Sinopsis: Oguri y Jun han sido amigos durante mucho tiempo, cuando intenten ser "más que amigos" tendrán que sortear muchas dificultades para conseguir ser felices.Por otra parte, Sho comienza a sentir algo por Aiba y tiene que arriesgarlo todo para conseguir que su relacion funcione. Mientras que de la relación de Nino y Ohno casi nadie sabe nada.
Notas de la autora: Entre que intento arreglar las cosas y entre que agrego más intriga no se si algun día acabará este tormento... digo, fic xD Mi intencion era esta: mostrar una reaccion positivo-negativa y una negativa absolutamente con respecto al engaño, diganme que tal les parece...
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( Capitulo 9) (Capitulo 10) ( Capitulo 11)
-Y lo ha vuelto a hacer- dijo Aiba intentando pasar entre la veintena de arreglos florales que se distribuían a lo largo de la habitación, seguido de Nino y Jun. Tomo la tarjeta que venía con el arreglo más grande y la leyó. Claro, eran de Sho.
-Bueno, no puedes culparlo por intentarlo ¿o sí?- dijo Nino, sonriendo.
-Pero esto es demasiado- se quejó el mayor- Una maldita flor habría bastado, no tenía que destruir una pradera por mí.
-Oh Aiba, no empieces con eso- dijo Ohno entrando a la habitación. Aiba suspiró.
-Bueno, de todas formas ¿en dónde demonios se metió?- preguntó Nino.
-Tenía una entrevista, no debe tardar en llegar- respondió Ohno.
-No tenemos mucho tiempo- intervino Jun- tenemos que entrar en quince minutos.
Todos comenzaron a prepararse, concentrados en plenamente en su trabajo. Aunque la tensión que se había sentido los días posteriores al incidente no había desaparecido por completo, para este entonces Aiba podía permanecer en la misma habitación que Sho y Jun sin ningún problema y eso ya era un progreso.
Sho no parecía tener intención de rendirse en recuperar a Aiba, ya que todos los días tenía algún detalle con él: dulces, flores, un poema e incluso le había llevado comida un día en que había tenido que trabajar hasta tarde. Masaki tenía que admitirlo, los detalles de Sho le derretían el corazón, pero sabía que nada iba a quedar solucionado sino hasta que hablara con ellos y sinceramente aún no se sentía preparado para hacerlo.
Sin embargo Jun no parecía estar mejorando. No se lo había dicho a nadie, pero los otros cuatro estaban seguros de que Oguri no había vuelto a casa desde que había recibido la noticia. Jun parecía estar demacrándose, a menudo parecía bastante cansado durante los ensayos y una vez Aiba tuvo la sospecha de que había dormido en la agencia para evitar regresar a casa. Ese día en particular Jun parecía muy pálido y Aiba lo había visto trastabillar algunas veces.
-Lamento la demora- dijo Sho mientras entraba a la habitación- La ciudad está vuelta un caos hoy.
-No importa, cámbiate rápido- le ordenó Jun mientras le entregaba su ropa- Iré a verificar que tengan la pista de la canción.
Jun dio un paso hacia la puerta, intentando evadir a Sho, pero tropezó con uno de los arreglos florales y hubiera terminado en el piso de no ser porque Sho y Nino se apresuraron a sostenerlo.
-¿Tomaste mucho anoche Matsumoto?- preguntó Nino intentando bromear, pero su mirada era seria.
-No, qué va. No pude dormir- dijo Jun encogiéndose de hombros y saliendo de la habitación. Sus compañeros solo lo miraron irse, sumidos en un silencio profundo.
-Creo que Jun no está progresando- dijo Ohno al final mirando a Nino. Él negó con la cabeza.
-No ha vuelto a mencionar el tema desde aquella vez- dijo- He estado yendo a su casa de vez en cuando a visitarlo pero él solo se sienta en un sillón y se queda ahí horas. Últimamente no ha dormido absolutamente nada y, aunque lo he estado forzando a hacerlo, no ha querido comer. Creo que lo único que quiere hacer es trabajar.
Aiba bajó la mirada.
-¿Y qué pasó con Oguri-san?- preguntó Sho, igual de desconcertado que Aiba.
-No sé- respondió Nino- La última vez que lo vi dijo que iba a viajar a Odaiba.
-¿Se fue a Odaiba?- preguntó sorprendido Aiba- ¿Después de todo esto?
-Creo que ya lo tenía planeado, algo tenía que ver con ese nuevo drama que está protagonizando…
-¿Y eso qué? No tiene derecho de hacerle eso a Jun- dijo Aiba, molesto- ¿Es más importante su trabajo que la persona que ama?
Los otros tres lo miraron sorprendidos.
-Aiba-chan no todas las personas actúan de la misma forma en una situación así- dijo con calma Ohno.
-No, algunos solo son cabezas huecas que se vuelven adictos al trabajo porque no soportan la presión de una relación amorosa- dijo agriamente Nino- Oguri-san siempre ha sido así.
Ohno no pudo evitar poner los ojos en blanco.
-Bueno, tenemos que hacer un show chicos- dijo mientras se ponía de pie. Se volvió hacia Sho- Te esperamos en el estudio.
Ohno le hizo una seña a Nino y ambos salieron del lugar.
-Tenemos que hablar con él- dijo Aiba, preocupado. Sho asintió.
-¿Podemos hablar antes? Solo tú y yo- pidió Sakurai. Aiba asintió
-Después de terminar esto- indicó. Se puso de pie y caminó hacia la puerta. Antes de salir añadió- Gracias por las flores, no era necesario.
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Jun sabía que estaba tentando su suerte. Él mismo se había dado cuenta de su falta de equilibrio en el trayecto del camerino al escenario y siendo sinceros no se sentía bien, pero al ser su trabajo Jun sentía la necesidad de hacerlo. Así fue que cuando colapsó a mitad de la presentación aun tuvo el impulso de levantarse y continuar cantando, pero no pudo hacerlo y cayó desmayado frente a cientos de sus fans.
Cuando abrió los ojos de nuevo se encontraba en una habitación de paredes blancas, un hospital a juzgar por el olor a medicina. Jun intentó levantarse, pero el dolor en su cabeza y una mano se lo impidieron.
-Debe permanecer recostado- dijo la enfermera a su lado- Iré a avisar a su médico que ha despertado.
Acto seguido la chica salió del lugar. Jun intentaba recordar que había ocurrido cuando la puerta se abrió.
-Ah, Matsumoto-san por fin despertó- dijo el doctor entrando a la habitación- ¿Cómo se siente?
-Confundido- respondió Jun, su voz sonaba ronca.
-Comprensible, estuvo inconsciente dos días- el doctor comenzó a revisar las maquinas a un lado de Jun- Asustó a todo el mundo allá afuera.
-¿Me desmayé?
-Colapsó totalmente- dijo severamente el doctor- Por lo que me han dicho no se ha estado cuidando apropiadamente Matsumoto-san.
Jun suspiró, intentando asimilar la información. Poco después la puerta volvió a abrirse y entraron su mamá y su hermana, ambas evidentemente asustadas y preocupadas. Jun apenas pudo conseguir tranquilizarlas lo suficiente como para que dejaran de preguntar cómo estaba cada cinco segundos. Sostuvieron una charla bastante trivial antes de que ellas se fueran, no sin antes asegurarle que volverían a vigilarlo. Jun sonrió levemente, le hacía bien que alguien se preocupara por él.
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-¿Se puede saber en qué demonios estabas pensando?- fue lo primero que Sho preguntó al día siguiente, cuando pudieron finalmente ir a verlo
-En que deberían poner carteles de no molestar en las puertas de los hospitales- replicó amargamente Jun.
-Hablo enserio,- Sho estaba bastante molesto. Sus ojos brillaban totalmente furiosos y tenía las manos apretadas formando puños, como si quisiera golpearlo- ¿esperabas que Oguri viniera corriendo a salvarte si intentabas matarte?
-Sho- lo reprendió Ohno, quien estaba de pie a su lado. Aiba se había dejado caer perezosamente en un sillón y observaba a Jun con expresión neutra, mientras que Nino miraba por la ventana, totalmente ajeno a la conversación.
-¿Crees que estaba intentando que esto pasara? - preguntó molesto Jun- ¿De verdad me crees tan idiota Sakurai?
-De hecho, todos te creemos idiota en este momento Jun- dijo Ohno frunciendo el ceño- Mira, no te culpamos por deprimirte pero creíamos que eras lo suficientemente listo como para no hacer algo así. No eres al primero ni el último al que lo rechazan
-¿Y por qué demonios piensan que esto tiene que ver con él?
-¿Qué? ¿No es así?
-No es lo único- murmuró Jun, bajando la mirada.
-Jun, todo esto tiene que parar- dijo Aiba poniéndose de pie a su lado- ¿Te das cuenta de lo que estás haciendo?
-Lo siento Aiba, pero me cuesta vivir con esto
-Pues vas a tener que aprender a hacerlo- le dijo el mayor cruzándose de brazos- porque te tengo noticias, la vida sigue y no eres el único que sufre esto. ¿Te has preguntado cómo me siento yo con todo esto? ¿Y en cómo se siente Oguri-san?
Acto seguido Aiba salió de la habitación, dejando a sus compañeros sumidos en silencio.
-Tal vez, deba ir por él- dijo Sho en voz baja. Jun asintió y el mayor dejó la habitación.
-Entonces eso quiere decir que no ha venido, ¿cierto?- preguntó Jun. La pregunta no iba dirigida a nadie en particular, pero Ohno fue quien respondió.
-Johnny-san ha hecho todo lo posible porque los medios no sepan más de lo necesario, aunque para este entonces todos saben del incidente.
Jun bajó la mirada.
-Lo siento chicos, sé que esto va a traer consecuencias para la banda- murmuró.
-Bueno, por ahora solo nos preocupa que te recuperes- dijo Ohno encogiéndose de hombros- Vendremos a verte más tarde.
Jun asintió y Ohno caminó hacia la puerta. Nino le lanzó una mirada un tanto extraña al menor antes de abandonar la habitación.
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Cuando Sho por fin encontró a Aiba, le sorprendió verlo llorar. Estaba en el jardín del hospital sentado en una de las bancas, y de vez en cuando volteaba para asegurarse de que nadie lo viera.
-Eh, ¿qué ocurre?- preguntó sentándose a su lado. Aiba no respondió, simplemente lo abrazó, escondiendo su rostro en el pecho del mayor mientras las lágrimas continuaban recorriendo su rostro. Durante un buen rato permanecieron así hasta que Aiba pareció tranquilizarse un poco.
-Siento como que esto fue mi culpa- dijo Aiba limpiándose el rostro con las mangas de su camisa
-Sabes que no es así, es culpa de nosotros-dijo Sho acariciando su cabello. Aiba asintió y miró al mayor a los ojos- Lo siento.
-Me molesta todo esto Sho-chan- murmuró Aiba, tomando su mano- pero definitivamente no quiero perderte.
-Yo tampoco- Sho besó la mano de Aiba, quien sonrió levemente.
-Aun así me siento mal por Jun-kun, me gustaría poder hacer algo por él- suspiró Aiba.
-A mí también- coincidió Sho- pero creo que quien tendría más posibilidades de hacer algo productivo por él es Oguri-san.
Aiba asintió, aunque aún parecía desanimado.
-Masaki, I love you (te amo)- susurró Sho a su oído. Aiba sonrió ligeramente.
-I love you too (También te amo) - respondió con la voz quebrada antes de que Sho lo besara tiernamente.
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Oguri no había podido dormir desde que escuchó las noticias, y todo fue mucho peor una vez que vio la grabación del programa. Durante el trayecto de vuelta a Tokio, no dejaba de moverse en el asiento, ansioso por volver con Jun. No debía haberlo dejado solo, e incluso se le había olvidado porque estaba molesto con él en primer lugar.
-Eh Oguri, vamos a tomar a algún lado- dijo su coprotagonista a su lado. El aludido negó con la cabeza, intentando sonreír convincentemente.
-Lo lamento, tengo que ir a ver a un amigo al hospital- se excusó.
-¿A Matsumoto-san?- preguntó la chica. Oguri asintió, aunque le hubiera gustado que no lo mencionara- Pobre chico, espero que este bien. Seguramente es la presión de ser un idol.
-No sé porque todos están haciendo escándalo por eso- dijo uno de sus compañeros en el asiento trasero-Seguramente es otra de esas estrellas que usan sustancias ilegales para “aguantar”
-Bueno, podría ser- respondió la chica dubitativa. Oguri respiró profundamente, intentando no perder el temperamento- ¿Sabes? Muchos rumoran que Johnny-san los sobrecarga de trabajo, no sería de extrañarse que los cinco consuman drogas.
-Tienes razón,- coincidió el chico del asiento trasero- después de todo, Arashi es uno de sus grupos más famosos. Hay rumores de que incluso se han…
-¡Dejen de hablar de ellos así!- los interrumpió Oguri intentando evitar que el enojo tiñera completamente su voz- Ustedes no están en posición de hablar mal de nadie, señor Esteroides y señorita Me acuesto con el director del drama.
Ambos chicos lo fulminaron con la mirada, pero Oguri los ignoró.
-Disculpe,- le llamó al conductor de la camioneta- ¿podría detenerse aquí?
El chofer orilló el auto y Oguri se apresuró a bajar y a tomar su equipaje. Llegó al hospital quince minutos después, sudando debido al esfuerzo que hacía cargando sus maletas. Preguntó por Jun, esperando que la señorita de la recepción no notara la nota histérica en su voz.
-Habitación 420- le informó la chica. Oguri apenas consiguió farfullar unas cuantas palabras de agradecimiento antes de correr hacía el elevador.
Cuando abrió la puerta de la habitación de Jun se sorprendió al encontrarlo charlando con Aiba. Los chicos interrumpieron su charla en cuanto escucharon la puerta abrirse.
-Creo que iré por café- dijo Aiba poniéndose de pie, su mirada oscilaba entre Jun y Oguri, y parecía algo nervioso. Oguri apenas lo miró cuando pasó a su lado, manteniendo su mirada fija en los ojos de Jun. Él bajó la mirada.
-Viniste- susurró.
-Lo vi las noticias- dijo Oguri acercándose a la cama- Tu manager me dijo donde encontrarte.
Jun asintió, aun sin levantar la mirada. Oguri se sentó a su lado en la cama, tenía ganas de tomar la mano de Jun pero cuando vio a Aiba recordó todo el incidente y estaba molesto de nuevo.
-¿Cómo estás?- preguntó sin mirarlo. Jun se encogió de hombros ligeramente.
-Mejor,- dijo- el doctor dijo que debo permanecer una semana aquí para asegurarse de que mi cuerpo se restableció por completo. Después tengo que descansar en casa
Oguri asintió.
-¿Y tú?- tartamudeó Jun- ¿Cómo has estado?
-Intento no pensar mucho las cosas- respondió Oguri. Luego, volteó a verlo- He estado durmiendo en un hotel, si eso es lo que quieres saber.
-¿Y eso?- preguntó Jun, mirando las maletas del mayor. Oguri las miró y se encogió de hombros.
-Fui a Odaiba
-Ah- fue lo único que pudo responder Jun. Oguri notó la decepción en la voz de Jun y se apresuró a negar con la cabeza.
-No es lo que tú piensas- dijo- Fue un viaje de negocios, no fui a divertirme.
Jun asintió, bajando la mirada de nuevo.
-Aunque, estarías en todo tu derecho- murmuró.
-¿Eso es todo lo que dirás?- preguntó Oguri, exaltado- Pensé que lo intentarías, que intentarías explicarme las cosas.
-Intenté explicarte las cosas- respondió Jun a la defensiva- pero entonces tú te pusiste de pie y te fuiste. No me diste oportunidad.
-Tampoco es como que lo hubieses intentado de nuevo, Matsumoto- Oguri se puso de pie y comenzó a pasear por la habitación.
-¿Ósea que mi deber era acosarte para explicarte las cosas?- la ironía coloreó la voz del menor- Shun, te conozco y odias que las personas hagan eso.
-Pero prefiero saber la verdad- exclamó el mayor- ¿Por qué te acostaste con él? ¿Pensabas que no me daría cuenta? ¿O te pareció muy divertido aprovecharte de mi confianza?
-Si fuera eso jamás te lo hubiera dicho- respondió Jun con el gesto endurecido-Y si te lo dije fue porque te amo y te merecías la verdad.
-¿Me merecía la verdad? Merecía que mi novio me fuera fiel y no fuera a revolcarse con el primero que se encontrara…
-Fue un accidente…- dijo Jun en voz baja, intimidado por la actitud de Oguri.
-Ah claro, un accidente- dijo Oguri con sarcasmo- Por favor Jun, no me creas estúpido.
-No te creo estúpido, más bien pienso que eres un imbécil
-¿Yo? Y se puede saber ¿por qué?
-Porque tanto querías que te lo explicara que desapareciste de la faz de la Tierra un mes
Oguri detuvo su marcha y miró a Jun, absolutamente enojado.
-Confié en ti Jun, pensé que no me harías lo mismo que Miki hizo- dijo lentamente, intentando controlarse- Pero ahora pienso que es mi culpa, tal vez si sea estúpido.
-Shun, no…
-No quiero escucharlo Matsumoto-dijo Oguri, levantando una mano- A decir verdad, no quiero escuchar nada más de ti.
-Shun, espera- gritó Jun. En ese momento se abrió la puerta y entraron Aiba y Sho.
-Vaya, miren quien se le ocurrió aparecer- murmuró Sho, intentando que Oguri no lo escuchara. Lamentablemente no corrió con esa suerte y Shun lo estrelló contra la pared, sosteniéndolo de la camisa.
-Felicidades Sakurai, es todo tuyo- dijo Oguri fríamente mientras lo soltaba- Ojalá te diviertas Jun.
El menor no dijo nada, de nuevo miraba hacia abajo intentando controlar sus emociones.
-Espera un segundo- lo detuvo Sho- ¿ya escuchaste lo que de verdad pasó?
-Escuché lo suficiente- dijo bruscamente Oguri.
-No lo creo- negó Sho- si lo hubieras hecho no estarías actuando así. Debes de darle una oportunidad de explicarlo…
Sho no pudo terminar la frase. Shun golpeó a Sho en la mejilla, dejando una marcha rojiza en ella y haciendo que perdiera el equilibrio.
-¿Qué demonios estás haciendo?- exclamó Aiba asustado, mientras se acercaba a Sho para asegurarse de que estuviera bien. Oguri miró a Sho en el piso, sintiendo un extraño placer.
-Shun, creo que es mejor que te vayas- dijo una voz a sus espaldas.
-No te preocupes Ninomiya-kun- dijo sonriendo con malicia- Yo ya me iba.
Oguri caminó hacia el ascensor mientras Aiba ayudaba a Sho a ponerse de pie.
-Tal vez debería verte un doctor- dijo Ohno, haciéndose notar a un lado de Nino- Los acompañaré a buscarlo.
Aiba asintió y los tres salieron de la habitación. Nino miró un largo rato a Jun antes de hablar.
-¿Cómo estás?- preguntó.
-Bueno, considerando que estoy en un hospital y que acabo de perder al amor de mi vida- Jun hizo una pausa antes de continuar- Me siento horrible Nino.
Nino suspiró mientras las lágrimas salían de los ojos de Jun, quien intentaba mantener la compostura. Se acercó a la silla que estaba a un lado de la cama y se sentó, mirando fijamente a Jun.
-Hay algo que debes saber- dijo Ninomiya.
-¿Qué es?- preguntó Jun, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano. En ese momento Jun notó que Nino sostenía una revista en la mano. Nino se la entregó y Jun pudo ver la portada: una imagen a color de Oguri y él en una de sus citas, tomados de la mano.
Jun suspiró.
-Eso ya no importa- dijo Jun dejando a un lado la revista, sin embargo Nino aun parecía nervioso- ¿Hay algo más?
-Si- dijo Nino- Es algo que Shun me dijo hace tiempo y que creo que tienes derecho a saber.
-¿Y qué es?- preguntó Jun, aunque estaba desanimado su voz tenía un toque de curiosidad. Nino mordió su labio inferior, nervioso.
-Oguri-san fue el que filtró las imágenes- confesó, dejando a Jun totalmente sorprendido