[FanFic] La Verdad Tras Mis Acciones Parte I

May 13, 2012 19:54


Titulo: La Verdad Tras Mis Acciones

Autoras: elghin y destielwinchi
Fandom: Hawaii Five-0
Rating: +15 en esta parte.
Número de Palabras: 17, 548 (Esta Parte: 3,270)
Parejas/Personajes: Steve McGarrett/Danny "Danno" Williams (McDanno) Chin Ho Kelly, Kono Kalakahua, Gabby Asano, menciones de Catherine Rollins
Genero: A.U, Romance.
Advertencias: Angst, Jealous!Steve,
Categoria: Slash. 
Disclairmer: Nada es nuestro, solo es diversión "Sana".

Resumen: Hay muchas cosas que Steve calla por el bien de Danny, una de ellas es todo el amor que siente por él, pero cuando su silencio se transforma en acciones, la relacion que lleva con el detective empieza a tambalear. Pero cuando estas acciones llevan a un juego que sobrepasa la amistad muchas cosas seran puestas aprueba. ¿Continuara Steve negando lo que siente? ¿O por fin hara lo necesario para alcanzar su propia felicidad?

Nota de Autores: Otro debraye de nosotros cuando no podemos dormir y el ocio nos ronda, esperamos les guste este McDanno que hemos hecho. Nos vemos.



~La Verdad Detrás De Mis Actos~

Parte I

Es difícil pensar que todo lo que siente se desato por un simple "Danno" pronunciado por una boca que no era la suya o la de la pequeña Grace, es increíble siquiera intentar comprender como es que ha llegado a tal situación en la que una simple palabra, una mirada o una caricia inocente desata una ira ciega y un sentimiento de posesión tan abrumador que le marea y le asusta.

Le aterra pensar que puede querer tanto a una persona que la sola idea de perderla en las manos de alguien mas es insoportable, tanto, que por un momento se plantea escapar de ese sentimiento tan grande y absoluto que le carcome y no le deja dormir en paz. Steve no desea ese tipo de amor, no quiere amar de esa manera porque ya ha perdido a muchas personas importantes en su vida; personas amadas, realmente importantes para él y la sola idea de perder a esta persona que le provoca tanto es impensable.

Es impensable porque sabe que sin él, sin Danny, su Danno, el no podría sobrevivir un solo día.

Intenta calmarse todas la mañanas antes de salir de su cuarto y encontrarse al objeto de su frustración frente a él, en camisa y ropa interior, haciendo café y comiendo tostadas, afectándole demasiado, intenta respirar, tomar su toalla he ir a nadar y perder toda esa energía iracunda que no lo deja dormir cuando sabe que ha salido con Gaby a quien sabe donde, a hacer quien sabe que cosas. Se muerde el labio y lo aprieta con ganas antes de de pasar por su lado y salir a la playa apretando la tela con fuerza; tensándose por completo, reteniendo las ganas de interrogar al rubio y de meter en una celda muy pequeña a la administradora del museo donde apenas pueda respirar y piense mejor que lo que ha "tocado"- tira la toalla con furia en la arena- no es suyo.

El golpe sordo de la toalla sobre la arena caliente solo le recuerda lo irracional e impulsivo que está siendo últimamente, dejando entrever emociones que deberían quedar encerradas bajo cinco llaves en algún rincón inaccesible de su mente o de ese otro musculo en su pecho que palpita y que no llamara por su nombre solo por precaución, la implicación de esa palabra con sus sentimientos no pudiera ser lo mejor en esos momentos.

Pero a pesar de estar más "emotivo" estos días, le sorprende que Danny no le haya acribillado a preguntas como es su costumbre, siendo su compañero y amigo, un detective el descubrir esas cosas en las personas es prácticamente su segunda naturaleza, pero para su suerte algunas veces Daniel es muy distraído y esas ultimas semanas el pequeño detective ha estado un poco mas retraído en si mismo que de costumbre, no se alegra por ello, es obvio, pero le beneficia el no estar bajo el radar emocional de Danny.

Por un momento piensa que es culpa de Gaby, pero rápidamente la descarta, esa mujer ha sido buena para Danny aunque le duela admitirlo. Si tan solo él fuera bueno para Danny, en el mismo sentido que ella. Si tan solo Danny le... no, no puede permitirse pensar eso por más que lo quiera, esa opción no está a su alcance, Danny no es una opción para él, aunque lo sienta más suyo que cualquier cosa sobre el planeta.

Y esa contradicción, la posesividad para con Daniel, mas su reticencia a acercarse o dejarlo libre lo está matando. Aunque se muera por ayudarlo y alejar esa nostalgia que ahora mismo le envuelve y lo enajena de todo, incluido él.

*****

Danny por supuesto que nota el cambio de humor repentino del Seal, claro que se da cuenta de que se muerde la lengua para saber que anda haciendo últimamente y porque se tarda en volver de cualquier lugar, incluso de la lavandería, porque no hace la colada la hace Steven, ya una vez casi descompone la lavadora del SEAL y el no puede afrontar el arreglo de ese trasto.

Pero cree obvio que Steve sabe que él nota su irascibilidad últimamente, es un detective después de todo. Estas cosas no se le escapan pero por alguna razón...  aunque él se haga el tonto, le gusta que el Seal ponga esa cara de pocos amigos, incluso cuando por alguna razón Gaby puede darles una mano en algún caso y él se dedique a regalar sonrisas o tonos suaves a la mujer con la que sale, solo para ver luego en la cara del SEAL, una mueca de constipación que le dura días pero que no menciona palabra de eso o siquiera se atreve a decir lo que piensa en realidad, y eso le da curiosidad. Lo que pasa en la cabeza de ese hombre es demasiado descabellado pero no deja de ser entretenido, claro eso no lo admitirá nunca, menos en voz alta.

Bebe de su café y come su tostada con mermelada, la mermelada de frutos rojos de Steve porque él no tiene mermelada favorita, el Seal si, y paradójicamente él es el único que la prueba... eso es raro, pero nunca falta la mermelada en esa casa.

Hojea el diario mientras espera que Steve vuelva de nadar, y el no sabe de dónde saca tanta energía, supone que es por haber vivido toda su vida sobre un bote, bueno, bueno, "barco naval" puff ni que alguien le estuviera corrigiendo mientras piensa con desgano como ha vivido Steve toda su vida llena de reglas.

El sonido de unas pisadas llama la atención del detective pero no se gira para observar a la persona que entra mojando el piso de la entrada de la cocina con agua salada, es más que obvio de quien se trata, Danny no necesita sus habilidades detectivescas para saberlo, pero lo que el detective ignora es que ese pequeño gesto de desinterés, que vine con la cotidianeidad de la convivencia diaria, hiere a Steve de una manera que para cualquiera no tendría más importancia de la que en realidad tiene, pero Steve es diferente, más en estos momentos de su vida donde lucha día a día para no sucumbir a ese sentimiento que se gesta en su interior.

Así que el detective no observa la mirada dolida del SEAL cuando este no le mira, pasándole desapercibida la hostilidad resultante de ese rechazo inconsciente, hostilidad que enfrentara en unos cuantos minutos cuando Steve se marche al cuartel del Five-0 sin él.

Lo único que le alerta de su partida es el sonido característico del Camaro al ser encendido y posteriormente el sonido de sus neumáticos sobre la grava de la entrada al alejarse. Y es en ese punto, en que tanto Danny como Steve se dan cuenta que esta situación ya no da para más.

- ¿Pero qué demonios?- gruñe levantándose de su silla, dirigiéndose a la ventana solo para observar a su auto desaparecer por la calle.

Algo no va bien, definitivamente algo está poniendo cada vez peor a su amigo, el sabe que ciertas cosas le molestan y es divertido hacerlo rabiar de vez en cuando, no sería él sino se molestara por las respuestas del Seal, pero esto ya no es normal, algo pasa y tiene que averiguar que es.

Llama a Chin el está fuera del curso de su casa a la oficina pero al tener la motocicleta es más probable que llegue antes que Steve, corre poniéndose  los zapatos y la corbata, toma su pistola, su billetera, su celular y sale poniendo llave a la casa, su compañero ya está afuera esperándole, el cual le tiende el casco puesto y se ríe de él.

- ¿Mala mañana?- dice divertido que Steve lo dejara de plantón.

- Calla, esto tiene una razón y voy a averiguar qué demonios pasa...- dice tranquilo pero con la mente trabajando con toda su capacidad de enfoque; Tema: Steve McGarrett. Se coloca la campera de cuero y el casco negro, es una mañana fría después de todo.

- Estoy contigo Brah.- Chin ríe y se coloca el casco, dándole arranque a la moto y poniéndose en camino.

Steve llego a los cuarteles del Five-0 en tiempo record, amargamente se dio cuenta que sin Danny a su lado el viaje se hacía en la mitad del tiempo y eso era porque él, intencionada o inconscientemente, conducía por vías alternas para prolongar su tiempo con el detective por las mañanas. No pudo evitar que su rostro demostrara lo mucho que le afectaba eso, y en general todo su cuerpo demostrara lo mal que se encontraba después de lo sucedido una hora antes.

Entro en las oficinas sin preocuparse de las miradas curiosas, no eran personas a las que prestara la mas mínima atención y su opinión le importaba un rábano, además de que al llegar tan temprano se imagino que no habría ni un alma en los pasillos del cuartel, fue por esa falsa idea que no estaba tan alerta como siempre y no disimulo su malestar como siempre hacia delante de su equipo.

Al momento de atravesar las puertas de cristal y quedar bajo el ojo crítico e intuitivo de Kono, quien había llegado temprano para terminar unos informes pendientes sobre su última misión, se dio cuenta que quizá nunca debió bajar la guardia.

La morena no puedo evitar levantar la vista de la mesa multimedia cuando escucho las pisadas dentro de las oficinas, estaba a punto de saludar a la persona que entraba creyendo que sería su primo Chin, cuando se quedo completamente paralizada al ver la cara desmoralizada y alicaída de su jefe. Y en lugar de los buenos días habituales que proclamaba, de sus labios salió algo que no hubiese dicho nunca de no ser porque estaban completamente solos y porque Steve se veía realmente abatido y triste.

- Jefe, ¿Te rechazo? - soltó sin más, provocando que el SEAL se quedara completamente inmóvil en su sitio debido a la sorpresa de ver a alguien ahí a esas horas, pero aun mas con la pregunta que en un momento inicial no comprendió.

- ¿De qué hablas Kono? ¿Rechazarme quien? ¿Y qué haces aquí tan temprano? - devolvió Steve, recomponiéndose con una velocidad increíble, que provoco que Kono creyera que no había visto bien en un primer momento, pero la duda paso rápidamente.

- ¿Yo?... ¿Trabajar?- dijo frunciendo el ceño, divertida por la pregunta.- Pero me refiero a Danny... no está contigo tampoco, así que deduzco que algo paso... ¿Quieres hablar de ello, jefe?- dijo capturando la completa atención del Seal, la cadete rodeo la mesa y se apoyo  frente a la misma cruzándose de brazos.

- Nada de qué preocuparse, Kono. - respondió un tanto a la defensiva. - Solo tenía que llegar un poco más temprano, papeleo que arreglar y eso, ya sabes, lo de siempre. - agrego, comenzando a avanzar hacia su oficina, esperando que Kono lo dejara estar por el bien de su salud mental.

- Claro... - lo siguió, no era la primera vez esa semana que lo veía así, solo que con tanta gente al rededor no se podía platicar de nada y no podía desaprovechar la oportunidad de prestarle una oreja al jefe.- Así que... si fue Danny, ¿eh? - dijo, apoyándose en el marco de la puerta de la oficina del comandante.

Steve cerró los ojos y dejo escapar un suspiro de sus labios al escuchar a Kono, era obvio que no le iba a dejar estar.

- Tenía que llegar temprano, Kono, y ya sabes que Danny no se levanta antes de su hora ni aunque su vida dependa de ello. - respondió Steve. - No pasa nada.

-  Si por supuesto, ehh... igual es agradable pasar un rato con usted...- se sienta frente a él y sube los pies al escritorio  entrelazando los dedos sobre su estomago, mirando a su alrededor disfrutando del ambiente, sonriendo placida.- Danny anda tan ocupado últimamente que ni me habla de nada que no sea trabajo... creo que Gaby está monopolizando su  tiempo...- menciono, fingiendo falsa molestia por ese hecho.

Steve intento por todos los medios que su cara no le traicionara y le mostrara a la novata la molestia que el nombre de esa mujer le causaba, gracias a sus años en la marina y a su entrenamiento para no revelar información clasificada lo logro, pero solo por muy poco, Kono era demasiado intuitiva para su gusto, casi tanto como Danny.

- Danny está intentado rearmar su vida, es lógico que quiera pasar tiempo con ella. - y las palabras le saben tan amargas que por un momento cree que va a vomitar debido al efecto doloroso que le provoca el mencionarlas.

- Si cierto... me gusta ver feliz a Danno... ¿Sabías que la llevo a surfear con él? Uhgg, que bronca me agarro... antes solía hacer eso conmigo... por Gracie decía, pero podíamos charlar al menos... lo extraño, es como si estuviera ausente, distraído... es paradójico ser dejado de lado así.- dijo ya con un puchero mirando por la ventana, dándole el tiempo de estallar a su jefe.

- Danno no surfea. - dijo, incapaz de disimular su sorpresa y su molestia, cuantas veces no le había pedido a Danny que fuera a nadar con él y siempre le rechazaba, ciertamente demasiadas, y ahora se venía a enterar que hasta surfeaba con... esa. - Me lo.... me lo hubiera dicho.-

Y el dolor es casi tan palpable en su voz que incluso Kono nota de inmediato que ha tocado la vena sensible que lo trae tan mal, por ello Steve se patea mentalmente en espera de lo siguiente que hará su subalterna.

- ¡Lo sé! tuve tantas ganas de boicotear su traje de baño cuando me los cruce en el estacionamiento...- se muerde el labio.- Pero bueno... tengo que controlar mis celos, es un compañero después de todo, solo que cuando me ignora ¡ains! le juro jefe, me pasaron por al lado me sonrieron ¡¡y siguieron de largo!! - Kono se levanto de la silla con energía - Tenía ganas de tirarles con mi caja de cera.- dijo de espaldas al Seal, aguantándose la sonrisa y con las manos en la cintura espero.

- El esta... enamo... - no logra decir la palabra completa.- es lógico que no tenga ojos para nadie más, Kono. - casi escupió Steve, al ser incapaz de mencionar la palabra "enamorado" - Por dios, Kono, déjalo, no quiero hablar de su relación con esa mujer. - casi gruño al final, dándose por vencido a intentar enmascarar lo que sentía por más tiempo.

- Lo sé...- se sentó y subió otra vez los pies al escritorio notando que ni siquiera pensaba en lo que ella hacía solo en lo que Danny le provocaba - Solo me gustaría tirar a Gaby por un risco... - dijo con saña y mirando a su jefe con los ojos finos como una línea, escrutando su comportamiento, viendo como en vez de escribir los informes rompía hoja tras hoja con la lapicera sin darse cuenta.

- No lo dejaría. - sentencio después de un momento el comandante, dejando de destruir los papeles al tiempo que su cuerpo se encogía ante la admisión de aquello, porque por mas que le doliese que Danny estuviera con la doctora Asano, el sabia que eso era bueno para su amigo, por eso no decía nada, se callaba su molestia y no le preguntaba nada mas allá de lo estrictamente necesario sobre su relación con la mujer. - Ella le hace bien.-

- Si pero usted lo quiere y le está destrozando la vida, jefe - comentó desilusionada, observando como hacia bollos de papel con furia de las hojas rotas, y paralizándose luego de procesar las palabras, mirándola con los ojos muy abiertos y sin contestar por unos minutos, en los que la cadete espero en silencio.

Pero la respuesta jamás llego, puesto que en ese momento un muy enojado Daniel entraba a su oficina seguido de Chin, quien no disimulaba su risa en lo más mínimo ante el subsecuente regaño.

- ¿Oh pero que tenemos aquí? Al mal amigo y la chica bonita de la oficina... ¿De qué hablaban?- dijo sentándose en el mueble de la ventana y mirándolos a ambos, esperando sonriente y muy  molesto una respuesta, Kono inmediatamente cambio su postura y se dirigió a su primo.

- Buenos días Danny, ¡¡Primo!! Oye... sabes tengo una duda con un informe...- lo agarro del cuello y lo arrastro fuera del campo de batalla...

Steve observo como los dos primos abandonaban su oficina como si en ella hubiese una bomba o algo parecido, lo cual no estaba muy alejado de la realidad si lo ponía en perspectiva.

El comandante giro su atención hacia su compañero un segundo después de ver a Kono desaparecer por el marco de la puerta, solo para encontrarse con la mirada de Daniel clavada en él.

- No estoy de humor para esto, Danny - dijo Steve, tirando los restos de los papeles destrozados de los informes, los cuales tendría que volver a hacer.

- No estás de humor... ¿No estás de humor? ¿Y qué humor es ese McGarrett? porque no es muy normal tu comportamiento de esta mañana...- dijo haciendo ademanes de toda la situación y parándose frente a él.- Siempre venimos juntos al trabajo... incluso antes de que estuviera quedándome en tu casa... así que si tienes un problema... solo dilo. - dijo poniendo sus manos en los bolsillos.

- Necesitaba estar solo. - "Necesitaba estar lejos de ti porque me hieres" es lo que realmente piensa pero no lo dice, no puede hacerle eso a Danny, no después de todo lo que le ha pasado, no puede cargarlo también con sus problemas. - Es demasiado pedir un tiempo para mí. - replico un momento después, con la voz un poco más firme que antes pero sin llegar a ser lo suficientemente cortante como para elevar el coraje de Danny.

- Ok... es cierto no solo trabajamos todo el día juntos, también terminamos en la misma casa todos los días... buscare con mas ahincó un lugar donde quedarme… - sentencio saliendo de la oficina, si en realidad Steve estaba cansado de verlo, y era de lo más normal, el podía hacer lo mínimo indispensable para mantener la armonía y mudarse.

Steve se abalanzó hacia la puerta de su oficina en cuanto escucho las palabras de Daniel, deteniéndolo por el brazo cuando estuvo lo suficientemente cerca.

- No quiero que te mudes, no quise decirlo así. - dijo Steve, suavizando sus facciones de una manera considerable. - Yo solo... necesitaba pensar muchas cosas, Danny. - agrego bajando la mirada, incapaz de soportar el escrutinio del detective.

- Cosas...- Danno levanto la mirada un poco más, estaban a dos paso de distancia y quería verle a la cara.- ¿Cosas que te llevan a llevarte mi auto y las llaves de tu camioneta?- pregunto levantando las cejas.

No tenia respuesta en realidad, pero no tuvo que dar ninguna porque Kono apareció y le dijo que el Gobernador lo quería en su oficina ya, y que la hacía responsable a ella si no iba por lo que ella misma se ofreció a llevarlo, Danno la miro  preguntándose si había sonado algún teléfono porque él no había escuchado.

- ¿Que fue lo que sucedió aquí? - le pregunto la voz de Chin, cuando Steve y Kono empezaron a correr. Y realmente Danny no tenía una respuesta clara para su compañero porque ni el mismo sabía qué demonios estaba pasando con Steve.

Continuara...

fanfic, jealousy, comunidadh50, angst, steve/danno, hawaii five-0, a.u., slash, mcdanno

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