Comunidad:
reto_diario.
Título: Un cachorrito perdido.
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!/Doctor Who.
Claim: Rory, Amy, Gokudera.
Advertencias: Pre-canon para ambos fandoms. Sin spoilers de momento. Continuación del
RD de ayer.
Notas: Soso y rápido ;; siento que haya quedado tan... bizarro.
-Amy, ¿por qué hay un niño en tu casa?
Rory permanecía parado en la puerta de la cocina, mirando extrañado al muchacho que se encontraba sentado en la mesa, examinando un vaso de chocolate caliente como si temiera que estuviera envenenado o algo.
El chico se volteó a verlo con una expresión enfadada en su rostro.
-¡No soy un niño! ¡Tengo once años! -exclamó, cruzándose de brazos.
-Uhm, claro.
Amy apareció sorpresivamente a su lado, con una sonrisa radiante en su rostro.
-Lo encontré tirado, creo que me lo quedaré -respondió como quien habla de un cachorrito abandonado.
-¡No soy un animal, mujer! ¡Y no me quedaré!
La joven sólo soltó una risa divertida y se acercó a la cocina para preparar algo. Rory sólo la miró sorprendido, y tenía que admitir que concordaba con el pobre niño.
-No estás hablando en serio, ¿cierto? -No quería creer que los problemas psicológicos de su casi-novia habían llegado tan lejos.
-Bueno, realmente lo encontré. Creo que escapó de su casa.
-¡Nunca dije eso! -¿Es que ningún adulto pretendía escucharlo?
Rory los miró a ambos, y finalmente decidió tomar a Amy de un brazo y arrastrarla hasta alguna habitación donde Gokudera no pudiera oírlos.
-¿No piensas llevarlo a la policía? ¿O buscar a sus padres?
La sonrisa en el rostro de la pelirroja desapareció con esa pregunta.
-No creo que sea de Leadworth.
Rory la miró confundido.
-Es imposible escapar en un lugar como este sin irte a otra ciudad. Es demasiado pequeño. -Amy no admitiría que hablaba por experiencia-. Además tiene acento italiano.
-¿Estás diciendo que viene de Italia?
-Podría ser un turista, o algo. -Se encogió de hombros-. En un momento se le escapó algo acerca de la mafia…
-¿Y tú le crees? ¡Amy!
La joven se cruzó de brazos y le dirigió una mirada seria.
-Sé lo que se siente decir la verdad y que no te crean por la edad que tienes -dijo con cierta severidad en su voz-. No creo que estuviera mintiendo. De hecho, no creo que haya querido que escuchara ese comentario.
Conocía a Amy desde hacía años, y ya se había habituado un poco a los problemas de la muchacha, con lo que trató de hablarle con toda la calma que le era posible juntar en una situación tan bizarra.
-No planeas quedártelo de verdad.
-¡Claro que no, tonto! -respondió ella alegremente-. Sólo le dejaré quedarse aquí hasta que quiera regresar con su familia o sepa a donde ir.
Rory le miró con la boca abierta, sin saber qué decirle.
¿Por qué? ¿Por qué esa mujer tenía que ser tan cabeza dura para algunos temas?