Comunidad:
reto_diario.
Título: Seguimiento permitido.
Fandom: The Dresden Files/Katekyo Hitman Reborn!
Claim: Harry+Gokudera.
Advertencias: Las mismas de antes. Continuación del
RD de ayer.
Notas: Esto es más "pequeño interludio :'D" que "capítulo" en serio. Lo escribí temprano, conste. Sólo no se me ocurría como seguir.
-No deberían estar en este lugar a estas horas de la noche, niños -les regañó Harry, pero fue olímpicamente ignorado.
-¡Esa fue magia de verdad! ¿Cierto? -exclamó Gokudera, emocionado-. Ahí tienes tu prueba, mocoso. Te dije que era real.
-Huele a azufre… -murmuró Chrome.
No iba a contestar a eso. Y por suerte, no tenía que hacerlo, porque el mayor del grupo se acercó a él, casi iluminando todo a su alrededor.
-¿Puedes decirme cómo funciona?
-No -fue toda la respuesta que dio Harry-. ¿Qué se supone que hacen aquí a estas horas?
-Comprar libros -dijo Gokudera sin darle mucha importancia-. ¿Eso era un vampiro de verdad?
“Y esto, damas y caballeros, es otro día en la vida de Harry Dresden. Si no me toman en broma, son fans. Esto es peor que las preguntas de Billy…”.
-Cuanto menos sepan mejor, niños. -El mago se cruzó de brazos-. ¿Tienen a alguien que los pueda llevar a salvo a sus casas?
Gokudera frunció levemente el entrecejo.
-Podemos cuidarnos solos.
Harry pensó en lo que fuera que hubiese volado al vampiro en pedazos. Recordó también las imágenes que había presenciado gracias a su Vista, y la leve sensación similar a la de su magia que había notado al extender sus sentidos en busca del monstruo. Para ser mortales, esos niños tenían una considerable cantidad de poder y un gran espíritu de batalla también. De hecho no podía asegurar que no fueran magos o talentos menores que no habían descubierto el mundo mágico aún.
Eso no quitaba que siguieran siendo niños. Con una chica en el grupo. Y que él necesitara saber dónde vivían.
-Tuviste suerte con uno, pero estos tipos vienen en grupo. Si llegas a encontrar a más de ellos, ustedes no van a salir tan bien parados como ahora. -Lo cual no era mentira-. Sin contar que los ayudé.
El mayor del grupo guardó silencio un minuto, como teniendo una pelea interna. Usualmente habría respondido eso con un insulto y se hubiera ido, tal vez pateando antes el trasero del que le había dicho eso si lo veía necesario. Pero acababa de descubrir que Harry Dresden, el único mago que se promocionaba y que estaba rodeado de rumores de que realmente tenía magia, el mismo mago cuyo anuncio aún guardaba en algún lugar de su habitación en Japón y al que había deseado visitar en persona durante varios años, era un mago de verdad. ¿Cuándo volvería a tener una oportunidad como esa?
Gokudera se tragó todo lo que pudo de su enorme orgullo y decidió pensar únicamente en los beneficios de lo que estaba a punto de proponer. Eso levantó un poco su espíritu de fan.
-No tenemos a nadie.
Harry arqueó una ceja.
-¡De acuerdo! Puedes acompañarnos hasta que alcancemos una zona más segura -dijo mirando a otro lado, y con un tono un tanto desafiante. Mago y todo, no tenía intenciones de dejar que un desconocido supiera la localización del Décimo.
Lástima que en el camino se distrajo tanto haciendo preguntas, que Harry sí siguió acompañándolos hasta la entrada del hotel.
…Tendría que disculparse mucho con Tsuna por eso.