Ugh...
Comunidad: reto_diario.
Título: Con amigos así, para qué quieres enemigos.
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Claim: Lal, Gokudera, Fran.
Advertencias: Alternative Universe.
Continuación: Por aquí.
Notas: De vuelta el de los superhéroes. Este no iba a ser así, de hecho esto iba a ser sólo el principio de la viñeta, pero estaba demasiado apurada como para explayarme más, así que lo dejé así. Ya para la próxima desarrollaré bien la idea *gota*. Hm... debo advertirlo, esto es corto, bobo y sin punto alguno, so...
-¡¿Él?! ¡Este mocoso insolente no va a servirnos de nada en la misión! ¡Sólo va a ser un estorbo! -exclamó Gokudera, señalando acusadoramente al joven de cabello verde quien se encontraba cómodamente sentado sobre el sillón (su sillón, por cierto), sin prestarle mucha atención a los gritos del otro.
Lal consideró seriamente hacer que su subordinado se callara a los golpes, pero decidió ir por el camino más rápido y menos molesto.
-Uni requirió la ayuda de algún representante de los Varia. Él era el único disponible… -Antes de que pudiera decir las palabras que terminarían la discusión, fue interrumpida nuevamente por Gokudera.
-¡Claro que era el único disponible! ¡Nunca hace nada además de perder el tiempo y darle información a ese hijo de puta que tiene por Maestro!
Antes de que Fran pudiera replicar algo (que más que replicar, habría sido “devolver el insulto”), Lal continuó con lo que estaba diciendo como si el joven de cabello grisáceo nunca hubiera abierto la boca.
-Deja de quejarte o tú te convertirás en el estorbo.
Y aunque Gokudera no volvió a responderle, Lal no pudo evitar pensar que al menos podría haber intentado ser más disimulado con ese “Perra” que había murmurado (si es que eso podía considerarse “murmurar”).
Fran intercambió su mirada entre ambos, y decidió ignorar la discusión anterior para pasar directamente al tema que le interesaba, el motivo por el que había ido al cuartel un día antes de lo requerido para la misión.
-¿Dónde está Chrome? -preguntó haciendo claro el aburrimiento en su voz.
Si el enojo en Gokudera antes era visible, ahora había pasado a ser directamente palpable. Lal, que había estado a punto de irse, decidió quedarse cerca por precaución al sentir el repentino malhumor de su subordinado. No quería que volara el edificio por los comentarios descarados de cierto Varia.
-Eso no es de tu incumbencia, rana estúpida -contestó el joven, sin tener que levantar el tono de voz para que la furia en él fuera notable.
Fran suspiró. Y en ese preciso instante, todos los presentes supieron que cualquiera fuera la respuesta que el muchacho tuviera planeado dar, ellos iban a terminar pagando las consecuencias de esas palabras.
Cuando Tsuna y Uni se dirigieron a la sala de entrenamientos del Grupo Ocho para entregarles la información necesaria para su misión, al pobre chico casi le da un infarto, mientras la muchacha hizo todo su esfuerzo para ocultar la sonrisa de su rostro. Porque al abrir la puerta, lo único que encontraron del lugar fueron sus escombros.
Y Tsuna no pudo evitar hablar sus pensamientos, con la voz ahogada por el casi infarto que había tenido al ver aquel desastre.
-T-te dije que era una mala idea llamar a los Varia.
Título: Con amigos así, para qué quieres enemigos.
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Claim: Lal, Gokudera, Fran.
Advertencias: Alternative Universe.
Continuación: Por aquí.
Notas: De vuelta el de los superhéroes. Este no iba a ser así, de hecho esto iba a ser sólo el principio de la viñeta, pero estaba demasiado apurada como para explayarme más, así que lo dejé así. Ya para la próxima desarrollaré bien la idea *gota*. Hm... debo advertirlo, esto es corto, bobo y sin punto alguno, so...
-¡¿Él?! ¡Este mocoso insolente no va a servirnos de nada en la misión! ¡Sólo va a ser un estorbo! -exclamó Gokudera, señalando acusadoramente al joven de cabello verde quien se encontraba cómodamente sentado sobre el sillón (su sillón, por cierto), sin prestarle mucha atención a los gritos del otro.
Lal consideró seriamente hacer que su subordinado se callara a los golpes, pero decidió ir por el camino más rápido y menos molesto.
-Uni requirió la ayuda de algún representante de los Varia. Él era el único disponible… -Antes de que pudiera decir las palabras que terminarían la discusión, fue interrumpida nuevamente por Gokudera.
-¡Claro que era el único disponible! ¡Nunca hace nada además de perder el tiempo y darle información a ese hijo de puta que tiene por Maestro!
Antes de que Fran pudiera replicar algo (que más que replicar, habría sido “devolver el insulto”), Lal continuó con lo que estaba diciendo como si el joven de cabello grisáceo nunca hubiera abierto la boca.
-Deja de quejarte o tú te convertirás en el estorbo.
Y aunque Gokudera no volvió a responderle, Lal no pudo evitar pensar que al menos podría haber intentado ser más disimulado con ese “Perra” que había murmurado (si es que eso podía considerarse “murmurar”).
Fran intercambió su mirada entre ambos, y decidió ignorar la discusión anterior para pasar directamente al tema que le interesaba, el motivo por el que había ido al cuartel un día antes de lo requerido para la misión.
-¿Dónde está Chrome? -preguntó haciendo claro el aburrimiento en su voz.
Si el enojo en Gokudera antes era visible, ahora había pasado a ser directamente palpable. Lal, que había estado a punto de irse, decidió quedarse cerca por precaución al sentir el repentino malhumor de su subordinado. No quería que volara el edificio por los comentarios descarados de cierto Varia.
-Eso no es de tu incumbencia, rana estúpida -contestó el joven, sin tener que levantar el tono de voz para que la furia en él fuera notable.
Fran suspiró. Y en ese preciso instante, todos los presentes supieron que cualquiera fuera la respuesta que el muchacho tuviera planeado dar, ellos iban a terminar pagando las consecuencias de esas palabras.
Cuando Tsuna y Uni se dirigieron a la sala de entrenamientos del Grupo Ocho para entregarles la información necesaria para su misión, al pobre chico casi le da un infarto, mientras la muchacha hizo todo su esfuerzo para ocultar la sonrisa de su rostro. Porque al abrir la puerta, lo único que encontraron del lugar fueron sus escombros.
Y Tsuna no pudo evitar hablar sus pensamientos, con la voz ahogada por el casi infarto que había tenido al ver aquel desastre.
-T-te dije que era una mala idea llamar a los Varia.