Mátenme. ¿Qué mierda estoy haciendo? x_X
Título: 0. La obligación de aceptar.
Fandoms: Animorphs/Katekyo Hitman Reborn.
Claim: Animorphs+Erek únicamente, de momento.
Advertencias: Spoilers hasta, aproximadamente, el libro 20 de Animorphs (por mención a una de sus misiones en ese arco de libros). Spoilers hasta el arco del futuro de KHR. Pseudo-what if... en el que el Arco de Sucesión no ocurre (al menos no aún). Y lo de siempre, sosedad, OoC, mucho diálogo y poca acción (?). Pero pretendo cambiar eso último.
Continuación: Por aquí.
Notas: -W- No debería haber escrito esto. Ni siquiera debería haberlo planeado antes del miércoles ¬_¬. Más vale que saque más de 6 en el examen por esto ù_ú. *Sigh*. Culpen a la fiebre -w-. Hm... Esto es una especie de prólogo para una historia que tengo planeada. Con suerte no tendrá continuación en un largo rato º^º. Es tan corto y bobo que dudo que produzca severos traumas, pero igualmente no acepto demandas ni pretendo pagar psicólogos.
Yeerks. Pequeños parásitos con forma de babosas grises que se insertan por el oído de sus víctimas y viajan hasta su cerebro, llenando cada ranura él y tomando completo control sobre el cuerpo invadido. En su estado natural son ciegos y prácticamente inútiles.
Y también son alienígenas.
Que no hayas oído hablar de ellos no significa nada. Mucha gente sabe acerca de los yeerks. Pero la mayoría de ellos han perdido la capacidad de hablar por su cuenta… porque han sido transformados en Controladores. Aquel es el término para designar a las criaturas que han sido invadidas por un yeerk.
Nadie puede decir cuántos Controladores humanos hay en el mundo. Nadie querría saber el número de todas formas.
Porque la Tierra está siendo invadida por estas criaturas. Silenciosamente, ya que su objetivo no es dañar nuestros preciosos cuerpos, sino utilizarlos como armas. Peones para su guerra contra el universo. Billones de peones.
Lo que los yeerks no saben es que en este planeta existen personas más fuertes de las que ellos esperarían. Los Animorphs son algunas de ellas. Cinco niños con la capacidad de transformarse en animales, que han pasado meses oponiéndose (exitosamente) a las fuerzas de estos invasores.
Pero no son los únicos.
-¡¿La Mafia?! ¡Tienes que estar bromeando!
El Burger King en el que se encontraban discutiendo estaba repleto a esa hora del mediodía. Era viernes y las clases ya habían terminado, por lo que todos los chicos aprovechaban la tarde para salir a divertirse con sus amigos. El barullo dentro del recinto era demasiado alto como para que alguien se percatara de la conversación que aquel particular grupo de chicos estaba sosteniendo.
Erek (o el holograma proyectado para ocultar su cuerpo androide) frunció el ceño y los miró a todos con seriedad.
-Bueno, Marco tiene un punto -dijo Cassie, más calmada que el resto de sus compañeros-. Tenemos bastantes problemas enfrentándonos con criaturas de otros planetas. Sumar problemas de este mundo a eso…
-Sería la locura más grande que podríamos hacer.
-¿Qué es la mafia?
-Ahora no, Ax. Es demasiado complicado para explicarlo en este momento -respondió Jake, agradeciendo que su amigo alienígena no hubiera comenzado a jugar con la palabra “mafia”.
Erek cerró los ojos y suspiró, como si estuviera a punto de decir algo que había querido evitar mencionar (al menos directamente) antes.
-¿Recuerdan el plan de los yeerks para controlar a algunos de los más poderosos líderes del mundo hace unos meses? ¿Recuerdan que era su gran oportunidad? ¿Que si lo lograban perderíamos cualquier posibilidad de combatirlos? -Todos asintieron en silencio. -Eso no es nada en comparación a esto.
Nadie dijo una palabra, mientras la magnitud de lo que aquello significaba iba cayendo lentamente sobre ellos, como un enorme peso más sobre sus hombros.
-Ahora escuchen. El futuro líder de la familia Vongola va a venir a esta ciudad -comenzó a explicarles Erek-. Nadie sabe por qué exactamente, es una suerte que los yeerks se hayan enterado de su visita. Hasta ahora nadie con un puesto medianamente importante en dicha familia ha podido ser transformado en un Controlador.
Lo cual no era poco decir. Que de una organización completa, ni un solo miembro de importancia hubiera sido dominado por los yeerks no era algo que pudiera ocurrir por pura suerte. Aquella gente no era para tomar a la ligera.
-Vongola es una de las mafias italianas más importantes. Tal vez la más poderosa del mundo en este momento. Solos de por sí ya son extremadamente fuertes, pero además de eso han formado una peligrosa alianza con otras mafias, ninguna de ellas pequeña, precisamente -continuó el Chee ante el silencio de los Animorphs-. Dentro de poco tiempo el Décimo jefe sucederá al Noveno, pero hasta este momento lo único que se sabe acerca de él es que vive en Japón.
-Y ahora está viniendo aquí… -dijo Cassie, comprendiendo a dónde se dirigía Erek-. Es como si se sirviera en una bandeja de plata.
-Es aún peor que eso. Sólo viene acompañado por sus seis Guardianes y un par de asesinos.
-Pfff, ¿en qué estará pensando ese tipo? Yo no salgo de mi casa normalmente sin por lo menos mi guardia de cien ninjas -bromeó Marco-. Están aquí ahora, de hecho.
La mayoría puso sus ojos en blanco ante las palabras sarcásticas de su amigo.
-No lo comprendes. -Erek negó con la cabeza- Tanto el Décimo Jefe como sus Guardianes… no son más que niños de su misma edad.
Todos se quedaron en silencio de nuevo, mirando a su informante con expresiones de pura sorpresa. Excepto Ax, quien no captaba demasiado lo que ocurría.
-Estás bromeando, ¿no es cierto? -preguntó Rachel con rudeza.
-¿Me ves riéndome? Desearía que fuera una mala broma.
-¿Cómo alguien de la Mafia puede hacer semejante idiotez? -Tobías se cruzó de brazos en su forma humana que había adoptado especialmente para la reunión.
-Erek -interrumpió Jake, mirando al Chee con extrema seriedad-. ¿Estás pidiéndonos que lo protejamos?
-Nosotros no podemos hacerlo. Vigilarlos es una cosa, pero si los yeerks deciden actuar, no habrá nada que podamos hacer para impedirlo.
-¡¿Estás pidiéndonos que protejamos a un retorcido niño mafioso?! -exclamó Rachel completamente indignada-. Lo siento, pero cualquier chico que sea de la mafia a esta edad tiene que ser retorcido.
Todos estaban de acuerdo con eso, en cierta medida. Pero sabían que no había otra opción, y fue Jake quien se encargó de poner eso en palabras.
-No estamos aquí para hacer juicios. Sea quien sea ese chico, no puede ser peor que los yeerks -dijo con aquel tono de voz que utilizaba cuando hacía su papel de líder en el grupo. No quería forzar su decisión sobre nadie, pero todos comprendían que aquella misión no era opcional-. De acuerdo, Erek. Nos encargaremos de que los yeerks no pongan sus manos sobre esos chicos.
Fandoms: Animorphs/Katekyo Hitman Reborn.
Claim: Animorphs+Erek únicamente, de momento.
Advertencias: Spoilers hasta, aproximadamente, el libro 20 de Animorphs (por mención a una de sus misiones en ese arco de libros). Spoilers hasta el arco del futuro de KHR. Pseudo-what if... en el que el Arco de Sucesión no ocurre (al menos no aún). Y lo de siempre, sosedad, OoC, mucho diálogo y poca acción (?). Pero pretendo cambiar eso último.
Continuación: Por aquí.
Notas: -W- No debería haber escrito esto. Ni siquiera debería haberlo planeado antes del miércoles ¬_¬. Más vale que saque más de 6 en el examen por esto ù_ú. *Sigh*. Culpen a la fiebre -w-. Hm... Esto es una especie de prólogo para una historia que tengo planeada. Con suerte no tendrá continuación en un largo rato º^º. Es tan corto y bobo que dudo que produzca severos traumas, pero igualmente no acepto demandas ni pretendo pagar psicólogos.
Yeerks. Pequeños parásitos con forma de babosas grises que se insertan por el oído de sus víctimas y viajan hasta su cerebro, llenando cada ranura él y tomando completo control sobre el cuerpo invadido. En su estado natural son ciegos y prácticamente inútiles.
Y también son alienígenas.
Que no hayas oído hablar de ellos no significa nada. Mucha gente sabe acerca de los yeerks. Pero la mayoría de ellos han perdido la capacidad de hablar por su cuenta… porque han sido transformados en Controladores. Aquel es el término para designar a las criaturas que han sido invadidas por un yeerk.
Nadie puede decir cuántos Controladores humanos hay en el mundo. Nadie querría saber el número de todas formas.
Porque la Tierra está siendo invadida por estas criaturas. Silenciosamente, ya que su objetivo no es dañar nuestros preciosos cuerpos, sino utilizarlos como armas. Peones para su guerra contra el universo. Billones de peones.
Lo que los yeerks no saben es que en este planeta existen personas más fuertes de las que ellos esperarían. Los Animorphs son algunas de ellas. Cinco niños con la capacidad de transformarse en animales, que han pasado meses oponiéndose (exitosamente) a las fuerzas de estos invasores.
Pero no son los únicos.
-¡¿La Mafia?! ¡Tienes que estar bromeando!
El Burger King en el que se encontraban discutiendo estaba repleto a esa hora del mediodía. Era viernes y las clases ya habían terminado, por lo que todos los chicos aprovechaban la tarde para salir a divertirse con sus amigos. El barullo dentro del recinto era demasiado alto como para que alguien se percatara de la conversación que aquel particular grupo de chicos estaba sosteniendo.
Erek (o el holograma proyectado para ocultar su cuerpo androide) frunció el ceño y los miró a todos con seriedad.
-Bueno, Marco tiene un punto -dijo Cassie, más calmada que el resto de sus compañeros-. Tenemos bastantes problemas enfrentándonos con criaturas de otros planetas. Sumar problemas de este mundo a eso…
-Sería la locura más grande que podríamos hacer.
-¿Qué es la mafia?
-Ahora no, Ax. Es demasiado complicado para explicarlo en este momento -respondió Jake, agradeciendo que su amigo alienígena no hubiera comenzado a jugar con la palabra “mafia”.
Erek cerró los ojos y suspiró, como si estuviera a punto de decir algo que había querido evitar mencionar (al menos directamente) antes.
-¿Recuerdan el plan de los yeerks para controlar a algunos de los más poderosos líderes del mundo hace unos meses? ¿Recuerdan que era su gran oportunidad? ¿Que si lo lograban perderíamos cualquier posibilidad de combatirlos? -Todos asintieron en silencio. -Eso no es nada en comparación a esto.
Nadie dijo una palabra, mientras la magnitud de lo que aquello significaba iba cayendo lentamente sobre ellos, como un enorme peso más sobre sus hombros.
-Ahora escuchen. El futuro líder de la familia Vongola va a venir a esta ciudad -comenzó a explicarles Erek-. Nadie sabe por qué exactamente, es una suerte que los yeerks se hayan enterado de su visita. Hasta ahora nadie con un puesto medianamente importante en dicha familia ha podido ser transformado en un Controlador.
Lo cual no era poco decir. Que de una organización completa, ni un solo miembro de importancia hubiera sido dominado por los yeerks no era algo que pudiera ocurrir por pura suerte. Aquella gente no era para tomar a la ligera.
-Vongola es una de las mafias italianas más importantes. Tal vez la más poderosa del mundo en este momento. Solos de por sí ya son extremadamente fuertes, pero además de eso han formado una peligrosa alianza con otras mafias, ninguna de ellas pequeña, precisamente -continuó el Chee ante el silencio de los Animorphs-. Dentro de poco tiempo el Décimo jefe sucederá al Noveno, pero hasta este momento lo único que se sabe acerca de él es que vive en Japón.
-Y ahora está viniendo aquí… -dijo Cassie, comprendiendo a dónde se dirigía Erek-. Es como si se sirviera en una bandeja de plata.
-Es aún peor que eso. Sólo viene acompañado por sus seis Guardianes y un par de asesinos.
-Pfff, ¿en qué estará pensando ese tipo? Yo no salgo de mi casa normalmente sin por lo menos mi guardia de cien ninjas -bromeó Marco-. Están aquí ahora, de hecho.
La mayoría puso sus ojos en blanco ante las palabras sarcásticas de su amigo.
-No lo comprendes. -Erek negó con la cabeza- Tanto el Décimo Jefe como sus Guardianes… no son más que niños de su misma edad.
Todos se quedaron en silencio de nuevo, mirando a su informante con expresiones de pura sorpresa. Excepto Ax, quien no captaba demasiado lo que ocurría.
-Estás bromeando, ¿no es cierto? -preguntó Rachel con rudeza.
-¿Me ves riéndome? Desearía que fuera una mala broma.
-¿Cómo alguien de la Mafia puede hacer semejante idiotez? -Tobías se cruzó de brazos en su forma humana que había adoptado especialmente para la reunión.
-Erek -interrumpió Jake, mirando al Chee con extrema seriedad-. ¿Estás pidiéndonos que lo protejamos?
-Nosotros no podemos hacerlo. Vigilarlos es una cosa, pero si los yeerks deciden actuar, no habrá nada que podamos hacer para impedirlo.
-¡¿Estás pidiéndonos que protejamos a un retorcido niño mafioso?! -exclamó Rachel completamente indignada-. Lo siento, pero cualquier chico que sea de la mafia a esta edad tiene que ser retorcido.
Todos estaban de acuerdo con eso, en cierta medida. Pero sabían que no había otra opción, y fue Jake quien se encargó de poner eso en palabras.
-No estamos aquí para hacer juicios. Sea quien sea ese chico, no puede ser peor que los yeerks -dijo con aquel tono de voz que utilizaba cuando hacía su papel de líder en el grupo. No quería forzar su decisión sobre nadie, pero todos comprendían que aquella misión no era opcional-. De acuerdo, Erek. Nos encargaremos de que los yeerks no pongan sus manos sobre esos chicos.