Título: Atuendos ridículos.
Fandoms: Katekyo Hitman Reborn!/One Piece.
Claim: Tsuna+Lambo.
Advertencias: Sin spoilers :D. Sosedad y OoC sí.
Notas: No mucho que decir. Sigo con las viñetas de "contexto" de los personajes en
el Xover!AU :3U. Algo tenía que escribir *gota*. Lo malo es que esto de los Xovers!AU da para mucho u_úU.
Lambo era el único usuario de Akuma no Mi que Tsuna había conocido en su vida. Pocos en Namimori lo sabían (únicamente sus Guardianes y Reborn, de hecho), pero nadie hacía preguntas cuando de la nada un adolescente de quince años aparecía para reemplazar al insoportable niño de cinco. A veces el chico no podía evitar pensar que la gente de Namimori hacía demasiadas pocas preguntas para su bien.
El poder de Lambo siempre había desconcertado a Tsuna, pero ya estaba acostumbrado a él, a pesar de encontrar extraño que existieran habilidades de ese estilo. Nadie (ni el propio Lambo, aparentemente) entendía muy bien cómo funcionaba. Una vez el chico le había preguntado a la versión adolescente de Lambo por qué sólo podía viajar en el tiempo durante cinco minutos, a lo cual el Guardián del Trueno había respondido simplemente “Porque a esa edad aún no sabía manejar el poder”.
-¿Y qué se supone que hace? -había preguntado Tsuna entonces. Pero nunca llegó a conocer la respuesta, porque en ese momento sus cinco minutos se habían agotado.
En general Lambo no usaba su poder muy seguido, excepto cuando lo hacían llorar. Aparentemente lo agotaba un poco, porque siempre regresaba dormido de sus viajes (su otra teoría era que molestaba tanto a la gente del futuro que terminaban por noquearlo). Nunca viajaba porque sí, y nunca había utilizado su extraña habilidad en otras personas. Tal vez no pudiera.
Pero de algo se podía estar seguro: Si Lambo lloraba, iba a terminar usando su poder. Así que Tsuna se resignó a seguir tranquilamente con su almuerzo en cuanto oyó los llantos del pequeño, que posiblemente acababa de ser “ignorado” al estilo Reborn. Aunque la curiosidad lo picó cuando, pocos minutos después, escuchó la risa de Gokudera detrás de la puerta, y las palabras “¡¿Qué demonios llevas en la cabeza, vaca idiota?!”.
El muchacho se levantó de la mesa y se dirigió a cubierta para ver qué ocurría. Al salir se encontró con un adolescente Lambo que miraba enfadado al Guardián de la Tormenta. Reborn y Yamamoto estaban allí también, el primero limpiando sus armas y el segundo sonriendo por la escena.
Y bueno, Tsuna debía admitir que ese sombrero con forma de cabeza de vaca que tenía puesto Lambo adolescente era gracioso. Aunque lo que más le llamó la atención fue la capa negra que cubría su cuerpo.
-¿Por qué llevas eso puesto, Lambo? -preguntó el chico con curiosidad, casi arrepintiéndose al mismo tiempo que las palabras terminaban de salir de su boca.
-¡Joven Vongola! -el Guardián del Trueno se volteó y lo saludó con una de sus sonrisas (que, no importase a quién se la dirigiera ni bajo qué situación, siempre le hacían pensar que estaba coqueteándole a alguien), antes de llevarse las manos a la cabeza para tocar su gorro-. En la última batalla perdí el otro, así que no me quedó más que usar el de mi infancia.
Tsuna arqueó las cejas. ¿Desde cuándo Lambo usaba sombreros? O capas, para el caso.
-No me refería a eso…
El otro lo miró sin comprender, y justo en aquel momento una pequeña nube rosa lo rodeó, y en su lugar apareció, dormido, un niño de cinco años.
Por algún motivo, el tiempo siempre se agotaba cuando estaba a punto de enterarse de algo. Aunque en ese caso era mejor, no estaba del todo seguro de querer saber por qué Lambo llevaba un atuendo tan ridículo.