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{viñeta: secreto} (original: sucia sociedad)
personajes. lázaro grimm, marizza dalton.
tabla. abecedario.
notas/advertencias. crack y lime.
palabras. 207.
Detrás de una taza de té, una simple mirada podía significar muchas cosas.
Tenemos algo de qué hablar,
(y es urgente)
no me siento bien,
(quiero irme de aquí, pero contigo)
no sabes lo que te espera,
(no, no quiero ni imaginármelo)
vamos dentro...
(y hagamos cosas que no debemos)
Y más.
Pero una sonrisa proveniente de esos finos labios -algunas veces húmedos, otras veces secos y casi siempre delinados con un tenue color rosa- significaba sólo una cosa.
¿Una cosa? No, quizá un millón; un secreto, un gran secreto que no se podía contar, una mentira que día tras día y noche tras noche crecía; un romance secreto, un montón de noches compartidas, silencios extensos en los cuales ambos se miraban sin mencionar palabra alguna... y más.
Ellos eran amigos a los ojos de todos, pero tras el cierre de esa puerta, ellos se convertían en amantes y cerraban sus ojos. Los cerraban, para no pensar en nada más, para amarse; para ser libres, para no pensar en nada, para imaginar -al menos por dos horas- que eran él y ella solamente, no un ellos.
Porque ellos no eran solamente compañeros. Menos conocidos, o extraños. Eran amantes.
Y -muy seguramente, conociendo la picardía de Lázaro- más.
personajes. lázaro grimm, marizza dalton.
tabla. abecedario.
notas/advertencias. crack y lime.
palabras. 207.
Detrás de una taza de té, una simple mirada podía significar muchas cosas.
Tenemos algo de qué hablar,
(y es urgente)
no me siento bien,
(quiero irme de aquí, pero contigo)
no sabes lo que te espera,
(no, no quiero ni imaginármelo)
vamos dentro...
(y hagamos cosas que no debemos)
Y más.
Pero una sonrisa proveniente de esos finos labios -algunas veces húmedos, otras veces secos y casi siempre delinados con un tenue color rosa- significaba sólo una cosa.
¿Una cosa? No, quizá un millón; un secreto, un gran secreto que no se podía contar, una mentira que día tras día y noche tras noche crecía; un romance secreto, un montón de noches compartidas, silencios extensos en los cuales ambos se miraban sin mencionar palabra alguna... y más.
Ellos eran amigos a los ojos de todos, pero tras el cierre de esa puerta, ellos se convertían en amantes y cerraban sus ojos. Los cerraban, para no pensar en nada más, para amarse; para ser libres, para no pensar en nada, para imaginar -al menos por dos horas- que eran él y ella solamente, no un ellos.
Porque ellos no eran solamente compañeros. Menos conocidos, o extraños. Eran amantes.
Y -muy seguramente, conociendo la picardía de Lázaro- más.