Titulo: Invasión
Autor: Darlin43
Fandom: Supernatural; Torchwood
Pairing/Personajes: Dean, Sam y Cass van a Cardiff siguiendo a un demonio en busca de un objeto sagrado religioso, pronto descubren que no están solos ahí.
Clasificacion: +15
Conteo de palabras: 13.111
Disclaimer: Ni Sobrenatural o Torchwood, junto con sus personajes o tramas me pertenecen, cada uno pertenece a su respectivo autor, yo solo tomo prestado el nombre de alguno de sus personajes para mi entretenimiento y el de los que lo quieran leer.
Resumen: Dean, Sam y Cass van a Cardiff siguiendo a un demonio en busca de un objeto sagrado religioso, pronto descubren que no están solos ahí.
Notas de Autor: (Los alienígenas Si me pertenecen ¬¬)
Capitulo 14
Ambos volvieron al pasillo, si iban a morir sería luchando.
-Dean…-
-Lo sé Sam, yo también…- Solo compartieron una mirada, Dean aun con la lanza bajo el brazo, y Sam con el artefacto alíen apuntando al pasillo. Ambos empapados en sudor, con arañazos, algún que otro corte, cansado a más no poder y aun así plantando cara, sin rendirse, siempre adelante.
El número de invasores negros en el pasillo había aumentado considerablemente, los rayos verdes se cruzaban una y otra vez, ya todo estaba perdido.
-¿Preparado para salir ahí y llevarnos por delante a todos los que podamos?- Dean miró orgulloso a su hermano ¿pequeño? Sam solo asintió y ambos saltaron a la vez al pasillo.
Los alienígenas seguían allí, pero estaban todos tumbados en el suelo, a su lado, un hombre los contemplaba.
-¡Cass!- Dean casi no podía salir de su asombro.
-¿Vuelves a ser tú?- Sam se acercó con cautela, pero Castiel solo le dirigió una mirada sencilla y ambos sabían que era el de nuevo.
-¿Qué te ocurrió? ¿Por qué hiciste esas cosas?-
-Para vosotros sería como una sobrecarga- Cass miró triste a los ojos de Sam, una nota de arrepentimiento se encontraban en ellos.
Cass se acercó antes de que dijeran nada más, miró la lanza, toco a los hermanos y ambos aparecieron de repente en el almacén donde habían dejado al “bebe” de Dean, en América.
-La lanza es como dije una de las armas más poderosas del cielo, pensad que soy como una bombilla que se ilumina con la gracia de Dios, pues la emisión de la lanza a un nivel tan alto como para hacerlo audible fue como una subida de tensión.-
-¿Cómo te has recuperado?- Sam aun no parecía confiar mucho en Castiel, por mucho que les haya salvado la vida.
-La lanza dejó de emitir, cuando la desactivasteis de los emisores pude recuperar la conciencia, y vi como todos los fantasmas que habían vuelto desaparecían al no tener ya su fuente de energía.-
-Eso explica que le paso a Ruby-. Cass miró perplejo a Sam, el no se había enterado de su vuelta y su partida.
-No importa ya- Dean empezó a acariciar su coche, les dejo hablar un poco más y luego se giró mirando a los dos.
-¿A quien le apetece una cerveza bien fría?- Todos sonrieron a la vez, y salieron del almacén dirigiéndose al primer bar que encontraran.
Al volver aparecieron en la plaza rodeados de todos los seres vivos que había en el almacén de la nave, y como habían previsto, la nave emitió un rayo rojo que a ellos no les afecto, pero descongeló a todos los que había allí, fueron los únicos que vieron con tristeza como la nave se alejaba. Y mezclados entre tanta gente como estaban, pudieron pasar desapercibidos. Al volver tumbaron a Ianto en una cama y le dejaron descansar mientras buscaban toda la información posible sobre sus compañeros, pero como esperaban, estos “cazadores” no se dejaban localizar, al igual que ellos no había casi nada real, solo una supuesta defunción del rubito hacía ya muchos años.
Después de terminar el informe de todo lo que habían visto, y catalogado, Jack descargó toda la información que había conseguido en el ordenador de Torchwood se despidió de Gwen, y se encaminó a la pequeña cocina. Llenó un vaso de agua y se la llevó a Ianto.
Al entrar en la habitación Ianto estaba despierto, intentando incorporarse, se había bebido los dos vasos de agua que le habían dejado en una mesita de al lado.
-No deberías de levantarte- El capitán se acercó a él, se sentó a su lado en la cama y le acarició la frente.
-Aun estas muy caliente, deberías de descansar- Ianto le cogió la cabeza y le besó intensamente.
-Mi temperatura no es culpa de la nave, si no de ti.- Jack se rió y le volvió a besar, esta vez dulcemente, disfrutando por primera vez en mucho tiempo, de tener tiempo para ello.
-¿Sabes? No deberías de quitarte nunca esa corbata-
-No estaba pensando en quitármela yo mismo- Una caricia de Jack rozó los pezones de Ianto, y este se estremeció ante su tacto.
-Quizás podríamos divertirnos un poco con lo que te queda de ropa, y luego, habría que asegurarse de que te des un baño, solo para “hidratar” tu piel-
-Tendrás que obligarme a ello capitán-
-¡Oh! Sabes que yo siempre gano…- Jack cogió a Ianto de la corbata, pero este le agarró de la cara y le obligó a tumbarse en la cama mientras volvían a unir sus labios.