Y bien, se acaba el año. Ahora mismo lo único que escucho son los
morteros y los silbadores que queman en la calle, y
las gaitas que tienen mis vecinos. Y ¿quién soy yo para no alegrarme un poco por el año que se acerca cada vez más y más? Aquí estoy, y voy a divagar un poco sobre las cosas grandiosas que me pasaron este año que se va.
(
Ay! ¿Qué te pasa viejo año, qué te pasa? )