Autora:
EXObubz - [
Fic original]
Traducción:
ciel_funtom95Beta:
joker_cokerPairing: Baekyeol (Baekhyun y Chanyeol)
Advertencias: angst
Nota: He tardado un montón en publicarlo pero idc porque es una historia preciosa que se merece todo el tiempo del mundo TT__TT (y la autora aún más, personalmente una de mis favoritas para el baekyeol; así que os recomiendo leer la traducción de
The Letter que podéis encontrar en el LJ de
sarang_unnie)
Nota2: cuando acabé de traducirlo descrubrí que está traducido en
drake15, así que sentíos libres de leer su traducción si la mía no os gusta. ¿Y lo siento por traducirlo después de que lo hicieras tú? Aún así, lo hice porque realmente sentía que tenía que traducirlo.
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Su noviazgo duró sólo siete meses. Su felicidad se medía en la cantidad de risas que compartieron, la cantidad de noches sin fin que pasaron enredados en los brazos del otro y la cantidad de amor que tenían el uno para el otro. Besos breves eran suficientes en el campus de la universidad mientras que las noches les satisfacían. Le tomó dos semanas a Chanyeol descender de su nube para reunir el valor de acercarse al pequeño y animado moreno en una de sus clases, pero Baekhyun sólo necesitó segundos para decir que sí a lo que fuera que el chico guapo y alto estaba preguntando.
En un mes aprendieron el uno del otro. Baekhyun era un escritor que se especializaba en la carrera de inglés y periodismo, aunque no tenía ningún plan de trabajar para revistas o periódicos. Prefería escribir novelas y ser una persona independiente. Chanyeol estudiaba publicidad y empresariales. Todo aquel que los veía pensaba que eran una pareja singular. Baekhyun era claro sobre sus pensamientos y sonreía constante, mientras que Chanyeol siempre tenía esa mirada en su cara junto a un comportamiento tranquilo. Sus diferencias eran más profundas que sus carreras y personalidades. A Baekhyun le gustaba el café con leche y azúcar y escribía trabajos de situaciones imposibles y fantasiosas. A Chanyeol, por el otro lado, le gustaba el café negro y prefería la practicidad y el realismo por encima de la fantasía. La gente creía que la extravagante y divertida personalidad de Baekhyun nunca encajaría con la racional y compuesta de Chanyeol, pero se equivocaban.
Tras siete meses de absoluta perfección, Chanyeol se propuso y su pequeño moreno, Byun Baekhyun, dijo que sí.
☆☆☆
Esperaron unos meses antes de prometer amor eterno hasta que la muerte los separase. Tras su graduación y la boda, encontraron un apartamento. Era pequeño, pero no les importó. Los toques de Baekhyun lo volvieron un hogar; un hogar del que Chanyeol disfrutaba tras volver después de un día duro de trabajo. Cada noche sostendría a Baekhyun y le susurraría promesas de una casa más grande, una que pudiera decorar hasta el horizonte. Y, cada noche, Baekhyun sonreiría en el pecho desnudo de Chanyeol y le daría las gracias.
La ética trabajadora de Chanyeol y su encantadora personalidad en el trabajo le permitieron escalar puestos rápidamente. Según aumentaba su salario, lo hacía la cuenta del banco. Una noche, Chanyeol quitó gentilmente el portátil de Baekhyun de su regazo y lo dejó en una mesa de café cercana. Entonces, se arrodilló ante él tomando las manos de su marido entre las suyas.
- Baek -comenzó lentamente, sosteniendo la mirada de Baekhyun-, quiero comprarte esa casa que siempre te he prometido que un día te compraría.
Con labios temblorosos, Baekhyun asintió efusivamente antes de jadear, envolviendo con sus brazos el cuello de su marido mientras se lo agradecía. Esa noche se enredaron con el otro, saboreando los toques y haciendo el amor lenta y profundamente.
☆☆☆
La casa tenía que ser lo que Chanyeol pensaba que Baekhyun necesitaría para su trabajo: paz y tranquilidad. Encontraron una pequeña, pero perfectamente tranquila en un espacioso vecindario de clase alta cerca de la ciudad. Cuando Chanyeol miró a Baekhyun y le preguntó “¿Qué opinas?” ya sabía la respuesta.
- Me encanta, Yeol…
Sonriendo, Chanyeol tomó la mano de Baekhyun en la suya.
- Comprémosla, entonces -sonrió, Chanyeol tomó la mano de Baekhyun en la suya.
- Pero está a una hora de tu trabajo -Baekhyun lucía preocupado mirando a su marido.
Chanyeol se encogió de hombros.
- Si te gusta entonces no me importa desplazarme. Son sólo sesenta minutos ida y sesenta vuelta. No es una hazaña imposible de hacer.
Tras un momento, Baekhyun le volvió a preguntar si de verdad estaba bien. Chanyeol asintió y, poco después, los papeles estaban firmados.
☆☆☆
El trato era que Chanyeol viajara ida y vuelta al trabajo, pero según pasaba el tiempo, el trabajo comenzó a acumularse y acumularse, haciendo que Chanyeol trabajara horas extras. Mientras continuaba el círculo vicioso, encontró difícil viajar al trabajo de forma diaria. A menudo se encontraba cansado y con los ojos borrosos al conducir. Por eso, tenía que tomar cafeína antes de conducir, lo que le causaría dormirse en el trabajo o impedírselo una vez que llegara a casa.
Baekhyun comenzó a sentirse culpable por disfrutar de una vida tranquila mientras su marido trabajaba para dársela. Considerando otras alternativas, Baekhyun encontró una posible solución al problema.
- Chanyeol, deberías conseguir un apartamento en la ciudad -sugirió cuidadosamente Baekhyun en la cena una noche. Cuando su marido elevó la mirada, vio unos ojos cansados mirándole de vuelta.
- ¿Quieres que consiga el qué? -dijo Chanyeol, sonando incrédulo.
Suspirando, Baekhyun le miró preocupado.
- No me gusta verte así más, Yeol. Cada día vas a trabajar y parece que estás medio muerto.
Cuando vuelves a casa, estás peor. Te toma dos horas sólo ir y volver. Es tiempo que podrías emplear en dormir más…
De mal humor, Chanyeol se frotó la esquina de los ojos.
- Baek, estoy bien.
- ¡No, no lo estás! -respondió Baekhyun- Escucha, un apartamento significaría…
- He dicho que estoy bien, Baek -repitió Chanyeol con brusquedad-. Deja de preocuparte, joder.
Baekhyun se irritó más por la indiferencia de Chanyeol. Dejando los cubiertos se levantó de la mesa.
-Bueno, ¡¿está mal que me preocupe por ti?! -lloró con la voz tensa.
A diferencia de Baekhyun, Chanyeol se mantuvo en el sitio.
- Baek, siéntate.
Con los puños cerrados, Baekhyun puso mala cara.
- No. Chanyeol, no me estás escuchando. Sólo quiero ayudarte.
- ¿Ayudarme? -Chanyeol habló bruscamente-. No, Baekhyun. Para mí, tenerte intentando y argumentando la idea de que esté en un lugar separado para vivir hace que parezca que me quieres fuera -la falta de sueño y el hecho de que había estado trabajando demasiado no le hacían más que estar aún más irritable.
Tomado por sorpresa, Baekhyun parecía ofendido.
- ¡Es no es lo que quiero!
- Mantén la voz baja, Baek -gruñó Chanyeol-. Estás siendo demasiado ruidoso.
Frustrado, Baekhyun empujó su silla con dureza.
- ¡No te quiero fuera! Eres un hombre tan frustrante, pero joder, ¡te quiero! Así que me duele verte añadiendo dos horas más de estrés en tu día sólo por ir y volver -Baekhyun se mordió los labios-. Duele tanto Yeol, pero no te das cuenta porque en el momento en que entras en casa, caes dormido. Estás tan cansado que ya no me miras.
Por un momento, Baekhyun esperó una respuesta, pero Chanyeol se mantuvo estático. Entonces habló.
- Estás exagerando -murmuró.
Baekhyun sintió como si le estuviera atacando. Era obvio que no había forma de hacer entender a Chanyeol. Su marido se negaba a escucharle e incluso tenía la extravagante audacia de reprocharle ser “exagerado” cuando, de hecho, sólo estaba expresando su preocupación. Temblando, se dio la vuelta y dejó la mesa antes de que Chanyeol pudiera ver las amargas lágrimas formándose en sus ojos.
☆☆☆
Cuando Chanyeol tuvo su mente completamente clara, reevaluó la proposición de la noche anterior de Baekhyun. Admitió su culpa al no permitir que Baekhyun explicara su idea, pero por último culpó a la falta de sueño por causar su amargo y desagradable humor de esa noche. Finalmente, dispuesto a escuchar a su marido, Chanyeol llamó en la puerta cerrada y bloqueada del estudio de Baekhyun.
- Baekhyun, sé que estás ahí dentro. Abre -tras pasar un minuto, Chanyeol llamó otra vez-. Baekhyun, abre la puerta. Tenemos que hablar y que me dejes aquí fuera es una pérdida de tiempo.
No fue hasta mucho después que Chanyeol escuchó a Baekhyun abriendo la puerta. Pasando, observó a Baekhyun dándole la espalda para sentarse en su mesa. Chanyeol no estaba sorprendido por la decisión de Baekhyun de hacerle el vacío, pero razonó que probablemente se lo merecía. Ninguno de los dos habló durante mucho tiempo hasta que colocó sus manos en la espalda de la silla de Baekhyun, inclinándose hacia él.
- Baek… -dijo suavemente-. Sabes que no me gusta cuando me ignoras…
Girando la cabeza, Baekhyun le dio al gigante una triste pero enfadada mirada.
- Pero cuando realmente me preocupo, soy exagerado, ¿verdad?
En ese momento, Chanyeol lamentó no haberse mordido la lengua la noche anterior. Sabía que eran distintos. A Baekhyun le gustaba expresarse incluso si eso significaba mover las manos o elevar la voz, mientras que a él le gustaba mantener las cosas claras. Pero algunas veces se olvidaba de los hábitos que hacían a Baekhyun ser quien es, insultar esos complejos detalles y, finalmente, herir a su esposo.
Con un aspecto solemne en su rostro, Chanyeol giró la silla de Baekhyun y le levantó. Cuando se resistió, Chanyeol tiró un poco más fuerte hasta que, de mala manera, se levantó. Envolviéndolo con sus brazos, Chanyeol apoyó su rostro en la parte superior de la cabeza de Baekhyun.
- No quería decir eso -Chanyeol continuó balanceando sus cuerpos lentamente de un lado a otro-. Lo siento, Baek.
Pareció una eternidad antes de que Baekhyun moviera finalmente sus brazos, tocando lentamente el pecho de Chanyeol con la punta de sus dedos antes de rodear su cintura con los brazos.
- Has estado demasiado malhumorado últimamente, Yeol…
Chanyeol frunció los labios. Sabía que su estado de ánimo había estado en lo más bajo últimamente (en realidad, durante semanas). La falta de sueño y el exceso de trabajo hicieron ese daño. Estaba claro para él, sin embargo, ese daño no le afectaba sólo a él y su cuerpo sino a la relación con su marido también.
- Lo sé, lo siento.
Para Chanyeol, no había mucho más que pudiera hacer que pedir disculpas. No podía prometer nada. No podía prometer volver a casa antes, dejar el trabajo, o dormir más. Promesas así eran imposibles porque no sabía si podría mantenerlas. Era mejor no hacer promesas a hacer una vacía.
Si no hubiera estado escuchando o la habitación no hubiera estado tan silenciosa como estaba, Chanyeol nunca hubiera escuchado a Baekhyun sollozar. Cuando intentó mirarle a la cara, Baekhyun sólo le abrazó más fuerte, apretando su rostro fuertemente contra el pecho de Chanyeol, impidiéndole ver. Chanyeol se mantuvo durante un rato y sólo se movió para depositar suaves besos en la parte superior de la cabeza de Baekhyun.
- No debería haberte callado -admitió Chanyeol-. Sólo intentabas ayudar.
Un momento silencioso pasó antes de que Baekhyun elevara la cabeza.
- Estoy preocupado por ti. Lo sabes, ¿verdad? -Chanyeol asintió-.Algunas veces pienso que conseguir esta casa ha sido un error. Me siento tan culpable por las noches, Yeol -lloró con la voz rota-. Lo has hecho por mí y ahora estás así. Yo...
Chanyeol le cortó con una mirada intensa.
- Detente. No tienes ningún derecho a sentirte culpable por nada. Te quiero. Lo he hecho por ti. Por qué no tiene nada que ver contigo que esté así. Es por el trabajo, así que no te culpes por mis debilidades.
- Pero si hubiéramos elegido algún lugar en la ciudad, entonces...
- Sería igual -discutió Chanyeol-. Sería la misma montaña de trabajo y el mismo montón de cosas irracionales por las que paso diariamente. Además, no tendrías la vida tranquila que necesitas para concentrarte en tus libros, y sé cuán importante es en el que estás trabajando ahora. Es tu novela debutante y no necesitas distracciones. Es por eso que estoy aquí. Es por eso que elegí sitios que fueran tranquilos. Lo hice por ti y si tuviera la oportunidad de cambiar algo de cuando buscábamos una casa, no cambiaría nada, porque te prometí algo así y lo hice. Es nuestro pequeño cielo de la ciudad, Baek.
Mordiéndose los labios, Baekhyun bajó la vista. Soltó el agarre en la cintura de Chanyeol y, en su lugar, lo sujetó por la camisa.
- El camino de ida y vuelta es muy largo. Demasiado largo. Conduces pronto a la mañana y tarde a la noche. No quiero que tengas un accidente porque estás demasiado muerto de cansancio para mantener tus ojos abiertos -dijo con la respiración temblando. Baekhyun exhaló y miró hacia arriba-. Chanyeol, por favor, considera comprar un apartamento de forma temporal en la ciudad. Sólo un lugar donde puedas ir si no te sientes bien como para volver a casa.
Chanyeol abrió la boca para discutir, pero Baekhyun le miró mal.
- No quiero que te vayas y tampoco me gusta la idea de estar separados, pero si es más fácil para ti y tu cuerpo, entonces...
- Baek, al menos al final del día estás tú -le interrumpió Chanyeol-. Puede que esté horriblemente cansado y puede que parezca el infierno, pero al menos cuando llego a casa es contigo.
- Si te quedas dormido mientras conduces, entonces no, Chanyeol -dijo Baekhyun con una voz rígida y rota-. No lo harás. ¡Estarías muerto y el próximo sitio en que te vería sería en la morgue, identificando tu cuerpo!
Chanyeol dejó caer sus brazos y puso las manos en los hombros de Baekhyun.
-Baek...
-Yeol, he hecho los cálculos, ¿vale? -dijo Baekhyun, intentado cambiar el asunto a algo menos mórbido-. Es más fácil y conveniente que tener que registrarte en un hotel una y otra vez.
- Baek, me da igual -gimió Chanyeol-. Eres el único que mantiene mis pies en la tierra, que me mantiene cuerdo. Dormir en un apartamento en la ciudad puede significar una hora o dos más de sueño, pero eso sería separarme de ti, ¡cojones!
- ¡Vendamos la casa entonces! -dijo Baekhyun desesperado.
Chanyeol le miró horrorizado.
- ¿Qué?
Baekhyun frunció el ceño.
- Vendámosla. Volvamos a la ciudad. Será...
- No -respondió Chanyeol rotundamente-. No vamos a vender esta casa. La conseguí por ti porque es perfecta para ti y lo que necesitas.
- Pero, Chanyeol...
- He dicho que no, Baekhyun -dijo Chanyeol, dedicando a Baekhyun una mirada de disculpa-. No quiero que tengas que dejar esto. No quiero llevarte a un lugar donde siempre es la vida rápida, la fuerte, presionante y bulliciosa ciudad.
Pasó un tiempo antes de que Baekhyun preguntara.
- ¿Entonces qué quieres hacer?
Mirando hacia abajo, Chanyeol frotó su cuello antes de ahuecar una de las mejillas de Baekhyun.
- Está bien. Nosotros… -chasqueó la lengua y lanzó un profundo suspiro-. Buscaremos algo...pero nos vamos a sentar y planearlo todo -dijo de manera brusca-. Como si tengo horarios y voy a tener una semana ocupada, tienes que venir y visitarme al menos tres veces a la semana para cocinarme algo. Porque también te necesito, Baekhyun. No sólo dormir. Te necesito en la cama conmigo, tanto como si es sólo dormir juntos o hacer algo más.
Lentamente, Baekhyun asintió ligeramente contento de que Chanyeol hubiera aceptado.
- No permitiremos que la distancia sea un problema. Nos llamaremos... No, yo llamaré durante tus descansos del almuerzo y todo. Tienes que llamarme si decides venir a casa para la noche, pero durante los fines de semana, tienes que intentar volver al menos esos dos días. Sábado y domingo, quiero decir, porque también te necesito.
Cogiendo y entrelazando sus manos, Chanyeol relajó sus hombros.
- ¿Cuándo quieres que empecemos a buscar?
- ¿No depende todo lo que hacemos de tu horario? -le recordó amablemente Baekhyun con un intento de sonrisa.
La observación era cierta. Todo lo que hacían juntos tenía que encajar con el horario de Chanyeol. Antes no era así. De vuelta a su periodo de casados, Chanyeol no estaba tan ocupado como solía estarlo y tenía más posibilidades de cambiar sus actividades en el trabajo. Ahora, estaba estructurado. Algunas cosas como reuniones y presentaciones no podían aplazarse, y era muy raro que algo fuera re-estructurado sólo porque alguien quería pasar el día con su esposa o amante. Incluso aunque las cosas hubieran cambiado, habían aprendido a superar estos cambios bruscos, especialmente Baekhyun. Chanyeol era lento en darse cuenta, pero era sólo porque formaba parte de todo aquello. Baekhyun se dio más cuenta porque era el que se sentaba ociosamente, viendo a su marido subir de nivel y dejándole al principio.
- Vayamos cuando tengas un día libre.
- No tengo días libres, Baek.
Baekhyun le dedicó una pequeña risa y un ligero puñetazo en el costado.
- Lo sé -suspiró de forma exagerada y se encogió de hombros-. Miraré listas y podremos ir juntos cuando tengas algo de tiempo. Sino, lo haré yo por ti.
Tras estudiar el rostro de Baekhyun por un momento, Chanyeol preguntó suavemente.
- ¿Estás seguro de esto?
Gentilmente, Baekhyun asintió.
- Sí. Será como tener dos casas, simplemente. Estará bien -abrazando a Chanyeol otra vez, Baekhyun hundió su rostro en su pecho de nuevo a la vez que su marido le envolvía en sus brazos-. Estaremos bien.
☆☆☆
“Bien” describía perfectamente su situación, pero sólo duró un tiempo. Durante semanas su acuerdo resultó aceptable. Tras encontrar un apartamento para cuando Chanyeol sintiera que no podría volver a casa a salvo, comenzaron con su plan. Las noches que Chanyeol decidía quedarse en la ciudad, Baekhyun (si podía) prepararía rápidamente comida, tomaría un viaje realmente largo en el metro, y después un taxi sólo para darle a Chanyeol la cena. Siempre se aseguraba de que la comida supiera bien y que fuera algo que Chanyeol quisiera, por lo que había desarrollado un sexto sentido tras casi dos años de matrimonio.
Chanyeol intentaba ir a casa los fines de semana, como habían decidido, pero se encontró con que el cansancio le devoraba al final de la semana y no le permitía estar lo suficientemente bien como para hacerlo. Así que, tras muchos intentos y pocos éxitos, Baekhyun le sonrió y le dijo que estaba bien que se quedara en la ciudad y que no necesitaba forzarse sólo para volver a casa. Al principio, Chanyeol dudaba en aceptar el amable gesto de Baekhyun, pero al final comenzó a quedarse los fines de semana. Y, aunque el apartamento era para esos momentos difíciles en los que no podría llegar a casa, Chanyeol comenzó a usarlo más frecuentemente cada semana hasta que fueron meses desde que había puesto un pie en la propiedad que había conseguido para los dos. De un modo, su pequeño cielo era borroso en su memoria, reemplazado por la practicidad que le daba un apartamento de una sola habitación en la ciudad: conveniencia.
☆☆☆
Por el lado de Baekhyun, este comenzó a frecuentar menos y menos el apartamento por la fecha límite de su primer libro. Tomaría el tiempo e intentaría contactar con Chanyeol por teléfono o vídeo-llamada cuando podía, pero como todo lo demás, esos momentos acabaron también en números. Cuando Chanyeol trabajaba en la oficina, Baekhyun dormía tras estar escribiendo y planeando hasta el amanecer, cuando finalmente colapsaba en su cama, solo.
Y en los extraños ratos en que Baekhyun tendría suerte cuando llamaba a su marido, sus conversaciones eran siempre breves y genéricas. Con el tiempo, se habían vuelto sosas con las casuales y usuales preguntas de “¿Qué tal estás?” y “¿Has comido ya?”. Las llamadas siempre eran breves por el simple hecho de que los dos sabían que uno u otro tenía que irse a dormir o trabajar.
Una noche en la que Baekhyun estaba tumbado en su cama sin nada a lo que mirar salvo la luna llena brillando a través de la ventana y el suave movimiento de las finas cortinas, pensó en la decisión de ambos. Meditó sobre lo que estaba pasando. Sentía una separación entre los dos. La distancia no era un motivo, pero tampoco era algo imposible de superar. El hecho de que raramente se veían en persona no era un gran problema. Para él, era más. La distancia no importaba porque incluso aunque vivieran bajo el mismo techo, la situación no cambiaría. Los dos estarían todavía demasiado ocupados para el otro. Sería la misma situación, pero con distintas circunstancias.
☆☆☆
En la universidad, Baekhyun tenía interés en los distintos idiomas. Una de las cosas que solía hacer para Chanyeol era dejarle mensajes en idiomas extranjeros que sabía que su novio con visión empresarial no tendría ni idea de cómo leer. Para él, eso era la parte divertida; ver a Chanyeol trabajando para descifrar su mensaje.
Baekhyun siempre se aseguraba de mantener los mensajes simples, pero con significado. Algunas veces, eran sólo notas de “Te quiero”. Chanyeol, a pesar de parecer bruto y actuar con frialdad, siempre volvería a escribir las palabras, pero en coreano, la lengua que ambos compartían.
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