Descubrimientos 5 y 6/24 + epilogo

May 07, 2011 18:49

Muy tarde lo se, pero en compensacion os pondre dos capis XDDD

CAPITULO 5

-¿¿Kroatoan??- repitió Sam sin poder creérselo. Dean asintió con su sonrisa mas triunfal. Claro que recordaba aquel pueblo y su virus. Era la primera vez que se topaban con algo parecido. ¿¿Un virus demoníaco que aparece a las tres horas y actúa igual que una posesión??. Como olvidarlo. Tampoco había olvidado que el era inmune a virus. Un momento...¿No estaría Dean insinuando que lo que le hacia actuar de forma tan extraña era el virus, verdad? -

-Has dado en el clavo, Sammy. - no supo que había hablado en voz alta hasta que su hermano dijo eso- Piénsalo. Sientes y te comportas como si estuvieras poseído pero sin llegar a estarlo. ¿Y si el virus en realidad si te afecto solo que tardo mas?-

-Pero Dean, de eso hace semanas, por no decir meses.

El Impala enfilo el camino de salida hacia el hotel y ronroneo como un gatito cuando Dean lo aparco justo delante de la puerta de su habitación.

-¿Y eso que tiene que ver?....A lo mejor era su cometido desde un principio. Que nos confiáramos.-

El menor de los Winchester se mordió el labio, pensando en el razonamiento de su hermano. La verdad era que razón no le faltaba. Lo de Kroatoan era lo mas parecido aunque no llegaba a ser lo mismo. Inspiro aire y se encogió de hombros mentalmente. Por algún lado había que empezar.

-Entonces.....¿Cuando nos vamos?-

Dean chasqueo la lengua complacido, al final el haber ojeado durante tanto tiempo el diario de su padre había valido de algo (aunque al final no le hubiera dado la solución final). Ahora comprendía lo bien que se sentía Sam cada vez que daba con quid de la cuestión. Era una sensación enriquecedora.
Apago el motor y jugueteo con las llaves mientras pensaba en la pregunta que le había echo su hermano. Tenia varias opciones meterse en la habitación y caer como un tronco sobre el colchón pero dudaba que pudiera hacerlo con Sammy al lado. Mirándole.

-Recuerda la ultima vez que te quedaste dormido a su lado.- susurro una parte de su mente. Hizo una mueca ante ese pensamiento. Y no porque le molestara precisamente.

O continuar en el coche e ir a aquel pueblo fantasma. Frunció los labios. Esa no era tan mala idea. No serian mas de la una de la tarde, si apretaba el acelerador y no paraban ni para comer...llegarían a la hora de la cena.

-Claro que si, listillo. ¿Y si cuando llegas te encuentras con algun demonios?...¿Que harás?¿¿Matarlo a ronquidos??.- dijo una pequeña voz en su interior. Y no una voz cualquiera sino La Voz como Dean la había bautizado hace ya siglos. Su padre la llamaba de otra manera: Conciencia de Cazador. Pero ese era un nombre demasiado romántico para el. John Winchester utilizaba la excusa de La voz para contarle cuentos cuando el era pequeño y le tenia miedo a la oscuridad. Le decía que cuando la oyera le hiciera caso en todo. Por muy absurdo que pudiera parecer. Ella cuidaría de el y no dejaría que le pasara nada. Dean ( a pesar de tener 10 años escasos) sabia perfectamente que la Conciencia de Cazador no existía, que solo eran los años de caza y de experiencia lo que te decía que te agacharas o lucharas o que corrieras como una chica asustada. Pero eso no le impedía ponerse a llorar cuando su padre le hablaba de ella. Alegando que el no era buen cazador porque no la escuchaba.

-Tranquilo, muchacho. Ya vendrá.- le decía el siempre acunándolo en sus brazos mientras lloraba desconsoladamente.

Y tenia razón. La Voz llego y como dijo su padre no le fallo ni una sola vez. Ni siquiera cuando Sam estuvo poseído y todo su cuerpo gritaba por apretar el gatillo y volarle la tapa de los sesos. La Voz fue inflexible ante eso. No podía matar a Sam. Y gracias a que Dean le hacia siempre caso Sammy seguía vivo.
Ahora mismo La Voz decía que durmiera, que descansara un poco. Y eso haría. Kroatoan no se movería de donde estaba, ni tampoco la carretera.

-Será mejor que durmamos un poco.- Se guardo las llaves en el bolsillo de la camisa e se inclino para abrir la puerta.- Dentro de un par de horas nos pondremos en marcha y....- Una mano fuerte le rodeo el brazo, reteniéndolo. Un escalofrió le recorrió la espina dorsal haciéndole cerrar los ojos.

No hacia falta ser muy listo para saber que la extraña sensación había vuelto a apoderarse de Sam. El que gruñera como un perro cuando lo vio coqueteando con la camarera había sido prueba suficiente. Giro la cabeza y miro interrogante a su hermano. Tal vez si se hacia el sueco .....

Sammy tenia la mirada fija en el y los labios ligeramente abiertos, respiraba rápido. Todo su cuerpo embutido en el minúsculo habitáculo que era la parte delantera del Impala. Dios....¿Como podía meterse ahí adentro?. Era altísimo.

-Aun no podemos irnos.- susurro con voz ronca, cargada de urgencia.

En ese momento Dean supo que si Sam hacia el mas mínimo esfuerzo de besarle el se dejaría hacer sin problemas.

-¿P....Por?- tartamudeo intentando que no se le notara la excitación que sentía.

-Tenemos una cacería esta noche ¿Recuerdas?-

¿Uh?

La boca de Sammy se estiro en una gran sonrisa y Dean noto como empezaban a temblarle las rodillas.

-Dean...tenemos que cazar a unos vampiros. Por eso hemos estado conduciendo todo el día. ¿De verdad no te acuerdas?-

Joder, lo había olvidado. Estaba tan metido en el asunto de Sam que ni siquiera se acordó del tema de los vampiros. Frunció los labios y miro el volante del coche. No quería entretenerse en matar a unos demonios inferiores como aquellos. Y menos desde que la vida de su hermano estaba en juego pero....tampoco podria dejarlos ir. Vete a saber a quienes matan por que el estaba demasiado ocupado como para ir y matarlos. Un gran suspiro que sono como un rebuzno escapo de sus labios. Sam se rió a su lado.

-Estoy de acuerdo contigo.- sonrió soltando su brazo y abriendo la puerta del coche.- Se nos acumula el trabajo.-

-Si...-suspiro Dean saliendo del automóvil.- Bueno...esta claro que no podemos irnos y dejarlos vivos....- Cerro la puerta con un golpe sordo y empezó a caminar hacia la habitación, seguido de Sam- Esta bien...- metió la llave y entro dentro.- ...Seguimos con el mismo plan. Descansamos un poco, localizamos a los demonios, los matamos y nos vamos a Kroatoan.- Dijo tirando las llaves a la mesa de entrada y quitándose la chaqueta.

-Lo dices como si fuera algo fácil.- Sammy se sentó en la cama y empezó a quitarse los zapatos. Dean tuvo que apartar la mirada cuando vio como se quitaba los calcetines y dejaba expuesto por lo menos un cuarenta y siete de pie. ¿¿Se había vuelto tan pervertido que hasta le gustaban los pies de su hermano??. Dios.

-Vale...Voy a darme una ducha y nos acostamos.- Se giro hacia el baño y se quito la camiseta, se congelo en cuanto tiro la camiseta al suelo. Se giro despacio y vio como Sam le miraba con los ojos abiertos y las cejas arqueadas.- Quiero decir que ...dormimos....se...separados...tu ya me entiendes.-

Un incomodo silencio paso pero al parecer solo para el mayor de los Winchester por que Sam no dejaba de sonreír. Dean tuvo ganas de ir a su encuentro y darle un sin fin de patadas pero no era muy prudente hacerlo con el semi-desnudo. Así que como si fuera un autómata se metió dentro del baño y atranco la puerta.

******************

Sam se dejo caer en la cama y escucho con una sonrisa como Dean ponía una silla justo delante de la puerta.

-Como si eso pudiera detenerme.- pensó para si.

Al menos todo el asunto de la posesión o el virus o lo que quiera que fuera tenia un punto a favor. Contra mas tiempo dejara pasar y mas creciera la sensación de hambre, mas control tenia sobre sus poderes. En esos momentos El Hambre era pequeña, manejable. Como cuando tienes ganas de merendar pero no puedes por que estas haciendo algo muy importante pero Sam sabia que cuando crecía.....Cuando crecía podía hasta romper huesos con la mente.

-Sino que se lo pregunten a aquel soplón ¿Eh?- sonrió ante aquel comentario. Si, la verdad es que aquel insensato había echo mucho bien a descubrir sus poderes.

El correr del agua llego a sus oídos y tuvo que reconocer que su hermano había echo lo correcto al atrancar la puerta. En el estado que se encontraba de seguro que podía haber movido la silla con la mente.
Se deleito pensando en todo lo que podría hacer si lo hacia. Acariciar el cuerpo desnudo y húmedo de Dean, besarle, poseerlo. Un gemido gutural se le escapo de la garganta al imaginarse a su hermano apoyado contra los azulejos, cara a la pared y a el detrás suyo haciéndolo suyo. Casi pudo oír los gemidos de su hermano suplicándole mas.

Sammy corto de lleno aquellos pensamientos y se golpeo en la cabeza con ambas manos. No era el momento para ello. Esa misma noche irían a cazar vampiros y por su ultimo enfrentamiento sabia que eran muy peligrosos. Ahora mas que nunca necesitaba aquella Hambre que lo recorría y necesitaba que creciera. Dean ya sabia su secreto así que podía utilizar sus poderes sin miedo a que a su hermano le entrara un ataque de histeria y se pusiera a tirarle agua bendita como si fuera el cura del exorcista.

Así que con un dolor atroz en la entrepierna (aquella maldita cosa no quería bajar últimamente) se desnudo y se metió en la cama, tapándose hasta las orejas.

CONTINUARA.................



CAPITULO 6

-Sangre de muerto, flechas, ballesta, machete, agua bendita, un crucifijo (por si acaso). Bien, creo que lo tengo todo.-Señalo Dean para sus adentros mientras cerraba el maletero del coche y se encaminaba hacia la habitación.

Ya era noche cerrada y el canto de los grillos llenaba todo el ambiente que lo rodeaba. Ni una pizca de brisa corría aquella noche, lo cual era algo perfecto para que aquellos chupasangre no les detectaran. Sin siquiera darse cuenta se encontró pensando en la primera cacería que hizo de aquellos seres y lo divertido que le pareció todo aquello.

-La primera y la ultima de papa.- suspiro La Voz provocándole un nudo en el estomago.

Era cierto.

Un año entero buscando a su padre y cuando lo encuentran se ven metidos de lleno en una cacería contra vampiros por culpa de un revolver mágico que para mas fastidio había desaparecido. Se subió el cuello del abrigo y el aliento se le escapo en forma de vahoo de los labios. Puede que no corriera brisa pero hacia un frió de mil demonios.
Se hacia una ligera idea de donde podría haber terminado aquel revolver. Mas que ligera idea era casi una ciencia exacta. Su padre y el se parecían demasiado en algunas cosas. Que John muriera repentinamente (cuando gozaba de una salud estupenda) y que el Colt desapareciera era algo demasiado obvio para Dean. De seguro su padre había echo un pacto con algún demonio para salvar la vida de su hijo mayor el cual estaba al borde de la muerte.

-Para salvarte, Dean....- señalo La Voz.- Tu eras importante para el aunque no quieras verlo .-

Claro que no quería verlo. No quería saber que el era el responsable de que su padre se quemara en el infierno. Por que el muy estúpido se negaba a dejar que su hijo muriera cuando ya le había llegado la hora. ¿Cómo se supone que tenia que vivir con aquello?.

-¿Qué hubieras echo si hubiera sido Sam?-pregunto melosa La Voz.

-Es distinto.- Gruño el mayor subiendo los escalones que le separaban de su cuarto de tres en tres.

-No lo es.- el tono de La Voz sonó cansado como si ya estuviera harta de hablar siempre del mismo tema.

Dean entro en el dormitorio y vio como Sam seguía profundamente dormido y por una pequeña fracción de segundo comprendió lo que su padre hizo por el. Por que sin duda el lo haría por Sam. ¿Arder en el infierno durante toda la eternidad a cambio de que su hermano siguiera vivo? ¿Dónde había que firmar?

-Y ya puestos añade un poco de tortura para que Sammy pueda tener una vida normal junto con su novia Jess- apretó los dientes al pensar en aquella pobre chica con la cual solo había cruzado un par de frases y tuvo celos de ella. Celos de una mujer muerta que había saboreado a su hermano en mas de una ocasión. Sacudió la cabeza para desechar aquellos pensamientos. No era el momento ni el lugar.

Avanzo por la estancia con la luz apagada para no despertar a su hermano concentrándose en las instrucciones que le había dado su padre la primera vez que fueron a cazar a los chupasangres.

-A diferencia de lo que dicen las películas, a los vampiros no se les puede matar con agua bendita, ni crucifijos, ni estacas. Solo se les puede matar decapitándolos, la sangre de muerto solo los detiene pero no por mucho tiempo y si les da la luz del sol de lleno le producen quemaduras.- les había dicho.

Genial, la verdad era que prefería el método de las películas pero....en la vida de los cazadores nada era fácil.

Rodeo la cama donde su hermano dormía como un leño y alargo la mano para despertarle pero esta se quedo suspendida a escasos centímetros de su hombro. La primera idea era zarandearlo y si era necesario tirarlo de la cama para despertarlo. No quería tener mas contacto intimo con su hermano ( o al menos de eso intentaba concienciarse) pero el pobre se veía tan tranquilo durmiendo.
Sin darse cuenta de lo que hacia se sentó en la cama, dejando que su cadera rozara el brazo de Sam que en cuanto noto su peso se giro acercándose mas a el, como si el pudiera protegerlo de todos los males del mundo.
Una sonrisa estúpida se formo en la boca de Dean al ver como por muy grande que fuera su hermano, por mucha cabeza que le sacara y por muy fuerte que fuera, el seguía siendo su pequeño Sammy. ¿Cómo era posible que llevando la vida que llevaran siguiera siendo tan inocente.? Esa pregunta le llevo a otra que le dolió aun mas. ¿Cuándo había perdido el la inocencia?.

Cerro los ojos en cuanto la respuesta se formo en su mente. Sabia perfectamente cuando la había perdido. Cuando su madre murió y su padre le puso a su hermano de seis meses en los brazos con el rostro descompuesto por el terror y le ordeno que corriera, que pasase lo que pasase no dejara de correr.
Cuando Dean abrió los ojos pudo notar como le picaban por culpa de la amenaza del llanto.
-No es malo llorar, Dean.- le dijo La Voz benevolente, animándolo a que diera rienda suelta a su frustración. Pero los hombres no lloran y menos los cazadores así que mordiéndose la mejilla por dentro y alzando la barbilla se deshizo de aquella sensación y volvió a concentrarse en su hermano.

Sam roncaba suavemente, demasiado suavemente y eso le hizo saber que fingía. Su hermano estaba despierto. Eso aumento su sonrisa aun mas y le ayudo a terminar de matar el monstruo del sentimentalismo. No sabia si Sammy se había vuelto un pervertido cuando lo habían poseído o ya lo era de antes pero una cosa tenia clara....era un listillo. Quiso darle una colleja y decirle que sabia que estaba despierto pero...simplemente no podía.

Así que en su defecto alzo una mano y le acaricio el cabello. Aquel largo cabello castaño. Dejo que sus dedos se enredaran en el y disfruto de la sensación. Había acariciado el cabello de muchas chicas. Los había acariciado de muchos colores y texturas y ninguno se parecía al de Sammy. Era tan delicado y recio a la vez. ¿Cómo era eso posible?.

Se inclino sobre si mismo y lo olio. Olía a limpio, nada especial, a champú de hotel barato pero a Dean le pareció el olor mas maravillosos del planeta. Sam disimulo un suspiro que hizo que una pequeña sonrisa se dibujara en el. Un listillo...si...no había palabra mejor que lo definiera.
Entonces se sorprendió a si mismo besando los labios de su hermano. Un beso casto e inocente, labio sobre labio. Nada que ver con los anteriores pero igual de efectivo ya que consiguió que los vellos de la nuca se le pusieran de punta.
Sam se movió en la cama alzando la cabeza lo justo para profundizar en el beso pero Dean se separo de el, consciente de que sino lo hacia terminarían los dos en la cama.

-Buenas noches, Bella Durmiente.- sonrió reposando su frente sobre la de su hermano que respiraba con la boca abierta.-¿Dormiste bien?- un gruñido fue lo que obtuvo por respuesta que le hizo soltar una carcajada.- Espero que eso sea un si por que tenemos una cacería de las buenas.- Acto seguido se levanto de la cama como si nada hubiera pasado y le tiro la ropa a su hermano a la cara para que se vistiera. -Date prisa....te espero en el coche.- dicho esto salió sin mirar atrás.

Xxxx

Sam se removió incomodo en el asiento del Impala y deseo en secreto no haber dicho nada de cazar vampiros ni nada por el estilo. Aunque también deseo que Dean hubiera colaborado un poco mas e hiciera algo mas que darle un casto beso en los labios para despertarle. Desde que se levanto de la cama tenia una erección de mil demonios. ¿Cuánto tiempo podía pasarse empalmado un hombre sin necesidad de ir al medico?. Volvió a removerse en el asiento para intentar acomodar aquella dichosa parte de su cuerpo que se negaba a bajar. Sus pensamientos volvieron a la boca de Dean aplastándose contra la suya y repitió algo que ya se había convertido en un manara para Sam: Eso no había sido muy buena idea por parte de su hermano...no señor. Mala...muy mala idea.
Por que ahora El Hambre era atroz. Había pasado de ser manejable a ser casi insoportable. Y ese era el problema que solo “casi” porque si hubiera sido insoportable a secas ahora mismo estaría encima de Dean comiéndole la boca y metiendole la mano dentro de los pantalones y no cargando una estúpida ballesta, ni Dean estaría bañando un puñal en sangre de muerto, no...eso era algo que tenia muy claro. El le daría algo mucho mas divertido para que se mantuviera ocupado. Si...como acariciar su gran poll....

-Bueno...¿tienes claro lo que ahí que hacer?- Dean interrumpió sus pensamientos.

-Si.- ladro.

-¿Seguro?...por que te veo un poco ido-pregunto dejándose de caer un poco sobre la cadera para poder impulsarse y salir del coche a la vez que abria la puerta. Lo cual fue todavía peor por que Sam pudo oler su after save.

-Que si.- volvió a ladrar.

-Vale.- y salió del coche sin tener ni idea de lo mal que se encontraba Sam, de cómo la tremenda erección que tenia le impedía moverse.

El menor de los Winchester estuvo tentado de hacer un poco de teatro y decirle que la sensación había vuelto y que no podía hacer nada hasta que Dean y su boca solucionaran un pequeño problema que tenia entre sus piernas pero no le pareció adecuado. Además...tenia que mirar el lado bueno. Si podía controlar sus poderes mejor cuando El Hambre era mas grande, en esos momentos podría matar a todos los vampiros sin problemas y estampar a Dean contra el coche para hacerlo suyo todo eso en un tiempo record (bueno...se tomaría tiempo con Dean.)

-Sammy....¿Te encuentras bien?-

Como si de una fantasía sexual se tratara Dean se materializo justo al lado de su ventanilla, asomando la cabeza y frunciendo los labios en clara señal de preocupación. Sam se vio a si mismo diciendo que no y plantándole un beso lascivo a su hermano en la boca. Cerro los ojos y se repitió que no era el momento mientras que otra pequeña vocecita interna le decía que si lo era, que Dean lo estaba provocando, que se moría de ganas por que le quitara los pantalones y le hiciera gritar como una chica, por que de seguro Dean era de los que hacían eso. Suplicar. En su lucha interna apretó los puños y negó con la cabeza.

-¿No estas bien?-la voz de urgencia de Dean le hizo abrir los ojos rápidamente

-SI.-grito abriendo la puerta y apartando a su hermano de su lado. Lo hizo justo a tiempo para evitar que lo tocara.

-Vale...tranquilo, Rambo.-bromeo Dean

Y esa fue la ultima frase que cruzaron entre ambos. Por que a partir de que Sam saliera del coche ya no eran hermanos. No. A partir de ese momento se convirtieron en cazadores, sigilosos y mortales. Ambos moviéndose entre las sombras, fundiéndose con ellas y aprovechándolas para que nada ni nadie pudiera verlos.
Entraron en el granero sin hacer el menor ruido y sin siquiera hacerse ninguna seña, ni mirarse, ambos se dividieron.
Habían cazado tantas veces juntos que ya se entendían sin necesidad de hablar. Así que mientras Sam atrancaba las puertas, Dean inspeccionaba si había victimas. No tardaron mas de tres minutos en hacerlo. Sigilosos como la muerte se reunieron en la pared norte y observaron el terreno, decidiendo cual era el plan a seguir.

La cosa pintaba bastante fácil (en principio) si algo sabían los hermanos Winchester es que nada era tan fácil como parecía. Cinco vampiros dormían satisfechos, llenos de sangre humana. Buena cuenta de ello daban las dos adolescente blancas como la nieve que había tiradas en el suelo como un envoltorio de hamburguesas.

-Bien...eso hará que sea mas fácil.- pensó Sam al ver como una de las chicas estaba tirada en una posición demasiado obscena,

Intento horrorizarse ante ese pensamiento pero la verdad es que en ese momento no había tiempo y por mucho que le doliera era lo mejor. Los vampiros acababan de comer, lo que significaba que estaban saciados y por lo tanto soñolientos, eso era igual a lentitud. Algo que les venia de perlas. Además, las únicas culpables de su muerte eran aquellas chicas. Sam observo la forma en las que iban vestidas: Faldas cortas, camisetas con escote y extremadamente maquilladas. Y luego miro a los vampiros. Todos hombres. No hacia falta ser muy listo para saber lo que había pasado. Las dos chicas pensaron que era su día de suerte al creer que habían ligado con alguno de los vampiros pero solo fue su ultimo día. Que triste.

Dean le dio una ballesta y el se quedo con otra. El plan era bastante sencillo: Aprovechar que los vampiros estaban dormidos, lanzarle flechas impregnadas en sangre de muerto para así paralizarlos y luego ir uno a uno decapitándolos. Sencillo. Los Winchester no se caracterizaban por planes difíciles. Por lo que si se caracterizaban era por como se les torcían las cosas en solo unos segundos. Y esta no era una excepcion. Por que en realidad no eran cinco vampiros sino seis. Lo malo es que se dieron cuenta demasiado tarde.

Continuara.

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