No me lo puedo creer, he escrito algo de cronicas vampiricas O_o...lo k es k mi cuña me de caña XDDD...a ver k os parece jajejejejeje
TÍTULO: El amor...Ese estúpido sentimiento.
AUTOR: chicarvil
FANDOM: Cronicas Vampiricas
PAREJA: Damon/Elena
CALIFICACIÓN: Nc18...
RESUMEN: A partir del ultimo capitulo de la segunda temporada, podría decirse que es una especie de tercera temporada inventada por mi.
ADVERTENCIAS: Pos mas o menos lo básico, palabras malsonantes, sexo y bla bla bla.
CANTIDAD DE PALABRAS: No se, no esta terminado XD
CAPITULO 1
Dos semanas....Dos largas semanas dándole esquinazo a Elena y preguntándose donde demonios se había metido Sthephan. No recordaba muy bien lo que había pasado la noche que su hermano desaparecio, solo sabia que deliraba tanto que hasta creyó que esa estúpida humana le beso. Y ojala siguiera en ese mismo estado porque en esos últimos quince días su vida se había vuelto un autentico caos.
Su hermano desaparecido.
La Sheriff acosándolo por que había descubierto (o mas bien redescubierto) que su hija era un vampiro y exigía respuestas; como si el quisiera dárselas. Era un vampiro, como si le importara lo que acontecía en la familia de esa mujer.
Y encima, el maldito y jodido beso de Elena.
¡¡Maldita sea¡¡
Sabia perfectamente que todo fue producto de su imaginación. Malas pasadas que le paso su viejo cerebro cuando se vio al borde de la muerte, pero aun así no podía evitar sentir la cálida piel femenina contra su fría piel vampirica; y esos suaves labios presionarse dulcemente, casi con miedo contra los suyos.
Fue un beso perfecto. Tal y como pensaba que Elena los daría. Una pena que todo fuera mentira.
Damon chasqueo la lengua mientras bebía de un trago el whisky; el liquido ambarino le araño la irritada la garganta, arrancándole un gesto de dolor. Se llevo la mano a la boca en un vano intento de aplacarlo. ¿Desde cuando se había complicado tanto su vida? ¿Desde cuando el alimentarse de una pobre jovencita había pasado a un segundo plano?
La respuesta era evidente:
Desde que volvió a Mistyc Falls.
Maldito pueblo del demonio. Sabia que debería de haberle echo caso a Sthephan y haberse pirado de allí en cuanto se lo dijo. Pero entonces la vio. ¡¡Joder¡¡ Era tan parecida a Katherine y tan distinta a la vez.
Descarto esos pensamientos. No quería en Elena. No ahora. Tenia 22 horas al dia para hacerlo y esas dos horas, las primeras cuando caía el sol, eran para buscar a su hermano. No todos los vampiros tenían un anillo que les protegía del solo como los Salvatore, así que tenia que esperar a ciertas horas para empezar a preguntar a sus contactos.
Con paso firme y decidido agarro su cazadora y se dispuso a salir a la noche. La idea principal era ir al pueblo de al lado, no es que no lo hubiera echo antes, sabia perfectamente que Sthephan no estaba alli, pero había oído hablar de un clan nuevo de vampiros. Uno que llamaba especialmente la atención y juraría (mas bien estaba seguro) de que el vampiro jefe utilizaba los métodos antiguos de su hermano; cuando Sthephan era un psicópata.
Asi que el plan era encontrar el nido, matar a todos y, después de torturar al jefe para sonsacarle cualquier tipo de información, matarlo lentamente. Puede que Damon no fuera un nostalgico pero no le gustaba que le fueran copiando recién nacidos amantes de la saga Crepúsculo.
Pero todo quedo en el aire cuando, nada mas abrir la puerta, la vio. Alli, tan quieta y menuda, tan frágil; con ese largo pelo castaño cayendo sobre sus dos hombros y mirándolo como si el tuviera la solución a todos sus problemas.
¡¡Y no los tenia¡¡
El no era un buen hombre...¿Es que no podia entenderlo?
-¿Que quieres, Elena?-pregunto de mas mal modo de lo que quería. Esa chica estaba enamorada de su hermano y le estaba siendo fiel. No como Katherine.
-¿Vas a ir a buscarlo?-pregunto en un susurro tan leve que sino hubiera sido por su oido de vampiro no lo habria escuchado.
No respondió. Solo abrió mucho los ojos y la acribillo con la mirada. Quería espetarle que si, que puede que fuera un gilipollas desalmado que perdía los huesos por ella, pero que Sthephan era su hermano y todas esas chorradas, quería decirle eso y mas, pero lo único que le salio fue una tontería...Como siempre.
-En realidad iba a buscarte. Ya sabes...Por si te encontrabas demasiado sola y querías compañía. -Se maldijo a si mismo por hablarle así pero es que...Simplemente no podía evitarlo. Era estar con esa muchacha y perder completamente el norte.
-Damon.- advirtió arrugando la nariz con esa forma tan graciosa y ¡¡Dios¡¡ Valía la pena quedar como un autentico capullo solo por verla hacer eso. -Dime, ¿Vas a ir a buscarle?-Volvió a insistir olvidando el tema por completo.
-No se, ¿Quieres que le busque?-pregunto dando un paso adelante e invadiendo su espacio personal. Oyó el corazón de Elena se aceleraba ante semejante acto y vio como sus hombros se tensaban. Fue raro y excitante a la vez. Casi parecia que le tuviera....Miedo.
La pequeña y esponjosa boca con la que había soñado esas dos semanas se abrio y cerro un par de veces, nada salio de ella. Así que después de una pequeña lucha interna Damon vio como Elena asentía con la cabeza.
-Como desees, princesa.- susurro arqueando las cejas y haciendo una de esas ensayadas reverencias que tanto hacia en su época de humano, solo que esta vez la aderezo con una mirada penetrante. Fue desconcertante oler la excitación de la humana, Elena siempre le había rechazado...¿Porque ahora parecía...?
-Vale, me voy a casa.- corto la joven dando un paso atrás, desconcertando aun mas al vampiro.
Damon la observo caminando lentamente calle abajo, abrazándose a si misma mientras la brisa de la noche acariciaba el oscuro cabello con invisibles dedos y no pudo mas que suspirar como un enamorado. Era tan hermosa.
Esa pensamiento le hizo abofetearse mentalmente.
¿Es que no había aprendido?
Primero Katherine y ahora Elena.....Ninguna de las dos le amaba. Todas amaban a Sthephan. Al bueno y sosaina de Sthephan Salvatore. Si ellas supieran lo que el sabia...Si Elena supiera lo que.....
Cerro los ojos y se maldijo a si mismo. No. Elena nunca lo sabría. No al menos por el. Ya había cometido demasiados errores en tan poco tiempo. Tenia que centrarse. Tenia que ser un poco mas listo. Puede que siguiera tonteando e incluso persiguiendo a la humana, pero lo primero era lo primero.
Encontrar a Sthephan.
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¿¿Que demonios había sido eso??. ¿¿Es que estaba tonta?? ...¡¡¡Por Dios, que era Damon¡¡
Elena caminaba por las oscuras calles de Mistyc Falls regañando se a si misma por haber reaccionado así pero es que no podía evitarlo. Desde aquella fatídica noche no podía ver a Damon con los mismos ojos. Se esforzaba por verlo como lo que realmente era: Un aprovechado y un desalmado. Pero una parte muy pequeña; casi diminuta de su mente le decia que se equivocaba.
Pero...Por un momento...por un micro segundo....se dejo embaucar por esos preciosos ojos azules y esa mirada penetrante; por esa sonrisa que le prometía tantas cosas y de las que luego no se acordaría cuando la poseyera. Porque no se engañaba. Sabia que Damon le prometería el mundo hasta que cediera. Y no estaba dispuesta a ceder. No...Porque amaba a Sthephan. El si era un hombre decente. Uno con el que se podia contar. Uno que daría años de seguridad y felicidad.....Y también un hombre ausente.
Elena gruño para si misma y pateo una pequeña piedrecita que había en el camino, estaba echa un lió desde que beso a Damon...¿Porque diantres tuvo que hacerlo?. El no se lo había pedido, no había dicho nada del otro mundo, solo se dedico a ser....El, Damon Salvatore y....Que Dios la perdonara porque....Le gusto...Por unos segundos le gusto. Y fueron unos segundos fatídicos en los que se dejo ganar y lo beso. ¡¡¡Beso a Damon¡¡¡ Porra ¿¿¿ Que se suponía que iba a hacer ahora???
Para su suerte el menor de los Salvatore no recordaba nada y de eso estaba segura porque si lo hubiera recordado no habría dudado ni medio segundo en perseguirla hasta conseguir que se abriera de piernas. Y eso era algo que no iba a consentir. Un beso puede, pero mas allá...Nop...Decididamente nop.....Estaba claro que....
-¿Puedo llevarte, Princesa?
-Aaaaaahhh- Elena dio un salto hacia atrás, apartándose de la carretera. Estaba tan concentrada en sus pensamientos que ni siquiera oyó el coche llegar. Sintió el corazon golpeando fuertemente su pecho al principio de miedo pero enseguida se vio sustituido por la ira.-¡¡Es que quieres matarme de un ataque al corazón¡¡¡- No sabia lo que tenia ese estúpido vampiro pero conseguía sacarla de sus casillas.
Damon la miro durante un rato, con esos ojazos azules abiertos ante la sorpresa y sin dejar de conducir. Unos metros mas tarde le soltó una sonrisa de medio lado y con su tono sensual susurro:
-Hay maneras mas divertidas de matarte, Elena.
[I]Arrggghhhhhh[/I]
Quiso abofetearle pero sabia que no iba a servir para nada, asi que ni se digno a contestarle, solo siguió andando a paso ligero.
-Oh...Vamos, Elena....Voy a ir a buscarle, solo quiero llevarte a casa. -Intento racionalizar. Y no, osea, no....Conocía muy bien a Damon Salvatore y sabia que no hacia nada si no sacaba algo a cambio.
-No, gracias. Se cuidarme yo sola.- Espeto alzando la barbilla y acelerando el paso. Le empezaron a doler las pantorrillas de lo rápido que iba pero le dio igual.
Oyo un frenazo y medio segundo después el vampiro le cortaba el paso. Fue a decir algo pero una fuerte mano se cerro sobre su cuello evitando que pudiera articular cualquier palabra. Vio con los ojos desorbitados como Damon, el vampiro que le había dicho entre delirios que la amaba, transformaba su bello rostro en un ser de la noche. Los ojos completamente negros y unos filosos dientes brillando en la oscuridad.
-Escuchame bien, estúpida.- gruño como si fuera un animal. - No se que le ha pasado a mi hermano pero se que le gustaria que cuidara de ti. Asi que vas a dejarme que te deje en casa porque......- Damon soltó un rugido hambriento que le salio de lo mas profundo del estomago-...Esta claro que no puedes defenderte tu sola. Eres una simple humana. Solo eres ….Comida.-Espeto soltándola.
Elena cayo al suelo como un saco de patatas. No sintió el fuerte golpe del pavimento contra su muslo izquierdo, ni como las palmas de las manos se le arañaban, solo sintió el fresco aire entrando en sus pulmones. Miro a Damon con odio mientras se acariciaba la garganta.
-Ahora, te guste o no. Voy a llevarte a casa.- gruño. Medio segundo despues de decir eso su rostro se volvió normal y dibujo esa tipica sonrisa de medio lado que la ponía de los nervios. Se agacho hasta que sus miradas quedaron a la misma altura y con ese tono de voz picaron agrego:- Y como te pongas pesada te desnudare y te meteré en la cama yo mismo...¿Te ha quedado claro?.
No pudo evitarlo.
Dejo que su mano volara directa a la cara del vampiro que la retuvo sin ningun tipo de problema. Una mueca de dolor se dibujo en su rostro al sentir la fuerte mano cerrarse sobre su diminuta muñeca.
Los ojos de Damon brillaron con un diminuto destello negro, casi parecía que estaba luchando por no convertirse en vampiro. Un pequeño y tenso silencio se apodero de ambos, uno en el que Elena no pudo entender la expresión tensa del vampiro. Lo entendió en cuanto vio como los ojos sobrenaturales se volvían hacia su desgarrada palma.
-No...-susurro al ver como una pequeña gota de sangre se deslizaba lenta y sinuosamente hacia abajo.
Damon la miro, con los ojos mas grandes y mas azules que nunca habia visto. No había ni rastro del demonio que habitaba en el, solo promesas de algo que Elena no se atrevía a descifrar.
Una pequeña lucha de miradas aconteció en pocos segundos. Una en la que Elena iba perdiendo de forma estrepitosa.
-No.-Volvió a repetir, solo que esta vez sonó menos convincente que la primera. Intento reforzar sus palabras dando un suave tirón de su mano, pero Damon la tenia bien agarrada.
Todo lo demás paso demasiado a cámara lenta. Los labios del vampiro, esos que había besado en un pequeño ataque de debilidad, cerca de su herida abierta, su pequeña mano temblando dentro de esa tan grande y fuerte y ...Que Dios la perdonara, su femineidad haciéndose notar de tal forma que le hizo apretar las piernas para poder sentirla mejor. Tuvo que luchar con todas sus fuerzas para no soltar un fuerte gemido.
Creyó, casi juro que Damon iba a beber su sangre, pero al contrario de lo que pensó, este materializo de la nada un pequeño pañuelo blanco con una gran DS bordada en un lado con letras carmesí y lo coloco dulcemente sobre la herida.
-Ten cuidado, Princesa. No todas las bestias de la noche son tan pacíficos como yo.- susurro con esa maldita voz.
Eso la indigno. ¿Que se suponía que estaba haciendo? ¿Ligar con ella? ¿Confundirla? ¿Hacerse sentirla culpable por ...Joder, como le costaba decirlo...Excitarse?...
Con la colera que te da la frustración se levanto rápidamente del suelo y dio un fuert tiron de su brazo; para su sorpresa Damon la dejo ir con esa sonrisa chulesca que le caracterizaba.
Nunca deseo pegar a alguien con tantas fuerzas como a el en ese momento.
-Lle-va-me- a ca-sa y vete- siseo apretando el pañuelo contra la herida.
-Como desees.- fue lo único que dijo antes de abrirle galantemente la puerta del coche.
¿¿Continuara??