Cuando llegó el otoño, Silence empezó a alterar tres tipos diferentes de sombrero, más o menos acordes a ciertos cambios meteorológicos -meteorología del tiempo y de ella, si me entienden-. Y yo, poco avezada en moda y alta costura, repetía mentalmente: bombín, borsalino, boina, boina, bombín, borsalino, borsalino, bombín. La encontraba temprano en
(
Read more... )