Numero de palabras: 1,607
seis;
Kyungsoo comienza su primer día en la escuela secundaria, tiene once años ahora. Jongin se concede hablar con el después de la escuela, y lo saluda fuera de las puertas. Ignora las miradas de las madres, cuando Kyungsoo corre hacia el gritando hyung. En su camino de regreso, Kyungsoo no deja de hablar de todas las nuevas personas que había conocido y lo agradable que sus profesores eran. También le muestra a Jongin los nuevos dibujos que había hecho, empujándolos de nuevo a su mochila con bastante descuido.
―Hey, ¿quieres un helado para celebrar tu buen día? ―pregunta Jongin. Kyungsoo asiente rápidamente con la cabeza. Jongin se ríe y envuelve su brazo alrededor de los hombros de Kyungsoo, guiándolo por el camino. Van hacia un camión de helados no muy lejos. Jongin consigue dos conos y Kyungsoo no deja de darle las gracias mientras lame su helado.
―Mmh, entonces Chanyeol me tiro comida y me enoje mucho así que le di una patada y luego se disculpo, yo me reía de el por ser tan cobarde ―Kyungsoo murmura la ultima parte porque estaba demasiado ocupado lamiendo su helado.
―Ah, me acuerdo de Chanyeol.. creo. ¿Es el muchacho alto? ―pregunta Jongin, lamiendo su helado también. Kyungsoo murmulla a la ligera.
―Si. Chanyeol es raro a veces, pero me gusta mucho. Es super cool y ademas tiene muchos videojuegos ―los ojos de Kyungsoo se ensanchan y exhala profundamente.
―Desearía tener tantos videojuegos ―murmura en voz baja, dando murmura en voz baja, dándole un mordisco al cono. Jongin se ríe de el.
―Conseguiré algunos videojuegos para ti cuando sea Navidad ―promete Jongin, desordenando el pelo de Kyungsoo.
―Ah, ¿en serio? Pero eso significa que tendré que darte algo a cambio y no tengo dinero ―Kyungsoo hace un puchero tristemente, sabiendo que muy probablemente no conseguiría esos videojuegos que tan desesperadamente quería.
―No necesito nada, Kyungsoo, soy un hombre adulto. Los hombres adultos no necesitan regalos de navidad~ ―asegura, sonriendole mientras masticaba el ultimo bocado de su cono. Kyungsoo también mastica el ultimo bocado en su boca, encogiéndose de hombros en derrota.
―Lo que tu digas, hyung. De todos modos, ¿Esta noche me quedo contigo o voy a casa? ―pregunta Kyungsoo, mirando a Jongin.
―Ah, tengo compañía esta noche. ¿Pero puedes venir mañana? Es Sábado ¿Verdad? ―Kyungsoo asiente con tristeza.
―Mira, mañana podremos pasar todo el día juntos si a tus padres no les importa~ te llevare de compras o algo así ―los ojos de Kyungsoo se aclaran ante esto.
―¡Claro que sí, hyung!
Esa compañía de la noche no fue lo mejor por decir lo menos. Jongin habría preferido tener a su lindo Kyungsoo. Ahora, hay una mujer llamada Nicki en su regazo. Ella tiene el cabello largo y rubio, enormes pechos, hermosas curvas y un culo aun mejor. A Jongin le gustaría decir que esta disfrutando de tenerla cabalgando, pero no es tan agradable como le gustaría que fuera.
No puede ni mirarla, porque cada vez que lo hace, imágenes de un niño de once años aparecen en su lugar. Finalmente, el la inclina y la hace ponerse en cuatro. Se aferra a su pelo y la folla sin piedad, pero aun así, la imagen de Kyungsoo agachado delante de el viene a su mente.
Una hora mas tarde, Jongin aun no se ha corrido cuando ella acabo dos veces. El termina saliendo y diciéndole a ella que se vaya porque no podía hacer esto. Ella lo hace, muy rápidamente. Ahora estaba en la cama con una dolorosa erección y solo olía a ella.
Se levanta de la cama, con la esperanza de que una ducha fría curará las cosas, pero mientras camina mas allá de la cama; sus ojos atrapan algo familiar. Es su vieja camisa que Kyungsoo había empezado a usar, se acerco y estaba tirada en el cesto. Sin siquiera preocuparse de lo jodido que esto era, agarro la camiseta y salto de nuevo a la cama. Tirando de las cubiertas sobre si mismo como si fuera a conseguir ser atrapado haciendo esto.
Se tumba de espalda y presiona la camisa contra su cara, dedos envolviéndose alrededor de su pene. Lo mueve en sus manos y toma grandes ingestas del dulce aroma de Kyungsoo para poder correrse. Duro en eso. Pero incluso después de que se vino la primera vez, se encuentra duro otra vez minutos mas tarde. Pone la camisa del lado de la cama de Kyungsoo, ignorando mancharse el estomago cuando se da la vuelta.
Jongin entierra su rostro contra la tela y empuja contra la cama, gimiendo por la fricción entre su pene y la ropa de cama. Enterrando su cara mas profundamente, inhala. Imágenes de Kyungsoo jadeando contra su cuello llenan su mente. Kyungsoo levantaría sus piernas mas alto y se envolverían alrededor de su cintura, gemiría en su oído mientras lo coge.
El no seria suave, no después de la primera vez. Seria duro, implacable y severo con el. Le daría nalgadas en su insolente y perfecto culo y lo haría gritar fuerte. Dejaría a Kyungsoo montarlo y vería como su cuerpo se arquearía tan maravillosamente. Dejando ver la imagen de las costillas de Kyungsoo mostrándose en su piel estirada. Escucharía atentamente los gemidos y quejidos mientras empuja mas adentro.
Solo por las detalladas imágenes en su mente, Jongin se viene de nuevo, gimiendo el nombre de Kyungsoo tan fuerte que de hecho le duele la garganta. Esa noche decide que debía hacer a Kyungsoo suyo, incluso si este lo matara.
Un par de semanas después, es otoño otra vez, a punto de llegar al invierno.
Había sido un día ordinario para Jongin. Se había despertado, cepillado los dientes, se ducho. Vestido con un traje como de costumbre, tomo un bocado de comida y se fue a trabajar. Fumando un cigarrillo cuando se encontraba en su coche. Entro al trabajo y saludo a la secretaria, como siempre. Había caminado por las escaleras en vez de tomar el ascensor y se dirigió a trabajar temprano como normalmente hace.
Pero hoy, las cosas no serian normales. Tan pronto como había entrado a su generalmente muy alegre oficina, ceños fruncidos y lagrimas eran enviados. Mira a sus colegas alrededor, rogando por una razón del por que todo el mundo estaba llorando.
―E-El Señor Do.. E-El.. ―Sooyoung no puede terminar su frase, ella esta ahogando en lagrimas otra vez.
―E-El tuvo un accidente de coche.. esta mañana.. en su camino al trabajo ―Junghyuk logra terminar, agarrando su cara con las manos después para ocultar sus sollozos.
―¿E-El esta.. bien? Por favor, mierda dime que el esta bien. ¡Por favor! ―Jongin esta prácticamente rogando, lagrimas formándose en las esquinas de sus ojos. La expresión facial de Sooyoung no parece ser nada buena, sin embargo, cuando ella niega con la cabeza, el mundo entero de Jongin se desmorona. Sus rodillas se debilitan y tropieza hacia atrás, pies tropezando entre ellos, se encuentra aprisionado por la pared, lagrimas cayendo libremente.
Solo cuando piensa que lo peor ya había pasado, tiene que aparecer en el funeral. Era desgarrador. No solo perder al hombre que era como la única figura paterna en su vida, ver a Kyungsoo aferrarse a su madre, llorando con todo su corazón.
Jongin había permanecido oculto, de espaldas, por temor a que Kyungsoo se diera cuenta, pero no le había quitado los ojos de encima desde que llego. Le promete al padre de Kyungsoo que el intentara cuidar de el. Intentara protegerlo y mantenerlo a salvo por todos los medios.
Oír a Kyungsoo hablar, fue aun peor. Sus sollozos rotos y lo mal que su cara de veía mientras el hablaba sobre su padre. Hizo a Jongin llorar silenciosamente a sus espaldas porque ningún niño merece pasar por esto. Ningún niño en absoluto.
Después del funeral, Jongin vuelve a casa. Bebe un montón y termina llorando hasta quedarse dormido. No ve a Kyungsoo después de eso durante dos semanas. El golpe de luz en la puerta principal tenia su corazón golpeando contra su pecho. Un poco demasiado rápido, se apresura hasta su puerta y casi arranca las bisagras.
Kyungso esta de pie allí, sollozando en la lluvia torrencial. Antes de que Jongin incluso lo meta en la casa, sus brazos se envuelven alrededor de su cuerpo, abrazándolo muy fuerte. Kyungsoo solloza en su estomago, pero Jongin no llora. No puede llorar, tiene que mantenerse fuerte para Kyungsoo. Permanecen de pie bajo la lluvia por lo menos durante un minuto, solo abrazados. Cuando Jongin se aleja, limpia las lagrimas de Kyungsoo con sus pulgares.
―Las cosas van a estar bien, te lo prometo. Tienes a hyung, solo recuerda eso ―dice en voz baja, abrazándolo con fuerza una ultima vez antes de entrar a Kyungsoo a la casa, su mano firmemente presionada contra su espalda.
Esa noche, Jongin siente su corazón literalmente romperse. Kyungsoo no deja de llorar. Su cuerpo se acurruca casi en forma de bola, esta tan cerca del borde. Finalmente, Jongin arrastra a Kyungsoo mas cerca. Kyungsoo ni siquiera lo detiene, solo se acurruca al lado de Jongin y se aferra a el.
―Shh, hyung esta aquí, bebe ―Jongin casi se atraganta con sus palabras porque se siente tan ajeno a su lengua. Kyungsoo lo mira, con los ojos hinchados y lagrimas aun humeantes. Sorbe por la nariz dos veces y se limpia con la palma de su mano.
―¿M-Me llamaste b-bebe? ―lloriquea Kyungsoo. Jongin lo mira fijamente.
―¿Te importaría.. si te llamo así? ―pregunta Jongin en voz baja, su mano moviéndose hasta llegar a su cara. Los dedos rozando suavemente contra el hueso de la mejilla de Kyungsoo.
―S-Si.. M-Me gusta mucho.
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