Llevaba veinte minutos intentando ignorar aquel par de ojos cafés, que me miraban desde el asiento frente a la pequeña barra.
Suspiré, y continué cocinando.
“Ohchan…” un pequeño susurro llegó hasta mis oídos.
La verdad, era que no había hablado con Kazu desde la noche pasada, cuando me había enfadado con él.
“Ohchan” volvió a repetir.
Levanté mi
(
Read more... )