Me sacrificaste cuando se cumplían ventitres otoños.
La piel, fiebril, y el rostro fantasmal. ¿Sera que esto agrada a los dioses? Las velas que prendiste la primera vez se han extinguido demasiado pronto.
¿Fue la oscuridad o eras tu en realidad?
¿Quien era la bestia que me destrozo?
Tus actos eran como balas, y mi corazón demasiado tierno para
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