En su enésima visita a la nevera de la tarde, Sara escucha el teléfono. Como siempre que el aparato rompe su obstinado silencio, se le desboca el corazón y el aliento se le corta a cuchillo. Sin embargo no va a cogerlo. En cambio espera, con cada músculo tenso, a que su madre conteste
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El problema es si después de hacerlo te sientes mal contigo mismo: supongo que se intenta suplir una carencia con la comida. O con el sexo. O con internet. O con lo que sea.
El sentimiento de sentirse vacío es jodido, se tiende a llenar el hueco con lo que se tiene más a mano... :/
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E ir a picar al frigorífico es maravilloso, yo (gracias a un metabolismo que me impide engordar) lo hago constantemente. Pero no para olvidarme de mis problemas ni para castigarme, como la pequeña Sara.
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hola y encantada :)
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Un placer tenerte por aquí.
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