Pulakaumaka capítulo 8
Pues vamos con un capítulo más antes de que a alguien le de un ataque, o algo.
Anticipo que queda poco para el final (unos 2/3 capítulos)
Espero que sea de vuestro agrado!!!
PULAKAUMAKA (Obsesión)
Ron volvía a estar acurrucado junto a Danny. Esta vez incluso se había atrevido a rodear el brazo del detective con el suyo.
-¿Qué es eso del “monito”?- preguntó Ron
-Grace…- el policía sentía cómo sus pensamientos fluían despacio.
-Le dijiste a Grace que le dijese al monito que “Danno le quiere”.
La realidad golpeó al rubio con fuerza, casi mete la pata y tira todo por la borda. No había sacrificado su llamada a Grace para fastidiarlo todo ahora.
-Es un juguete que tiene, siempre que le digo a Grace que la quiero, me dice que tengo que querer a su mono también- sólo esperaba que su mentira fuese convincente, los niños hacían cosas así a menudo, ¿no?
-Quieres mucho a tu hija.
-Más que a nada en el mundo. No voy a volver a verla, ¿verdad?- preguntó el policía con angustia. Ron guardó silencio, ojalá sus padres le hubiesen querido a él la mitad de lo que ese hombre amaba a su hija…
-Tengo sed.- Dijo Danny al cabo de un rato.
-No puedes beber-dijo el dependiente clavando su mirada en el rubio.
-Tiene gracia, no me voy a curar por arte de magia, ¿qué importa un poco de agua? No me encuentro bien…
-¿Qué sientes?
-¿Qué qué siento?- jadeó el policía. En su cabeza aparecían miles de palabras que quería decir y que, de hecho, diría si hablar no le costase tanto esfuerzo ni fuese tan doloroso el simple hecho de respirar-. Me parece que no me queda mucho tiempo.
-Estás helado- Ron salió de la habitación y regresó con un par de mantas que depositó sobre el cuerpo del detective.
-¿Por qué estoy aquí?
-Tenía que salvarte.
-¿Salvarme? Me reiría si no doliese tanto.
-Te dispararon, no quería que te ocurriese nada más.
-Realmente te dispararon a ti- y ahora, Danny se preguntaba por qué habían escogido ese momento para hablar. Lo único que él quería era cerrar los ojos y dejar de sentir…
-Nunca nadie se había preocupado por mí, nunca nadie me había hablado con la amabilidad con la que lo hiciste tú, nadie me había sonreído jamás.
Nuevamente, Danny sintió cómo la rabia crecía en su interior, nadie debería sufrir aquello, nadie merecía ser menospreciado, maltratado… La gente debería hacerse responsable de sus actos… Apretó ligeramente el brazo de Ron, un gesto de comprensión antes de perder la consciencia de nuevo. El dependiente se quedó mirándolo un rato, antes de tomar una determinación y salir de allí.
**************
-Parece ser que la cabaña pertenecía a sus abuelos. Cuando éstos murieron, pasó a la propiedad del familiar vivo más cercano- Chin envió varias imágenes a las pantallas-. La madre de Ron murió asesinada por su padre, que se suicidó después. Nuestro hombre sufrió una gran variedad de abusos físicos y mentales, según los informes médicos. La gente que lo conoce dice que no tenía amigos, ni familia, ni pareja… era un tipo raro y solitario.
-No me extraña que se haya obsesionado con Danny- dijo Steve sintiendo pena por ese hombre y sabiendo el daño que hacía la soledad-, él tenía razón al afirmar que parecía que nadie hubiese sonreído nunca al dependiente...
-Por supuesto, él lo hizo, y causó una fuerte impresión en el hombre solitario- añadió Kono.
-Esa gente suele resultar peligrosa cuando se obcecan en algo- comentó Lori.
-¿Atracción fatal?- dijo la morena.
-Algo así- continuó la perfiladora.
-Vayamos a investigar esa cabaña- dijo Steve bruscamente después de que pasase por su cabeza la imagen de Ron metiendo a la mascota de Grace en una olla [1].
********************
Se disponían a salir del cuartel general cuando sonó el teléfono de Steve, el hombre miró la pantalla y en su rostro se dibujó una expresión confusa. Era el gobernador.
-Mcgarret. […], la verdad es que ahora mismo es imposible. […]- el SEAL resopló algo enfadado-. No, no podemos, tenemos que… […] ¡Sé de sobra que usted es el gobernador!- sus compañeros le miraron sorprendidos-. Y yo le recuerdo que uno de los miembros de mi equipo está secuestrado y herido en este momento. […] No me puedo creer que me pida eso. […] Pues entonces, ¡renuncio! Si como miembro del 5.0 no puedo rescatar al detective Williams, lo haré como Steve Mcgarrett, y nadie…
Chin le arrebató el teléfono antes de que el Marine dijese más cosas de las que se pudiese arrepentir después.
-¿Gobernador? […] Sí, soy el teniente Kelly. […] No, es el stress, ya sabe, no lo ha dicho en serio…
-¿Cómo que no lo he dicho en serio?- Steve era arrastrado por Kono al interior de su oficina- ¡SÍ QUE LO HE DICHO EN SERIO!- gritó.
-Como comprenderá, es un asunto que nos tiene muy ocupados- continuaba el hawaiano- […] Sí, prioridad absoluta. […] Desconocemos la gravedad de las heridas […] Desde luego, señor, nos encargaremos de ello en cuanto podamos. Sí, pediremos informes a la policía. Ah, sobre lo de la renuncia… […] Muchas gracias, señor.
Chin emitió un suspiro al colgar y se dirigió a la oficina en la que su prima trataba de tranquilizar a un SEAL furioso.
-¿Por qué me has quitado el teléfono?
El teniente enarcó las cejas y decidió atacar en donde le dolía a su jefe.
-¿Qué crees que diría Danny si se enterase de que habías renunciado a tu puesto para salvarlo?
Steve se dejó caer en la silla como si toda la energía que irradiaba segundos antes se hubiese agotado de repente. Por supuesto que se enfadaría, y se encargaría de hacérselo saber con un montón de palabras y gestos, pero en ese momento lo único que quería Steve era llegar a tiempo, encontrarlo vivo para, precisamente, poder escucharlo una y otra vez. Si para eso tenía que renunciar a su puesto, lo haría. Era lo justo, Danny había renunciado a muchas cosas, en su día, por él. Se lo debía, ero lo menos que podía hacer.
-No pienso ir ahora hasta allí. No iré hasta que Danny esté a salvo.- musitó.
-No lo haremos, la policía está allí y les ayudaremos en cuanto podamos.
-Pero yo ya no…
-El gobernador no acepta tu renuncia. Sabe que no se puede razonar con vosotros cuando uno de los dos necesita ayuda, ha tenido que aguantar a Danny en su despacho, todos los días, proclamando tu inocencia cuando estabas en la cárcel [2].
-Muy bien, ¿me vais a explicar qué ha ocurrido?- dijo una impaciente Kono.
-Ha habido un tiroteo en un hospital- informó Chin-, se han llevado a una enfermera como rehén y hay tres heridos.
-¿Asunto de drogas?- preguntó Lori.
-No lo sabemos- Chin continuó mientras Steve seguía mirando al suelo. El SEAL se levantó.
-Vayamos a por Danny.
**************
Howard entró en el cuartel general con la cara enrojecida como si acabase de correr por toda la isla. Se inclinó para recuperar el aliento.
-¿Qué haces aquí?
-¿Os habéis enterado del ataque al hospital?
-Sí- respondió Steve-. ¿Has venido corriendo desde allí?
El policía sonrió algo avergonzado.
-No, aparqué algo lejos y antes me había recorrido las escaleras de emergencias del hospital, no estoy tan en forma como creía…
-No nos encargamos del asunto del hospital, de momento- y Steve no quería resultar tan cortante, pero esa tarde todo el mundo parecía querer impedirles llegar hasta Danny y eso le estaba sacando de quicio.
-Mira esto- dijo tendiéndole una par de fotografías.
[1] Me refiero a una escena de la película antes citada.
[2] Vale, esto me lo he inventado, pero tampoco es que sea difícil de creer.
Anticipo que queda poco para el final (unos 2/3 capítulos)
Espero que sea de vuestro agrado!!!
PULAKAUMAKA (Obsesión)
Ron volvía a estar acurrucado junto a Danny. Esta vez incluso se había atrevido a rodear el brazo del detective con el suyo.
-¿Qué es eso del “monito”?- preguntó Ron
-Grace…- el policía sentía cómo sus pensamientos fluían despacio.
-Le dijiste a Grace que le dijese al monito que “Danno le quiere”.
La realidad golpeó al rubio con fuerza, casi mete la pata y tira todo por la borda. No había sacrificado su llamada a Grace para fastidiarlo todo ahora.
-Es un juguete que tiene, siempre que le digo a Grace que la quiero, me dice que tengo que querer a su mono también- sólo esperaba que su mentira fuese convincente, los niños hacían cosas así a menudo, ¿no?
-Quieres mucho a tu hija.
-Más que a nada en el mundo. No voy a volver a verla, ¿verdad?- preguntó el policía con angustia. Ron guardó silencio, ojalá sus padres le hubiesen querido a él la mitad de lo que ese hombre amaba a su hija…
-Tengo sed.- Dijo Danny al cabo de un rato.
-No puedes beber-dijo el dependiente clavando su mirada en el rubio.
-Tiene gracia, no me voy a curar por arte de magia, ¿qué importa un poco de agua? No me encuentro bien…
-¿Qué sientes?
-¿Qué qué siento?- jadeó el policía. En su cabeza aparecían miles de palabras que quería decir y que, de hecho, diría si hablar no le costase tanto esfuerzo ni fuese tan doloroso el simple hecho de respirar-. Me parece que no me queda mucho tiempo.
-Estás helado- Ron salió de la habitación y regresó con un par de mantas que depositó sobre el cuerpo del detective.
-¿Por qué estoy aquí?
-Tenía que salvarte.
-¿Salvarme? Me reiría si no doliese tanto.
-Te dispararon, no quería que te ocurriese nada más.
-Realmente te dispararon a ti- y ahora, Danny se preguntaba por qué habían escogido ese momento para hablar. Lo único que él quería era cerrar los ojos y dejar de sentir…
-Nunca nadie se había preocupado por mí, nunca nadie me había hablado con la amabilidad con la que lo hiciste tú, nadie me había sonreído jamás.
Nuevamente, Danny sintió cómo la rabia crecía en su interior, nadie debería sufrir aquello, nadie merecía ser menospreciado, maltratado… La gente debería hacerse responsable de sus actos… Apretó ligeramente el brazo de Ron, un gesto de comprensión antes de perder la consciencia de nuevo. El dependiente se quedó mirándolo un rato, antes de tomar una determinación y salir de allí.
**************
-Parece ser que la cabaña pertenecía a sus abuelos. Cuando éstos murieron, pasó a la propiedad del familiar vivo más cercano- Chin envió varias imágenes a las pantallas-. La madre de Ron murió asesinada por su padre, que se suicidó después. Nuestro hombre sufrió una gran variedad de abusos físicos y mentales, según los informes médicos. La gente que lo conoce dice que no tenía amigos, ni familia, ni pareja… era un tipo raro y solitario.
-No me extraña que se haya obsesionado con Danny- dijo Steve sintiendo pena por ese hombre y sabiendo el daño que hacía la soledad-, él tenía razón al afirmar que parecía que nadie hubiese sonreído nunca al dependiente...
-Por supuesto, él lo hizo, y causó una fuerte impresión en el hombre solitario- añadió Kono.
-Esa gente suele resultar peligrosa cuando se obcecan en algo- comentó Lori.
-¿Atracción fatal?- dijo la morena.
-Algo así- continuó la perfiladora.
-Vayamos a investigar esa cabaña- dijo Steve bruscamente después de que pasase por su cabeza la imagen de Ron metiendo a la mascota de Grace en una olla [1].
********************
Se disponían a salir del cuartel general cuando sonó el teléfono de Steve, el hombre miró la pantalla y en su rostro se dibujó una expresión confusa. Era el gobernador.
-Mcgarret. […], la verdad es que ahora mismo es imposible. […]- el SEAL resopló algo enfadado-. No, no podemos, tenemos que… […] ¡Sé de sobra que usted es el gobernador!- sus compañeros le miraron sorprendidos-. Y yo le recuerdo que uno de los miembros de mi equipo está secuestrado y herido en este momento. […] No me puedo creer que me pida eso. […] Pues entonces, ¡renuncio! Si como miembro del 5.0 no puedo rescatar al detective Williams, lo haré como Steve Mcgarrett, y nadie…
Chin le arrebató el teléfono antes de que el Marine dijese más cosas de las que se pudiese arrepentir después.
-¿Gobernador? […] Sí, soy el teniente Kelly. […] No, es el stress, ya sabe, no lo ha dicho en serio…
-¿Cómo que no lo he dicho en serio?- Steve era arrastrado por Kono al interior de su oficina- ¡SÍ QUE LO HE DICHO EN SERIO!- gritó.
-Como comprenderá, es un asunto que nos tiene muy ocupados- continuaba el hawaiano- […] Sí, prioridad absoluta. […] Desconocemos la gravedad de las heridas […] Desde luego, señor, nos encargaremos de ello en cuanto podamos. Sí, pediremos informes a la policía. Ah, sobre lo de la renuncia… […] Muchas gracias, señor.
Chin emitió un suspiro al colgar y se dirigió a la oficina en la que su prima trataba de tranquilizar a un SEAL furioso.
-¿Por qué me has quitado el teléfono?
El teniente enarcó las cejas y decidió atacar en donde le dolía a su jefe.
-¿Qué crees que diría Danny si se enterase de que habías renunciado a tu puesto para salvarlo?
Steve se dejó caer en la silla como si toda la energía que irradiaba segundos antes se hubiese agotado de repente. Por supuesto que se enfadaría, y se encargaría de hacérselo saber con un montón de palabras y gestos, pero en ese momento lo único que quería Steve era llegar a tiempo, encontrarlo vivo para, precisamente, poder escucharlo una y otra vez. Si para eso tenía que renunciar a su puesto, lo haría. Era lo justo, Danny había renunciado a muchas cosas, en su día, por él. Se lo debía, ero lo menos que podía hacer.
-No pienso ir ahora hasta allí. No iré hasta que Danny esté a salvo.- musitó.
-No lo haremos, la policía está allí y les ayudaremos en cuanto podamos.
-Pero yo ya no…
-El gobernador no acepta tu renuncia. Sabe que no se puede razonar con vosotros cuando uno de los dos necesita ayuda, ha tenido que aguantar a Danny en su despacho, todos los días, proclamando tu inocencia cuando estabas en la cárcel [2].
-Muy bien, ¿me vais a explicar qué ha ocurrido?- dijo una impaciente Kono.
-Ha habido un tiroteo en un hospital- informó Chin-, se han llevado a una enfermera como rehén y hay tres heridos.
-¿Asunto de drogas?- preguntó Lori.
-No lo sabemos- Chin continuó mientras Steve seguía mirando al suelo. El SEAL se levantó.
-Vayamos a por Danny.
**************
Howard entró en el cuartel general con la cara enrojecida como si acabase de correr por toda la isla. Se inclinó para recuperar el aliento.
-¿Qué haces aquí?
-¿Os habéis enterado del ataque al hospital?
-Sí- respondió Steve-. ¿Has venido corriendo desde allí?
El policía sonrió algo avergonzado.
-No, aparqué algo lejos y antes me había recorrido las escaleras de emergencias del hospital, no estoy tan en forma como creía…
-No nos encargamos del asunto del hospital, de momento- y Steve no quería resultar tan cortante, pero esa tarde todo el mundo parecía querer impedirles llegar hasta Danny y eso le estaba sacando de quicio.
-Mira esto- dijo tendiéndole una par de fotografías.
[1] Me refiero a una escena de la película antes citada.
[2] Vale, esto me lo he inventado, pero tampoco es que sea difícil de creer.