12. A Primera Vista
Tomó el pelo de Kyungsoo para jalarlo arriba y darle un beso. Fue todo desordenado y húmedo junto con su cuerpo, bajo el constante chorro de agua que caía sobre ellos. Ninguno de los dos podía respirar correctamente, ya no importaba. Jongin tomó el miembro del mayor en su mano y empezó a bombear. El ritmo lento no era lo suficiente para satisfacer por completo a quien lloriqueaba.
"Date prisa." Respiraba mientras descansaba su frente contra la parte interior del cuello de Jongin. Sus ojos se cerraron, tratando de obtener el máximo provecho del placer que el menor le estaba dando.
Jongin sonrió y mantuvo el ritmo que llevaba solo un poco más, antes de que Kyungsoo se sintiese demasiado cerca, giró a Jongin para que inclinase su pecho contra el muro y empujó con fuerza dos dedos dentro de la boca de Jongin mientras besaba el hombro del mismo. Su miembro desnudo se clavaba contra la piel de Jongin y los gemidos del más joven no se hacían esperar. Comenzó a bombear el miembro de Jongin para distraerlo por un minuto, porque sabía lo doloroso que iba a ser, y además, en realidad, Jongin no había aceptado. Lo tenía sin cuidado.
"Hyung..." El menor respiró y Kyungsoo pudo escuchar una protesta viniendo. "No voy a…"
"Cállate." Kyungsoo lo silenció y mordió en su bronceado hombro. Jongin jadeó y el mayor aprovechó la oportunidad para retirar los dedos de su boca y presionarlos cerca a su entrada. Susurra un fuerte esto va a doler, antes de meterlos en el interior, sin previo aviso, lo suficientemente impaciente en ser amable. Jongin se estremecía y golpeaba su mano contra la pared tratando de ahogar el gemido doloroso -y extremadamente inhumano- que amenazaba con salir de sus labios. Aunque Kyungsoo nunca admitiría cuan profundamente dentro estaba, encontró satisfacción en saber bien qué ángulos eran los mejores y rogaba para que esos mismos, hicieran cosas celestiales en su amante.
El más joven se esforzaba por pensar en algo más que la sensación de incomodidad de su espalda baja. Afortunadamente, el mayor aún tenía su otra mano en su polla, moviendo demasiado lento como de costumbre. Jongin quería quejarse, pero justo cuando abrió la boca para verbalizar sus pensamientos, Kyungsoo rozó su interior en un ángulo divino y en lugar de palabras, gemidos vigorosos salieron de la boca del menor.
Kyungsoo se detuvo por un momento, al principio un tanto inseguro porque sabía que Jongin no era del tipo vocal.
"Bueno, eso fue nuevo." Dijo en tono de broma. El más joven dispararía un comentario descarado, sólo que ahora permaneciendo de pie, aquello tomó toda su atención. El dolor y la maravillosa sensación iban a volverlo loco y ni era consciente de su súplica para que Kyungsoo lo tomara, hasta que el mayor rió disimuladamente.
Momentáneamente se retiró de la parte trasera de Jongin para agarrar el lubricante del mueble de baño, Jongin dio un paso lejos de la pared, acomodándose y para permitirle a Kyungsoo un mejor acceso a todo su cuerpo. Su diferencia de altura fue tomada en cuenta, Jongin tendría que inclinarse un poco y no estaba seguro de estar cómodo con eso. Contempló si quizás debería simplemente decirle que no estaba listo para esto, pero debió pensarlo demasiado tiempo porque una mano firme lo agarró del cuello y lo empujó hacia adelante, lo que le obligó a doblarse y sentir espasmos al rozar el miembro de otro contra su piel.
Jongin nunca admitiría en voz alta lo mucho que le gustaba este lado dominante de Kyungsoo.
No es que se haya preparado plenamente para la penetración, pero habría apreciado una advertencia antes de que Kyungsoo empujase la cabeza de su pene lubricado dentro suyo. Golpeó la pared una vez más y gimió con los dientes apretados. Fue doloroso y lento pero encontró que no hubiese querido que fuera de otra manera. El mayor se había detenido, no era despiadado y quería que su novio se acostumbrase a él antes de continuar. Kyungsoo mantuvo una mano en la cadera de Jongin y la otra viajó a acariciar su polla de nuevo, quería deshacerse de la parte dolorosa para que pudiera concentrarse plenamente en darle el mejor polvo jamás.
La sensación de ser penetrado por el hombre al que amaba mientras simultáneamente lo azotaba, causaba que se empujara a sí mismo hacia atrás hasta sentir a Kyungsoo totalmente dentro de él quien ahora soltó un lloriqueo de sorpresa y satisfacción. Jongin se sentía tan apretado y caliente a su alrededor que casi se pierde a sí mismo en ese momento. Kyungsoo ya no se preocupaba por ser gentil o amable, simplemente se inclinó para mordisquear el lóbulo de la oreja del menor pero accidentalmente -o tal vez intencional, no estaba seguro de nada- mordió demasiado. Todavía acariciando la polla de Jongin y su paciencia al borde del colapso.
"Muévete... --Por favor... Hyung...- Oh rayos, por favor muévete." Jongin respiró pesadamente tratando de empujarse para que le entre aún más.
Kyungsoo se maravilló, salió casi de lleno antes de empujarse de nuevo y con fuerza. Jadeos resonantes escaparon de los pulmones del joven mientras el mayor repitió la acción un par de veces, lentamente, porque le encantaba burlarse de Jongin. Le encantaba verlo empujándose y tratando de coincidir con él en sus movimientos y amaba cuán pegado estaba a su cuerpo, amaba los suaves gemidos que salían de sus labios.
"Joder, maldita sea, Soo...- " Jongin gruñía entre jadeos. "Más rápido...- Necesito...-¡No pares…!"
El mayor decidió que ya era tiempo para dejar de jugar. Se alejó lentamente y embistió a su novio, muy duro, brusco. El movimiento tomó a Jongin desprevenido y tuvo que flexionar sus músculos con el fin de no golpear su cabeza contra la fría pared donde estaba apoyado. El mayor siguió golpeándolo y la mandíbula de Jongin se abrió tanto que no pudo mantener su voz. Su concentración únicamente se fijó en permanecer de pie, porque, diablos, Kyungsoo lo hizo tan bien que apenas recordó esto siendo doloroso.
Cuando el mayor agarró las caderas de Jongin con el fin de ir más profundo y más duro, Jongin gritó del éxtasis porque ¡Oh mierda! Embistió justo en su próstata. Respiró diciendo más, más, más, entre los gemidos y aferrándose a la pared en vano, tratando de encontrar algo sólido porque sentía que podría colapsar pronto. El mayor envolvió un brazo alrededor de su cintura para mantenerlo de pie, Jongin ya no podía seguir el ritmo de las embestidas erráticas e involuntariamente estiró las piernas un poco más, en señal completa de sumisión. Apoyó la cabeza contra la pared, abrumado por sus emociones y endorfinas que estaban corriendo por su cuerpo directamente a su miembro ya por gotear.
Escuchó al mayor gruñir y gemir y sabía que Kyungsoo amó su estrechez, porque incluso empezó a temblar y no pasó mucho tiempo antes de sentirlo tensarse y venirse dentro de él. Con una embestida más dura -extra dura- porque Kyungsoo estaba follando el interior casto de su novio- quien se vino con un grito de su nombre. Su voz quebrada y sus piernas tensas mientras botaba líquido blanco en la pared donde se apoyó.
Kyungsoo salió de él y se dejó caer al suelo. Sus músculos dolían y se sentían desgastados, su respiración era irregular y sus ojos aún ardían por la lujuria y necesidad. Jongin no resistió más dejando a su cuerpo caer junto al de su novio. Miró a los ojos del mayor y sonrío contento. Nunca admitiría lo mucho que le gustó, pero algo le decía que Kyungsoo ya lo sabía de todos modos. El más bajo juntó la fuerza suficiente para subir a horcajadas sobre su novio agotado y besarlo, una vez más interrumpiendo en su consumo de oxígeno.
"El agua se ha enfriado." Jongin se quejó.
"Lo sé. Es agradable ¿no?" Respiró mordiendo el labio inferior de Jongin. Lamió y besó a su manera en su oreja antes de susurrar. "Vamos a hacer esto mucho más a partir de ahora."
Un gemido muy poco varonil y vergonzoso escapó de los labios de Jongin antes de poder detenerlo. Sintió a Kyungsoo sonreír y sus corazón aceleró.
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Es la segunda semana de detención y Jongin todavía no ha escrito una sola palabra en el ensayo que se supone debía escribir acerca de por qué estuvo luchando. No es que no quisiera hacerlo -Bueno, no, pero aun así - , había tratado de escribir algo. Cualquier cosa. Sólo que las palabras no fluían bien en él, ni siquiera pudo encontrar una manera de empezar.
Confesó a su maestro diciendo que desde que golpeó accidentalmente a su mejor amigo, decidió no pelear más, y no podía describir por qué lo hizo antes, ya que no es bueno con las palabras. Su maestro parecía entender, pero no lo dejaría escapar tan fácilmente. Sin embargo, estaba de acuerdo con dejarlo salir de detención con una condición. A lo que Jongin felizmente respondió diciendo que haría cualquier cosa. Ese fue el mayor error de su vida.
Así que allí estaba su mano en el pomo de la puerta, todavía sin encontrar la fuerza para abrir. Clase de poesía. Si lo hace, no hay vuelta atrás. Si alguien se entera, la reputación de Jongin como un chico malo, caería a pedazos, por no hablar de cómo Kyungsoo nunca dejará de hablar al respecto. Dudoso, finalmente tiró de la puerta. No debería sorprenderse de que todo mundo lo estuviese mirando. Tenía media hora de retraso, después de todo. El profesor parecía saber que venía y lo invitó a tomar asiento, le dijo algo acerca de tener una conversación con él después de clase. Jongin no lo oyó sin embargo, sus ojos estaban grabados en la persona mirándolo como si acabara de patear un cachorro. No necesitaba ver nada más que esos ojos para desconectarse del resto del mundo. Aunque Kyungsoo yacía sentado en la parte de atrás de la clase y era el más alejado de Jongin, todavía podía verlo. Hubo un silencio, aunque tal vez alguien susurraba pero Jongin no escuchó. Sólo miró a los grandes ojos de Kyungsoo.
Rompió a reír porque Do Kyungsoo, el patea traseros de la escuela estaba sentado en clase de poesía tomando notas y para colmo, todo el escenario era tan gay y divertido que olvidó el hecho de que él también estaba ahí. El profesor tosió incómodo y le indicó una vez más que tomara asiento. Jongin aceptó y trató de ahogar su risa. No se atrevió a dar la vuelta por los restantes 45 minutos de clase por temor a que Kyungsoo realmente lo pudiese ver, y lo odiaría, aunque fuese inevitable, ya que Kyungsoo estaba sentado justo detrás de él.
"No sabía que estarías en poesía." Se burló al salir de la sala de clases.
"Opino lo mismo." Jongin intentó sonar confiado pero sonó falso incluso para sí mismo.
"Es mi clase de castigo. Todo el mundo sabe que estoy allí sólo porque tuve un montón de problemas. Tú, por otra parte, acabas de entrar por tu propia voluntad. Eso es un poco gay en realidad."
Jongin lo empujó contra la pared y el mayor gruñó.
"Te gusta mi polla adentro en tu culo, eso también es gay." Susurró y Kyungsoo agarró su corbata de uniforme y tiró de él hacia abajo para darle un beso descuidado, sin importarle quién mirase.
“Pues te recuerdo que la última vez, fue mi polla en tu culo mientras gritabas mi nombre rogando por más---" Comenzó y Jongin lo interrumpió con besos. Cerró los ojos y esperó a que no viese el rubor en sus mejillas, porque eso sería aún más vergonzoso de admitir que realmente sí, le gustaba.
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No recordaba la última vez que sintió su vida tan dependiente de alguien como ahora. Todo parecía fluir a la perfección. No obtendría otra detención a pesar que todavía debía tomar las clases de poesía, y aunque no ha escrito nada, ha llegado a apreciar y escuchar las palabras de otros. Mientras Kyungsoo estaba en su puesto de trabajo a tiempo parcial, Jongin encontraba tiempo para estar cerca de sus padres, que aprecian en gran medida el cambio en el comportamiento de su hijo. No más llamadas telefónicas de la escuela, no más curitas que poner en un cuerpo magullado. Aunque fue algo tarde para que Jongin obtuviese buenas calificaciones de nuevo, al menos no se arriesgaba a faltar más. Ni siquiera a clase de historia -aunque casi no lo lograra encontrarle la gracia.
Sus padres estaban orgullosos de él. Y también estaban orgullosos de Kyungsoo que trabajaba y estudiando como un loco. A veces, sentía una pizca de celos sobre cómo sus padres alababan a Kyungsoo todo el tiempo, y cómo su madre le empacaba un juego extra de almuerzo para que tuviese algo para comer en el trabajo. Pero en cuanto vio la expresión de gratitud y felicidad total en la cara de su novio, todos esos pensamientos se desvanecieron. Debido a que sonriendo, Kyungsoo era mejor que cualquier otro -excepto quizá el Kyungsoo dominante- de quien Jongin no hablaría al respecto.
La única cosa que le incomodó, fue verlo llegar a casa tarde después del trabajo. Sabía que el hombre podía manejarse, pero odiaba quedarse dormido solo, así que aunque tuvo constantes quejas de Kyungsoo acerca de que no debía esperarlo, Jongin todavía lo hacía. Fingía estar dormido cuando el mayor entró en la habitación, sólo para echar un vistazo de como Kyungsoo se desnudaba y hacia todo lo posible en ser lo más silencioso posible. Tan lindo.
Cuando se metía a la cama, Jongin haría notar su estado despierto besando al otro y en voz baja corriendo sus dedos sobre la suave piel lechosa. Kyungsoo pasó un par de minutos tratando de convencerle que no se quede despierto por él, aunque sabía que de todas formas, Jongin no haría caso.
Tal vez todo parecía monótono desde el exterior, pero Jongin nunca había sido más feliz, y no podía imaginarse a sí mismo ser más feliz tampoco.
Llegó tarde a clase de poesía, de nuevo. Y tal vez de haber estado completamente despierto, no habría golpeado a Sehun tan violentamente, pero tal como sucedió, ambos cayeron al suelo por el impacto. Sehun murmuró un bajo Lo siento, a lo que Jongin rápidamente dijo que no, era su culpa y que era él quien lo sentía.
El silencio entre ellos era torpe. En realidad no habían tenido la oportunidad de hablar desde que Jongin lo golpeó accidentalmente. Por medio de los rumores, se había enterado que Sehun y Tao eran algo. Se sintió realmente feliz por su amigo, porque si alguien merecía felicidad, ese era Oh Sehun. Un indicio de culpabilidad lo atravesó porque no fue un buen amigo a fin de cuentas. Trató de explicarse al otro, pero Sehun simplemente sonrió y dijo que estaba bien. Ha madurado. El hecho que no se viesen todos los días, no significaba que dejarían de ser mejores amigos.
Jongin prometió que iría a su casa esa misma tarde, después de la clase de poesía, aunque no mencionó esa parte. Kyungsoo tenía que trabajar de todos modos así que no es como si se perdiese. Intercambiaron sonrisas antes de que Jongin recordase que llegaría tarde y salió corriendo.
Cuando entró a la clase, nadie lo miraba más. Estaban acostumbrados. Incluso el maestro también, así que tomó asiento frente a Kyungsoo, brevemente el profesor le puso al tanto de lo que estaban haciendo. Todos escribían o más bien, debatían sobre cómo las emociones se sentían en sus cuerpos. Unas chicas habían presentado sus ideas sobre la lujuria y el amor, y los chicos -que no habían muchos, sinceramente- todavía tenían que decir una palabra para participar en la discusión. Era eso, por supuesto, además de algunos comentarios inmaduros sobre METER LA PATA Y ERECCIONES.
Cada vez que el profesor les pedía llenar algo, todos los chicos se negaron. Nadie quería compartir sus sentimientos así. Así que Jongin simplemente disfrutaba de su silencio y escuchó como las chicas luchaban en encontrar el conjunto más bonito de palabras en el vocabulario de su cerebro y ponerlas en frases.
"¿Qué tal usted Sr. Do? " Dijo el profesor.
"¿Qué?" Kyungsoo preguntó en estado de shock. No había esperado que se le pregunte, por lo que personalmente fue tomado por sorpresa.
"¿Cómo se siente el amor para ti?"
Kyungsoo pensó, tal vez por un minuto demasiado largo. Desde que prestó atención a las conversaciones de las chicas, estaba de buen humor y pensó en decir realmente algo al respecto. Se preguntó si Jongin entendería lo que significaba. Había querido decirlo muchas veces, nunca encontró la oportunidad o las palabras adecuadas para usar. Esta era su oportunidad. Lo que siempre había querido que Jongin supiera.
"Como cuando tu cara se estrella en una puerta." Kyungsoo respondió.
Una oleada de escalofríos sobrevoló a Jongin mientras escuchaba la respuesta de Kyungsoo. Tomó en cuenta cada palabra, cada sílaba; y grabó en su memoria el mismo tono exacto en que las había dicho.
"Por favor, explíquese." Dijo el maestro confundido.
"Repentino. Inesperado. Sin previo aviso. Y es ese tipo de sentimiento, el que nunca se olvidará."
El reloj marcaba las 5 y todos se levantaron de sus sillas sin pensar a qué se refería. Todo el mundo excepto Jongin, claro, quien se encontraba en un estado de trance hasta que el mayor chasqueó los dedos delante de su campo de visión. Lo observó y una mirada interrogante se plasmó en el rostro de Kyungsoo.
"¿Fue ahí que te enamoraste de mí?" Jongin susurró, a pesar que ni siquiera se dio cuenta de la idea saliendo de sus labios.
"A primera vista." Kyungsoo dijo en su espalda. Tratando de mantener la calma y no morir en una sonrisa, era difícil. Dio la vuelta y comenzó a caminar murmurando algo acerca de cómo debería darse prisa o lo dejaría. Jongin no trató de ocultar su sonrisa, especialmente cuando vio el rubor en el rostro del mayor que se extendía hasta el final de sus oídos.
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