Old Flame
Fanfic OriginalAutora:
fatal-fangirlPareja: Jongin, Kyungsoo
Género: Drabble, SMUT
Traducción:
Francisca,
Eli.
Corrección:
yue_kissys Melodia para leer:
AQUÍ ;u;
~.~
Kyungsoo no trabajaba de 9 a 5, lo hacía desde temprano hasta la noche. Las horas colgaban alrededor de sus muñecas como cadenas y los archivos apilados sobre su escritorio, se sentían muy pesados. Mañana. El informe tenía que estar listo para mañana.
Sus ojos estaban bordeados de color rojo. Lucía cansado. La oficina estaba a oscuras con las persianas cerradas. La luz resplandecía en el monitor de su computadora. Abrió otro archivo en su escritorio y obligó a sus ojos a permanecer abiertos pese a la hora. Maniobró un poco en sus muñecas y comenzó a trabajar.
Un golpe en la puerta lo sobresaltó. Sus dedos rápidamente se retiraron del teclado y sus palmas comenzaron a sudar. Jongin abrió suavemente y cerró detrás de él con un clic en el silencio.
Kyungsoo no quería verlo. No podía atender más distracciones. Las horas no se lo permiten.
"¿Quieres que te lleve a casa?" Se apoya en la puerta con ambos brazos escondidos detrás de su espalda.
Mirarlo fue un error. Se veía impresionante como siempre. Sintió algo en su estómago."No."
Desvió sus ojos y Jongin caminó en sus talones golpeando la madera, asintió con la cabeza y luego se acercó. Le tomó pocos pasos llegar al borde del escritorio, dedos arrastrándose en la fina madera y luego, unos cuantos más para colocarse detrás de la silla del otro.
Manos encima de los hombros rígidos cuando Jongin se inclinó todavía más cerca. Kyungsoo cerró sus ojos al sentir palabras pasando sobre su oído en un cálido susurro.
"Estás bastante tenso."
Los dedos se clavaron en los duros músculos masajeando en círculos y sin querer, Kyungsoo cede ante él. Tan familiar. Su cuerpo sabía cómo reaccionar y de momento, se dio cuenta que era demasiado tarde. Dejó escapar un suspiro entrecortado, agachando su cabeza en rendición.
Cuando Jongin habló, Kyungsoo no podía decir si el roce en su cuello era un beso o simple aliento.
"Te eché tanto de menos." Le oye decir.
Intentó evitarlo pero el contacto creó una llama en su interior, comenzando a arder drásticamente. "Tengo que trabajar."
Jongin se enderezó detrás de él, sin moverse. "Es tarde. Déjalo para mañana.”
"Jongin, vete a casa." Hizo una pausa. Odiaba sus siguientes palabras. "Tu esposa debe estar esperándote."
No hubo respuesta.
Y luego, una risa burbujeaba amarga, fría y vacía. Era ridículo. No podía soportarlo. Estaba cansado. Agotado. Empuja su silla, irrumpiendo la risa y se dirige a la puerta, completamente decidido. “Vete.”
La explosión fue fuerte y Jongin imponente. Presionó a Kyungsoo contra la puerta, bloqueándolo con una mano en cada lado. Tenía los ojos rojos también. ¿Había estado durmiendo? Dios, todavía lucía hermoso con ojeras y ojos vidriosos. Kyungsoo observa.
"Ya no lo es."
"¿Ya no?" Kyungsoo odiaba la esperanza en su voz, odiaba ceder. Pero tan pronto como la pregunta salió de sus labios, no fue capaz de seguir aferrándose de su orgullo por más tiempo. Los besos de Jongin siempre tenían mordida. Una presión de anhelo y un pellizco de deseo. Kyungsoo se derretía bajo el calor. Estaba forzado contra la puerta, labios toscos sobre los suyos y maldición, quería esto. Lo quería a él.
Agarró con sus dedos hundiéndose en la espalda de Jongin, viajando hacia abajo para liberar la camisa almidonada. La levantó. Las manos le temblaban mientras trabajaban, desenganchando y arrastrando, hurgando más y tocando. Su cabeza cayó de nuevo y se golpeó contra la puerta. La lengua de Jongin se sentía tan bien mientras lamía, hasta que empezó a succionar ahuecando las mejillas. Kyungsoo sentía que ardía en llamas, una llama tan brillante que lo cegaba. No podía ver más que unos labios húmedos e hinchados.
El trabajo fue olvidado como capas desplegando al suelo. Todavía tenían suministros en su mesa de atrás cuando empezaron a hacer esto, cuando solo era emoción. Y entusiasmo. Antes de dar paso a los sentimientos. Antes de dar paso a los celos. Antes que la realidad se imponga.
Jongin tomó lubricante y un condón. Lo hizo rápido, presionando contra Kyungsoo como si nunca fueran a separarse. Las manos en sus pálidas caderas se movían alrededor de sus glúteos instantáneamente. Dedos abriendo paso en su interior. Gimió. Metió los brazos detrás del cuello de Jongin como apoyo y presionó su boca en contra de la piel bronceada para amortiguar el sonido.
No dijeron nada, sólo hubo toques, besos, y ambos quedándose sin aliento. Respiraciones calientes en los labios del otro. Jongin lo levantó sosteniendo su cuerpo por debajo de sus muslos y usó la puerta como soporte. Kyungsoo cruzó sus tobillos contra la parte baja de la espalda del otro, clavando sus uñas en los anchos hombros. Jongin lo besó teniéndolo jadeante con la boca abierta.
Su cuerpo hirviendo y tenso cuando Kyungsoo llegó a su orgasmo, con un grito silencioso. La lujuria fundiéndose en algo más mientras se quejaba con ojos cerrados y balanceándose entre la puerta con este hombre aplastándolo y a punto de venirse justo después de él. Respiraciones rápidas y luego agitadas, entrando y saliendo más y más rápido hasta llegar a su punto cumbre. Se perdieron a través del resplandor, labios en un beso lento y compartido, satisfecho.
Cuando lo vistió con algo de prisa, Jongin rozó sus labios contra una de sus mejillas sonrojadas. El contacto fue breve.
Kyungsoo abrió los ojos .Escuchando y mirando los archivos en la parte superior de su escritorio. Le quedaban muchos por revisar.
Jongin habló contra la pálida y hermosa piel. Palabras vacías sin pizca de esperanza.
"Ella no volverá hasta la semana que viene."
Y Kyungsoo cerró los ojos, una vez más.
~.~