RUNNING UP THAT HILL - Kaisoo (Traducción en español) Capítulo 17

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Capítulo 17

Cuando Jongin retornó a casa por la mañana, lo primero que cogió fue su teléfono, el cual estaba oculto en la pared detrás de su estante, lo necesitaba para llamar a Luhan. Por suerte, en ese momento su amigo estaba disponible para contestar, tranquilizándole que todo iba bien, así como sus heridas sanaban. Jongin decidió que era hora de contarle acerca de la visita de Minseok.

Inesperadamente, Luhan no mostró una fuerte reacción frente a la noticia, al contrario, escuchó todo lo que Jongin decía en un silencio sepulcral; que el más joven tuvo que preguntar si continuaba atendiendo desde el otro lado de la línea. Cuando terminó su relato, Jongin preguntó realmente lo que Luhan pensaba hacer, pero el mayor simplemente contestó que no sabía todavía. Inmediatamente, se aseguró de cambiar el tema diciéndole al joven que Kyungsoo pasaría por la mañana, de modo que pudieran hablar de su situación. Jongin se sorprendió al escuchar pero por supuesto, trató de no mostrar sorpresa. Después de esas llamadas telefónicas de la noche anterior, ni siquiera sabía si el hombre querría volver a verlo.


Sólo fueron horas después que Jongin recibiera la llamada de un Minseok muy ansioso y con el corazón roto por repetir que todavía no podía ver a Luhan. Sin embargo, al saber que era nuevo número de teléfono, se aseguró de enviar un mensaje a Luhan esa información con la esperanza que el mayor cambiara de opinión. Los dos amigos hablaron más tarde ese día, aunque no se trató de Minseok; Luhan le contó su conversación con Kyungsoo cuando habló de su vida en China, antes de convertirse un prostituto, detalles acerca de su familia y el terrible destino que terminó aconteciéndoles. De acuerdo con Kyungsoo, toda la información les ayudaría a hallar una salida para salir de este problema y volver a su tierra natal; a comenzar de nuevo.

Jongin esperó ser la solución a la situación de Luhan. En Corea no había ninguna posibilidad de que esté seguro otra vez, siempre, tenía sentido para él regresar a China, la cual no había visitado la mitad de su vida. Pero por razones egoístas, la idea de estar lejos de su único amigo, estrujó el corazón de Jongin. Probablemente no volvería a verlo otra vez, ni sería capaces de mantener el contacto. También Jongdae perdería a una de las pocas personas en su vida.

A la vez, Jongin se recriminó a sí mismo por sus propios sentimientos malos y egoístas. Esta fue la única oportunidad de Luhan para sobrevivir y tal vez, reconstruir su vida de ésta pesadilla que los atrapó. Tenía que ser feliz por tal bendición, porque sería capaz de ver feliz a su amigo, ver a Jongdae tener éxito, las únicas dos personas que tenía en su vida. Al final, era todo lo que verdaderamente importaba.

Pasaron unos días durante el cual tuvo conversaciones diarias con Jongdae, Luhan y Minseok (aunque era consciente que los dos últimos no habían hablado el uno al otro). También trabajó todas las noches, ya sea siendo reservado por dos de sus clientes VIP o tanteando el terreno en Exodus. Mino estaba más ausente también, cada vez que aparecía en el club, no intercambiaban más que un par de palabas. Jongin se preguntó en la cantidad de problemas que debía estar y lo que implicaba a Luhan y a él. Por supuesto, no creía que Mino había renunciado a encontrar a su amigo o espiarlo a él mismo o a Minseok. En todo caso, la vigilancia debe haberse vuelto más fuerte que nunca.

Dos semanas pasaron desde la desaparición de Luhan y Jongin consiguió a último minuto una llamada tarde por uno de los secuaces de Mino, notificándole que la noche libre que correspondía había sido pospuesta. Esto no era del todo inusual, por lo que Jongin suspiró resignado. Pero cuando supo del cliente VIP no era otro más que Do Kyungsoo, quien lo recogería a las 9 en punto frente a su casa, no pudo evitar sentirse intrigado. Ellos no había tenido ningún tipo de contacto, desde su lucha a través del teléfono y Jongin no podía imaginar qué humor esperar del hombre.

Era una mezcla de frustración y alivio al enterarse que el coche no era el Porsche 911 blanco y Kyungsoo no era el que está detrás de la rueda, en su lugar, se encontró con un conductor designado que se limitó a decir “buenas noches” antes de sellar sus labios durante todo el viaje. Y fue un viaje muy largo hacia un lugar que definitivamente no era el apartamento de Kyungsoo. Cuando llegaron a las afueras de la ciudad, Jongin estaba plenamente consciente que su destino era el refugio de Luhan.

Los dos amigos se dieron un gran abrazo, y Jongin estaba encantado de ver cuán saludable lucía el otro, sólo siendo un hematoma visible en su nariz. Cenaron juntos, y  el mayor mencionó que Kyungsoo se reuniría con ellos la tarde del día siguiente para discutir su próxima jugada. Jongin entonces se dio cuenta que los dos hombres hablaban por teléfono todos los días, algo que no podía hacerse la idea.

“Todavía me sorprende la forma en que ha estado gastando todo este dinero y trabajo en mí.” Luhan confesó mientras tomaba su sopa. “No tiene sentido para él siquiera saber mi nombre, después de todo este tiempo que estuvimos juntos.”

“Tal vez les gustas desde el principio,” Jongin trató de contestar con la mayor naturalidad posible. “pero nunca lo has notado.”

“O tal vez algo pasó en el proceso, para hacerle cambiar tanto, o alguien.”

Sintiéndose acorralado, Jongin no respondió a aquello. Sólo posó sus ojos en el plato.

“¿Sabes?, todos los días que hablamos por teléfono, de forma casual me pregunta por ti. Cada día.” Insistió Luhan, finalmente captando la atención del más joven. “Incluso compartió su preocupación conmigo sobre tu futuro y cómo podría liberarte de Mino, ya que también es necesario cuidar de Jongdae.”

Tan abrumado por esa información, Jongin apenas podía procesar lo que esto significaba.

“Yo… no sé por qué está pensando en esto…Nunca hablé de ese tema con él…”

“Él lo está pensando porque obviamente se preocupa por ti.” Luhan le dio un pequeño empujón, literal. “Y obviamente debes preocuparte también por él.”

Jongin se sintió nervioso al ser el centro de la conversación, fallando rotundamente en contrarrestar con la presunción de su amigo.

“Sé que durmieron juntos aquella noche en su apartamento.” Luhan continuó desenmascarando la verdad, una expresión divertida amenazaba con mostrarse en su rostro. “Me di cuenta cuando salió de la habitación, y noté cuando apareciste, horas más tarde. También los vi besarse en la cocina.”

“Nosotros no nos hemos besado después…”Jongin se percató de su torpeza al confirmar básicamente que sí tuvo relaciones sexuales con Kyungsoo esa noche.

“Oh ¿No fue así? Luhan rió abiertamente por haber dado en el clavo sobre lo otro. “Perdón por interrumpir.”

Jongin no pudo contener su risa, cubriendo su rostro con ambas manos por la vergüenza. “Ah, estoy acabado.”

“No lo estás.” El mayor tendió sus manos para así sostener las muñecas de Jongin, evitando que se cubra. “Simplemente estás enamorado de él, y creo que él siente más que una atracción por ti.”

La sonrisa desapareció del rostro del menor y comprendió cuán ciertas eran las palabras de Luhan.

“¿Te gusta?”

Era sorprendente como una simple pregunta lo avergonzó frente a su mejor amigo.

“Sí.” Admitió, los ojos fijos en su cuchara disponiéndose a jugar con la sopa.

“¿Alguna vez te habló sobre su matrimonio?” Su amigo prosiguió, mostrando una expresión seria. “¿O continúa con sus planes?”

Un simple asentimiento fue suficiente para que Jongin sintiera sus ojos llenarse de lágrimas de forma inesperada. Kyungsoo nunca mencionó la posibilidad de romper el compromiso, sino todo lo contrario. Las cosas parecían continuar bastante bien para el mayor, por lo que no había razón alguna que él arruinara su futuro por algún capricho con un prostituto.

“Su boda será dentro de dos meses.” Jongin confesó en un tono débil. “Este no es el cuento de hadas donde un hombre rico se enamora de un prostituto y viven felices, Luhannie.”

Por mucho tiempo, los únicos sonidos que se escuchaban en la habitación eran los suaves tintineos del cubierto con la porcelana.

“Lo más probable es que me reserve incluso después de estar casado. Hasta el día que pierda el interés y solicite alguien nuevo.” Era la dura realidad que Jongin tenía que admitir.

“Tienes razón Jonginnie.” Dijo Luhan después de unos momentos, apoyando su mano en el antebrazo del menor con ternura. “Pero si Kyungsoo pudiera ayudarles como lo hace conmigo,  sería una bendición.”

Era un nuevo giro en la actual situación de Jongin que jamás pensó. “Jongdae.” Imaginando la oportunidad de  que su hermano menor sea libre una vez por todas, no podía evitar sentir un destello de esperanza iluminar su corazón. “Si puedo ver a salvo a mi hermano y a ti también, podré ser feliz.”

El mayor se aproximó y con su mano se dedicó a peinar los cabellos de su amigo. “Hey, hey, deja de decir eso. Para.”

Jongin simplemente hizo un gesto débil y dos lágrimas se deslizaron por su rostro, sonrió y las secó rápidamente, para hacer que todo desaparezca.

“¿Ahora tienes idea como se siente?” Luhan trató de animar a su amigo, pero la amargura se colaba en sus palabras. “Estar enamorado, duele como una perra.”

“¿Lo has llamado?” El joven preguntó en tono serio, a pesar que sabía la respuesta.

Luhan negó con la cabeza, sus dulces y grandes ojos demostraban la angustia en su corazón. “No sé qué decirle.”

“Dile la vedad, Luhannie.” Jongin le dio el único consejo que sabía era el correcto, a pesar que nunca podría aplicarlo él mismo. “Dile toda la verdad. Ya casi no disponen más tiempo.”

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Las manos de Luhan temblaban mientras sostenía el teléfono celular sobre la rejilla. Toda la habitación estaba a oscuras, Jongin se había quedado dormido hace más de una hora, y desde el balcón que se hallaba con vista al campo de las casas vecinas del mismo condominio de clase alta, halló una increíble vista de la luna llena amarilla en el cielo sereno por las pocas luces alrededor, incluso pasadas las 2 am.

Tuvo que esperar cinco largos y agonizantes pitidos, antes que el ronco gruñido de Minseok sea oído.

“Hola.” Luhan logró articular en un tono débil, su voz se atragantó.

“Oh, ¡Dios mío!” El otro hombre exclamó sin previo aviso y Luhan lo imaginó sacudiéndose de la cama con una la cara plana y el cabello desordenado. “En realidad, ¿Eres tú?”

“Sí, soy yo.”

“Luhan, ¿Dónde estás? ¡¿Dónde estás?!” Declaró Minseok, en alguna parte con alegría y desesperación. “Necesito verte, ¡estoy muy preocupado por ti!”

“Estoy bien, cariñ…” Luhan casi se traiciona a sí mismo.” Estoy a salvo ahora, no te preocupes por mí.”

“¿Cómo no preocuparme? Después de todo lo que sucedió, no podía contactarte, ¡No podía verte!”

Lágrimas nublaron los ojos de Luhan, preparado a abrir su corazón.

“Lo lamento…Por hacerte esperar. No sabía que decirte. Aún no sé lo que podría decir, después de haber mentido durante tanto tiempo.”

“Bebé, no hay necesidad de eso. Jongin me habló de Mino y que fuiste secuestrado…”

“Quiero decirte toda la verdad, Minseok.” Luhan levantó la voz a propósito para cortarlo y hacer que lo escuche. “Por una vez quiero ser completamente honesto contigo. Lo mereces y yo también.”

Un suspiro pesado y un carraspeo. Con ojos cerrados, Luhan prosiguió su confesión.

“Yo… Yo soy huérfano. Soy el único miembro de mi familia que todavía está viva. No, esa es la primera mentira que te dije. Nunca hubo alguien que conozca en China…Todos están muertos.”

“Sucedió cuando tenía doce. Mi padre…” La voz de Luhan quedó atrapada en su garganta. “Mi padre era un fuerte apostador… Venimos de una familia rica, pero terminó perdiendo todo a través de los años. Al final, estaba hasta el cuello en deudas con la mafia china. Un día, sólo reclamaron su pago, por lo que nos capturaron a mi padres y a mí, sacándonos de nuestra casa…” Luhan respiró hondo un par de veces antes de continuar.” Los torturaron para que yo vea. Mi madre murió primero y antes que mi padre también lo haga, ellos se aseguraron de decirle que sufriría el resto de mi vida, y que todo era su culpa.”

Hubo un largo silencio, mientras Luhan se secó las lágrimas que recorrían su rostro. Minseok habló primero. “Estoy escuchando. Me gustaría poder estar allí contigo.”

“En lugar de matarme también, me vendieron a la mafia coreana donde Mino trabaja, para pagar la deuda de mi padre. A partir de entonces, fui forzado a convertirme en un prostituto. Estaba completamente solo, desde hace muchos años. Sin amigos, sin familia…sólo con clientes, Mino y sus hombres. Cuando llegó Jongin, él estaba en peores condiciones que yo… Nuestra amistad nació de nuestra miseria, nos protegimos entre sí.”

“Cuando te conocí, “Luhan declaró de inmediato, tratando de bloquear de su mente que Minseok estaba escuchando lo que diría. “Vi una razón para soportar todo esto. Es curioso porque; todo este tiempo ni siquiera he pensado en suicidarme, como he vistos que tantos lo hacen.”

“Por favor, no vuelvas a hablar de ello.” Minseok sonaba como si estuviera llorando también.

“Eres tan perfecto, Minseok… Un ángel, para salvarme de este infierno de vida. Me enamoré rápido y profundamente, por alguna clase de milagro te enamoraste de mí también. Yo no quería que esto terminara.”Luhan prosiguió, vertiendo su corazón al fruto de su afecto.  “Fui egoísta y cruel porque he mentido con el fin de conseguir lo que quería. Te usé y nunca me perdonaré por eso.”

“Pero yo si te perdono Luhannie. ¡Te amo! ¡Te quiero! ¡Conozco tu corazón! Sé que eres alguien bueno.” Minseok estaba prácticamente llorando. “Estaba enojado contigo porque no te comprendía, mi amor. No entendía por qué terminaste conmigo, no entendía por qué me habías mentido. Mino me contó una historia completamente diferente. Y yo fui tonto para caer en su trampa. Fui un idiota por arremeter contra ti cuando eres lo que más amo en este mundo.”

“Te amo, bebé.” Luhan finalmente dijo, después de una pausa de unos segundos para recomponerse ambos. “Te amo y siempre lo haré. Pero tú y yo no podemos estar juntos.”

Minseok protestó de inmediato. “¿De qué hablas? Por supuesto que podemos…”

“Pertenecemos a dos mundos diferentes, Minseok. Y no podría soportar poner en riesgo tu vida más adelante.”

“No aceptaré esto, Luhan. No lo haré. No puedo vivir sin ti. Estas últimas semanas han sido una tortura. Tengo el derecho a decidir qué es lo mejor para mí y tú eres todo lo que necesito.”

“¿No lo entiendes, amor?” Luhan lloró y suplicó a su vez. “Regresaré a mi país en unos pocos días, si todo sale bien al final. Viviré a escondidas por el resto de mi vida.”

“¿En pocos días?” Minseok entró en pánico. “No, no… ¡Tienes que dejarme volver a verte! No puedes irte y no dejarme volver a verte, por favor ¡No me hagas esto!”

Ciertamente, no podía hacerle eso, ni a sí mismo. Más que nada, Luhan anhelaba ver a su amor de nuevo, aunque sea una última vez.

“Hablaré con Kyungsoo. Mañana a primera hora.”

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Y así lo hizo, pero fue una negación lo que predijo. Kyungsoo continuó insistiendo del peligro de tener a los cuatro reunidos en un solo lugar, y sólo estaba convencido cuando Luhan entre lágrimas trataba de explicar lo importante que significaba para él reunirse antes de su partida.

Cuando Jongin despertó, todo ya estaba arreglado. El mismo chofer de la noche anterior recogería a Minseok en la estación de metro más grande de Seúl a las 3pm, para tratar de desviar la atención de espías potenciales, y luego condujo por el lugar de trabajo de Kyungsoo, llevando a ambos a la cumbre.

No hacía falta decir algo, ese día fue doloroso para tales amigos. A las cuatro de la tarde. Tanto Luhan como Jongin eran un manojo de nervios, cada uno por sus propias razones egoístas. Con el primer llamado a la puerta, los dos hombres se pusieron de pie, y caminaron a la puerta de inmediato, Jongin al menos dejó el último segundo a Luhan para abrir la puerta.

Parado justo al lado de su amigo, Jongin fue testigo de la intensa escena. Minseok se arrojó a los brazos de Luhan tan emocionado que el último incluso tropezó hacia atrás. Los dos permanecieron en un fuerte y emocional abrazo y Jongin casi se sentía mal por estar en la misma habitación; pasaron de eso; a un espectacular beso tipo “no puedo vivir sin ti”. Sin embargo, Jongin decidió darles un momento  a solas. Cruzó por la puerta, sólo para encontrar a Kyungsoo afuera, con los brazos cruzados y descansando informalmente contra la pared.

Estaba claro que era demasiado tarde para que el prostituto renunciara y regresara a la casa. Además, el chico se veía muy lindo en su atuendo de trabajo de viernes, el cual consistía en una ajustada camiseta blanca y jeans en conjunto.

“Hey.” Kai optó por ser cortés primero.

“Hola.” Kyungsoo contestó señalando con la cabeza hacia la puerta.”¿Podrías cerrar?”

Y así lo hizo aunque no muy seguro de cómo actuar en torno a Kyungsoo, ya que ahora estaban frente a frente, el más joven sólo y atrapado en ese pequeño pórtico, ningún lugar a donde correr fuera de la casa.

“¿Cómo estuvo el viaje con Minseok?” Kai comenzó la inevitable conversación, con auténtica curiosidad acerca de la interacción de esos dos hombres.

“Tranquilo.” La respuesta fue dada en un tono bastante frío. “Yo iba en el asiento del copiloto, él estaba en la parte de atrás.”

El más joven se preguntaba si había una razón particular para la aparente hostilidad pero prefirió no pensar en ello. Después de unos segundos de incómodo silencio, oyó la voz de Kyungsoo otra vez.

“Entonces, ¿todavía sigues enojado conmigo?” Las cejas del mayor yacían ligeramente levantas en una expresión interrogante.” Te recuerdo muy enojado conmigo la última vez que hablamos.”

Por mucho que Kai quería ignorarlo, Kyungsoo lucía irresistiblemente juvenil, además de hermoso. Así que, después de unas cuantas zancadas en dirección a él, aprovechó su estructura más grande y colocó ambas manos en la pared, a cada lado de la cabeza del otro, imponente sobre él.

“Tú también estabas molesto conmigo, si mal no recuerdo.” Kai refuta con su provocativa y mejor sonrisa, el recuerdo del doloroso intercambio y la razón que lo llevó a taladrar sus pensamientos hasta ese entonces.”

“Me pusiste celoso.” Por otro lado, Kyungsoo no mostró ningún tipo de diversión.

Kai se inclinó de modo que sus labios estaban a centímetros de distancia, con ojos entrecerrados muy de cerca. “Me pusiste celoso también.”

Permanecieron en la misma postura atrapados en el hechizo del otro, lo que pareció una eternidad. Kai sabía que no era el momento ni el lugar adecuado, pero deseaba devorar aquellos abultados y rojos labios delante suyo, queriendo sacar lo mejor de él.

“¿Quieres que llame a Mino esta noche?” Kyungsoo ofreció de repente con voz entrecortada. “Tengo algunas cosas de trabajo pero puedo encargarme de eso después. Sólo… no quiero hacerlo sin tu consentimiento.”

Una pequeña sonrisa pero auténtica, se asomó en los labios de Kai antes la inesperada propuesta. “Tienes mi permiso.”

En ese momento, se prepararon para una vista previa, Kai sintió su teléfono vibrar en su bolsillo trasero, congelándose de inmediato, ya que era su teléfono normal, sabía que podía ser Mino o su hermano, por lo que tomó el aparato en seguida. Kyungsoo observó con atención mientras confirmaba que se trataba del primero.

“Mino.” Respondió, tomando cierta distancia de Kyungsoo en el limitado espacio que se hallaban.

“¿Dónde estás?”

“Estoy en casa del Sr. Do. Esperando para volver al trabajo.” Kai miró inmediatamente a Kyungsoo quien asintió en señal de aprobación. “Me dijo que quiere reservarme para otra noche.”

“Imposible.” Mino respondió rotundamente. “Debió haberlo hecho antes. Ya te he reservado con la Srta. Sora esta noche.”

Kai se echó hacia atrás no sólo por la decepcionante noticia, sino por la mención del nombre de su cliente VIP, la mujer no se había presentado en un tiempo y el prostituto, francamente la había olvidado, con todo lo que pasaba hasta el momento.

“Claro. Dame la hora y lugar.”

“Llegará a las 9:30 pm a tu casa. Pero ella enviará un traje para ti a las 7pm. Debes estar allá y ser entusiasta ¿Entendido?”

“Entendido.”

La llamada se cortó de forma abrupta. Kai volteó a mirar quien esperaba una noticia expectante.

“Es tarde. Estoy asignado a uno de mis clientes VIP.” Declaró tan casual como podía ser capaz, sin mencionar que Sora era la cliente en cuestión por ninguna razón en particular. “Deberías llamar  Mino y pretender que querías reservarme.”

Kyungsoo parpadeó un par de veces, su expresión indiferente retornó. A Kai le dolió como su momento de conciliación terminó tan rápido.

“De acuerdo.” Dijo antes de tomar su propio teléfono. “Entra, haré la llamada y me reuniré con ustedes.”

Unos minutos más tarde, Kai permanecía en la cocina, tratando de alejarse de Luhan y Minseok, mientras que los dos tortolitos se sentaron juntos, intercambiaron caricias en el sofá de la sala. Minutos después, los tres fueron sorprendidos al mismo tiempo por el brusco movimiento de Kyungsoo al abrir la puerta principal y entrar al lugar.

“Entonces, comencemos este encuentro, ¿okay?”

Kai atendió la sugerencia, yendo hacia el sofá justo al lado donde Luhan y Minseok estaban sentados, Kyungsoo, en lugar de sentarse a su lado, optó por una de las sillas más lejanas, distante de los otros tres.

“Como sabe Luhan, estas últimas dos semanas he estado tratando de hallar una manera que garantice una salida  del país de manera segura.” Kyungsoo atrajo toda la atención, como si estuviera dando un discurso. “Después de algunas búsquedas, creo haber hallado la manera.”

“Hay un embarque mensual de equipos médicos, desde el puerto de Gunsam al puerto de Shangai.” Continuó ahora mirando a Luhan. “Fue difícil de convencer, pero serás capaz de viajar, utilizando una identidad falsa de Corea bajo un nombre chino diferente.”

“Shangai…” Luhan frunció el ceño, lo que reflejaba el plan que acababa de ser revelado. “No está tan lejos de la ciudad en que nací.”

“También es una gran ciudad, donde podrás disfrazarte con facilidad.” Kyungsoo explicó con mayor detalle. “Habrá alguien allí para ponerse en contacto contigo y una vez que llegues, te ayudará a instalarte al principio, además de proporcionarte una nueva identidad china.”

Kai estaba absolutamente asombrado al escuchar el bien ideado plan de Kyungsoo. Parecía ser perfecto y se preguntó, cuánto dinero y esfuerzo fue necesario de su parte.

En ese momento, Minseok decidió dar su opinión.

“¿Y cómo podemos confiar en esa persona que se supone se reunirá con Luhan en Shangai?”

Kyungsoo desvió su mirada hacia el hombre, lo que Jongin reconoció con expresión de molestia.

“Pueden confiar en él. Será bien recompensado, hemos hecho negocios antes.”

“Pero eso no es mucha garantía, ¿o sí?” Minseok continuó, y el cambio de atmósfera incomodó a Kai en su asiento. “Quiero decir, esta persona puede dar con él y venderlo a la mafia china que asesinó a su familia. O enviarlo de regreso a la mafia coreana de la que escapa.”

“No sé qué otra garantía más puedo darte.” Kai pudo ver a Kyungsoo tratando de mantener la calma. “Como he dicho, se trata de una persona de confianza, no hago tratos con gente desleal.”

Minseok soltó un resoplido y movió la cabeza con desdén. “¿No haces tratos con gente desleal? Sí, claro.”

Por mucho que le agrade Minseok, Kai quería cerrarle la boca. Luhan, al lado de su novio, tomó su mano tratando de calmarlo.

“Por lo tanto,” Kyungsoo reinicia su conversación con Luhan, después de un largo suspiro. “El barco sale en 12 días, justo antes del feriado largo. Tendré que tomar una fotografía para tu identificación falsa, y tendrás que practicar una nueva firma; una vez tengas el documento.

Luhan asintió. “Claro, puedo hacer eso.” Kai podía notar la esperanza en su amigo. Pero pronto Minseok decidió hablar una vez más.”

“Seré capaz de resolver las cosas en mi trabajo y en escuela y viajaré a Shangai antes que Luhan llegue allí.”

Los ojos de Kai se apartaron de él rápidamente hacia Kyungsoo, quien instintivamente sabía que esto no marcharía bien.

“¿Estás pensando encontrarte con Luhan en Shangai?” Kyungsoo preguntó, empleando el tono de voz más aburrido que Kai había escuchado de él.

“Sí, por supuesto.” Minseok afirmó de manera natural. “Es la única manera de poder estar seguro que él estará a salvo.”

“¿Te das cuenta la estupidez de idea que es?”

Incluso Kai no pudo predecir lo tajante que sería Kyungsoo en sus palabras.

“¿Disculpa?” Minseok replicó al mismo tiempo, Kai sólo podía rezar por lo mejor.

“¿Piensas que Mino y sus hombres no sabrán que viajaste a Shangai?” Por su manera de hablar, Kyungsoo parecía estar hablándole a un niño. “¿Crees que no van a conectar los puntos y seguirte hasta llegar a Luhan?”

El agarre en el brazo de Minseok se hizo más fuerte, ya que tanto su novio como Jongin temían el posible; resultado de esta discusión.

“Puedo hallar una manera de encubrirme.” Minseok contestó en su  propia defensa.

“¿Realmente puedes?” Kyungsoo irritó al otro aún más. “¿Estás seguro que deseas poner la vida de tu novio en riesgo sólo porque desconfías de mí sin ninguna buena razón?”

“¿Buena razón?” Minseok resopló en voz alta, inmediatamente levantándose de su asiento y Luhan visiblemente alarmado le sigue. “Has estado abusando de ellos y ¡Dios sabrá de cuántos más! ¡¿Porque iba a confiar en que dejarás a Luhan libre cuándo tu amigo de confianza y tú podrían bien seguir abusando de él de forma gratuita?!”

Ahora Kyungsoo se puso de pie, el enojo hirviendo dentro de él. Kai lo hizo también, temeroso pero listo para calmar a los espíritus. “Tal vez sólo debamos…”

“Podrás acusarme de muchas cosas,” Kyungsoo interrumpió con voz baja e intimidante, sus ojos ardiendo en furia. “pero desconocía cómo es que ellos lo forzaron a hacer esto. No puedo ayudar si te sientes celoso, pero no habría follado a Luhan de haberlo sabid-“

El golpe fue tan rápido que cuando Kai se dio cuenta de lo que pasaba, Kyungsoo estaba en el piso, y Minseok abalanzándose encima de él.

“¡MALDITO PERRO!”

Un segundo golpe fue propinado en el rostro de Kyungsoo antes que Kai y Luhan tomaron a Minseok de ambos brazos. “¿Por qué sigues tras Jongin entonces? ¿Eh?” Minseok gritó enloquecido como un animal. “¡¿Acaso no consigues jugar con su lado inocente cuando continuas pagando a Mino?! ¡¿Acaso no es igual si continúas abusando de él sin vergüenza alguna, imbécil?!”

Para entonces, Kyungsoo se levantó despacio, mientras Kai podía ver en el lado izquierdo de su cara una hinchazón por el ataque. El hombre no dijo palabra, sólo dio la espalda a los otros tres y se alejó de ellos para finalmente descansar en el mostrador de la cocina.

Después de unos segundos, Minseok pareció estar bajo control, Kai fue capaz de liberar su brazo y corrió a ver a Kyungsoo. Le tomó del hombro y trató de ver cómo se encontraba su cara, pero el hombre levantó la mano derecha, indicando que se detenga.

“Tomaré un taxi de camino a casa.” El hombre pronunció sus palabras en un tono bajo y tranquilo, a pesar del caos que acababa de pasar. “El conductor se quedará y esperará por ti.”

Con esto, se deshizo del agarre de Kai y caminó hacia la puerta sin dedicar una mirada atrás.

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