Capítulo 14
“Van a matarlo.”
Concluyó como si se tratara de un presagio, tan poderoso y penetrante que Kai no pudo decir si habló para sí mismo o en voz alta. Estaba escrito en la pared, pintado con la sangre de otros antes que ellos. Mino y sus superiores siempre terminaban por deshumanizar a sus “empleados”, privándoles de mantener relaciones personales por completo, en particular amorosas. Ellos eran máquinas sexuales, nada más. Cada hombre y mujer que había tratado de desafiar su lógica pagaba un precio muy alto por su desobediencia. Esta vez era el turno de Luhan.
Por instinto de sobrevivencia, Kai corrió por el camino de Mino, sólo para encontrar la puerta de este último cerrada por dentro, absolutamente atemorizado, se congeló en el lugar, al borde de las lágrimas. Pero cuando Kyungsoo tomó su mano y jaló de él, permitió ser guiado a través de la multitud reunida en la pista de baile, todo el camino del salón del club. Nervioso buscaba de lado a lado, no pudo localizar el resto de prostitutos, tampoco a los secuaces de Mino, quienes usualmente rondaban por el lugar, asegurándose que todo marchara con normalidad cada noche. La estridente música EDM y las escasas luces le hicieron sentir mareado, efecto del alcohol y el susto, sólo después que Kyungsoo lo llevara a la salida del club, Kai pudo darse cuenta cual era el plan del hombre.
“Esa puerta sale al estacionamiento VIP.” Kyungsoo reveló, mirando hacia atrás brevemente mientras conducía al más alto a través de la acera. “Si llamo a Mino y le digo que quiero a Luhan para la noche, cuando lo tengamos aquí podríamos…”
“Mino no aceptará tu oferta.” Kai declaró con tristeza, tirando del brazo del contrario para que se detuviera, soltando su mano.
“¿Qué?” Kyungsoo cuestionó, un poco molesto. “Por supuesto que lo hará. Pagaré lo que sea que pida…”
“No se trata de dinero.” Kai interrumpió una vez más, su voz ahogada acompañó sus palabras para decir la horrible verdad. “Mino castigará a Luhan, de eso se trata. Tendrá suerte si logra salir vivo.”
“¿De qué rayos hablas?” Ahora el otro finalmente parecía confundido. “¿Por qué? ¿Por qué haría eso? ¡No tiene sentido!”
De alguna manera, el desconocimiento del mayor acerca del negocio le pareció tristemente cómico.
“¡Tenemos que hacer algo!” Kyungsoo continuó su protesta. “¡Llamaremos a la policía!”
Kai dejó escapar un resoplido. “¿Crees que la policía le importa lo que pueda pasarle a un prostituto?” Ellos están en la nómina, no se entrometen en nuestros asuntos.”
Kyungsoo no pudo ocultar el desconcierto en su rostro. Pero su titubeo duró un par de segundos. De repente, tomó la mano de Kai una vez más, retomando su travesía apresurada.
“¿Qué estás haciendo?”Era el turno del más joven de perder el equilibrio.
La respuesta era la cosa más obvia en el mundo. “¡Rescataremos a Luhan; por supuesto!”
“¿Rescatar a Luhan? ¿Qué piensas que somos?” Kai gritó al contrario que no tenía idea cómo esquivaba a las personas a su paso. “Mino estará al menos con cinco hombres, no hay forma de traer a Luhan con nosotros incluso si lo intentáramos…”
“Se nos ocurrirá algo.” Kyungsoo respondió, procediendo su búsqueda, Kai no tenía idea del estúpido intento heroico de Kyungsoo, pero no podía reclamar tampoco. Esta podía ser la única posibilidad de salvar a Luhan o un horrible destino les esperaba.
A la vuelta de la esquina del club, ellos dieron con la entrada al estacionamiento VIP; allí, Kyungsoo ni siquiera tuvo que levantar su voz para exigir al valet para conseguir el coche por sí mismo, en vez de esperar por alguien para recuperarlo. Kai estaba impresionado por la autoridad que el pequeño hombre mostraba a sus subordinados, sin siquiera tocar su billetera. Una vez adentro, corrieron entre los vehículos para llegar al pasadizo trasero del club. Realmente Kai tenía pocas esperanzas en hallar a Luhan y mucho menos poder ayudarlo. Su transgresión había sido enorme, y Mino no era un hombre piadoso. Sin embargo, antes de llegar al lugar, éste último escuchó una fuerte voz irritante que funcionó como una alerta roja.
“¡Respondo una llamada un minuto, y ustedes lo estropean todo!”
Kai inmediatamente tomó a Kyungsoo por su cintura, tiró de él hacia atrás para que ambos quedaran presionados contra la pared, ocultos en la oscuridad, alrededor de la esquina derecha de donde provenía la voz de Mino.
“¡Lo siento, jefe! Los muchachos y yo estábamos emocionados por terminar el trabajo…”
La segunda voz fue interrumpida por Mino. “¡Ustedes conocen las dos malditas reglas! No golpearlo en las pelotas y no romper ningún hueso! ¿Es tan difícil de comprender?”
Kai inmediatamente arrugó su rostro ante la agonía de su amigo, sintiendo a Kyungsoo sostener su mano con más fuerza al mismo tiempo.
“Ahora, ¡Está inconsciente y con una nariz rota!” Mino continuó vociferando a sus hombres. “¿Cómo se supone que va a tomar un avión con ese aspecto, eh?”
“No lo sé, jefe…” El secuaz trató de excusarse. “Podemos decir que tuvo un accidente en el camino hacia allí.”
“Irás y le dirás eso a los federales, ¡Genio!” La voz de Mino desbordaba sarcasmo. “Tendrá que ir al doctor, por lo que veo, esa nariz no parará de sangrar pronto.”
Desde su lugar, Kai no podía encontrar a Luhan, pero su corazón se contrajo en su pecho, al imaginar en qué estado su amigo debe hallarse. Sin mencionar su preocupación sobre los siniestros planes de Mino, que implicaba un misterioso viaje en avión, siendo meramente estancado por el accidente.
“Pero ahora, no tienen que preocuparse. Yo manejaré lo que arruinaron.” Mino continuó con su fanfarronería. “Retrasaré el vuelo y ustedes pagarán los gastos, ¿no es así? Mientras tanto, llévenlo al hospital y asegúrense de salvar lo que queda de su rostro de muñeco.”
“¿Vendrá con nosotros, jefe?”
“¿Creen que no tengo algo mejor que hacer? ¡Los chicos y yo tenemos algo mejor, idiota! ¿Asumo que ustedes suficiente comprensión lectora para llenar el formulario?” Mino se burló del hombre otra vez. “Todo lo que tienen que decir es que participó en una pelea de bar, y no saben quién le hizo esto. Si llaman a la policía, me llaman y lo aclararé. ¿Entendido?”
No hubo respuesta audible de los secuaces, sólo la voz de Mino otra vez. “Bien, ahora limpien su desastre. Largo de mi vista.”
Y cuando le conversación se dio por terminada. Lo que siguió fueron numerosos ruidos, la puerta de un coche cerrada y puesto en marcha. Una vez más, Kai estaba asustado. Sabía que Luhan estaba dentro de ese auto, supuestamente para ser llevado al doctor, no había nada que pudiera hacer más que mirar, y la esperanza de verlo nuevamente.
Los faros se hicieron ver, justo a la derecha de su escondite, y de repente lo supo: tan pronto como el auto giró a la izquierda en dirección a la salida, los dos quedarían completamente expuestos.
Por lo tanto, para tratar de proteger su escondite, Kai actuó por instinto: rápido como un gato, empujó a Kyungsoo lo suficientemente lejos de la pared del edificio, sosteniéndolo en su lugar así se encontrarían ocultos en las sombras, su plan funcionó, ya que los faros no alumbraron su ubicación; el automóvil pasó por su lado, el secuaz ignoraba completamente que tenía testigos.
La respiración de Kai se vio alterada, la adrenalina después de aquel rápido movimiento; Kyungsoo, bajo el agarre del más alto, lucía alarmado también: “Vamos, encontremos ese auto.” Le susurró con su voz entrecortada. “Podemos aún seguirlo.”
“¿Seguirlo?” Kai honestamente estaba desconcertado por su sugerencia, inmediatamente soltó sus brazos, dando un paso atrás. “¿Cómo.. Cómo podríamos?”
“Traeremos a Luhan.” Dijo Kyungsoo muy confiado, tiró del brazo del Kai para retornar el paso. “¡Vamos!”
El Porsche blanco 911 estaba estacionado a un par de filas de distancia, manejaron para salir del estacionamiento, no había pista alguna del automóvil del secuaz para seguir. Kyungsoo siguió adelante sin embargo, pocos minutos después, se quedaron en silencio buscando alrededor cualquier pista. Kai no podía descifrar que plan ideaba el hombre, manejando por aquí y allá; decidió no preguntar porque Kyungsoo estaba lo bastante ocupado, buscando de lado a lado su objetivo.
El suspenso terminó muy pronto. A la vista de un gran hospital, Kyungsoo condujo lento y estacionó en la otra calle. Antes que Kai pudiera hablar, el mayor tomó la iniciativa.
“Creo que debería ir allí solo.” Mencionó, girando en dirección al más joven con una expresión serena. “No podemos arriesgarnos que un hombre te vea y le cuente a Mino.”
“¿Qué?” Kai no pudo comprender como el hombre llegó a esa conclusión, mucho menos podía discutir de ellos. “¿De qué estás hablando?”
“Allí, el hospital.” Kyungsoo le respondió como si fuera lo más obvio. “Rescataré a Luhan.”
Pero Kai estaba todavía más confundido. “¿Cómo sabes que está aquí? ¿Viste el auto?”
“No, no lo vi.” Respondió con calma. “Y tampoco estoy seguro si Luhan se encuentra allí. Pero debe haber sido llevado a un hospital cercano. Sólo tenemos que buscarlo en alguno de ellos.”
Escuchar a Kyungsoo responder de manera casual, sorprendió a Kai. No sólo por su absurdo plan, también el hecho que no le importaba lo suficiente a tales medidas, al tratarse de Luhan. De inmediato dedujo que el afecto de Kyungsoo por Luhan debía ser más fuerte de lo que creía anteriormente, y como si no quisiera admitirlo, en el fondo no podía negar que estaba celoso al haber comprendido.
“Quiero que permanezcas aquí y me esperes. Será más seguro de esta manera”. Kyungsoo continuó con su instrucción. “El tipo no me reconocerá…” Comenzó rápidamente a aflojarse y quitarse la corbata, luego la tiró en el asiento de atrás y recogió una gorra negra de los Yankees que había dejado allí.
Por más que la idea del complicado panorama resultara alentadora, Kai no pudo evitar ser escéptico. “¿Qué tan posible sería traer a Luhan sin ser atrapado?”
“Lo averiguaré.” Una ligera sonrisa dibujó el rostro de Kyungsoo, mientras llevaba su mano izquierda para acariciar los cabellos del joven. “Soy buen mentiroso. ¿Recuerdas?”
Kai se sorprendió por lo inesperado e íntimo gesto, se sentía agradable y un poco inquietante, ser acariciado de esa manera, con aquellos ojos oscuros puestos en él. Antes que pueda reaccionar, el contacto se había acabado.
“Te llamaré si necesito ayuda.” Declaró al colocarse la gorra, salió rápidamente del auto. Jongin lo vio cruzar la calle, todavía en movimiento con autos que iban y venía, a pesar que ya pasaban las 11 de la noche; entonces el hombre se adentró por las puertas de emergencia del hospital, sólo quedaba esperar. Y orar por un milagro.
La espera no fue tan larga. Kyungsoo regresó al auto en cinco minutos, se limitó a comentar que Luhan no estaba allí, y con la seriedad de siempre arranca el motor nuevamente. No del todo convencido del esfuerzo realista de Kyungsoo, Kai se abstuvo de hacer comentarios. Después de todo, el hombre usaba su energía, tiempo y recursos para hallar a Luhan, cuando no era razón para que un cliente haga esto. Kai no podía averiguar la naturaleza de los sentimientos de Kyungsoo hacia su amigo, lo cual era un poco irritante, pero Luhan necesitaba toda la ayuda que se pudiera brindar en ese momento, y no había nadie más que se ofreciera, aparte de las dos personas en este auto.
Y así, el hombre inició un complicado viaje, de tiempo en tiempo, a la vista de un hospital diferente, bajarse del auto y tratar de encontrar a Luhan. Durante todo el camino, se veía tan decidido, Kai no interfería, a lo mucho señalando el siguiente hospital a la vista. Sin embargo, al noveno intento fallido, el más joven estaba determinado a convencerlo que esto no funcionaba, tan pronto regresara al coche. Pero veinte minutos pasaron y no había ninguna señal de Kyungsoo. Jongin estaba comenzando a ponerse nervioso, bajo la posibilidad de haber dado con el lugar correcto; también estaba preocupado de lo que pudo haber encontrado allí.
Pasaron treinta minutos y sin noticias, Jongin consideró la posibilidad de entrar al hospital por sí mismo. Pero justo en aquel momento, su teléfono vibra en su mano. No era una llamada, sino un mensaje de texto.
“Lo encontramos. Está en la enfermería, recuperándose de una cirugía de nariz. Tiene fractura en dos de sus costillas inferiores, pero nada serio. No hay conmoción cerebral, tampoco órganos internos dañados.”
Jongin dejó escapar un gran suspiro de alivio. Pudo haber sido peor, pensó. Un segundo mensaje de Kyungsoo llegó.
“Tengo un enfermero aquí para ayudarnos. Él convencerá al tipo de confianza de Mino que puede ir tranquilo a casa y descansar, que Luhan será dado de alta al final de la mañana. El hombre lucía exhausto de esperar por horas, estoy seguro que no sospechará. Una vez que se vaya, llevaremos a Luhan con nosotros.”
Contra todo pronóstico, Jongin finalmente creía que este arreglo de Kyungsoo realmente funcionaría. Mino no había asignado al hombre más brillante para el trabajo, y su fatiga jugaría un papel importante. Además, con ayuda de alguien dentro del hospital, podrían llevar a Luhan sin transgredir alguna ley. Jongin podía imaginar, sin embargo, cuánto dinero de “ayuda” pudo haberle costado a Kyungsoo.
Luego de varios minutos de vigilancia, Jongin localizó al hombre caminando fuera del hospital, rápidamente por la acera, hasta doblar a la derecha por la esquina más cercana. Pronto, su auto salió de la calle transversal, conduciendo lo más lejos del hospital, luego vio a Kyungsoo venir en su dirección y entrar al asiento del conductor con una sonrisa de satisfacción.
“Vamos a dar la vuelta a la manzana y recogeremos a Luhan por la otra salida del hospital. “ Kyungsoo se ubicó en el motor, incapaz de ocultar la alegría en su rostro. “He hablado con él. Está un poco aturdido aún, pero estuvo de acuerdo cuando le mencioné que vamos a rescatarlo.”
Kai estaba emocionado y aliviado, incluso cuando no tenía idea cual era el siguiente paso, tenía la certeza que Mino enloquecería tan pronto se enterara de la desaparición de Luhan, y las dos puertas que golpearía sería la de Luhan y la suya, sin duda alguna. Quizá podrían quedarse en un hotel barato, hasta idear la manera de salir de este problema.
“¿Puede caminar por sí solo?” Kai preguntó al mayor, prácticamente pensando en voz alta.
Kyungsoo se detuvo frente a las puertas del hospital, y giró en dirección a Kai, le regaló una sonrisa en forma de corazón. “Sí. Y el enfermero le ayudará.”
Por alguna razón, no pudo retener la mirada por mucho tiempo. El hombre se veía tan sereno y genuinamente feliz, fue como una revelación, una indirecta del lado desconocido de Kyungsoo.
Momentos después, el rostro de Luhan se asomaba por la puerta trasera del hospital. Lucía numerosos vendajes que cubrían su nariz, la cual no ocultaba los moretones bajo sus ojos, así como otro vendaje en su frente. Caminó despacio, cojeaba visiblemente, inmediatamente ambos fueron en su ayuda. El prostituto estaba impresionado de cuán alto y musculoso era el enfermero que ayudaba a Luhan, una vez que se acercaron a su amigo, se percató que el enfermero probablemente no era coreano por su apariencia, así como el nombre de identificación en su pecho “Sergio” en su uniforme azul.
“Con cuidado, tiene lesiones en la parte derecha de su espalda.” El hombre dijo a Kai con un fuerte acento, ya que este último se unió a su amigo para ayudarle. Los dos condujeron a un Luhan tambaleante al asiento trasero del automóvil, y Kyungsoo le sugirió sentarse a lado suyo. Una vez que los dos amigos se sentaron juntos, Luhan inmediatamente se quedó dormido, apoyando su cabeza en el hombro de Kai.
Fuera del auto, Kyungsoo y Sergio intercambiaron algunas palabras que Jongin no era capaz de oír porque las ventanas estaban cerradas. Desde ese ángulo, sólo podía ver directamente al enfermero y la espalda de Kyungsoo, el primero esbozó una sonrisa y le guiño el ojo al más bajo. Como si no fuera suficiente para hacer que los ojos de Jongin sobresalieran, Sergio, ¿quién diablos era?, colocó una mano en la cintura de Kyungsoo brevemente antes de regresar al hospital y el prostituto tuvo que detenerse así mismo de maldecir en voz alta para no despertar a Luhan.
Cuando finalmente Kyungsoo volvió al auto, el más joven no pudo pasar por alto su expresión satisfecho de sí mismo.
“¿Conseguiste una cita caliente?” Kai falló en un intento de ocultar la amargura y los celos detrás de su burla.
Antes de dar una respuesta, Kyungsoo volteó para enfocarse directamente en Kai. “Me gustaría. Pero desde que la nuestra fue interrumpida, supongo tendré que reservarte para otro día.”
“No me refiero a eso…” Kai dejó escapar un pesado suspiro, exasperado de la descarada arrogancia del contrario. “Estoy hablando eso. ¿Qué carajos fue eso?
“Eso era Sergio.” Kyungsoo respondió orgullosamente, un tanto divertido. “Más ansioso por entrar en mis pantalones que en mi billetera.”
Kai no pudo decir si estaba enojado con Kyungsoo o consigo mismo. “Impresionante.” Replicó sarcástico con los dientes apretados y mandíbula marcada, apartó la vista para mirar a través de la ventana.
“No obtuve su número, aunque.” El mayor siguió mofándose, Kai hacía su mejor esfuerzo para tratar de ignorarlo por muy ridículo que parezca al estar en un espacio cerrado. “Tampoco consiguió el mío. Así que no tienes de qué preocuparte.”
Al escuchar aquello, Kai perdió la calma inmediatamente, girando hacia el rostro de suficiencia del adverso. “¿Preocuparme? ¿Quién lo está? Yo no lo estoy.” El más joven se sonrojó de la vergüenza. “Si quieres acostarte con Sergei-“
“Sergio.”
“¡Lo que sea!” En ese momento, el mayor anhelo de Kai era cavar un agujero para sí mismo y desaparecer de la faz. “Si quieres acostarte con el enfermero, está bien. Quiero decir, es asunto tuyo-“
“No quiero acostarme con él.” Kyungsoo interrumpió al otro con una negación clara y resonante. “Quería llevar a Luhan fuera del hospital, por eso, usé al enfermero. Lo engañé, como suelo hacerlo.”
Ningún sonido se escuchó por parte de Kai, excepto por un trago en seco.
“No quiero acostarme con él.” Repitió el mayor, su profunda mirada puesta sobre los ojos hipnotizados del menor. “A éstas alturas, ya deberías saber muy bien con quién quiero hacerlo.”
En ese preciso momento, Luhan se revolvía mientras dormía, produciendo un gemido alto de dolor, poniendo fin a la discusión de la pareja en su extraña burbuja. Sin dudarlo, tanto ambos volvieron a sus tareas asignadas, el hombre al volante encendiendo el motor una vez más, y el otro, vigilando a su amigo, asegurándose que se encontrara cómodo como fuera posible.
Durante el transcurso, no intercambiaron palabras. Confusión era la mejor palabra que describía el estado emocional de Kai, después de una larga y agotadora noche. Todavía estaba preocupado por Luhan y él mismo, por supuesto, porque era cuestión de tiempo para que Mino fuera a la caza de sus desertores; cuando el amanecer se hacía presente, se sentía cansado y un poco fuera de él, por la falta de sueño. Además de ello, estaba confundido, realmente confundido de sus sentimientos por Kyungsoo en ese momento: agradecimiento, ira, frustración, afición, celos, deseo…”
“Jongin~”
Un calmado y bajo susurro en su oído fue lo que percibió después de haber caído en un sueño ligero. Pero la intrusión no era inoportuna: el joven apenas había vuelto a la vista, con calma abrió los ojos para encontrarse a los de Kyungsoo, como si pareciera totalmente natural.
“Vamos, estamos aquí.”
Las palabras de Kyungsoo le hicieron recordar todo de una vez, no obstante. Dio un vistazo alrededor, para descubrir que estaban de un aparcamiento subterráneo desconocido, por lo que murmuró algo sobre su paradero.
“Estamos en casa.” Kyungsoo tenía su expresión tranquila de nuevo. “Salgamos de aquí.”
Kai estaba un poco perdido, pero no preguntó en un primer instante. Con su ayuda retiraron cuidadosamente a Luhan del coche, conduciendo al hombre aún adormilado hasta el ascensor.
“¿Esta es tu casa?” Kai preguntó al otro sin verlo realmente, ambos luchando con el peso extra de Luhan. “¿Por qué nos has traído aquí?”
“Porque este es el lugar más seguro para ustedes.” Explicó Kyungsoo de inmediato. “Mino nunca sospechará que Luhan está aquí.”
“¿Pero qué hay de ti? ¿No es peligroso tenernos aquí?, quiero decir-“
“Ji-woo está fuera de la ciudad.” Respondió sonando bastante desinteresado. “De verdad esta vez.”
Los recuerdos de la visita sorpresa de la novia volvieron a Kai, y se mordió la lengua antes de hacer comentarios. No sólo por sus propios sentimientos hacia ella y su próximo matrimonio, también porque Kyungsoo siempre parecía un poco molesto cuando se hablaba de la mencionada.”
Era el mayor que terminó de llenar el silencio, del mismo modo que llegaron al piso 18, donde se encontraba su apartamento. “No te preocupes. Es sólo por hoy. Veremos la forma de arreglar esto.”
Una vez más, Kai guardó silencio sobre el asunto antes que entraron a la casa del mayor, tratando de respetar sus deseos y su criterio. Ni Luhan ni él tenían derecho a obtener respuestas o favores de Kyungsoo. El hombre ya había hecho mucho más que lo que cualquiera cliente habría hecho por ellos, arriesgándose para salvar a un par de prostitutos bajos como ellos. Como dijo, encontrarían una salida para esta situación pronto, después de tomar un descanso y poner las ideas en su lugar.
Caminaron lentamente por el pasillo que conocía Kai, pero en lugar de dirigirse a la habitación principal, se desviaron a la de huéspedes, parecía tan oscuro e impecable como el resto de lugar. Luhan se quejó de dolor en todo el camino, hasta quedar dormido sin problemas en una de las camas dobles. Kai suspiró, sintiéndose cansado y aliviado al ver a su amigo allí, muy herido pero con vida, y a salvo, al menos por ahora.
“Conseguiré algo de ropa.” Kyungsoo dijo a espaldas de él, haciendo girar al más joven para mirarlo. “A pesar que eres más alto, no sé si algo te llegue a quedar.”
Kai inmediatamente le regaló una tímida sonrisa, reflejándose en Kyungsoo. “Estoy seguro que encajarán perfectamente.”
“Hay un baño aquí y otro en la segunda habitación.” El mayor continuó con su deber como anfitrión. “Puedes tomar una ducha, si deseas, y dormir aquí para cuidar de él.”
A pesar de lo que decía Kyungsoo era perfectamente razonable, Kai se preguntó si el hombre tenía otra razón para querer mantenerlo allí, para elaborar una determinada línea. “¿Qué hay de ti?” Preguntó audazmente, sin reservarse esta vez.
“¿Yo?” Kyungsoo parecía realmente sorprendido por la pregunta del contrario. “Iré a bañarme también. Tengo una reunión de trabajo temprano.”
De inmediato, la preocupación embargó al más joven. “¡Pero no dormiste en absoluto!” Sus palabras no ocultaron el sentimiento de angustia detrás de estas.
Kyungsoo resopló mientras mostraba su particular sonrisa ligera. “Sobreviviré.”
Kai realmente quería dar un paso adelante y acortar la distancia entre ellos, tener atrapado a Kyungsoo en sus brazos hasta quedar dormidos. Pero sabía que no podía exponer sus sentimientos sin poner su propio corazón en peligro.
“Cuídate. No has dormido nada tampoco.” El mayor sugirió antes de girar sobre sus talones y salir de la habitación. Durante unos segundos, Jongin permaneció en su lugar, luchando si debía ir tras él y besar todas sus inseguridades hasta olvidar. Muy tentador, pero el momento había terminado y decidió hacer lo que le dijo. La ducha tomó más de lo habitual, gracias al agua caliente, jabón de lujo, excelente champú y gran espacio limpio, incluso las toallas eran mucho más suaves que las que tenía en su apartamento, una cortesía de algunos de sus clientes ricos. Pero por primera vez, este tipo de lugares no fueron gracias a una gratificación por alguno de sus trabajos. Esto no era un trabajo, y Kyungsoo estaba lejos de ser llamado un cliente.
Al volver a la habitación, encontró una pila de ropa en la cama. Alegó que Kyungsoo estaba en lo correcto, ya que la playera y los pantalones de chándal podrían quedar más largos pero encajaban lo suficiente en su cuerpo. Después de acostase en la súper cómoda cama, apagó su teléfono y se dio cuenta que eran más de las 6 am, intentó quedase dormido. En su lugar, todo lo que hizo fue mirar la puerta cerrada de la habitación un par de minutos, obsesionarse por Kyungsoo hacía las cosas más triviales, a sólo unos pasos de distancia.
¿Había alguna necesidad de verlo, nada más que hablar? Realmente no. Lo averiguarían después… Esa fue la conclusión. El hombre se estaba preparando para el trabajo por el amor de Dios, ¡Tenía una vida también! Jongin deseaba que pudiera tener sentido sobre sí mismo. Sí, se sintió atraído por el chico, y mucho… Entonces, ¿qué? Gran cosa, ¿Por qué esta necesidad de estar cerca de él, cuando ellos ni siquiera tuvieron sexo? ¿De dónde proviene este sentimiento de deseo? ¿Y por qué se siente tan sediento?
La última pregunta pudo ser contestada por la falta de ingesta de agua durante las últimas ocho horas más o menos. Tenía que ir por un poco, y por Luhan que necesitaría beber cuando despierte. Por lo tanto, con cuidado salió de la habitación de huéspedes, es decir, para dirigirse a la cocina. Aunque no sabía muy bien donde estaba la cocina, y no sería educado caminar alrededor de la casa sin el permiso del propietario. ¿Verdad?
Por esta razón, se dirigió al dormitorio principal con un propósito real, tocando la puerta semi cerrada con indecisión. Inmediatamente, oyó la voz de Kyungsoo indicándole pasar, y cuando tomó el valor y lo hizo, lo que recibió fue la visión del hombre saliendo del armario, con una camisa de vestir completamente abierta, y pantalones apenas puestos, echando un vistazo a sus bóxer negros a la vista.
Mierda.
Había pasado tanto tiempo desde que vio a Kyungsoo de esta forma, a pesar de sus numerosos intentos fallidos de tener sexo. Para contemplar al hombre introduciendo su camisa antes abotonarla y abrochar sus pantalones de manera casual y sin esfuerzo, parecía tan atractivo para Kai, claramente no estaba en sus juegos perversos los cuales habían sido interrumpidos hace algunas horas.
“¿Qué sucede?” Preguntó con indiferencia Kyungsoo, sentado en el borde de la cama para ponerse los calcetines y zapatos.
“Yo…” Kai estaba en absorto en sus palabras, mirando su cabello todavía húmero, pero ya peinado, su torso desnudo, parcialmente oculto por la camisa, una indicio de bíceps a la vista. La boca se le hacía agua… Babeando…Era la palabra adecuada para describir su estado actual.
“¿Tú…?” Kyungsoo preguntó con confianza, obviamente confiado del efecto que tenía sobre el joven.
“Tengo sed…” Kai respondió, y al instante deseó volver atrás, cerrando sus ojos, avergonzado. “Qui.. quiero decir, necesito tomar agua, no quería caminar por toda la casa sin permiso…”
Sólo abrió los ojos a la proximidad del otro cuerpo frente a él.
“Eres invitado a mi casa.” Kyungsoo declaró mirando fijamente al más alto, con seriedad. “No dudes en pasear. La cocina está justo al lado del bar.”
“Es-está bien…” Kai asintió un poco nervioso con la cercanía de ambos, y se preguntó si era señal para que se retire. “Entonces me iré.”
“¿Me puedes ayudar con mi corbata primero?” Kyungsoo sostuvo la delgada corbata negra, y levantó una ceja arrogante. “Si no te importa, por supuesto.”
Kai no pudo rechazar tal invitación, ni reprimir una sonrisa en su rostro. Por lo que comenzó por los botones de la camisa color gris claro de Kyungsoo, uno por uno, a pulgadas de distancia de la piel suave y lechosa debajo. Una vez al terminar aquello, levantó cuidadosamente el cuello, tomó la pieza de tela de la mano del mayor y rodeó su cuello, por lo general no tenía problema con los lazos, pero esta vez no se atrevió a apartar la vista de sus manos meticulosamente realizando el nudo.
“Enviaré al portero a traer la medicina para Luhan. Ordenaré una lista de medicamentos que me dieron en el hospital.” Kyungsoo habló bastante profesional. “La lista está en el mostrador. Con instrucciones de como curar sus heridas.”
Kai asintió con nerviosismo, terminando por arreglar su corbata.
“Llamaré a Mino y le diré que estás conmigo por la mañana.” Continuó hablando como si se tratara de una lectura. “Te reservaré para esta noche también, para que puedas seguir ayudando a Luhan.”
Después de escuchar aquello, miró a Kyungsoo con completo asombro. ¿Cómo podría el mayor gastar tanto dinero en ellos, sin tratar de conseguir algo a cambio? Al no obtener respuesta alguna del menor, Kyungsoo deslizó sus dedos a través del cabello del joven. “Gracias por la corbata.”
Era el momento de decir algo, pensó Kai. Cualquier cosa era mejor que permanecer en un ridículo silencio. “N-No hay problema.”
Sin prisa, Kyungsoo retrocedió un paso para recoger su chaqueta. ”Me tengo que ir.” Sonrió antes de caminar por su lado y salir de la habitación.
Kai está nuevamente estancado en su lugar, con miedo de decir algo malo, exponerse, al mismo tiempo, es consciente de cuan ingrato sería. En un fracción de segundo, decidió dejar su conflicto atrás, corrió para encontrarlo, con el corazón en la boca.
“¡Kyungsoo!” Gritó al otro extremo del pasillo, al igual que Kyungsoo estaba a punto de desaparecer en el vestíbulo. Inmediatamente, éste se detuvo y volvió en dirección a Kai, impasible y esperando por una respuesta.
“Yo… Nunca te di las gracias. Por todo lo que has hecho por Luhan.” Finalmente confesó, conteniendo el aliento.
El hombre frente a él, se tomó un par de segundos para analizar su expresión, antes de dar una respuesta.
“De nada. Hice lo que tenía que hacer.” Su voz calmada, con una mirada penetrante. “Luhan no merece ser amenazado por enamorarse. Nadie lo merece.”
El corazón de Kai se agitó tan rápido, no podía brindar una respuesta coherente.
“Pero no me agradezcas-” Kyungsoo declaró de la nada, tomando al más joven con la guardia baja. “-alguna otra vez, ¿me escuchas? No lo aceptaré.”
Por una fracción de segundo, como si las dudas y temores rondando en la mente de Kai desaparecieran de repente. Dio un paso más cerca al más bajo y tiró de su corbata, lo acercó, hasta quedar frente a frente.
Al igual que antes, Kyungsoo lo miraba fijamente a los ojos, pidiendo permiso. Pero el joven no tenía que dárselo. Capturó sus deliciosos labios, moldeándolos como si de un artista al esculpir una obra se tratara. Fue un beso lento, cuidadoso y lleno de significado… Una búsqueda de palabras no dichas y respuestas escritas. No se trataba de un “Gracias” o “De nada”. Quizá iba más allá de una promesa para algo más grande.
Luego de un corto tiempo se terminó, Kyungsoo fue quien rompió el intenso y enigmático beso.
“Hasta más tarde.” Susurró el hombre con ojos cerrados, relamiendo sus labios, no quería que el sentimiento acabara.
Kai, desorientado bajo el hechizo, simplemente asintió.
“Hasta más tarde.”
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