V (parte II)
Quiere justicia para Chanyeol. Si la obtendría diciendo que el Sumo Sacerdote está mintiéndole a la tribu, Baekhyun lo haría gustoso. Quiere que todos sepan que esas personas asesinaron a un hombre inocente, pero ahora están mintiéndole a todos y arruinando su ritual. El problema es que sin importar lo que haga, Baekhyun perderá. Lo matarán de todos modos y luego el Sumo Sacerdote y su padre arreglaran todo. No estará vivo para dar argumentos. La elección es entre una muerte dolorosa y una muerte insoportablemente dolorosa.
Baekhyun solloza, sufriendo en silencio. Negando con la cabeza esperando que todo haya sido una pesadilla. Escucha el murmullo de las conversaciones de las personas que han comenzado a reunirse para decir las últimas oraciones del día. Se percibe una emoción en su charla que generalmente no está presente, es porque hoy es el sacrificio. Po primera vez en más de un siglo.
Hoy podrán presenciar lo que sólo han escuchado en historias. Hoy se quedarán despiertos, orando mientras Baekhyun se quema hasta convertirse en ceniza.
Las cuerdas en sus tobillos le recuerdan que tan terrible es la realidad.
Baekhyun voltea a ver a la multitud que se reúne. Deben haber llamado a todas las personas importantes, también a las personas que vivían afuera de la tribu, como D.O.
Baekhyun lo encuentra inmediatamente, parado en el frente, con sus manos juntas y su mirada fija en la gran estatua del ave sobre Baekhyun. Mira a su madre y a su hermano parados cerca de la pared, parecen distraídos y perdidos. Ve a algunos de sus vecinos y compañeros. Ve a personas mirándolo y lo último que quiere en ese momento es que lo vean. Su visión está limitada por su posición y el movimiento hace que su cuello le duela, así que se detienen. Humillado, avergonzado y aterrorizado se detiene.
Se siente enfermo, pero principalmente triste. No se siente triste por él, sino que por todos. Todos son idiotas ignorantes. No pueden ver o pensar por sí mismos, confinados al folclore de mierda y a historias para hacerlos creer. Están a punto de asesinar a un humano en el nombre de la felicidad, y no les remorderá la consciencia ni un poco. No sabrán que lo que han hecho está mal porque han esperado toda su vida por ese momento. Son insensibles al sufrimiento de otro.
¿Por qué debería sacrificarme para el bienestar de personas como ellos?
Baekhyun suspira y su suspiro se convierte gradualmente en un quejido de dolor. Pensó que ya no era capaz de derramar otra lágrima, pero cuando el Sumo Sacerdote les dice a todos que comiencen a rezar, Baekhyun siente que corren por su rostro.
El tiempo pasa demasiado rápido. Parece que fue ayer el día en el que se sentía libre porque desconocía la maldición que hay sobre él. Desde que le dijeron que era el hijo de la luz sus hombros han soportado una carga pesada. Las oraciones terminaron antes de lo que él hubiese querido. Siempre parecían interminables cuando venía a orar como cualquier otra persona.
Baekhyun debería haberle rezado a Dios también, rogado por un milagro que lo salvará, pero dios es la razón por la que van a matarlo, así que no se molesta. Está enojado y triste, y sus sentimientos se dirigen a todos, incluso a él mismo. Sus labios tiemblan y no puede evitar que el resto de su cuerpo lo haga también.
Todo dentro de él se queda quieto y se vuelve frío cuando siente el filo de una espada contra su espalda desnuda. Aprieta sus dientes mientras se clava en su piel. Baekhyun no sabe si debería gritar o debería soportar el dolor en silencio. No quiere darle la satisfacción a su padre de verlo sufrir. Tampoco quiere que cuando todo acabe su padre vaya por allí hablando de cuán buen sacrificio fue, porque soportó el dolor como un buen sacrificio debería hacerlo. De cualquier forma ese hombre siempre gana.
Se queja, llorando en silencio en mientras la hoja dibuja diseños con cuidado en su piel. El dibujo es lo último que quiere tener en su cuerpo y esto no es lo peor de todo. Intenta imaginar que no está allí, pero el dolor en su espalda lo mantiene muy consciente de la situación. La espada ha pasado sobre sus pectorales, debajo de sus hombros y de arriba abajo perpendicular a su columna vertebral. Baekhyun apenas se da cuenta de que están dibujando un Fénix en él.
Se mueve hacia un lado, siseando cuando la punta de la espada pierde su trayectoria y accidentalmente se hunde más en su piel. La multitud jadea escandalizada, como si han visto un pecado más allá de su comprensión.
A pesar del dolor, no puede evitar sonreír orgulloso de su victoria.
Un sacrificio impuro con un diseño distorsionado. Será el sacrificio más memorable de todos los tiempos. Se asegurará de ello. Desafortunadamente después de su pequeño acto de rebeldía es incapaz de continuar.
Las manos que lo sostienen son grandes y fuertes, rodeando sus articulaciones como cuerdas gruesas alrededor de ramitas.
“¡Brutos!” Baekhyun se burla mientras los guardianes del templo desatan sus manos para tirar de él para ponerlo de rodillas hasta que esté sentado frente a la estatua. “¡Todos son unos monstruos!”
Una mano tira de su cabello hacia atrás. Él grita por el dolor, tratando de recuperar el aliento mientras mira las estrellas. El salón nunca ha tenido techo, permitiendo que le interior se llenara con la luz del sol. Ahora, sin embargo, desea que lo tenga porque así no tendría que ver el cielo.
“Esas tres siempre están en línea, ¿Puedes verlas?” Sí, Chanyeol. Sí, ahora puedo verlas. “Son parte de Orión, del Cinturón de Orión.” ¿Qué es eso? ¿Puedes decirme de alguna forma? ¿Chanyeol? Si no puedes, ¿Puedes decirme sobre el océano? Pasamos nuestra primera noche juntos en la playa. ¿Puedes darme una señal de que aún lo recuerdas?
Intenta calmar el agitado latido de su corazón, murmurando para sí mismo sobre su abuela, Chanyeol y Candy, sobre la universidad. La sangre y el sudor se deslizan por su piel mientras su corazón late más rápidamente en lugar de calmarse.
Gimoteos de piedad comienzan a derramarse de sus labios cuando un cuchillo reposa sobre la marca que está bajo su ombligo. Trata de negar con la cabeza, pero la mano que sostiene su cabello no sé lo permite. No. No. No.
Un himno suave está siendo cantado y llena la sala con su sonido. Es una canción que Baekhyun aprendió en el jardín de infantes. Una melodía agradable que le hubiese relajada si Baekhyun estuviese formando parte del grupo que la canta. Pero la canción es cantada para él y él no está nada feliz.
Es la canción del sacrificio.
Debes entregarle al Fénix lo que más amas.
Quémalo, para que Él pueda recoger sus cenizas y devolverlo a la vida.
Si no conociera la letra quizás sería mejor.
Pero Baekhyun sabe cada detalle del sacrificio, lo que va a pasarle, el momento en el que pasara y el porqué. No recuerda nada sobre diseños siendo grabados en su piel. Está aturdido cuando el metal afilado es arrastrado en su frente trazando curvas, rizos y remolino. Las marcas son como rasguños, rojos y arden pero no sangran. En su torso, justo sobre su corazón, vuelven a dibujar la Luz.
Luego, la marca que está bajo su ombligo es cortada despacio, con cuidado y delicadeza mientras Baekhyun grita hasta que se le seca la garganta. Es un solo lío de aceite, sangre, sudor y miedo cuando lo sueltan.
Se percata que sus muñecas están atadas otra vez a la mesa, lo que le quedaba de energía se le escapa por su martirio. Sus dedos tiemblan y las heridas en su piel arden al están en contacto con otros elementos. Mira con incredulidad como el Sumo Sacerdote alza el símbolo que fue cortado para que todos lo vean.
Manos manchadas de sangre, piel siendo hondeada como piel, oraciones de prosperidad y aceptación del sacrificio. La cabeza de Baekhyun da vueltas y su estómago tiene arcadas.
La tortura aún no ha terminado.
Un par de manos se mueven por su torso, esparciendo el negro y el rojo por todas partes. El negro es carbón. Lo rojo es su sangre. Está parte del ritual convierte las heridas en cicatrices, convierte los arroyos de sangre a líneas rojas, poniendo algún tipo de tatuaje antiguo en su cuerpo.
Solloza sabiendo que el último paso no está muy lejos.
El largo y delgado cerrillo es puesto frente a su rostro para que se burle de él. El Sumo Sacerdote sonríe como si le haría un favor al mundo, como si Baekhyun lo enorgulleciera y como que ha visto algo que le ha dado la felicidad más grande del mundo.
El himno se alza en fervor y emoción.
Baekhyun niega con la cabeza, suplicando en silencio una vez más.
El cerrillo desciende lentamente para encender el líquido que está en la mesa. Las llamas comienzan a correr, extendiéndose por todos el diseño, avanzando hacia delante con avidez, quemando el combustible y abriéndose camino rápidamente hacia el núcleo, el centro, la Luz, Baekhyun.
Su grito queda ahogado por el rugido del fuego, ya que de repente se levanta algo así como un muro gigante de llamas provenientes de las velas que se mantienen alrededor del templo. Las velas que están detrás de la mesa también alzan llamas monstruosas que se alzan hacia el cielo. La estatua del Fénix empieza a convertirse en carbón bajo el calor, lo que una vez fue piedra reluciente se derrite lentamente frente a los ojos de Baekhyun. Algo cae del techo, golpeando la cabeza de uno de los guardias del templo. Está muerto en menos de un segundo, con la cabeza aplastada bajo una roca.
La mirada de incredulidad y horror en los ojos del Sumo Sacerdote cambia cuando posa sus ojos en Baekhyun.
“¡Tú nos condenaste!” Grita, señalándole con un dedo tembloroso. “¡Tú has enfurecido a dios, tú, niño sucio y blasfemo! ¡Eres un sacrificio impuro! ¡Te ha rechazado!”
La mente de Baekhyun aún está repleta por la confusión. Mira a su alrededor, tanto como su restringida posición le permite, y logra ver que todo el templo está rodeado por un muro de fuego. Se encoge, reduciendo su diámetro lentamente, convirtiendo todo lo que toca en polvo. El calor es demasiado intenso, los muros con cientos de años comienzan a colapsar.
Por un momento, está seguro de que es parte del ritual. Eso es hasta que le Sumo Sacerdote grita, allí Baekhyun se entera de que algo ha salido terriblemente mal. Gritos de terror pueden ser oídos a través de los chasquidos y rugidos del fuego.
Baekhyun se queda sólo en la mesa, cuando las personas se reúnen en el centro del templo, acurrucándose más cerca, abrazándose los unos a los otros mientras gritan confundidos. Baekhyun se percata de que toda la ciudad se ha reunido allí. Se suponía que todos se quedarán despiertos hasta el amanecer. No sólo las personas de la cuidad están allí, sino que también todos los creyentes del Fénix en el país.
No sabe qué es lo que está pasando, pero está seguro de que todos van a morir. Su linaje y creencias van a terminar allí. Esta noche.
El fuego que rodea la mesa es pequeño y débil. Aún hay aceite que no se ha incendiado en los grabados de la mesa y parece que no lo harán. El aceite se quema despacio, iluminando los diseños de la mesa.
Una fuerte ráfaga de calor sopla y de repente el muro de fuego se cierra. Baekhyun alza sus brazos para protegerse. Entre las llamas que bailan puede ver los edificios de la ciudad en llamas. Todo lo que está detrás del muro sobrenatural de fuego se está quemando.
Mira hacia abajo sorprendido, notando que todas sus ataduras han desaparecido. Cenizas y jirones yacen cerca de los extremos de la mesa.
La confusión se acumula.
Su cabeza se estrella repentinamente contra la mesa, justo sobre las débiles flamas. Baekhyun intenta liberarse, mientras el Sumo Sacerdote le grita al oído. “¡Ruega por perdón! ¡Pídele que te perdone! ¡Nos condenaste a todos, niño descarriado!”
Baekhyun patea hacia atrás, justo en el abdomen del hombre, liberándose. Se recuesta, parpadeando lentamente mientras espera que su visión vuelva a estar enfocada. Tiene las energías suficientes para moverse de las llamas. Sin embargo se encuentra con una sorpresa agradable, porque, las flamas de la mesa se han apagado.
Los gritos se vuelven histéricos y se escuchan las preguntas de confusión cuando el círculo se abre momentáneamente para permitir que una figura entre a él.
Baekhyun suspira, esperando a que todo el mundo se calle para poder descansar un poco. La mesa es fresca y cómoda bajo su adolorido cuerpo. Mira con el rojo de la sangre y el dorado del aceite se mezclan. Deben oler horrible. Pero lo único que puede oler en ese momento es madera y carne siendo quemada.
“¿Tú?”
La pregunta es hecha algunas veces, llena de veneno y confusión, tanto que hace que Baekhyun sienta curiosidad. Lentamente se apoya en sus brazos, volteando para ver lo que está pasando. Su atención es redirigida cuando siente que algo tan caliente como el sol lo toca. Casi grita cuando un muro de fuego lo rodea, está justo frente a sus ojos, pero antes de que pueda tocarlo, se separan y luego vuelven a unirse como una cortina, una cortina que bloquea la visión de su tribu.
Puede escuchar suaves gritos de horror e incredulidad, pero el sonido más fuerte sigue proviniendo del fuego. A su alrededor, el templo está en ruinas. Sólo algunas vigas quedan en pie, señalando que había algo allí. Hay pequeñas llamas en ellas, llamas que creen cuando el viento pasa por ellas. No hay ninguna evidencia que asegure que existió algo majestuoso allí, algo que estuvo edificado por milenios.
Todo a su alrededor está quemándose. Los postes eléctricos se han derretido y la mitad de los edificios has desparecido, las llamas los consumieron como monstruos y sólo han dejado brasa brillantes por todas partes. Una nueva ráfaga de viento hace que su atención vuelva al infierno que se cierne alrededor de las personas de su tribu.
Las llamas vuelven a separarse, permitiendo que un hombre entre. Detrás de su silueta está el Sumo Sacerdote, con su rostro distorsionado por la furia. Su mano estirada nunca alcanza a tocar al desconocido sin rostro porque el fuego se cierne en él.
Primero se quema la piel, tan rápido como lo haría una servilleta de papel, después los músculos se convierten en cenizas y la sangre se evapora. Los huesos son lo último en desaparecer, convirtiéndose en polvo y alejándose en el viento en menos de un cerrar de ojos.
Pasa de ser una criatura viviente a nada en un segundo.
El infierno de repente se convierte en un tornado y su diámetro se reduce a un círculo muy pequeño. La ceniza vuela hasta la abertura en la parte superior como confeti y cae sobre la cuidad como nieve.
Baekhyun suspira. Sus pensamientos se detienen y le faltan las palabras.
Mira como las pequeñas partículas negras caen a su alrededor. Llegan desde el cielo como un lluvia agradable, colándose entre el fuego abrazador y cubriendo todo con una capa negra.
¿Cuál proviene de mi madre? ¿Cuál de mi hermano?
El fugo se apaga y no hay nada dónde lo solía haber algo antes. No hay evidencia de que cientos de personas habían quedado atrapados allí.
Esto es dios. Este es el Fénix y este es su poder.
Traga saliva. Sudor frío corre por su frente. Baekhyun se recuesta en su espalda, impulsándose con los brazos intentando crear distancia entre él y la oscura figura que avanza hacia él.
Una fuente de luz aparece estás del hombre y antes de que Baekhyun tenga tiempo de comprender, el fuego comienza a arden en las magníficas alas que están en la espalda del hombre. Se agitan una vez, sacudiendo plumas de fuego antes de que una se dirija hacia Baekhyun y él sienta airé caliente y pequeñas brasas tocar su piel.
Le cae un poco de ceniza y una de las alas se coloca sobre él como si fuera una sombrilla, protegiéndolo de la lluvia negra que cae desde el cielo.
El extraño está de pie frente a él, ahora. Mantiene su mano alzada y una pequeña llamarada aparece entre sus dedos. La luz que se crea elimina todas las sombras que le ocultaban y Baekhyun ve un rostro humano.
“Oh mi-” Baekhyun golpea una mano sobre su boca. Su cerebro se hace un lío intentando comprender la situación.
“Hola.” El tono profundo de su voz es el mismo. Suena de la misma forma en sus oídos y aún hace que su corazón lata con fuerza detrás de sus costillas. El brillo en sus ojos, el tacto de su piel, incluso su ropa es la misma; ensangrentada y desgarrada.
Baekhyun niega con la cabeza. Esto es un sueño. Ya estoy muerto.
Las llamas se separan de su mano y levitan a un lado de ellos, el ala se mantiene sobre su cabeza mientras una mano grande le ayuda a ponerse en pie.
“¿Mi sacrificio?” Canturrea. “Te acepto.”
“¿Chanyeol?” Su cabeza está dando vueltas, tantas que apenas puede mantenerse en pie sin ayuda del otro. “No puede ser.”
Chanyeol inclina su cabeza, la sonrisa que hay en su rostro es tierna y comprensiva. “Soy tan Chanyeol como tú tan Baekhyun.”
“No.” Baekhyun niega con la cabeza. “Chanyeol está muerto.”
“No, estoy justo aquí, frente a ti.” Susurra. Y es sorprendente porque Baekhyun puede escucharlo fuerte y claro aún con el sonido del fuego. Las manos de Chanyeol están entre tibias y calientes que queman mientras recorren sus brazos de manera reconfortante. “Lo siento, me tomo mucho tiempo.”
“Pero…” Los ojos de Baekhyun recorren el rostro de Chanyeol. Mira los lugares que besó, los que tocó y las facciones que recuerda claramente. Todo es Chanyeol. “¿Qué has hecho?”
Se queda pesando un momento antes de responder. “Me di el mejor sacrificio que se le puede dar a cualquier dios.” Sus labios se estiran formando una expresión amenazante mientras las llamas ardientes brillan en sus ojos. “Todos sus seguidores sacrificados para él. Es triste, pero es hermoso también.” Sus labios vuelven a moverse formando una sonrisa más genuina, una sonrisa de preocupación.
Baekhyun lo mira a los ojos, confundido. “…No lo entiendo…”
“Tendrás toda la eternidad para hacerlo.” Chanyeol sonríe antes de agacharse para presionar sus labios contra la frente de Baekhyun. Siente que le quema al principio, pero su cuerpo se ajusta a la temperatura en un instante y entonces el acto se siente tan agradable como debería. “El destino nos unió. Una, dos veces y nos hubiese vuelto a unir una y otra vez. Viniste para mí.” Chanyeol parece estar complacido mientras dice la información. “Eran idiotas al pensar que iba a dejarte ir tan fácil.”
Baekhyun siente pulgares acariciar la zona bajo su ombligo. Se aleja abruptamente, mirando hacia abajo para ver que su piel se ha regenerado y su marca de nacimiento está intacta. Además hay dos pequeñas alas extendidas que se extienden a cada lado del símbolo.
Se da cuenta que las heridas que le hicieron en el torso son iguales a los tatuajes de Chanyeol.
Las manos de Chanyeol jalan a Baekhyun con gentileza. Sus nudillos acarician su mejilla, limpiando sus lágrimas y esa expresión particular ha regresado a su rostro. Ha estado allí todo el tiempo, cada vez que Chanyeol lo miraba. Baekhyun descubrió su significado por primera vez cuando estaba recostado bajo Chanyeol en su auto. El verla otra vez hace que un torrente de emociones y recuerdos vuelvan a él, recordándole lo mucho que perdió, lo mucho que creía haber perdido.
“¿En verdad eres Chanyeol?” Suspira.
“Y esta es Candy.” Presenta a un ave pequeña que vuela a su hombro. No es más grande que un polluelo con pequeños ojos rojos y una corona de fuego ardiendo en su cabeza. Sus alas también están encendidas en llamas y son del mismo color que las de Chanyeol.
Baekhyun los mira a ambos, aún confundido e incrédulo. Sin embargo, poco a poco, la aceptación comienza a reflejarse en sus ojos.
“¿Qué vas a hacer conmigo?”
“¿Eh?” Las cejas de Chanyeol se alzan. “Voy a llevarte a casa.”
Las manos de Chanyeol envuelven a las de Baekhyun antes de que su visión quede llena de un blanco cegador. Puede escuchar los suaves chasquidos del fuego, brisa caliente mover su flequillo y labios presionado gentilmente contra los suyos antes de que sus sentidos dejen de responderle.
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Al día siguiente un pequeño artículo es publicado en El Dong-A Ilbo, en una de las páginas. Está en un reducido espacio en la columna que está más a la derecha y a lo mucho se han redactado unas cien palabras.
Masivo incendio forestal destruye ciudad de turistas.
Temprano en las horas de la mañana….
No quedó ninguna infraestructura …. No se recuperaron cuerpos…
Los investigadores especulan… incinerados…
No se ha determinado la causa de origen del incendio…
Es sorprendente que nadie notara la presencia de un incendio tan grande…
Número de la estación de bomberos….
FIN
EXTRA → ←Notas finales:
• La historia es contada desde el punto de vista de Baekhyun, por lo cual la historia desde el punto de vista de Chanyeol es un misterio. Pueden decir que Chanyeol era un dios, un titán, o simplemente un ser inmortal con un talento grandioso; lo único cierto es que Chanyeol era el Fénix y las personas de la tribu lo veneraban como un dios.
• Antes de los 17 años Baekhyun desconocía que era el sacrificio, solamente sabía que era el “favorito” de dios. Los sacrificios eran enviados para ser compañeros de Chanyeol (Lo cual significa que hay algo más divino que Chanyeol(!?)) Pero las personas de la tribu comenzaron a matar a los sacrificios. Durante el sacrificio las marcas que le hicieron a Baekhyun representaban más que él era el sacrificio, lo ponían al mismo nivel de Chanyeol, porque sólo Chanyeol tenía al Fénix y el símbolo de la Luz en su cuerpo.