BON VOYAGE - HUNHAN (Trad. En Español) Capítulo 21

Nov 14, 2015 11:57


~Primera Ola~

Capítulo 21
Es el sonido del grifo abierto lo que despierta a Kris de su sueño, la luz del día filtrándose por sus ventanas y el olor a desayuno volando hacia él haciéndolo abrir los ojos. Es un poco tarde en la mañana. Es consciente de ello por la manera en que las sábanas bajo él se sienten incómodamente calientes y su cuerpo está acalambrado por pasar tantas horas durmiendo. Bueno, horas a las que su cuerpo no está acostumbrado.

Pero es el hecho de un nuevo día y Tao tarareando algún tipo de melodía en el baño lo que hace que despierte completamente. Muy, muy despierto a la realidad.

Han sido días desde que esa cosa pasó entre ellos. Esa cosa donde Kris paró a Tao de irse, diciéndole que se quedara con ellos hasta la última parada. Esa cosa donde Tao había dicho que sí; sin ningún problema.

Esa cosa donde Kris lo besó justo antes de que todas esas cosas pasasen y rueda en la cama, cara enterrada en su almohada mientras deja que el recuerdo lo llene de nuevo.

¿En qué estaba pensando? Kris se pregunta a sí, una pregunta que mantiene rondando en su cabeza cada que se despierta y enfrenta un nuevo día. ¿Qué cosa en el mundo estaba pensando?

Besar a Tao. Besar a Tao había sido estúpido. Excesivo y estúpido y Kris no podía creer haber hecho eso para hacer que se quedara. ¿Por qué incluso pensaría que un beso podía hacerlo quedarse?

Pero funcionó. Tao sigue estando en el crucero con él, sigue quedándose en el cuarto de invitados de su camarote, sigue pasando todo el día con él justo como Kris quería.

Solo que… no esperaba que cambiara todo.

Estaban silenciosos después de que eso pasara. No se hablaron de regreso al crucero con Tao pasando silenciosamente de nuevo y Kris recibiéndolo de nuevo en su cuarto. Intercambiaron algunas palabras. Sus conversaciones eran más como “¿Has comido?”, “¿Te gustaría usar el baño primero?” o “Voy a la cama”. Pero aparte de eso, fue un muy muy silencioso día.

Los siguientes días fueron un poco mejor. Pero diferente. No hablaron de lo que había pasado. Kris no quería hablar de eso, seguía avergonzado de lo que había hecho y gracias a Dios Tao no se veía como el tipo que querría platicar al respecto. Como si nada hubiera pasado. Como que Kris no lo besó por completo. Tao lo saluda en la mañana con una sonrisa y comen su comida juntos y Kris se dirige al caballete justo después.

La única cosa diferente ahora, es que Kris evade a Tao a toda costa.

Comen juntos bien pero Kris come un poco más rápido para que pueda retirarse. No conviven en la sala más y no hablan más aparte de las preguntas que Tao hace.

Es como si Kris no pudiera ser él mismo.

Es su culpa. Lo sabe. Fue quien hizo a Tao quedarse. Fue él quien lo besó. Es quien debería de hacer algo por romper los incómodos silencios. Pero no puede ser como Tao. No puede quedarse en una habitación con él y pretender que nada pasó. ¿Cómo siquiera cambiaría todo cuando cada vez que lo ve piensa sobre sus labios y cómo se sintió besarlo? Él besó a otro hombre.

Tal vez ese es su problema. Besar a otro hombre. Porque Kris no es… gay. ¿Al menos no lo piensa? Ha salido con algunas chicas pero nada serio. No tenía tiempo para eso. ¿Pero por qué si no está nada interesado en los hombres… besar a Tao se sintió tan bien?

Es como si algo se hubiera abierto en su pecho en el momento en que lo besó. Como si no pudiera respirar ni sentir nada pero sabe que sus pulmones y nervios estaban trabajando. Había sido un beso muy rápido pero había dejado un profundo sentimiento dentro de él y Kris esta tan confundido y un poco perdido porque no entiende cual sentimiento es.

Suspira mientras se levanta de la cama. Escucha el tarareo del baño detenerse y sabe que Tao ha terminado. Espera hasta que escucha sus familiares pisadas rondar, abriendo la puerta y saliendo.

“Oh hola. Buenos días.” Lo saluda y Kris se voltea hacia él. Ignora la manera en que Tao luce en su ropa hoy, muy cómodo y fresco, y es una vista que tienta a Kris de una manera muy rara. Como que quiere tirar de él al lado suyo y acurrucarse. Esto es muy raro.

Hace un pequeño somnoliento saludo con la mano. “Buenos días.”

Trata de no mirarlo por mucho tiempo. Especialmente porque se está sintiendo extraño. La última vez que lo observó por mucho tiempo sus ojos se habían desviado a sus labios y sus adentros ardieron en vergüenza y culpa porque; Dios, hizo que quisiera besarlo de nuevo.

Para. Kris se bofetea mentalmente.

“El desayuno está en la mesa.” Tao dice y Kris asiente.

“Saldré en un minuto.”

Tao sale del cuarto, dejando detrás un incomodo anhelo en la boca del estómago de Kris y su apetito desaparece.

Quiere hablarle. Decirle cómo no fue su intensión besarlo ese día y quiere que todo regrese a como era antes. Pero es su culpa también y Tao ya está fingiendo muy bien. Así que, ¿por qué Kris no puede hacer lo mismo?

Yendo al baño, toma su cepillo de dientes y comienza a cepillarse, mirándose en el espejo frente a él.

Esto es tú culpa. Kris se dice furiosamente. Esto es tú culpa. Si tan solo no lo hubieras besado…

Pero no podía negar que fue uno de los mejores sentimientos en el mundo. Se desliza lentamente a un aturdimiento mientras se para ahí recordando el momento. Había sido rápido y osado pero se sintió tan… perfecto. Los labios de Tao eran suaves, la esencia del jabón que ambos comparten llevándolo dentro, dibujándolo junto a él…

Un golpe en la puerta del baño lo saca de su ensoñación y continúa cepillando sus dientes, sus mejillas rojas por las cosas en las que estaba pensando.

“¿Kris?” La voz de Tao se oye desde la puerta abierta.

“¿Si?” El alto responde en un tono ahogado por la espuma de la pasta de dientes en su boca y el otro asoma su cabeza. Kris lo mira desde el espejo, esperando que lo rojo de sus mejillas no sea tan notable en su reflejo.

“¿Vas a ir al centro de comando después, no es así?” Pregunta y Kris asiente, agradeciendo que Tao lo haya agarrado en este tipo de situación donde no puede hablar.
“Oh okay.” Tao continúa. “¿Vas a comer aquí?”

Kris nota la manera en que la voz de Tao suena un poco pequeña y hay angustia en su pecho. No puede imaginar cómo se siente Tao, todo encerrado allí sin nadie con quién hablar de nuevo. Se aporrea internamente. Fue él quien quiso que se quedara y ahora es como un prisionero de nueva cuenta. Debería al menos tratar de arreglar eso.

Kris asiente y ve a Tao alegrarse.

“Okay. Te veré a rato.” Dice antes de dejarlo solo.

Realmente debo de arreglar esto. Kris se dice a sí mismo de nuevo, terminando. ¿Pero cómo?

¿Qué tal si solo hablamos? Kris piensa, quitándose la ropa y agarra su toalla y la cuelga en las puertas de la regadera. ¿Qué tal si solo hablamos de ese beso?

Kris niega con la cabeza mientras se mete a la ducha y deja que el agua caliente lo calme. ¿Y luego qué? ¿No lo haría sentir incomodo?

Sin mencionar, añade enjabonándose. ¿No me hará sentir incomodo?

Porque besar a Tao no solamente le había traído unos cuantos pensamientos pero de vez en cuando, tiene esos locos sueños también. Sueños con los que está batallando para olvidar porque es Tao. No puede seguir soñando que lo besa. Besarlo es la cosa más natural que hacer, saboreando el sentimiento de sus labios moviéndose contra los suyos, manos tomando su cara sin siquiera separarse el uno del otro hasta que se despierta en la cama con una sonrisa en su cara.

Pero algunos días los sueños suben de tono. Donde los besos llevan a algo más. Donde no solo los labios se mueven sino las manos también, dedos serpenteando cada pulgada de piel que pueden encontrar con Tao empujándolo a una superficie, ojos nunca dejando los suyos. Y los besos comienzan a moverse también, bajando por su cuello y pecho, su abdomen. E incluso siendo solo un sueño, Kris puede sentir la caliente respiración de Tao contra su piel, sus adentros anhelando por más calor, su parte frontal peligrosamente cerca a la suya y Kris rodaría sus caderas hacia arriba, tomando los muslos de Tao y tirándolo cerca y agarrar su duro miem-

Joder. Kris balbucea y maldice bajo su respiración cuando se da cuenta de que está acariciándose e inmediatamente pone el agua a una menor temperatura, dispuesto para calmarse.

Colgando su cabeza con su brazo reposando en las puertas de la ducha, respira a través de su boca, enviando todas las inapropiadas imágenes lejos. Este es Tao. Es tu amigo. Es un hombre. Es imposible que pienses en él de esa manera.

Se endereza con una mirada determinada en su cara y abre las puertas de la ducha. No puedo hablar de esto con él. Supongo que tendré que fingir también.

Apaga la regadera y toma su toalla, tratando de encontrar alguna manera de solucionar todo lo que había hecho cuando escucha unas pisadas familiares acerarse.

“Oye Kris, sobre la comida-”

Los ojos de Kris se agrandan, olvidando por completo que no había cerrado la puerta del baño y envuelve la toalla alrededor de su cadera con prisa.

“Un segundo.” Kris dice pero no cree que Tao lo haya escuchado cuando lo escucha acercarse más.

“Estaba pensando, si estás ocupado, no tenemos por qué-”

Kris se tambalea alrededor para cerrar la puerta de la regadera desde que es la más cercana cuando sus largas piernas se enredan consigo mismas y solo deja salir un grito mientras se encuentra resbalando y azotando duramente en el suelo del baño.

“¿Kris?” Tao entra mirándose confundido primero sobre por qué no estaba allí cuando mira abajo y el otro gime de dolor cuando siente su espalda punzar.

“¡Kris!” Tao se agacha, ojos ampliados a Kris desparramado en el suelo e incluso si ésta es claramente una situación seria (los accidentes en el baño son siempre serios), Kris no puede ayudar más que a sentirse un poco apenado porque Tao lo haya tenido que ver así. Y está también ese pequeño detalle de que se encuentra casi desnudo y está aferrado a la toalla que milagrosamente sigue alrededor de su cadera.

“Estoy bien.” Dice entre dientes pero cierra sus ojos por la intensidad del dolor.

“No, no lo estás. ¡Te acabas de resbalar!” Tao exclama, haciendo amago de ayudarlo pero Kris niega con la cabeza.

“Estoy bien. Me puedo parar.” Hace un movimiento para lograrlo pero no puede.

“No te muevas.” Tao ordena. “Te ayudaré a pararte.”

“No, no.” Kris jadea sabiendo que necesita asistencia médica ya. “Llama a Jongdae.” Gime en vez, una mano deteniendo a la toalla de caerse y la otra formada en un puño por el dolor. “Es el doctor de la tripulación.”

“Okay.” Tao se apresura fuera para usar el teléfono.

Bueno, esto es vergonzoso.

Kris reposa en las frías baldosas del baño esperando por la ayuda, respirando pesadamente a través de su boca por el dolor y piensa que tal vez es lo que se merece por besar a un hombre inocente y mantenerlo cautivo dentro de su embarcación.

***

“¿Cómo es que incluso lograste caerte?”

Jongdae le pregunta y Kris solo lo observa. Jongdae se había apresurado tan pronto como Tao lo llamó, sin siquiera preguntar quién era Tao a lo cual Kris está agradecido. Solo le pidió que preparara la cama de Kris para él y tan pronto como se fue, Jongdae lo ayudó a Kris a levantarse, a ponerse un bóxer y una playera antes de moverlo a su cuarto dentro de su cama.

“Ya te dije, me resbalé.” Kris explica por tercera vez y Jongdae frunce sus cejas por ello.

“El piso del baño estaba seco.”

“Estaba dentro de la ducha.” Kris dice esperando que Jongdae lo suelte. No quería explicar cómo fue que “resbaló” para tratar de evitar que Tao lo viera desnudo.

“¿Estará bien?”

Tao, quien está parado al otro lado de la cama junto a él, pregunta y Kris no lo mira, siguiendo avergonzado por lo que pasó. Y luce realmente preocupado por él también. Si solo supiera lo que estaba haciendo en el baño…

“Estará bien.” Jongdae dice, poniendo un vaso con agua y un par de analgésicos junto a la mesita de noche de Kris. “Solo tendrá que tomar estas si el dolor es muy fuerte pero creo que ya lo ha pasado.”

Kris gruñe en respuesta. “No me rompí la cintura ni nada ¿verdad?”

Tao mira al doctor en pánico cuando Jongdae niega con la cabeza.

“Afortunadamente no lo hiciste. Pero tu espalda baja va a estar adolorida por un par de días así que tal vez quieras llevarlo tranquilo. Ten a tu comandante encargado de las cosas por un rato.”

Kris suspira. “Bien. ¿No hay algún otro remedio aparte de los analgésicos? Odio tomarlos.”

Jongdae suelta una risa socarrona sabiendo que el capitán es un freak de la salud y solo acepta remedios naturales.

“Bueno, podrías tener un masaje.”

“Puedo hacer eso.” Tao suelta y Kris alza su cabeza para mirarlo antes de desviar sus ojos a Jongdae porque Tao tocándolo no es lo que necesita justo ahora.

“No, no. Puedo obtener uno de las personas que trabajan abajo en el spa.”

“Están reservados.” Jongdae responde. “Llamé y revisé si podían venir arriba a arreglarte.” Jongdae luego se dirige hacia Tao a quien no le ha preguntado quién es ni qué hace en la habitación del capitán. “Pero si él dice que puede hacerlo, deberías de darle una oportunidad. Solo un leve masaje lo hará.”

“Sé cómo hacerlo.” Tao dice y Kris retiene la urgencia de gritar un no. Ya están demasiado raros ¿y ahora le va a dar un masaje?

“Okay. Si eso sería todo,” Jongdae revisa su reloj. “Tengo que irme. Aún tengo que dar capacitación.”

“Espera. ¿Hay algún otro remedio aparte del masaje?”

“Analgésicos.” El doctor apunta. “Y dormir.”

Kris bufa. “Qué clase de doctor eres.”

“Estás bien, cap.” Jongdae ríe de nuevo. “Y sé cuidadoso la próxima vez. Dile al servicio de limpieza que instale algunas de esas esteras para el baño.”

Kris solo lo despide con la mano y cuando Jongdae se va, inmediatamente comienza a dar órdenes por el teléfono de quién va a estar a cargo por los próximos días.

“Sí, estoy bien.” Suspira mientras habla con el comandante, cambiando su posición un poco y Tao inmediatamente tiene una mano en su hombro, ayudándolo. Kris solo le da una pequeña seña de que está bien pero Tao no se lo traga, agitándose alrededor asegurándose de que esté cómodo. “Estaré de regreso en dos días como máximo.”

“Deberías de tomarlo realmente con calma.” Tao dice tan pronto como Kris baja el teléfono. “No creo que estés bien en tan solo dos días.”

“Tengo que estarlo. No estoy cómodo con que alguien más que yo maneje esta embarcación.”

Tao lo mira luciendo preocupado.

“¿Cómo te sientes ahora?”

“Estoy bien.” Kris responde. “Gracias por ayudarme más temprano.”

Tao asiente. “¿Necesitas ese masaje? Porque puedo darte uno-”

“Creo que sigo un poco adolorido para eso.” Kris dice, tratando de dar una sonrisa alentadora y espera que su sonrojado rostro esté bien escondido. “Voy a… descansar o algo.”

“Deberías.” Tao dice, parándose. “Te traeré la comida en un rato. Duerme.”

Tao golpea levemente su muslo antes de dejarlo consigo mismo y tan pronto como está solo, suspira.

Cerrando sus ojos, Kris se induce a otra ronda de sueño, tratando de mantener su mente lejos del dolor y de Tao.

***

La segunda vez que despierta, es por el sonido suave de vidrio tintineando y abre sus ojos para ver a Tao poniendo algo a su lado.

“Hey,” Tao susurra y Kris talla sus ojos. “Siento haberte despertado.”

“Está bien.” Kris murmura, aliviado de estar despierto y vivo de nuevo. Tanto dormir le estaba acalambrando el cuerpo y su cabeza dolía un poco.

“¿Qué hora es?” Pregunta.

“Casi seis de la tarde.”

Kris cierra los ojos y los vuelve a abrir, acostumbrándose a la oscuridad de la habitación desde que la única fuente de iluminación era la lámpara a su lado. No puede creer que haya desperdiciado todo el día durmiendo. Nunca había hecho eso.

“¿Cómo te sientes?” Tao pregunta, sentándose a su lado e incluso si se acaba de despertar, Tao estando tan cerca de él, lo hace sentir nervioso.

“Un poco acalambrado.” Responde honestamente, tratando de levantarse para que pudiera apoyarse en la cabecera pero el leve movimiento lo hace contraerse de dolor al sentir lo adolorida que su espalda baja está.

“Aquí.” Tao lo ayuda y Kris no tiene otra opción más que dejarlo, sintiéndose todo tembloroso y débil cuando las manos de Tao encuentran agarre en su brazo.

“Gracias.”

“Te traje la comida que te perdiste y una temprana cena.” Tao señala la comida junto a él. “No quise despertarte antes. Lucías como si necesitaras dormir más.”

“Hazme un favor y la próxima vez mejor levántame, ¿sí?” Dice haciendo a Tao reír. “Tanto dormir hace que me duela la cabeza.”

Tao le alcanza un vaso con agua y lo acepta agradecido.

“¿Sigues adolorido?”

Kris asiente. “Si.”

“¿Tu espalda o cintura?”

“Una mezcla de los dos.” Kris hace una mueca cuando trata de moverse de nuevo pero para.

“Aquí.” Tao le ofrece un analgésico pero Kris niega con la cabeza y le devuelve el vaso.

“No hay manera de que use esas.”

Esta vez es Tao quien deja salir un suspiro.

“Eso es todo. Voy a darte un masaje.”

¿Woah?

“Tao, estoy bien.” Dice un poco rápido. “No es tan doloroso.”

“Ni si quiera te puedes mover.” Tao dice de vuelta, rodando los ojos.

“Tao, en verdad. Estoy bien.” Kris dice de nuevo, el pánico comenzando a florecer en su garganta.

“Es solo un masaje.” Tao ríe. “De verdad doy muy buenos masajes.”

No era lo que quería escuchar.

“Tao-”

“Seré rápido.” Insiste ayudando a Kris a moverse. “Odio verte adolorido.”

Kris no puede negar como solo esa línea tiró de las fibras de su corazón porque ahora había alguien más a quien le importa. No como Jongdae se preocupa porque incluso si sabe que lo hace, es su doctor. Necesita importarle. O como su staff se preocupa de él también porque es su capitán. No. Hay alguien más a quien le importa.

Al final, tiene a Tao ayudándolo a acostarse sobre su estómago. Está agradecido de estar en esa posición porque así al menos Tao no verá su cara y cuán avergonzado se siente ahora.

“¿Estás bien?” El otro pregunta y puede sentir su cama hundirse cuando trepa tras él. Kris traga, esperando que no se de cuenta que no es solo su espalda la que está sintiendo dolor, sino que otras áreas que no tienen que ver nada con el accidente de esta mañana; se están sintiendo algo incómodas.

“Si.” Kris se las arregla para responder.

“Tus piernas son muy largas.” Tao comenta y Kris entierra su cabeza en la almohada para abstenerse de gruñir a eso. Nunca era de los que se sentían avergonzados de la estructura de su cuerpo pero con Tao detrás de él, sus rodillas a cada lado de su cadera y su cuerpo medio revoloteando encima de él, Kris solo quiere que la cama se lo coma vivo.

“¿Serás rápido, verdad?” Kris pregunta, asegurándose porque no puede tener a Tao así de cerca por mucho tiempo.

“Si, seré rápido.” Tao responde. “¿No te importaría si levanto un poco tu playera, no?”

Kris quiere gritar un ¡Sí! Me importa. No quiere tenerlo tocando su piel, temiendo que con solo eso, se dé cuenta un poco de las cosas Kris ha estado pensando por los últimos días. Como si cuando lo tocara, todos esos sueños que ha estado guardando fueran expuestos. Tan ridículo como suena.

Pero es solo un masaje y tararea en respuesta.

Siente a Tao enrollar gentilmente el dobladillo de su playera desde atrás y el frío aire golpeando su espalda hace que respire en anticipación.

Una tapa siendo abierta hace que Kris tire de su cabeza hacia arriba, alarmado ante el sonido.

“¿Qué fue eso?”

“Solo un poco de aceite para masaje que encontré en la canastilla de muestras en la habitación de invitados.” Responde y Kris se pregunta cuándo fue que el crucero llenó la habitación con esa clase de cosas cuando unas manos ligeras lo sujetaron por ambos lados de la cadera.

Se encoge ante el toque, mordiendo su labio superior absteniéndose de soltar algún tipo de sonido porque esas manos se sienten tan calientes, tan bien contra su fría piel.

“¿Te lastimé?”

“No.” Kris dice entre dientes porque ahora no siente ninguna incomodidad excepto que está suprimiendo algún tipo de cosquillosa sensación por Tao tocándolo.

Las caricias son reconfortantes para la fría piel de Kris. Aunque no está seguro del por qué está frío. El aire acondicionado está igual de frío que siempre y ha estado bajo sábanas por un tiempo. Pero es como se siente y paladea como los movimientos completamente ya que son lo contrario y lentamente, su interior se está calentando también.

“Dime si te lastimo.” Tao dice silenciosamente los pequeños golpeteos de sus dedos presionando contra su piel y es leve, no haciéndolo sentir realmente algún tipo de dolor pero lo suficiente para hacerlo sentir algo a pesar de todo.

“Estoy bien.” Responde de vuelta voz ahogada por la almohada y sosteniendo su aliento cada que siente las manos moverse de aquí a allá.

Se supone que debe ser relajante. Para eso son los masajes. Pero no se puede relajar cuando prácticamente está sintiendo el calor del cuerpo de Tao. Puede sentirlo encima de él, sus dedos viajando hacia abajo cavando en su espalda y que mandan a su columna a temblar. No está respirando por su boca o nariz, temeroso de que si suelta un solo respiro; deje salir un gemido.

Ya no está frío y se siente incómodamente aliente y sofocado. Como si sus adentros estuvieran calentándose por su cuenta. Desde su cara a su pecho bajando por sus pies, se siente muy caliente y se menea un poco cuando el movimiento lo hace darse cuenta de que debajo está duro.

Kris siente su cara encenderse en vergüenza. No puede estar pasando esto.

Pero lo está. Los ligeros masajes lo estaban prendiendo y cierra sus ojos apretados como si con eso pudiera bloquear todos sus sentidos. Pero cada presión de cada tramo que toca el otro, lo hace pensar en diferentes cosas al mismo tiempo.

Todos los sueños que había estado teniendo, de repente llenaron su cabeza y parecen más vividos esta vez porque Tao está tocándolo, agarrándolo y presionándolo y Kris quiere más. Quiere sus manos en otro lugar, en otro lugar más abajo y, oh genial, ahora le duele mucho.

Levanta su cadera un poco, solo muy poquito, e ignora el dolor que siente en su espalda cuando rueda las caderas contra el cubierto colchón y muerde la almohada cuando siente la dulce, dulce fricción contra su ropa.

“¿Estás bien?” Tao pregunta, sus dedos ahora moviéndose hacia su espalda baja y Kris no se atreve a usar su voz. Al contrario, asiente esperando que Tao pueda verlo.

“Okay. Solo unos cuantos minutos y me doy por servido.”

No pares. Quiere decirle.

“Ya casi.” Tao añade, sus palabras ayudando a Kris en lo absoluto y rueda en la cama lentamente de nuevo, dejándolo pasar como un movimiento cualquiera. La más pequeña sensación de fricción hace que sus pies se curven pero no está satisfecho así que entierra la cabeza en la almohada en frustración.

“¡Listo!” Tao grita animado, sus manos dejándolo y Kris no se da cuenta de que traga pesadamente.

“Estás muy rígido. Se supone que deberías estar relajado.”

“No puedo.” Deja salir mientras empuña sus manos, sus adentros clamando por las caricias.

Escucha a Tao mofarse atrás. “Bueno pues, deberías.”

Kris asiente con su cabeza de nuevo, usando esta oportunidad para seguir golpeando su cara contra la almohada.

“¿Necesitas ayuda con algo más?” Tao pregunta.

“Estoy bien.” Kris responde duramente, su entrepierna aún adolorida. “Fue un buen masaje. Gracias.”

“Okay.” Tao palmea sus muslos. “Ahora déjame ayudarte a levantarte para que puedas comer.”

Los ojos de Kris se ampliaron ante eso.

“Yo…” Kris tartamudea. “Creo que estoy bien aquí.”

“No seas ridículo.” Tao posiciona sus manos alrededor de los hombros de Kris. “¿Cómo vas a comer boca abajo?”

“No tengo hambre.” Responde rápidamente. Comer es la última cosa en su mente ahora. Solo quiere estar solo.

“¿Qué? No has comido nada hoy. Ni si quiera el desayuno.”

“Estoy bien. De verdad.”

“Kris.”

“Estoy cómodo así.”

“Vamos Kris solo siéntate y recárgate en la cabecera. Yo te ayudo.”

Oh Dios, siente a Tao levantarlo así que lo ayuda antes de sentirse más ridículo al tener que discutir por esto. Pero no puede ayudar más que pensar por favor no dejes que lo vea, por favor no dejes que lo vea, por favor.

Pero lo hace.

Tan pronto como está devuelta sentado, espalda recargada contra la cabecera y piernas frente a él, los ampliados ojos de Tao viajan hasta abajo y Kris no lo culpa por si quiera mirar ahí. Incluso si no estuviera tan cerca lo seguiría viendo porque lo que tiene enfrente de él es muy notable incluso desde lejos.

Kris no lo mira. No sabe dónde mirar exactamente. Está horrorizado de que Tao lo haya visto en este estado y no lo hace usualmente, pero desea que el crucero se hunda y él sea la única persona ahogada.

Hay un espeso incómodo silencio llenando la habitación, del tipo que se hace muy difícil respirar cuando Tao suavemente habla.

“¿Necesitas ayuda con eso?”

¿Qué?

Kris parpadea ante eso, no muy seguro de que lo haya escuchado correctamente.

¿Qué?

“¿Necesitas ayuda con eso?” Tao pregunta de nuevo, voz baja y profunda y ojos mantenidos en su erección. “Porque puedo ayudarte con eso también.”

Kris lo mira y lo que ve; le saca el aire en sus pulmones porque Tao luce muy serio, muy seductivamente serio y no está seguro de que esté realmente despierto.

“Yo…” Kris trata de responder pero no hay palabras coherentes en su garganta. Sigue asombrado de que Tao no se haya enojado. ¿Debería de estarlo, no?

Pero él… no lo está. Tal vez lucía confundido al principio pero ahora lo mira devuelta con profundos y oscuros ojos y está seguro como el infierno de que él no luce como si estuviera bromeando tampoco sobre ello.

Kris seguía con la boca abierta, un montón de palabras perdidas y Tao parece haber tomado su estado congelado como un si mientras se arrastra de vuelta a él. Kris mira todo eso, el sonido de su corazón latiendo contra su pecho, llena sus orejas cuando el otro levanta su playera y busca el elástico de su bóxer.

Esto es un sueño. Traga pesado de nuevo, siguiendo sentado ahí sin movimiento y rígido. Despertaré de esto pronto.

Pero es real. Kris puede sentir su playera siendo retirada, puede sentir el frío aire chocar contra su caliente piel de nuevo y no sabe si sentirse aliviado u horrorizado ante lo que sabe que va a pasar.

Tao no lo mira mientras quita su bóxer lentamente ni dice nada cuando Kris está libre de ropa. Pero lo ve en sus labios, una acción que lo manda a dudar por lo que está a punto de hacer y antes de que pudiera pararlo (como si pudiera) Tao envuelve su mano alrededor de su palpitante miembro, baja sus labios hacia su erección y toma a Kris profundamente en su boca.

Un pequeño jadeo se escapa de la boca de Kris y empuña las sábanas, tratando de sostenerse a cualquier cosa porque el cuerpo de Kris se siente como si fuera a tambalearse de la cama. La manera en que la caliente boca de Tao se mueve arriba y debajo de su miembro hace que retenga el gruñido que crece dentro de él. Tao ni siquiera dudó cuando envolvió sus labios alrededor de él, haciéndolo preguntarse si Tao no encontraba nada raro esto.

¿De verdad está pasando? Kris piensa para sí mientras tiene a Tao calmando su erección y el pánico sobre qué estaba pasando. La caliente boca se siente tan frustrantemente exquisita, su lengua haciendo maravillas y la manera en la que levemente traza su piel, hacen que su cabeza se arremoline. No puede pensar y es una maravilla que siga en esta situación.

Pero se desmorona tan pronto como Tao lo mira, liberándolo, un ligero hilo de saliva conectando su labio y la punta de su miembro y Kris; sin vergüenza lo mira de vuelta, todos los pensamientos se fueron y la única cosa en su cabeza es él pidiéndole a Tao que no pare.

Pareciese como si el otro hubiera captado el mensaje por la manera en que retira la mirada y la devuelve a la erección que ahora está curveada para la vergüenza de Kris y lentamente lo toma por la punta, su lengua haciendo que el estómago de otro cayera en picada. La parte baja de su cuerpo duele demasiado, tan malditamente que antes y quiere ser tocado de nuevo.

Que Tao haya recordado que Kris estaba lastimado fue un milagro para el capitán cuando Tao se inclinó cerca de nuevo, envolviéndolo en su boca siendo cuidadoso de no agarrar su cadera. Kris resiste el impulso de penetrarlo, solo dejando su reprimida frustración salir jadeando y manteniéndose seguro de que se está agarrando a las sábanas más fuerte que antes.

Tao mueve su cabeza arriba y abajo más rápido haciendo su cabeza rodar mientras siente su espalda arquearse de la cabecera. Tira de su cabeza atrás y cierra los ojos, bloqueando todo excepto esa sensación. El nombre de Tao danza por su garganta y Kris no puede hacer nada más que gritarlo, mordiendo su labio inferior cuando se escucha a sí.

Es vergonzoso y regocijante pero está demasiado lejos para incluso pensar en las consecuencias ahora. Está a punto de explotar, el calor recorriéndolo abajo y deja ir su agarre en las sábanas para empujar lejos a Tao antes de que se venga en su boca pero Tao no para, deja a Kris que enrede sus largos dedos en su cabello y que lo tome.

“Tao, para. Para.” Kris jadea y se sofoca pero el otro no lo hace y usa ese momento para engullirlo y es mucho para Kris, el momento encendiéndolo haciendo sus sentidos explotar y se está viniendo, brotando todo en la boca de Tao y no necesita abrir los ojos para saber que lo ha tragado todo.

No sabe por cuánto tiempo se quedó así, respirando pesadamente ofuscado con estrellas y cualquier cosa brillante que bailara en su visión. Todavía puede sentirlo devorándolo lentamente, lentamente haciéndolo venir hasta que acaba y le da una más en la punta. Abre sus ojos y la imagen de Tao entre sus piernas mirándolo, sus labios rojos y brillantes bajo las luces luciendo hermoso manda sus adentros a enroscarse de satisfacción y culpa ante lo que había hecho.

Tao se sienta, limpiando su boca con el dorso de su mano y mira a Kris cuando le pregunta.

“¿Mejor?”

Kris, tratando de controlar su respiración, tiembla ante su mirada y sus pensamientos se estrellan lentamente en él, haciéndolo sentir mortificado.

Pero no puede negar cómo eso lo hizo sentir mejor y lentamente asiente con su cabeza, preguntándose qué diablos les pasará a ambos ahora.

Capítulo 22 →

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