Parte II
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El sol se había puesto y la hoguera estaba proyectando sombras en los rostros de todas las personas que rodean la zona. Kai sonrió para sí mismo cuando el pueblo entero comenzaba a hablar entre ellos sobre el nuevo miembro de la tribu. Muchos especulan que era una princesa de un pueblo cercano, y que pronto dos pueblos se unirían. Algunos pensaban que simplemente era otro muchacho de un pueblo cercano que, había sido conquistado hace unos días y que la diosa se había mostrado favorable hacia él. Kai río, al pueblo le esperaba una gran sorpresa, ellos, literalmente no tenía una remota idea del por qué Kyungsoo se encontraba allí.
El Zipa salió al centro del círculo, con el rostro borroso a causa de la hoguera, "Esta noche es una noche muy especial." Hizo una pausa, escudriñando la multitud, "¡Estamos iniciando un nuevo miembro en nuestra tribu por primera vez en muchas lunas!" La multitud aplaudió salvajemente. "¡Ha sido considerablemente bendecido por nuestra Diosa! ¡Ella lo ha aceptado como miembro de la tribu y ustedes deberán hacer lo mismo!"
Los tambores comenzaron a golpear y un grupo de bailarines comenzó a rodear el fuego mientras aun bailaban con pasión, Kai no estaba entre ellos. Sintió el poder de su aumento Dios dentro de él y dejó caer la cabeza hacia atrás y levantó los brazos al cielo. Se alegró de que la multitud ya estuviera entusiasmada con el nuevo miembro, pero tenía una sensación de hundimiento en la boca del estómago.
En algún lugar en la distancia un cuerno sonó, y la procesión del Oráculo y los sacerdotes comenzó. Kyungsoo estaba caminando detrás de ellos, con la cabeza todavía cubierta por la capucha. La multitud se tornó aún más salvaje, sus gritos adquiriendo mayor volumen y el baile se volvía cada vez más esporádico. El canto comenzó con un ruido sordo que fortuitamente se volvería en un fuerte rugido.
Kai se mordió el labio en anticipación, rebotando sobre las puntas de sus pies, y observó con entusiasmo como Kyungsoo fue llevado al centro del círculo. Kai miró a su padre, quien lo acompañó hacia el centro.
"Tú lo iniciaras, hijo. Será tu primer deber como Zipa." Él sonrió.
Los ojos de Kai se abrieron, pero sin dudar ni un solo segundo se acercó a donde estaba Kyungsoo y comenzó su discurso. "Esta noche, voy a estar haciendo el honor de iniciar este hombre. Él es un hombre como el resto de nosotros, quedebe ser tratado como tal, merece respeto como cualquiera de esta tribu. Puede no verse como nosotros, pero les aseguro que no representa ningún daño a nuestro pueblo!" La multitud se movió en silencio, un susurro viajando entre ellos.
Kai retiró la capucha de Kyungsoo y se quedó sin aliento colectivamente con la multitud. El cuerpo estaba cubierto de runas que parecían retorcerse con cada respiración que tomaba. Kai miró a los ojos del más bajo y vio el miedo en ellos. "¡Todo el mundo, él es Kyungsoo! ¡Nuestro último miembro de la tribu!”
Hubo un silencio mortal, todo el mundo se congeló. Lo miraron con una mezcla de emociones, inseguros de qué hacer. De repente se oyó un clamor entre la multitud. "¡Kyungsoo! ¡Kyungsoo! ¡Kyungsoo!" La multitud se unió a él uno por uno y dando un paso adelante, para poner sus manos sobre él y pedirle a la diosa que lo bendiga.
Después, se dio inicio a las festividades, había mucho para beber, comer y bailar. Kai incluso le enseñó algunas danzas populares entre la tribu. Muchas mujeres y niños pidieron tocar su piel para comprobar si era real y la sorpresa en sus caras cuando pusieron sus dedos sobre su blanquecina piel no pasó inadvertida.
~*~
Ahora, en su propia habitación, Kyungsoo se sentó y comenzó a escribir:
Día Uno:
No sé qué día es, pero hoy fue uno histórico. He sido aceptado por la tribu con gusto. La ceremonia en sí era bastante extraña. Primero me llevaron con los sacerdotes y el Oráculo al templo donde me lavé una vez más en la piscina de agua sagrada. Entonces repasaron por mí piel con palos de carbón que tenían las puntas húmedas. Las runas parecían moverse, pero todavía no estoy seguro de si es o no un truco de la mente, creo que estoy bastante cansado. Cuando llegué a la gran fogata, estaba seguro de que me iban a odiar pero no lo hicieron. Kai fue quien me inició y tuvo una mirada bastante extraña en su rostro cuando me vio. Espero que no se notara mi expresión de perplejidad, no podía detener la debilidad en mis rodillas cuando lo vi. Su cabello se había estilizado de alguna manera y tenía pequeñas cantidades de carbón alrededor de los ojos dándole un aspecto ligeramente más maduro. Ya no parecía aquel niño curioso que había dibujado en el bosque; estaba empezando a asumir el aire de un hombre. Parecía un rey. Llevaba una pieza intrincada en su cuello, muy parecida a la que su padre llevaba. ¿Por qué estoy pensando así? ¿Cuál es el significado de mi nerviosismo esta noche?
Esa noche, después de terminar plasmar sus de sus pensamientos, Kyungsoo miró por la ventana a la luna. "¿Por qué estoy aquí?"
Dormía por ratos esa noche, soñando que su barco ya le había dejado atrás.
~*~
Kai fue convocado a la habitación de su padre. "¿Sí, Padre?"
"Lo hiciste bien esta noche, hijo." Su padre se encontraba en la ventana, con las manos entrelazadas detrás de la espalda.
"Gracias, Padre, pero no es solo por eso que llamaste ¿verdad?" Kai se unió a su padre para ver por la ventana; una suave brisa levantó el pelo de su frente.
"Los meses más fríos están llegando." El Zipa declaró.
"Lo sé." Kai se mordió el labio; sabía lo que su padre iba a decir a continuación.
"No voy a estar para entonces." Se volvió y agarró los hombros de Kai, "Es imperativo que aprendas el camino del Zipa para que seas coronado, antes de tres ciclos de la luna hayan pasado."
"¿Cómo lo sabes?" La voz de Kai salió entrecortada, lágrimas llenando su visión.
"No debes llorar." El Zipa murmuró secando las lágrimas de Kai. "Nadie debe verte llorar, debes ser el Zipa y el Zipa no debe llorar a menos que esté en la presencia de nuestra Diosa Chía."
Kai asintió y parpadeó para contener las lágrimas que intentaban escapar. "¿El Oráculo te dijo eso?" Kai no era muy aficionado a las palabras del Oráculo. Parecía demasiado entusiasta a veces, algo que lo ponía nervioso. Decidió que su primera acción cuando obtuviera el poder sería reemplazarlo.
"No, la misma Diosa Chía me lo dijo."
"Oh." Había estado esperando que fuera el Oráculo, entonces tal vez pudiera dar a su padre un poco más de tres ciclos de la luna, pero viendo que se trataba de la misma Diosa, se había sellado el destino del Zipa.
"Tu entrenamiento comienza mañana."
"¿Qué pasa con Kyungsoo? ¿Quién le va a enseñar los caminos de nuestro pueblo?" Kai se preguntó. Ya había hecho planes para enseñar Kyungsoo cómo cazar y tal vez incluso los pasatiempos favoritos del pueblo: Turmequé.
El Zipa se pellizcó el puente de la nariz, "Vas a necesitar más entrenamiento de lo que pensaba."
"¿Qué quieres decir?"
"Estás preocupado acerca de un ‘fantasma’ cuando deberías estar preocupado por tus nuevas funciones."
"Él no es un ‘fantasma’! Él es uno de nosotros, ahora."
"Tu entrenamiento comienza mañana, podrás ver a Kyungsoo sólo después de que hayas terminado con el entrenamiento."
Kai asintió y salió de la habitación de su padre, sintiéndose más pesado de lo que nunca lo había hecho antes.
Al día siguiente, Kai fue despertado por uno de los sirvientes de su padre. "Joven Zipa, su entrenamiento comienza ahora."
Se enjugó los ojos legañosos y bostezó. "¿Por qué me han despertado tan temprano?"
"Porque usted debe entrar en oración antes de la puesta de la luna, así podrá desear a nuestra Diosa un buen descanso." El criado asintió con seriedad, su cabello negro cortado cómicamente.
Kai gimió, pero siguió al siervo hasta el pabellón exterior. Estaba tan cansado que casi se cayó en una de las piscinas multicolores en el camino.
El criado hizo un gesto hacia la repisa de piedra. Kai se arrodilló y miró por encima de ella, podía ver todo el pueblo, desde este punto de vista. Todo el mundo estaba todavía profundamente dormido y no había nada más que sólo el constante trino de insectos. Kai comenzó a orar.
~*~
Kyungsoo dio vueltas en su cama una vez más, tratando inútilmente de dormir en su habitación vacía. Se quedó viendo fijamente a las paredes y suspiró.
Tal vez hoy podría ir y explorar un poco la jungla o podría ir a revisar si el navío aún sigue en la costa.
Al pensar en el barco, un nudo se formó en su estómago. Tenía la sensación de un hundimiento que no le advertía nada bueno, Se sentó bruscamente y arrancó un pedazo de papel de su cuaderno de dibujo y comenzó escribir furiosamente bajo la luz de la luna un mensaje a cualquier persona que encontrase aquel papel, pidiendo ayuda. Escribió sobre los rituales que la gente practicaba y expresó su preocupación por su propio bienestar. Lo enrolló y colocó en uno de sus muchos frascos colectores que llevaba con él.
Unas horas más tarde después de salir el sol, Kyungsoo se arrastró de la cama. Se estiró y se encogió ante el brillo del sol. Un pájaro cantó cerca y el sonido de su voz golpeó en sus oídos sensibles. Su cabeza palpitaba y su lengua se sentía áspera, seca y sabía a cobre.
Hubo un fuerte Bang que resonó en la puerta y Kyungsoo tapó los oídos con dolor. "Así que esto es lo que se siente la resaca." Murmuró para sí mismo. Una mujer de ojos grandes irrumpió en su cuarto con una bandeja de comida. Kyungsoo extendió la mano para darle las gracias, pero ella le rehuyó. "No voy a hacerte daño." Se arrastró por la puerta tan rápido como entró. Comió en silencio, la comida aún era deliciosa como la primera, pero esta vez estaba solo. Se quedó mirando el suelo mientras masticaba un trozo de carne de tapir seca.
Cuando terminó de comer, puso ordenadamente lo que no comió en la bandeja y lo dejó fuera de su puerta. Fue a buscar a Kai, para hacerle saber que iba a buscar a su nave y que este no se preocupara si él no volvía, pero al ver que no estaba en su habitación se decepcionó un poco, al menos deseaba despedirse. Suspirando, Kyungsoo agarró la botella que contenía su carta y se dirigió al bosque.
Una vez más, la sombra era agradable sobre su piel que ya estaba ardiendo de pies a cabeza. Miró arriba y vio un mono de pelaje naranja sentado en una rama en busca de un escarabajo. Kyungsoo maldijo por no traer su cuaderno de dibujo, y se quedó mirando al mono, confiando a su memoria aquella imagen y así poderla retratar más tarde. Estaba seguro de que había descubierto al menos diecisiete nuevas especies de insectos, diez nuevas especies de aves, y cuatro nuevas especies de primates. Se hablaría de sus descubrimientos por siglos; sería conocido durante siglos. El pensamiento le hizo sonreír; finalmente sería reconocido por todo su duro trabajo.
Llegó al borde del bosque, con los pies adoloridos y abiertos en carne viva, sus piernas dolían terriblemente. Miró hacia el océano y no vio las velas de los buques. Contuvo el aliento, “Tal vez la pendiente es demasiado baja, debería ir más allá y comprobar." El miedo llenando el corazón de Kyungsoo, hizo que este corriera hacia la orilla, haciendo el viaje allí en la mitad del tiempo que se tardó en llegar inicialmente al bosque.
Estaba vacío, ni siquiera habían pasos en la orilla, nada. El único rastro que alguna vez hubo un barco en ese lugar, era una simple cuerda que al igual que él, había sido olvidada en la hierba. Kyungsoo corrió hacia el océano y gritó en señal de socorro, lanzó la botella tan fuerte como pudo a la distancia. Su pecho se movía, y sus ojos ardían.
“¿Estoy varado aquí?" Pensó, y se sentó en la marea. No se fue sino hasta el mediodía, cuando la marea estaba alta, pero el agua se sentía refrescante. Después de un tiempo se levantó, aceptó su destino y se dirigió de nuevo a la aldea.
~*~
Día Dos:
Hoy he descubierto que mi barco me abandono. Probablemente ni siquiera se han percatado de mi ausencia. Me siento abandonado. Perdido. Solo. Estas personas sólo muestran su aceptación por mí, delante de Kai. Cuando él no está alrededor, ellos miran boquiabiertos y se apartan de mi tacto. ¡Descubrí un nuevo primate hoy! Lo dibujé en la página anterior. Lo que comenzó como un proyecto se ha convertido en mi existencia. Tal vez alguien va a encontrar mi carta. Aunque lo dudo. Voy a seguir con mis estudios y escribiré sobre las nuevas especies que encuentre o cualquier aspecto interesante de su cultura. Hoy me enteré de que Kai comenzó su entrenamiento como Zipa. Supe esto cuando Kai vino unas horas atrás para darme mis lecciones diarias sobre el lenguaje; Supongo que no voy a poder verlo a menudo nunca más. Creo que puede ser una cosa buena para mí, porque causa que muchas emociones salgan a flote cuando estoy con él. Me gustaría poder volver a casa.
~*~
Una semana más tarde esto cambió, y Kyungsoo se encontró cómodo con el pueblo cada vez más y más. Se dio cuenta de que la gente comenzaba a tratarlo como uno de los suyos, más o menos. Ahora podía caminar hacia el centro y nadie le daría un segundo vistazo. Los ancianos de la aldea todavía le dedicaban miradas de muerte, pero aquellos eran pocos y distantes entre sí, por lo que podía ignorarlos fácilmente. Los niños incluso se le acercaban para preguntarle si podía jugar con ellos. Un niño le pidió a unirse a su juego. Kyungsoo miró a su alrededor y una vez que llegó a la conclusión de que nadie lo observaba, se unió al juego por un rato. Tomaba a cada niño, lo levanta en sus brazos y comenzaba a darle vueltas por los aires, mientras los otros se reían y gritaban de alegría.
Una de las madres se quedó en su puerta, luego la golpeó levemente y sonrió, una vez Kyungsoo la notó, puso al niño en el suelo y les a los niños dijo que tenía algunos asuntos que atender, pero que jugaría con ellos más tarde. La mujer lo llamo"¡Espera!"
Kyungsoo detuvo, "¿Sí?"
Una expresión de shock llenó la cara de la mujer: "Usted habla nuestro idioma espléndidamente, fantas- Quiero decir, señor."
"Oh, gracias, señora." Kyungsoo frotó la parte posterior de su cuello, no ardía tanto como lo hacía antes, desde que Kai le dio un poco de aloe calmante hace unos días.
"Parece que le agradas mucho a los niños." La mujer declaró, descruzando los brazos.
"Me he dado cuenta. Debe ser que la inocencia infantil que todavía tienen." Miró a los niños que ahora perseguían un pequeño mono que estaba balanceándose sobre una rama. Tiraron pequeños trozos de fruta hacia este y chillaron cuando el mono les mostró sus dientes y se comió los pequeños trozos.
"Si usted lo desea, puede ayudarnos vigilarlos de vez en cuando."
Kyungsoo congeló, "Um..."
"Usted no tiene que hacerlo si no quiere, sólo lo dije, ya que les agradas mucho."
"Oh, um bien." Dijo mientras se alejaba torpemente, mirando hacia atrás para encontrar a la mujer que aún lo miraba fijamente, su rostro se sentía caliente.
Vagó sin rumbo, mirando a la gente interactuar unos con otros. Una pareja estaba conversando animadamente sobre el marido que fue a cazar esa tarde en el día. La esposa estaba contentísima ya que ellos iban a comer de carne fresca esa noche, pero el marido no había tenido éxito en la caza. Al final, terminó yendo con sus vecinos y pedir prestado un poco de carne, muy a pesar de la esposa.
También vio a dos niñas chismear debajo de un árbol, sobre los chicos que estaban pateando una pequeña bola en un juego amistoso. Algunos de ellos volvieron a mirar a las chicas y trataron de mostrar algún truco con la bola pero sin quererlo terminó pateando la pelota hacia Kyungsoo, quien la pateó de vuelta a ellos con una pequeña sonrisa en su rostro. Uno de los chicos, el más alto, colocó su mano sobre su corazón y se inclinó en señal de agradecimiento a él, mientras que los otros sólo lo miraron.
Pasó por el centro del pueblo y se inclinó sobre un pilar de agua para saciar su sed. El agua sabía un poco extraño, como la grasa que se utiliza para estirar el cuero, pero agua era agua. Se puso de pie y se recostó sobre el pilar de agua un poco más y observó cómo algunos animales de granja rodaban en la tierra para refrescarse también. Se río para sí mismo y siguió caminando por el pueblo.
Se había acostumbrado a caminar bastante por su cuenta, ya que Kai estaba ocupado aprendiendo los preceptos del Zipa, Aunque varias veces se encontró extrañando sus miradas intensas y sus extrañas acciones. Ellos sólo se veían el uno al otro por unas pocas horas en la noche y que eran estrictamente para enseñar a Kyungsoo el idioma, pero como aprendía tan rápido, aquellos encuentros eran cada vez más y más cortos. Aparte de que Kai siempre estaba agotado cuando lo visitaba, por lo que Kyungsoo trataba de hacer demasiado pequeñas las charlas para que las lecciones concluyeran antes. También había notado que Kai había cambiado mucho, parecía más como el Zipa cada día desde que se conocieron. El cambio estaba ocurriendo tan rápido, que a veces preocupaba a Kyungsoo. Se preguntó si Kai nunca tuvo una infancia, una que era tan despreocupada como los niños con los que jugaba antes.
Una vez más, algunos cazadores regresaron con una gran matanza y Kyungsoo sintió una punzada de culpabilidad. No sabía cómo cazar, y quería aportar algo a la aldea si iba a estar viviendo allí por el resto de sus días. Suspirando, volvió al palacio.
~*~
"Padre, ¿podría tener un descanso por favor?" Kai se quejó.
"No tendrás ningún descanso cuando te conviertas en Zipa, hijo. ¿Por qué deberías tener un descanso ahora?" Su padre continuó cortando la piel en el brazo de Kai. Mañana sería un año más viejo.
"El aniversario de mi nacimiento es mañana, quiero divertirme." Su brazo picó un poco, siempre dolía un poco.
"Bien. Pero después de eso, tu entrenamiento se intensificara dos veces. Ese…muchacho Kyungsoo, ya no necesita de tu ayuda para aprender el idioma. Tiene bastante entendimiento del idioma por sí mismo y también de nuestra cultura, ya puede valerse por sí mismo ahora, dejar de preocuparte por él."
"Yo no he mencionado su nombre durante varios amaneceres y puestas de sol. ¿Qué te hace pensar que me preocupo por él, padre?" Kai fingió desinterés. A decir verdad, estaba confundido por cómo Kyungsoo se comportaba cuando estaban juntos. Apenas se vieron o charlaron durante sus lecciones e incluso entonces, Kyungsoo escasamente lo miró.
"Lo veo en tu cara, hijo." El Zipa limpió la sangre de instrumento y tomó un pedazo de leña y la apretó contra la herida para soldar.
Kai se estremeció ligeramente, "¿mi cara?"
"Tu puedes pensar que has ocultado tus emociones con éxito, hijo. Sin embargo, te conozco mejor de lo que tú mismo te conoces, te preocupas por él. Y tienes que dejar de hacerlo, porque él solo está obstaculizando tu entrenamiento." Giró el brazo de Kai y admiró su obra.
El rostro de Kai crispó en una mueca y jaló su brazo del agarre de su padre. "Él no está obstaculizando nada. Lo que está obstaculizándome no tiene nada que ver con nadie más que yo. Tal vez no estoy hecho para ser el Zipa."
Los ojos del Zipa brillaron y agarró la cara de Kai acercándolo. "¡No vuelvas a decir eso! He trabajado duro para convertirte en el Zipa y que puedas heredar mi imperio. ¡No te atrevas a socavar mis esfuerzos!" Señaló a la puerta, "¡Vete en este instante!”
Kai dejó la habitación de su padre con la moral baja y un dolor en el cuello. Se fue a la habitación de Kyungsoo y se quedó en la puerta, frotándose. Kyungsoo lo miró desde su posición en el alféizar de la ventana. Estaba escribiendo en su cuaderno de dibujo.
"¿Qué estás haciendo?" Kai trató de mirar por encima del hombro de Kyungsoo pero él acercó el cuaderno de dibujo a su pecho.
"Nada. ¿Por qué estás aquí?" Kyungsoo lo miró con escepticismo.
Kai se tragó el dolor que sentía por el tono indiferente. "Tus lecciones, ¿recuerdas?"
"Ya no las necesito. ¿No te das cuenta?" Kyungsoo volvió a la escritura.
Kai lo miró, se dio cuenta del enrojecimiento en la piel de Kyungsoo justo sobre sus mejillas. "¿Por qué haces eso?"
"¿Hacer qué?"
Kai tocó sus mejillas, "Esto, ¿porque se tornan rojas?"
Kyungsoo alejó la mano de Kai de sus mejillas, "No lo sé, simplemente sucede cuando estoy avergonzado o nervioso."
Kai inclinó la cabeza, "¿Te Avergüenzo?"
"No." Kyungsoo enterró su rostro en su cuaderno de dibujo y continuó su escritura.
"¿Entonces te pongo nervioso?" Kai sonrió.
"No, yo no sé lo que me haces. Simplemente no lo hagas, vete por favor." Se mordió el labio y miró fijamente a su cuaderno de bocetos, negándose a encontrarse con la mirada de Kai.
"Bien. Debes prepárate para mañana." Caminó hacia la puerta.
"¿Qué va a suceder mañana?" Kyungsoo miró hacia arriba, sus ojos llenos de curiosidad.
"Ya lo sabrás.” Se fue con nada más que el destello de una sonrisa.
Kyungsoo se apoyó en el alféizar, estaba empezando a tener dolor de cabeza.
~*~
Día nueve.
Finalmente creo que soy parte de esta sociedad. Jugué un rato con algunos niños y una de las madres me ofreció el trabajo de cuidar de ellos. Lo rechacé porque me sorprendió demasiado, si no aprendo a cazar, probamente acepte. Me siento mal, como que sólo estoy tomando cosas de estas personas, quiero contribuir también - uhg. Kai acaba de entrar e intentó ver lo que estaba haciendo, lo oculté por instinto. Olvidé que él no puede leer lo que escribo, de todas formas. Vio que me sonrojé y lo mencionó. Intenté explicar porqué pasa eso, pero terminó siendo peor. Ahora piensa que me pone nervioso. Es cierto. No sé porque, pero el hecho de estar en misma habitación hace que las palmas de mis manos suden. Suficiente sobre él, me confunde. Mis reacciones ante él me confunden. Mañana, se supone que ocurrirá algo. No sé lo que es, pero espero que sea interesante. No le agrado al Zipa, él es cordial conmigo, pero puedo ver en sus ojos que no es así como se siente. Temo que de no ser por Kai y la bendición de la Diosa, yo podría haber- No, no puedo pensar de esa forma. Mi mente está revuelta y mis mejillas aún arden donde estuvieron sus dedos.
~*~
Kyungsoo abrió sus ojos y se tragó un grito. Kai estaba inclinado sobre él, con su nariz casi rozando la suya.
“Bien, ¡Estás despierto! Vámonos. Tenemos un montón de cosas por hacer hoy.” Kai sonrió, poniéndose de pie.
“Nunca vuelvas a hacer eso.” Kyungsoo murmuró con dureza.
Kai se rió entre dientes, tomó la bolsa de Kyungsoo y sacó los frascos de ella, tomó el cuaderno de bocetos que estaba en la orilla de la ventana y lo puso dentro.
“Vas a necesitar estos luego.”
Kyungsoo se rascó la cabeza, su cabello estaba parándose hacia arriba en un lado por la forma en la que había dormido. “¿Qué haremos?”
“Cazaremos.” Kai comenzó a meter carne seca envuelta en un paño dentro de la bolsa. “Luego, te daré una sorpresa.”
Una gran sonrisa se pintó en la cara de Kyungsoo.
“¿En serio?” Tomó su bolsa y se la puso en el hombro.
El rostro de Kai se iluminó. “Te ves realmente muy bien cuando sonríes. No deberías forzarla con la gente que te rodea.”
Kyungsoo mordió su labio. “Gracias.”
“Encontré algunas pinturas de colores en la habitación de mi padre, creo que tú les darás un mejor uso que él.” Kai las puso en la bolsa también. “Ahora sólo necesito conseguir un arco y una lanza para ti y podremos salir, así qué, espérame cerca del bosque.”
Kyungsoo miró hacia afuera, el sol aún no había salido, iba a ser un largo día, pero estaba ansioso. Era la primera vez desde que había llegado que se sentía tranquilo y sereno. Se dirigió al bosque después de ver que Kai trotaba por el pasillo. Tarareó para sí mismo una canción lejana, una canción de donde había nacido, mucho antes de que subiera al barco, mucho antes de que comenzara sus estudios. Era una canción infantil, alegre, repetitiva y melódica. Espero en la entrada del bosque y se balanceó en sus tobillos, la anticipación corría por su sangre.
Kai llegó en poco tiempo, llevando dos lanzas, un par de arcos y flechas. Le dio uno de cada uno a Kyungsoo y luego introdujo algo más a la bolsa que Kyungsoo estaba cargando. “Tengo dos sacos de agua aquí, cuando la necesites, házmelo saber.”
Kyungsoo se atascó con el arco y la lanza cuando intentó ponérselos a través del pecho de la forma en la que Kai los tenía, falló intentándolo. Kai rió y lo ayudó a colocarlos bien. “Gracias.” Su garganta se sentía seca y su corazón estaba latiendo fuertemente, juraba que Kai había dejado que sus dedos lo tocaran demasiado mientras lo estaba ayudando, pero se deshizo de aquel pensamiento.
Kai lo guió por el bosque. Conocía el bosque mejor que nadie en la villa. Era su segundo hogar. Sonrió y le mostró un mono naranja que masticaba diligentemente a quien le dijo que había dibujado ese mono hace poco tiempo. Ambos se rieron cuando Kyungsoo le mostró el boceto, no se parecía en nada al mono que estaba masticando la hoja.
“Pensé que eras bueno dibujando. ¿Qué es esto?” Kai rió.
Kyungsoo se sonrojó. “No tenía mi cuaderno de bocetos en esa ocasión e intente dibujarlo cuando volví.” Se frotó la parte posterior del cuello.
“Estás avergonzado.” Kai dijo.
El sonrojó de Kyungsoo se intensificó. “Haces que empeore cuando lo dices.”
“Me gusta.” Kai dijo mientras sostenía una rama mientras Kyungsoo caminaba. “Es diferente. Me gusta lo diferente.”
Kyungsoo miró al suelo. “Gracias.” Luego volvió a ver a Kai a los ojos y sonrió con incertidumbre.
Luego de unas horas continuaban hablando sobre las historias que tenían de cuando eran niños, y Kyungsoo nunca se había sentido más tranquilo en su vida. Le gustaba el cómo hablar con Kai se sentía más personal que con otras personas. Kai se llevó un dedo a la boca, señalándole a Kyungsoo que guardara silencio. Se arrastró detrás, siguiendo cada uno de sus pasos. Lentamente, Kai sacó su arco y lo apuntó hacia un pequeño capibara y con un movimiento fluido la fecha fue disparada, poco después llegó a su blanco y lo mató instantáneamente. Kai rodeó las piernas del capibara y se lo colgó a la espalda. “El almuerzo.”
“¿El almuerzo? ¿Qué hay del desayuno?”
“Ya es medio día. ¿No lo has notado?” Kai miró a Kyungsoo sobre su hombro.
“Oh.” Kyungsoo no se había dado cuenta, estaba disfrutando tanto la frescura del bosque que ni siquiera se dio cuenta que ya tenía hambre. “¿Eso será suficiente para ambos?”
“Oh, ¿Esto?” Kai apunto al capibara muerto. “Este es sólo para mí, debes cazar el tuyo.”
Kyungsoo se detuvo. “¿Qué?”
“Estoy enseñándote a cazar, ¿cierto?” Kai preguntó.
“Si, pero, en realidad no me has enseñado nada-”
“¡Shhh!” Kai le hizo señas hacia el frente. Se quitó su arco y se lo dio a Kyungsoo. “Dispárale.”
“¿Dispararle a qué?” Kyungsoo escudriñó entre la maleza. Kai le movió la cabeza y le señalo a otra capibara. “Oh.” Intentó tensar el arco, pero la flecha continuaba deslizándose. Kai se paró detrás de él, con el pecho contra su espalda y guió las manos y los brazos de Kyungsoo. Sus manos eran ásperas contra la piel de Kyungsoo y este pudo sentirse a sí mismo temblar, pero dejó que Kai apuntara y disparara la flecha. Dio en el blanco, matando una vez más instantáneamente al animal. Su pulso había incrementado considerablemente porque Kai lo estaba tocando, caminó toscamente hasta el cadáver y sacó la fleca de él, para meterla de nuevo con las demás.
Kai se puso de pie, tenía una sonrisa peligrosa en el rostro. “Ahora sabes cómo disparar una flecha.”
“Sí, gracias.” Una vez que se había tranquilizado se puso el animal sobre sus hombros, el peso lo hacía sentirse extraño, pero se imaginó que iba a acostumbrarse. “¿Cuál es la sorpresa de la que hablabas?”
“Llegaremos allí pronto, por ahora, cuéntame más sobre tu niñez.” Kai dijo, levantando una gran hoja sobre su cabeza y la de Kyungsoo.
Horas después llegaron a un claro, Kyungsoo tuvo que gritar para que lo escucharan sobre el sonido del agua corriendo. “Entonces, cuando tenía doce, decidí que si no podía convertirme en un artista, me convertiría en un biólogo, y bueno, así termine aquí.”
“¿Artista?” Kai se paró cerca de un gran agujero y tomó la mano de Kyungsoo para ayudarle a saltar sobre él.
“Gracias.” Se secó la frente, había comenzado a sudar. “Quería ser un cantante, entonces, hice una audición para una empresa, pero dijeron que no podía cantar lo suficientemente alto. Luego me di por vencido y me concentré en mis estudios.”
“¿En serio?” Hizo una pausa, sabía que después de esa fila de árboles estaba la sorpresa. “Canta algo para mí.”
“¿Qué? No.” Kyungsoo se detuvo, un mosquito voló cerca y lo alejó con la mano.
“¿Por favor? Hoy es un día especial.” Kai puso sus dos manos sobre los hombros de Kyungsoo. “Es el aniversario de mi nacimiento.”
Kyungsoo estaba sorprendido. “¿Es tu cumpleaños y quieres sorprenderme a mí?”
“Quería compartir algo contigo, eso es lo que hacemos. Usualmente es un día para celebrar con la familia y compartimos algo entre todos.” Kai sonrió.
“¿Con tu familia?” Kyungsoo pregunto. “Entonces, ¿Por qué estás conmigo? Deberías estar en el palacio, celebrando con tu familia. Estás perdiendo el tiempo estando conmigo.”
“No, no lo hago. Me estoy divirtiendo, estar contigo es divertido.” Kai miró a los árboles. “Además, ya estoy cansado de estar en palacio. Estoy allí todos los días entrenando y necesito un cambio de ambiente. Un cambio de personas, algo diferente, como tú.”
Sorprendido, Kyungsoo por un momento no tuvo palabras. “Oh, entonces creo que podría cantar algo para ti.” Kyungsoo mordió ligeramente su dedo.
Kai comenzó a dar saltitos con entusiasmo. Kyungsoo comenzó a cantar, su voz basta y conmovedora. Es una canción que recordaba hasta entonces. La letra era perfecta para el momento, el ritmo y las notas perfectas para su voz. Cerró sus ojos y dejo que la canción fluyera, cantando con todo su corazón. Kai se tambaleó y sus ojos se cerraron. “Tienes una muy buena voz.”
“¿En serio?” Sus ojos se iluminaron. “No he practicado en mucho tiempo, la mayoría de las personas en el barco se quejaban cuando cantaba.”
Kai asintió. “Es una lástima. No saben lo que se estaban perdiendo.” Tomó su mano. “Cierra tus ojos y no sueltes mi mano, ¿De acuerdo?”
“¿A dónde me llevas?” Kyungsoo lo miró, con los pies clavados en la tierra.
“Sólo confía en mí.” Cubrió los ojos de Kyungsoo y camino detrás de él, empujándolo hacia adelante. Cuando llegaron al claro, movió su mano.
“¡Wow! Ni siquiera sé que estoy mirando, ¿Qué es este lugar?” Kyungsoo dijo, sus ojos absorbían cada color, cada detalle. El agua olía fresca y los sonidos de la selva fueron callados por el ruido de esta.
“Lo llamamos: El Río Que Escapó del Paraíso.” Señalando el río.
Era hermoso, había extraños cráteres circulares que iban millas río abajo, lleno con corales y algas de colores brillantes. Había tonos rojos, verdes, azules y morados. Peces diminutos nadaban entre la flora que estaba bajo el agua. Había una pequeña cornisa en la que el agua llegaba al río. El agua era cristalina e invitaba a sumergirse. Un anillo de estrellas de mar de rosa oscuro rodeaba uno de los cráteres sobre las plantas moradas que crecían al fondo. Era sobre-natural e increíble, uno podía mirarlo sin parar por toda la vida.
“¿Puedo entrar en el?” Kyungsoo susurró con asombro.
“¿Puedes nadar?” Kai preguntó.
“No, pero no puede ser tan profundo, ¿verdad?” Alzó su vista a Kai, tenía esperanza en la mirada.
“Algunos cráteres no tienen final, algunos te llegarían hasta la cintura, pero en la mayoría el agua llegaría mucho más arriba de tu cabeza.” Kai se quitó el arco y las flechas para ponerlos en el suelo. “Puedes sostenerte de mí, si quieres, y te llevaré a los que están bien para ti.”
Kyungsoo asintió e hizo lo mismo que Kai. Se metió y lo siguió, cubriéndose, aun no estaba del todo cómodo estando desnudo frente a Kai. Puso sus manos sobre los hombros de Kai y se sujetó de él como si fuera lo único que pudiese hacer en su vida mientras Kai nadaba hacia una de las piscinas de poca profundidad. El agua se sentía increíble, estaba helada, pero no demasiado, sólo lo suficiente para refrescar la piel de Kyungsoo, la cual comenzaba a arder porque olvidó aplicarse el aloe debido a las circunstancias en las que salió de palacio. Se sentó en una pequeña roca que salía del agua y echó su cabeza atrás, cerrando los ojos. “Esto es increíble.”
Kai sonrió y nadó hasta la repisa de la cual caía el agua, subiendo a la cima por las rocas. Se puso de pie en la cima y llamó a Kyungsoo. “¡Mira!” Saltó y voló hacia el agua, su cuerpo formando un arco perfecto al romper la superficie. Salió del agua unos segundos después y nadó hacia Kyungsoo. “Bastante bueno, ¿No es así?”
“Si por bueno te refieres a peligroso y potencialmente mortal, lo es.” Kyungsoo rió tratando de cubrir la punzada de miedo que lo atravesó cuando Kai no salió inmediatamente del agua.
Kai tiró agua a la cara de Kyungsoo y se metió en la piscina pequeña. Sus rodillas se tocaban y Kyungsoo sintió su piel erizarse. Secándose el agua. “¿En qué pensabas al hacer eso?”
Kai sonrió y miro hacia el cielo libre de nubes. “Debes relajarte. Hoy es un día para celebrar.”
Kyungsoo pensó por un momento en lo que Kai dijo y tiró agua a su cara. “¿Relajarme así?”
Kai rió y lo mojó también. “Eso está bien.” Tiró agua al aire y formó un pequeño arcoíris.
Kyungsoo quito el agua de su cara e imitó a Kai mientras se reía. Hicieron eso un par de veces antes de comenzar a hacer caras de peces globo y fingir ser peces. Kai le contó a Kyungsoo como él estaba asustado de los peces de niño y ambos rieron. Kai presumió aún más nadando hasta el final de uno de los cráteres, regresando con una concha violeta que le dio a Kyungsoo.
“¿Puedes llevarme a la orilla? Me está dando un poco de hambre.” Kyungsoo le preguntó y éste lo llevó. Una vez allí, se volvió a poner su taparrabo y se sentó para encender el fuego. Kai regreso al río y se paró en sus manos en el agua. Kyungsoo se rió ligeramente mientras comenzaba a despellejar y sacar las tripas de lo capibaras. Era muy hábil en la preparación de alimentos porque pasó la mayor parte del tiempo en la cocina cuando estuvo en el bote. Además de su amigo, el zoólogo, el cocinero era muy amable con él, después de la muerte de su preciado amigo. Kyungsoo aprendió a preparar varios platillos y se sorprendió al descubrir que disfrutaba haciéndolo. Se prometió a si mismo que si no le iba bien como biólogo, se convertiría en un cocinero. Cuando esperaba que la carne se cocinara en la fogata improvisada, decidió dibujar el río, usando las pinturas que Kai le había dado para añadirle realidad al dibujo. Después de terminar con el río, comenzó a dibujar a Kai, quien se estaba divirtiéndose al nadar hacia abajo en búsqueda de conchas y mostrárselas a Kyungsoo, con una sonrisa orgullosa en su cara. Era tan inocente que Kyungsoo recordó a los niños que jugaban.
Kyungsoo se encontró a sí mismo haciendo varias expresiones de Kai, una de él sonriendo, una de él mirando con curiosidad una concha que tenía pequeñas patas de cangrejo en los bordes, una de él viendo hacia el sol con sus brazos extendidos y sus ojos cerrados y, por supuesto, la favorita de Kyungsoo, una de él cuando pensaba que Kyungsoo no lo estaba viendo. La timidez y la curiosidad que se pintaba en su rostro le robaban su aliento. Se encontró a sí mismo tocando los bocetos, cuando Kai no estaba poniendo atención.
Giró el asador una vez más y decidió que estaba hecho. “¡La comida está lista!” Dijo colocando su cuaderno de bocetos en la bolsa.
Kai olfateó el aire, “Wow, ¡Huele increíble!” Se sentó junto a él, mojándole las piernas. “Se ve bien, también.”
“Gracias, de hecho, me gusta cocinar.” Sonrió Kyungsoo.
“¿En serio?” Kai dijo con la boca llena de carne de capibara.
“Sí.” Kyungsoo arrugó la nariz. “¿Puedes no hacer eso?”
“¿Hacer qué?”
“Hablar con la boca llena. Es desagradable.”
Kai apartó la mirada, avergonzado. “Lo siento.”
“Está bien.” Kyungsoo sonrió de lado.
Comieron en silencio, pero un silencio agradable, no había tensión o incomodidad en el aire, sólo calma. Kyungsoo vio que le estaba robando miradas a Kai, en múltiples ocasiones se encontró con su mirada, así que probablemente, Kai estaba haciendo lo mismo. Kai fue a buscar alguna frutas que pudiera quitarles el sabor del capibara y luego de un momento, volvió con dos mangos maduros.
Parte III → ←