Dec 30, 2014 17:58
En serio, tío. Ya es más de un año y medio de relación y en menos de un mes ya es la tercera vez que me la haces.
Tu falta de consideración me enerva, pero respecto a ti jugando al WOW en TUS vacaciones y molestándome hasta tarde ya no hay nada que pueda hacer. Me enfadé las primeras Navidades y me enfadé este verano pasado, ya está. Quieres disfrutar a tope de TUS vacaciones y te quejas cuando yo no me voy en tu mismo horario a la cama cuando tienes que levantarte a las putas seis de la mañana. Me fastidia, me enfado pero paso de seguir peleando por esto mil veces.
Ahora, ¿cómo puede ser que te haya recalcado lo muy importante para mí que es la comunicación y que me escuches, y que me siguas ignorando? Hoy tuve una magnífica mañana, lo puse en FB y todo. Te acabas de levantar y nada más decirte que tuve mucha suerte de conseguir una radiografía, me sueltas que no es suerte, simplemente nadie quiere esa fecha.
No me molesta lo que me dijiste, me molesta que siempre me interrumpas cuando tengo algo alegre que contarte. ¿Te acuerdas cuando te empecé a hablar sobre que había vuelto a hablar con mis hermanas de Colombia? Me soltaste un: ¡Eh, mira qué cosa más mona!, mientras me dabas la espalda, demostrando que ni te importaba lo que decía ni me estabas prestando atención. ¿Y cuándo empecé la charla con un: Hoy estoy feliz, porque en mi clase... Y me respondiste muy mal. Tiene un pase porque estabas superestresado, pero dolió igual y hay unas cuantas más por el estilo.
En estas tres ocasiones, me indigné muchísimo e intenté aclararlo de varias maneras contigo cuando me calmé y estuve segura de que no me atragantaría con mi propia lengua al intentar hablar. Por las buenas, con bromas y riéndome, poniéndome seria y reprochándotelo (Recuerdo que tuviste los santos huevos de decirme que no es que no te importase que estuviese feliz de volver a tener contacto con mi familia, es que siempre andas con muchas líneas de pensamiento en la cabeza y lloraste indigado porque yo te dije que no te importaba yo), y lo último que intenté fue hablarte de mi manera de comunicación, de lo importantes que son los lazos para mí y que quiero comportir las cosas buenas que creo que me pasan contigo.
Pero resulta que soy yo, que yo sí puedo decir toda la mierda que me dé la gana pero tú no puedes contradecirme ni un poquito.
Me estoy cansando. Me estoy cansando muchísimo y todo es por empezar a pensar que quieres algo más de mí aparte de sexo. Ya he bajado el listón dando por hecho que no tendrás consideración conmigo en los hábitos y que cuando de verdad no quiera yo arreglar las cosas, no vas a venir tú a pedirme explicaciones porque no tienes el valor de preguntar qué está pasando.
real life