¤ Título: El miedo puede ser tu mejor arma.
¤ Fandom: Axis Power - Hetalia.
¤ Claim: China (Wang Yao).
¤ Palabras: 353.
¤ Advertencia: Ninguna.
¤ Notas: Me gusta la segunda persona. Y me refiero a la narración, no a otra cosa. ¿Ya había dicho que China es mi personaje favorito? ¿No? Pues lo digo: China es mi personaje favorito (de Hetalia). Basado en la segunda guerra mundial, pero no en alguna batalla en especifico.
¤ Resumen:
El miedo siempre está contigo, puedes palparlo. Pero eso no significa que traiga consigo la derrota.
Una nueva explosión se hace presente y sucedió demasiado cerca, lo sabes porque sientes el vibrar de la tierra bajo tus pies. Te aferras al arma que llevas en la mano, a la vez que sostienes la gorra que traes sobre la cabeza. Estás oculto tras aquel muro que parece que se caerá de un momento a otro, pero es la mejor defensa que ese pueblo abandonado te otorga.
Eres consiente del miedo que inunda a cada uno de tus hombres, y ¿por qué no?, que te embarga a ti también. Y no es para menos. Están en un país desconocido, intentando sobrevivir a un ataque que los tomó por sorpresa. Tú y los tuyos son muchos, lo sabes. Cuentas con el apoyo de tus aliados, lo sabes muy bien, a pesar de que ninguno se encuentre lo suficientemente cerca como para brindarte apoyo inmediato. Pero las guerras siempre provocan miedo y crees que sólo un tonto puede acostumbrarse a ellas.
Respiras profundamente, tratando de calmarte. Tú eres el tranquilo, el más sensato de todos los aliados, o eso dicen algunos. Además, sabes muy bien que si tú muestras miedo o cualquier tipo de flaqueza, tus hombres también lo sentirán y eso puede darles por perdida la batalla.
Tienes miedo, no lo niegas. No eres tan imprudente como para confiarte en una pelea, como harían Francia o Estados Unidos. Tampoco influyes terror con tu presencia, de hecho crees que sólo Rusia es capaz de eso. Eres más tranquilo, estratégico, en eso te pareces a Reino Unido. Y estás consiente que la peor batalla en una guerra es contra uno mismo al intentar controlar sus sentimientos.
No intentas enfrentar al miedo, sino aceptarlo. Sabes que él nunca se quitará de tu corazón, pero no por eso tiene que debilitarte. Lo usas a tu favor, fortaleciéndote.
Das la señal de ataque. Muchos morirán ese día, todos están consiente de eso, pero no perderán. La derrota es algo que nunca, ni tú ni los tuyos, lograrán aceptar en sus vidas.
Ya has pedido demasiado a lo largo de tu vida. Y, para ti, eso es suficiente.