kmiya
in
witch_kiss
Regalos Hetalianos (?)
Aquí dos pequeños regalos de navidad/día de reyes. Perdón por el retrazo *gota*
¤ Título: La curiosidad mató al alemán (creo que me robé el título xDU).
¤ Fandom: Hetalia.
¤ Claim: Alemania/Italia.
¤ Para: aleganott.
¤ Prompt: Estímulo.
¤ Advertencia: OoC, ligero shonen ai... y algo de ¿lime?
¤ Notas: Mi primer fic en este fandom, y juro que está raro. Pero es para Ale, espero te guste =3
Alemania miraba a Italia, no con curiosidad, porque él nunca sentía curiosidad, menos por alguien tan idiota como lo era su compañero; aún así no podía evitar mirar aquel rulo que sobresalía de su cabeza. Se preguntaba que podría significar y el porqué parecía sonrojarse y balbucear cada vez que llegaba a tocarlo. Decidió que era hora de comprobarlo por sus propios medios, así que se levantó del sillón donde se encontraba y se acercó a su aliado, el cual al verlo sonrió como sólo él sabía hacerlo.
―Hola Alemania.
Pero el mayor no regresó el saludo, sino que directamente tomó el rulo entre sus dedos y comenzó a, primero acariciarlo y luego presionarlo con fuerza, frotándolo. Automáticamente Italia se sonrojó, comenzando a retorcerse y a soltar ruiditos extraños.
―N-No... basta ―murmuraba, pero Alemania no se detuvo y frotó con más fuerza, sin saber si era para conocer que tanto hacía ese rulo o por los gestos de Italia (aunque claramente él nunca aceptaría eso último). Pasó un rato así y cuando al fin había decidido que eso no llevaba a nada (además de que sentía algo extraño en su vientre bajo), iba a dejarlo en paz y a preguntarle directamente, pero Italia soltó un profundo gemido, sus piernas temblaron y se encogió sobre si mismo, completamente sonrojado.
―¿Acabas de... ? ―preguntó Alemania sorprendido, aún con el rulo en la mano.
―... S-Sí ―contestó un apenado Italia.
Alemania no dijo nada más, solamente le soltó y se marchó, ligeramente sonrojado, al parecer comprobando que la curiosidad nunca era algo bueno.
Fin.
¤ Título: Pobre, pobre Alemania.
¤ Fandom: Hetalia.
¤ Claim: Italia/Alemania/Japón.
¤ Para: yukiiiii.
¤ Prompt: Niñero.
¤ Advertencia: Igual, algo de OoC y dorkydes extrema (?)
¤ Notas: Lo juro, si no fuera por ustedes dos nunca hubiera escrito sobre este fandom (?)
―¡Alemania! ¡Alemania! Japón ha cocinado su primera pizza con éxito~ ―canturreó un Italia extremadamente feliz, jalando consigo a un apenado Japón. Cabe destacar que ambos se encontraban sucios, con salsa de tomate en todo el cuerpo. En Italia eso no era sorpresa, pero era extraño ver al casi siempre pulcro Japón con manchas rojas.
―Que bueno ―dijo el mayor, posando su mano sobre la cabeza del más joven, el cual se sonrojó levemente.
―¡No es justo! ―alegó Italia, haciendo un puchero―. Yo también hago pizza y nunca me has felicitado. ―Entró en la cocina, seguido por un alterado Alemania.
―Pero tú siempre haces un desastre de todo. Italia... ¡no dejes la toalla sobre la estufa!
―¡Me quemo! ―lloriqueó Italia, mientras Japón le miraba entre preocupado y llenaba un vaso con agua para aventárselo. Alemania apagó la estufa y fue en busca del botiquín de primeros auxilios.
―Te lo advertí, ahora no te dejaré entrar en la cocina.
―¡No!
A las afueras de la casa, dos personas veían todo lo sucedido con una gotita en la nuca.
―Uhm... creo que dejamos el ataque para otro día ―dijo con algo de pena el inglés, mientras su compañero parecía no poder ocultar lo divertido que estaba.
―Nunca creí que Alemania fuera niñero en su tiempo libre.
Así, Alemania se salvó de un ataque en conjunto (y sorpresa) de Estados Unidos e Inglaterra, pero terminó más cansado que si hubiera ido a batalla.
Fin.
¤ Título: La curiosidad mató al alemán (creo que me robé el título xDU).
¤ Fandom: Hetalia.
¤ Claim: Alemania/Italia.
¤ Para: aleganott.
¤ Prompt: Estímulo.
¤ Advertencia: OoC, ligero shonen ai... y algo de ¿lime?
¤ Notas: Mi primer fic en este fandom, y juro que está raro. Pero es para Ale, espero te guste =3
Alemania miraba a Italia, no con curiosidad, porque él nunca sentía curiosidad, menos por alguien tan idiota como lo era su compañero; aún así no podía evitar mirar aquel rulo que sobresalía de su cabeza. Se preguntaba que podría significar y el porqué parecía sonrojarse y balbucear cada vez que llegaba a tocarlo. Decidió que era hora de comprobarlo por sus propios medios, así que se levantó del sillón donde se encontraba y se acercó a su aliado, el cual al verlo sonrió como sólo él sabía hacerlo.
―Hola Alemania.
Pero el mayor no regresó el saludo, sino que directamente tomó el rulo entre sus dedos y comenzó a, primero acariciarlo y luego presionarlo con fuerza, frotándolo. Automáticamente Italia se sonrojó, comenzando a retorcerse y a soltar ruiditos extraños.
―N-No... basta ―murmuraba, pero Alemania no se detuvo y frotó con más fuerza, sin saber si era para conocer que tanto hacía ese rulo o por los gestos de Italia (aunque claramente él nunca aceptaría eso último). Pasó un rato así y cuando al fin había decidido que eso no llevaba a nada (además de que sentía algo extraño en su vientre bajo), iba a dejarlo en paz y a preguntarle directamente, pero Italia soltó un profundo gemido, sus piernas temblaron y se encogió sobre si mismo, completamente sonrojado.
―¿Acabas de... ? ―preguntó Alemania sorprendido, aún con el rulo en la mano.
―... S-Sí ―contestó un apenado Italia.
Alemania no dijo nada más, solamente le soltó y se marchó, ligeramente sonrojado, al parecer comprobando que la curiosidad nunca era algo bueno.
Fin.
¤ Título: Pobre, pobre Alemania.
¤ Fandom: Hetalia.
¤ Claim: Italia/Alemania/Japón.
¤ Para: yukiiiii.
¤ Prompt: Niñero.
¤ Advertencia: Igual, algo de OoC y dorkydes extrema (?)
¤ Notas: Lo juro, si no fuera por ustedes dos nunca hubiera escrito sobre este fandom (?)
―¡Alemania! ¡Alemania! Japón ha cocinado su primera pizza con éxito~ ―canturreó un Italia extremadamente feliz, jalando consigo a un apenado Japón. Cabe destacar que ambos se encontraban sucios, con salsa de tomate en todo el cuerpo. En Italia eso no era sorpresa, pero era extraño ver al casi siempre pulcro Japón con manchas rojas.
―Que bueno ―dijo el mayor, posando su mano sobre la cabeza del más joven, el cual se sonrojó levemente.
―¡No es justo! ―alegó Italia, haciendo un puchero―. Yo también hago pizza y nunca me has felicitado. ―Entró en la cocina, seguido por un alterado Alemania.
―Pero tú siempre haces un desastre de todo. Italia... ¡no dejes la toalla sobre la estufa!
―¡Me quemo! ―lloriqueó Italia, mientras Japón le miraba entre preocupado y llenaba un vaso con agua para aventárselo. Alemania apagó la estufa y fue en busca del botiquín de primeros auxilios.
―Te lo advertí, ahora no te dejaré entrar en la cocina.
―¡No!
A las afueras de la casa, dos personas veían todo lo sucedido con una gotita en la nuca.
―Uhm... creo que dejamos el ataque para otro día ―dijo con algo de pena el inglés, mientras su compañero parecía no poder ocultar lo divertido que estaba.
―Nunca creí que Alemania fuera niñero en su tiempo libre.
Así, Alemania se salvó de un ataque en conjunto (y sorpresa) de Estados Unidos e Inglaterra, pero terminó más cansado que si hubiera ido a batalla.
Fin.