¤ Comunidad:
reto_diario ¤ Número: 014/
014.
¤ Título: Una simple reunión de negocios.
¤ Fandoms: Danny Phantom/Katekyo Hitman Reborn!
¤ Claim: Dani Phantom+Reborn.
¤ Extensión: 603.
¤ Advertencias: Crossover. Post-canon en DP y ubicado en el arc del Diario Vivir de KHR.
¤ Notas: No prometo continuación de esto, solo es algo que se me antojó escribir.
¤ Resumen:
Se giró de golpe cuando sintió una presencia detrás de ella y al instante se dio cuenta que había sido esa persona quién la invocó. Se cruzó de brazos y frunció el ceño, flotando a unos cuantos pies sobre aquel extraño bebé.
La joven fantasma arqueó la ceja mirando a su alrededor. ¿Cómo rayos había llegado a una montaña cuando hace unos instantes estaba a las afueras de Amity Park? Había sentido que alguien la invocaba. Había leído al respecto. Solo se podía invocar a un fantasma si se sabía su nombre o al menos su origen. Por un momento temió que fuera cosa de Vlad, pero luego descubrió un cartel y éste tenía unas letras extrañas.
Kanjis pensó al reconocerlas. El amigo de la gorra de Danny se los había enseñado una vez.
Se giró de golpe cuando sintió una presencia detrás de ella y al instante se dio cuenta que había sido esa persona quién la invocó. Se cruzó de brazos y frunció el ceño, flotando a unos cuantos pies sobre aquel extraño bebé, el cuál sonreía de tal modo que de cierta forma le hizo acordarse de la expresión que ponía Vlad cuando las cosas estaban saliendo como las había planeado.
Sólo que ese bebé parecía más peligroso que su 'Padre'. O al menos así lo sentía.
―Ciaossu ―dijo el niño.
―Eso lo serás tú ―contestó rápidamente la fantasma, a la defensiva.
―Acabo de saludarte ―aclaró el pequeño, divertido por la actitud de la niña. Cada vez se convencía de que había llamado al espíritu correcto.
Dani, por su parte, se sorprendió al ver que ese niño hablaba su idioma. Más bien, le sorprendió el que se expresara de manera tan correcta para la edad que aparentaba.
―Anda, si sabes hablar bien entonces hazlo desde el inicio y no uses palabras raras ―gruñó Dani, descendió al suelo y examinando a su interlocutor―. ¿Quién eres? ¿Cómo me llamaste y para qué lo hiciste?
―¿Qué te parece trabajar para la mafia?
―...... ¿Qué? ―Dani parpadeó varias veces y hasta se llevó una mano al oído izquierdo, estaba segura de que había escuchado mal―. ¿Qué dijiste? ¿Mafia? ¿Te refieres a esos grupos que andan entrajetados, armados, comen mucha pasta y trabajan para un hombre muy gordo que siempre tiene los dedos manchados de salsa y queso?
Reborn ocultó su sonrisa bajando un poco su sombrero. Siempre le había parecido un tanto irónico y divertido a la vez el modo en que el mundo del espectáculo mostraba a la mafia.
―Sí y no. La mafia es mucho más que eso. Estoy seguro que la encontraras interesante y tendrás muchas oportunidades para usar sus poderes al completo.
Dani frunció el ceño.
―¿Qué tanto sabes de mi?
―Lo suficiente para asegurarte que no tengo nada que ver con ese hombre llamado Vlad.
―Ahá y voy a confiar en ti solo porque eres un niño ¿no? ¡Hey! que no me crearon ayer.
―¿Y si prometo ayudarte para que él ya no los moleste? Ni a ti ni a Danny Phantom.
Dani lo pensó un poco.
―¿Qué tendría que hacer?
Reborn sonrió de esa forma que siempre suele sacarle un escalofrío al Décimo Vongola. Pero, por alguna razón, esa sonrisa le auguró cosas divertidas a la fantasma.
―¿Qué tan bueno eres asustando?
―¿Asustando, heh? Esa pregunta ofende, enano ―No pudo evitar el comentario, se sentía bien al no ser la más pequeña por una vez en su vida.
―Para probar el valor de la gente. Además, claro, no existe nadie mejor para espiar que un fantasma.
Dani colocó sus manos sobre sus caderas, una sonrisa orgullosa mostrándose en su rostro.
―Primero encárgate de Vlad y ya hablaremos más del asunto. Tienes mi palabra.
―Entonces es un trato.
A unos cuantos kilómetros de ahí, un joven japonés de nombre Tsunayoshi Sawada sintió un fuerte escalofrío, el cual no auguraba nada bueno.