kmiya
in
witch_kiss
Y otra más de ellos dos
¤ Comunidad: reto_diario
¤ Número: 013/ 013.
¤ Título: Algo mejor que volar.
¤ Fandoms: Las Crónicas de Narnia/Animorphs.
¤ Claim: Lucy Pevensie + Tobías.
¤ Extensión: 538.
¤ Advertencias: Crossover. Spoilers generales de Animorphs, más que nada por el estado de Tobías. De Narnia ligeros spoilers de "El león, la bruja y el ropero", más que nada porque está ubicado en la Edad de Oro.
¤ Notas: No sé si llamarlo continuación o pre-cuela, pero tiene relación directa con éste fic.
¤ Resumen: Tobías durante mucho tiempo había creído que no existía mejor sensación que la que le provocaba el volar. Al parecer se había equivocado, y por mucho.
―¿Qué se siente?
Tobías volteó a mirar a la joven reina, quién estaba recargada en la barda del balcón de su habitación, mirando con una sonrisa el amplio mar que se presentaba frente a ella.
<¿El qué?>
Preguntó un poco confundido. Dudaba que esa pregunta se refiriera a su condición de halcón, porque sabía que ella veía a todas las criaturas como iguales. Lucy giró un poco su rostro, para poder mirarlo mejor.
―Volar.
Tobías sonrió internamente al ver la ilusión que reflejaban los ojos de Lucy. Era la única forma en que podía sonreír, porque los ratoneros de cola roja no sonreían. De hecho, no mostraban ninguna otra expresión que no fuera fiereza. Tal vez por eso siempre le impresionaba que Lucy pudiera verlo directamente a los ojos, como si ella sintiera sin ningún problema lo que en verdad sentía.
Lucy rió por eso último, haciendo que Tobías sintiera como si algo se le hubiera metido en el pecho y le causara muchas cosquillas. Después, con mucho cuidado para no asustarlo, la joven reina estiró la mano y se dedicó a acariciar las plumas del cuello de Tobías. Eso lo extrañó. Generalmente cuando alguien hacía eso el ave en su interior se alteraba, pero en esa ocasión no fue así. Casi parecía que el ratonero sabía que Lucy nunca le haría nada, que estaba seguro a su lado.
―Sí, pero no creo que se sienta lo mismo volar con tus propias alas que sobre un Grifo.
Tocaron a la puerta y la voz de un pequeño fauno se dejó escuchar detrás de la misma.
―Reina Lucy, su Alteza el Sumo Monarca Peter desea verla en la sala del trono.
―En un momento bajo, gracias ―contestó de inmediato la joven y luego miró a su emplumado amigo― Discúlpame, Tobías.
―No seas tonto. Sabes que me encanta hablar contigo ―Acarició por última vez las plumas del ratonero y se inclinó en su dirección, dándole un suave beso en la cabeza―. Seguimos platicando por la tarde.
Hizo una pequeña reverencia y le dedicó una última sonrisa, para después entrar en su habitación y cerrar las puertas del balcón, para tener así un poco de privacidad para terminar de arreglarse.
Tobías brincoteó un poco en la baranda, intentando calmar la extraña sensación que siempre parecía inundarle cuando pasaba tiempo con Lucy. Cuando se sintió más tranquilo retomó el vuelo, decidiendo que lo mejor sería estar alejado de Cair Paravel, al menos por un par de horas.
Decidió que lo mejor sería volar hasta que el cansancio le ganara, intentando así concentrarse en la sensación que le provocaba el viento cuando acariciaba sus alas y no en lo que sentía cada vez que estaba al lado de la joven reina.
Cosa que resultó muy difícil, sobre todo si no podía dejar de pensar en la conversación que habían tenido.
¤ Número: 013/ 013.
¤ Título: Algo mejor que volar.
¤ Fandoms: Las Crónicas de Narnia/Animorphs.
¤ Claim: Lucy Pevensie + Tobías.
¤ Extensión: 538.
¤ Advertencias: Crossover. Spoilers generales de Animorphs, más que nada por el estado de Tobías. De Narnia ligeros spoilers de "El león, la bruja y el ropero", más que nada porque está ubicado en la Edad de Oro.
¤ Notas: No sé si llamarlo continuación o pre-cuela, pero tiene relación directa con éste fic.
¤ Resumen: Tobías durante mucho tiempo había creído que no existía mejor sensación que la que le provocaba el volar. Al parecer se había equivocado, y por mucho.
―¿Qué se siente?
Tobías volteó a mirar a la joven reina, quién estaba recargada en la barda del balcón de su habitación, mirando con una sonrisa el amplio mar que se presentaba frente a ella.
<¿El qué?>
Preguntó un poco confundido. Dudaba que esa pregunta se refiriera a su condición de halcón, porque sabía que ella veía a todas las criaturas como iguales. Lucy giró un poco su rostro, para poder mirarlo mejor.
―Volar.
Tobías sonrió internamente al ver la ilusión que reflejaban los ojos de Lucy. Era la única forma en que podía sonreír, porque los ratoneros de cola roja no sonreían. De hecho, no mostraban ninguna otra expresión que no fuera fiereza. Tal vez por eso siempre le impresionaba que Lucy pudiera verlo directamente a los ojos, como si ella sintiera sin ningún problema lo que en verdad sentía.
Lucy rió por eso último, haciendo que Tobías sintiera como si algo se le hubiera metido en el pecho y le causara muchas cosquillas. Después, con mucho cuidado para no asustarlo, la joven reina estiró la mano y se dedicó a acariciar las plumas del cuello de Tobías. Eso lo extrañó. Generalmente cuando alguien hacía eso el ave en su interior se alteraba, pero en esa ocasión no fue así. Casi parecía que el ratonero sabía que Lucy nunca le haría nada, que estaba seguro a su lado.
―Sí, pero no creo que se sienta lo mismo volar con tus propias alas que sobre un Grifo.
Tocaron a la puerta y la voz de un pequeño fauno se dejó escuchar detrás de la misma.
―Reina Lucy, su Alteza el Sumo Monarca Peter desea verla en la sala del trono.
―En un momento bajo, gracias ―contestó de inmediato la joven y luego miró a su emplumado amigo― Discúlpame, Tobías.
―No seas tonto. Sabes que me encanta hablar contigo ―Acarició por última vez las plumas del ratonero y se inclinó en su dirección, dándole un suave beso en la cabeza―. Seguimos platicando por la tarde.
Hizo una pequeña reverencia y le dedicó una última sonrisa, para después entrar en su habitación y cerrar las puertas del balcón, para tener así un poco de privacidad para terminar de arreglarse.
Tobías brincoteó un poco en la baranda, intentando calmar la extraña sensación que siempre parecía inundarle cuando pasaba tiempo con Lucy. Cuando se sintió más tranquilo retomó el vuelo, decidiendo que lo mejor sería estar alejado de Cair Paravel, al menos por un par de horas.
Decidió que lo mejor sería volar hasta que el cansancio le ganara, intentando así concentrarse en la sensación que le provocaba el viento cuando acariciaba sus alas y no en lo que sentía cada vez que estaba al lado de la joven reina.
Cosa que resultó muy difícil, sobre todo si no podía dejar de pensar en la conversación que habían tenido.