Llovía, llovía mucho, bah, era una tormenta. El viento soplaba haciendo ese característico ruido que hace con las lluvias fuertes (bah, tormentas), a mi me gustaba mucho ese soplido especial que solo se da en esos días especiales, de hecho podía quedarme escuchándolo un buen rato, y mezclado con el golpeteo de las gotas en el techo y contra la
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