(no subject)
Título: Sangre.
Pairing/Personaje: Takeshi Yamamoto/Hayato Gokudera.
Prompt: #05 Olfato en
retos_a_lacarta, #036 Olor en
fanfic100_es.
Resumen: Cerró los ojos en busca de algo de calma, pero la imagen de lo que había sucedido apareció de repente en su mente, obligándolo a abrirlos de nuevo; sentía como si su cordura lo estuviese abandonando, y ese no era un sentimiento agradable.
Palabras: 451.
Tabla: aquí y aquí.
Dejó escapar un largo suspiro mientras dejaba que la sensación del agua caliente llenara todos sus sentidos. Cerró los ojos en busca de algo de calma, pero la imagen de lo que había sucedido apareció de repente en su mente, obligándolo a abrirlos de nuevo; sentía como si su cordura lo estuviese abandonando, y ese no era un sentimiento agradable.
La puerta del baño crujió al abrirse, y al instante siguiente Gokudera entró en la habitación.
-Pudiste al menos golpear, ¿no crees? -se quejó sin energía Yamamoto.
-Púdrete. Si no querías que entrara, bien pudiste ponerle pestillo a la puerta. Además, llevas más una hora en el baño.
Hubo un momento de silencio, roto únicamente por el sonido que hacía Gokudera mientras buscaba quién-sabe-qué cosa en las gavetas a un lado del lavamanos.
-¿Sabes? No importa cuanto me lave, sigo sintiendo el olor a sangre en mí -murmuró el moreno, contemplando sus manos. Casi podía sentir como si todavía sostuviera su katana; casi podía escuchar el sonido de ésta atravesando a su enemigo.
-No esperaría menos de alguien que sólo sirve para el béisbol como tú -murmuró entre dientes Gokudera-. Apuesto a que pasarás otro par de horas metido en el agua y sólo saldrás porque ésta estará tan fría que ya no podrás controlar el temblor de tu cuerpo. Te acostarás sin cenar y no podrás dormir por temor a las pesadillas. Para mañana estarás enfermo con gripe debido al baño de hoy y sólo entonces comenzarás a sentirte mejor y dejarás de sentir el olor a sangre que tanto te molesta -Gokudera suspiró con molestia-. Diablos, eres tan predecible que ni siquiera es divertido.
Yamamoto sonrió, sin saber si lo hacía genuinamente o sólo porque aquella era su costumbre. Sin embargo, no estaba lo suficientemente mal como para no notar el sutil tono paternal en la voz de Gokudera, o para no darse cuenta de que el italiano sólo trataba de consolarlo.
Escuchó al joven gruñir algo entre dientes mientras abandonaba el baño.
-¿Y lo que viniste a buscar? -preguntó Yamamoto al notar que Gokudera se marchaba con las manos vacías.
-Ya lo encontré -respondió él de mala gana, dando un portazo tras de sí.
Yamamoto escuchó cómo los pasos de Gokudera se alejaban, y sin darse cuenta, comenzó a reír. Había veces en las que estaba convencido de que a través de los años había conseguido comprender al italiano, pero otras veces -como aquella- su comportamiento lo desconcertaba por completo. De lo único que pudo estar seguro era que tal como él había dicho, todavía faltaba mucho para que se sintiera listo para dejar el baño.
Se acomodó en la bañera y se dispuso a esperar.
Pairing/Personaje: Takeshi Yamamoto/Hayato Gokudera.
Prompt: #05 Olfato en
retos_a_lacarta, #036 Olor en
fanfic100_es.
Resumen: Cerró los ojos en busca de algo de calma, pero la imagen de lo que había sucedido apareció de repente en su mente, obligándolo a abrirlos de nuevo; sentía como si su cordura lo estuviese abandonando, y ese no era un sentimiento agradable.
Palabras: 451.
Tabla: aquí y aquí.
Dejó escapar un largo suspiro mientras dejaba que la sensación del agua caliente llenara todos sus sentidos. Cerró los ojos en busca de algo de calma, pero la imagen de lo que había sucedido apareció de repente en su mente, obligándolo a abrirlos de nuevo; sentía como si su cordura lo estuviese abandonando, y ese no era un sentimiento agradable.
La puerta del baño crujió al abrirse, y al instante siguiente Gokudera entró en la habitación.
-Pudiste al menos golpear, ¿no crees? -se quejó sin energía Yamamoto.
-Púdrete. Si no querías que entrara, bien pudiste ponerle pestillo a la puerta. Además, llevas más una hora en el baño.
Hubo un momento de silencio, roto únicamente por el sonido que hacía Gokudera mientras buscaba quién-sabe-qué cosa en las gavetas a un lado del lavamanos.
-¿Sabes? No importa cuanto me lave, sigo sintiendo el olor a sangre en mí -murmuró el moreno, contemplando sus manos. Casi podía sentir como si todavía sostuviera su katana; casi podía escuchar el sonido de ésta atravesando a su enemigo.
-No esperaría menos de alguien que sólo sirve para el béisbol como tú -murmuró entre dientes Gokudera-. Apuesto a que pasarás otro par de horas metido en el agua y sólo saldrás porque ésta estará tan fría que ya no podrás controlar el temblor de tu cuerpo. Te acostarás sin cenar y no podrás dormir por temor a las pesadillas. Para mañana estarás enfermo con gripe debido al baño de hoy y sólo entonces comenzarás a sentirte mejor y dejarás de sentir el olor a sangre que tanto te molesta -Gokudera suspiró con molestia-. Diablos, eres tan predecible que ni siquiera es divertido.
Yamamoto sonrió, sin saber si lo hacía genuinamente o sólo porque aquella era su costumbre. Sin embargo, no estaba lo suficientemente mal como para no notar el sutil tono paternal en la voz de Gokudera, o para no darse cuenta de que el italiano sólo trataba de consolarlo.
Escuchó al joven gruñir algo entre dientes mientras abandonaba el baño.
-¿Y lo que viniste a buscar? -preguntó Yamamoto al notar que Gokudera se marchaba con las manos vacías.
-Ya lo encontré -respondió él de mala gana, dando un portazo tras de sí.
Yamamoto escuchó cómo los pasos de Gokudera se alejaban, y sin darse cuenta, comenzó a reír. Había veces en las que estaba convencido de que a través de los años había conseguido comprender al italiano, pero otras veces -como aquella- su comportamiento lo desconcertaba por completo. De lo único que pudo estar seguro era que tal como él había dicho, todavía faltaba mucho para que se sintiera listo para dejar el baño.
Se acomodó en la bañera y se dispuso a esperar.