He perdido una cosa. ¿Y qué hacer con una cosa que se pierde y no se puede reponer? Pues te jodes, como Herodes, y al rato como Pilatos. Gonzalo, que es, inexplicablemente para mí (aunque qué suerte la mía), una de las personas que más y mejor me quieren en este mundo, achaca mi pérdida al gañanismo intrínseco de nuestra especie.
(
popcorner, Gonzalo es la persona a la que creí que estaba llamando cuando te llamé a ti aquella vez.)
Hablando de otras cosas más importantes: observad en esta foto el tamaño de mi cabeza y lo mucho que se parece mi peinado a un croissant:
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En realidad no es sólo la foto... tengo la cabeza realmente grande :-/.
Si pudiera me iría a pasar una semana con Ángela. Creo que necesito un descanso para reponer fuerzas.