Pues nada, aquí estoy tomando medio litro de birra alemana (¡a mi salud!), y pensando en lo siguiente:
¿Qué (cojones) era la misteriosa bola que había en mi café de maquina?
(Nota: todos los días, a las 4 de la tarde, voy con una compañera a pillarme un café-manchado-dulce a la máquina del comedor de la empresa.)
Tomé el tercer o cuarto buchito de café y noté una extraña presencia en mi boca. En el intervalo de 1-2 segundos, y pensando en la conversación que había mantenido con un compañero al lado de la máquina (algo así como: "una vez me encontré una cucaracha triturada en el café JAJAJAJA", "¡pues yo hormigas JAJAJAJA!"), mi reacción fue chillar "¡IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!" y escupir el buchito de cafe en el vaso. Lo que me encontré flotando en la superficie fue una bola de textura viscosa. He aquí mis teorías:
- un moco-perdigón del hombre que repone el café;
- parte de una oruga (digo parte, porque era una bola...);
- el estómago de un cienpiés (¿?);
- un saco de huevos (espero no haber tragado más, porque si no, las voy a pasar canutas...);
- más aburrido: grumo de leche en polvo.
Fuera lo que fuera, era repugnante. Ya os contaré si me convierto en la mujer mosca o similares.
Vicki poniéndose mechas en el año 2010.
Um, con esto de la cerveza me han entrado ganas de ir al Cerdito... ¡no fui en mi visita a Fuengirola este verano!