Título: Maybe, Just Maybe
Autor: stanleee
Traductor: Fudge
Pareja: OnTaem
Género: Fluff/Semi angst
Clasificación: +0
Comentario: Es, aunque un poco salido de lo común, algo muy bonito y vale la pena leerlo.
Tal vez, solo tal vez
En donde Taemin prácticamente vive y respira el bosque y Onew es un árbol.
Nueve años
Taemin siempre termina huyendo de casa para esconderse en el bosque, para jugar detrás de los árboles y perseguir a los grillos que ruidosamente saltan entre el césped. Siempre por las tardes. Se divierte aún más cuando el sol se oculta porque es cuando puede admirar de una manera más nítida todos los ángulos que el bosque tiene, especialmente en el ocaso, cuando la naranja luz se filtra entre el espeso revoltijo de ramas y hojas de arriba. Las ramas desvaneciéndose por partes en la extensa alfombra de hojas secas y oh por dios, es tan bonito, piensa con una sonrisa.
Sabe muy bien que no tiene permiso para estar fuera de casa pasadas las diez, pero es en ese momento cuando las estrellas brillan más y él puede recostarse en el suave musgo a contarlas. (Imposible, sí, pero lo hace cada noche de todos modos.) Precisamente solo hace eso - huye - todas las noches, para encontrar un lugar en el bosque iluminado por la luz de luna donde pueda descubrir estrellas con el dedo índice alzado y un ojo cerrado.
El olor del rocío por las mañanas nunca falla en recargarle los ánimos de su pequeño, delgado cuerpo. Corre y salta, canta y grita, solo porque puede hacerlo y nadie va a detenerlo. Y es entonces que encuentra este árbol, el más hermoso, piensa, con un suave tono marrón en tronco y ramas, y las más exquisitas hojas verdes. No le toma ni dos segundos en hacer ese árbol suyo. Y marcándole un corazón, lo nombra Onew.
Doce años
Crecer no cambia mucho las cosas. Las mañanas siguen siendo las mismas, él adentrándose en el bosque con sus botas puestas, escuchando el eco del crujir de las hojas cuando pasa saltando y corriendo por todo el lugar. Una sonrisa fija en el rostro, la misma que ha tenido desde los nueve.
Las tardes las pasa sentado junto a Onew, haciendo sus tareas en una larga roca con una superficie sorprendente plana, transformándola en una mesa perfecta. Hace sus tareas hablándole a Onew, por supuesto. Porque Onew está ahí para él y siempre lo estará. Vuelve todos los días y todos los días, y Onew está ahí, esperando.
Ahora que Taemin tiene un amigo en el bosque, va sin falta cada noche a contar las estrellas juntos. Siendo las estrellas fugaces las más divertidas cuando está con Onew, porque para Taemin, los deseos son mejor hechos junto a un amigo. Y así, la misma rutina, cada noche, sin falta.
Dieciséis años
Taemin corre entusiasmado dentro del bosque, casi pasando a Onew, pero volteando justo a tiempo para envolver sus brazos alrededor del grueso tronco del árbol. Ha conseguido su primera novia y chico, ¿no está él en el mejor de los ánimos? Salta alrededor con regocijo, contándole cuán difícil había sido respirar el mismo aire que ella durante los últimos seis meses. Continúa en su momento de felicidad corriendo alrededor para luego dejarse caer limpiamente sobre la cama de hojas, y a continuación volver a reír de nuevo en su euforia. Estas son buenas noticias, realmente lo son. Pero Taemin está demasiado ocupado siendo tan feliz para notar, que tal vez, sólo tal vez, las hojas de Onew están un poco más decaídas que de costumbre hoy.
Dieciocho años
Lágrimas. Todo lo que Onew sabe sobre lágrimas es que son agua y el agua es buena para él porque lo mantiene alejado de morir. Por eso cuando Taemin vuelve corriendo al bosque a medianoche, con lágrimas recorriendo sus mejillas, debe ser algo bueno porque Taemin le está suministrando con la esencia de la vida. Es difícil ver su cara desde el lugar en el que ha elegido arrodillarse, pero por la manera en que su cuerpo tiembla, parece ser que está ronda de lágrimas durara un largo tiempo.
Los sollozos de Taemin no amainan, en realidad, empeoran y pronto, esta tendido de lado sobre Onew, la cara entre sus manos, pecho jadeante. Y comienza a susurrar, algo sobre su novia y debería haber pasado más tiempo con ella mientras pude.
Y tal vez, sólo tal vez, Onew está tratando de absorber tantas como puede de las lágrimas que caen de las mejillas de Taemin y dejando caer un par de suaves, verdes hojas, como si quisiera darle un poco de amor, pero Taemin está demasiado ocupado abrazando su tronco y sollozando incontrolablemente para notarlo.
Veintiún años
Taemin da un paseo adentrándose en el bosque casualmente, ya es mayor y no puede darse el lujo de estar entreteniéndose en los alrededores nunca más. Apenas si regresa a sentarse junto a Onew en las noches y recientemente, ha estado saliendo temprano en las mañanas a trabajar, solo para regresar tarde de noche, cansado.
Taemin no regresa muy seguido ahora, pero cuando lo hace, permanece por un largo tiempo, contándole a Onew como le ha ido su vida y como desearía poder tener más tiempo para disfrutar del bosque como solía hacerlo. Y tal vez, sólo tal vez, las ramas de Onew estén inclinándose para abrazar a este joven hombre, pero Taemin está demasiado ocupado preocupándose de la vida para notarlo.
Veintitrés años
Las tormentas vuelven al bosque mucho más espeluznante, especialmente de noche. Los chirridos de los grillos, el susurro de las hojas cuando las ardillas huyen de regreso a sus huecos, todo, es sofocado por el sonido de los truenos en auge. Pero esta noche, mientras Taemin duerme profundamente en casa, un ruido más fuerte penetra entre los rugidos de la tormenta.
Es el sonido ensordecedor de los rayos. El sonido de los árboles alrededor de Onew exhalando profundamente en silencio, gritando de dolor sin voz propia y finalmente colapsando desde una gran altura.
Onew soporta solemnemente en la lluvia porque todo lo que tiene que hacer es quedarse quieto y esperar. Taemin vendrá a salvarlo de este terror, él lo sabe.
*****
La mañana viene de vuelta y la lluvia no ha cesado. Taemin finalmente aparece luego de que el sonido se desvaneciera. Hay algo en sus manos, un leve tintineo en el aire. Busca la rama más baja de Onew, casi resbalando con la hierba húmeda mientras le amarra una campanilla de viento azul. Esta tintinea continuamente, como si tratara de alegrar el ambiente. Pero con la lluvia y sin una palabra dicha, incluso el suave tintineo no ayuda a mejorar los ánimos apagados.
Taemin abraza el tronco de Onew con tanta fuerza, lo más fuerte que le ha abrazado en años antes de soltarlo y decir palabras que nunca habían sido dichas con anterioridad. Siempre fue “Nos vemos mañana” o “Volveré” o “La próxima vez, Onew, la próxima vez”. Pero hoy, es “Adiós Onew, te echare de menos”.
Onew sabe que no va a estar ahí para la mañana siguiente y que Taemin no estará ahí para ver los escombros restantes. Así que tal vez, sólo tal vez, hoy, las gotas de agua que caen ligeramente de sus ramas y colapsan en el verde de abajo no son la lluvia.