Fandom: Merlín
Título: Multicolor
Personajes: Gwaine/Merlin
Advertencias: future!fic, relación ya establecida, intento de mi persona escribiendo humor.
Notas:
Estoy en pleno ataque otepístico de Gwaine/Merlin. Por dicha, no estoy sola XD Y en una conversación con
laura_sommeils y
gabilu en twitter salió esta historia. Y
a Laura hizo su versión que es PRECIOSA, pero había insistido en que lo intentaramos. El humor no es mi área, y tampoco he escrito mucho slash, ni manejo los personajes... pero fue hecho con cariño.
Tema: Gwaine, Merlín, pelo de colores e hijos de Arthur y Gwen (para no hacer el cuento muy largo). El fic no se centra en la pareja, pero está ya establecida.
BTW, el nombre del niño es tomado de lo que encontré que según algunas leyendas Arthur y Guinevere tienen un hijo.
En fin, para cerrar esta intro antes de que sea más larga que el fic, aquí lo dejo, con cariño para Gaby y Laura.
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Camelot era una ciudad muy distinta a la que en su día primero Merlín y luego Gwaine habían conocido. Bajo el reinado del rey Arthur regían la libertad, la igualdad y la prosperidad.
Eso no significaba que el trabajo en la corte fuera menos. Al menos no para Merlín, quien ante la nueva política del rey de conocer todo lo posible de magia para poder hacer frente a sus enemigos, tenía mucho trabajo. Pociones, hechizos, historia de la magia… Desenterrar y estudiar viejos libros, probar nuevas fórmulas… Sin contar que Arthur seguía requiriendo su compañía para las salidas del castillo.
Sin embargo, entre todas sus funciones, Merlín estaba seguro que no estaba la de bufón real, pero el pequeño príncipe no parecía entender eso.
-¡Por favor tío Merlín, por favor! ¡Haz magia!
El pequeño tenía la piel oscura de su madre, pero los ojos azules profundos de su padre. También tenía la misma forma obstinada de Arthur de mirarlo cuando quería algo, pero al mismo tiempo recompensaba sus atenciones con la misma calidez que Gwen.
-¡Lohot, ahora no!
El niño era inmune a la mirada de desesperación de Merlín. Sin embargo, el mago habría tenido una oportunidad, de no ser por la llegada de Gwaine.
-¡Tío Gwaine! - a Arthur no le gustaba mucho la manía de Lohot de decirle “tío” a todos los caballeros, pero desde que aprendió a llamar a Elyan así, cualquier hombre con traje de caballero era su tío.
Decirle igual a Merlín había sido cosa de Gwen y del mismo Gwaine.
Lohot corrió hacia la puerta donde acababa de aparecer el caballero. Había estado fuera por varios días, como era costumbre. Aunque amaba Camelot como si hubiera nacido allí, Gwaine era un alma libre que necesitaba del aire y los espacios abiertos, por lo que disfrutaba las misiones y trabajos fuera del castillo.
Sin embargo, siempre regresaba, directo a Merlín.
El pequeño de cuatro años fue elevado por los aires en los fuertes y seguros brazos de Gwaine, quien giró sobre sí mismo haciéndolo reír.
-¿Visitando al tío Merlín? - preguntó Gwaine acercándose con Lohot alzado hacia el mago, dedicándole una de sus amplias sonrisas.
-¡No me quiere hacer magia! - lo acusó el niño cruzándose de brazos y mirando a Merlín frunciendo el ceño.
-Oh, vamos, Merlín no puede ser tan malo. - dijo Gwaine hablándole con seriedad al pequeño, aunque el mago podía ver la picardía en sus ojos - Si hacer magia se le da muy bien, ¡y le gusta mucho!
-Gwaine… - Merlín sabía que era inútil. Sus estudios sobre los efectos del bezoar tendrían que esperar. Sin embargo, si su querido caballero quería jugar, jugarían. - ¿No tienes que reportarte con Arthur?
El caballero se encogió de hombros.
-El rey sabe que siempre paso acá primero. - respondió con ligereza mientras dejaba a Lohot en un banco junto a la mesa de trabajo de Merlín - Insiste pequeño. Ya verás que te hará magia. Antes se pasaba quejando de que no podía hacer tanta como quería…
-¿Por qué no? - preguntó Lohot con extrañeza. La magia había sido siempre parte de su vida. - ¿No podía hacer magia?
Merlín le lanzó una mirada de reproche a Gwaine. Lohot estaba muy pequeño todavía para escuchar esas historias. Suspirando apoyó los codos en la mesa y miró al niño de frente.
-¿Qué quieres que haga?
Lohot sonrió ampliamente, olvidando su propia pregunta.
-Quiero… quiero… - miró a su alrededor buscando una idea. Siempre llegaba exigiendo magia, pero no traía algo en específico. Sin embargo, su mirada se iluminó cuando tuvo una magnífica idea. Porque, como digno hijo de su padre, consideraba geniales todas sus ideas. - ¡ya sé! ¡quiero que te cambies el color del pelo! ¡Sí! ¡Hazlo... verde!
Merlín pensó en negarse nuevamente, pero no tenía sentido. No podía decirle que no en serio al pequeño Lohot demasiado tiempo. Además, la manera en que Gwaine lo veía fijamente desde el fondo de la habitación, recostado en la biblioteca con aire despreocupado, le daban ganas de acabar cuando antes la visita del pequeño príncipe.
Puso una mano sobre su propia cabeza y susurró las palabras. Sus ojos se tornaron dorados y de inmediato su cabello tomó un color verde vívido que arrancó risas y aplausos de su invitado. Gwaine por su parte se acercó y pasó la mano por el cabello de Merlín despeinándolo. El gesto estaba lleno de burla y cariño, a partes iguales.
-Excelente elección, Lohot. - comentó risueño - Casi me gusta más así.
-¡¡Oooh yo quiero tío Merlín, yo quiero!! - exclamó el niño bajándose del banco con agilidad y rodeando la mesa para pararse a su lado, agachando la cabeza - ¡Lo quiero igual!
Merlín miró a Gwaine, quien continuaba observándolos con una sonrisa divertida en los labios. Arthur se había reconciliado mucho con la magia, pero le tenía gran respeto y no le gustaba que Lohot jugara con ella.
Pudo ver el reto mudo en los ojos de Gwaine, ahí esperando a ver si se atrevería. Bueno, él había insistido en empezar con ese juego... Una sonrisa traviesa apareció en sus propios labios. Pudo ver el renovado interés en los ojos del caballero al notarlo.
Se agachó junto a Lohot y le susurró.
-¿Qué te parece si mejor cambiamos al tío Gwaine? ¿Qué color le vendría bien?
El príncipe se giró de golpe mirando al susodicho con los ojos brillantes de emoción. Gwaine se dio cuenta entonces de que era demasiado tarde.
-Mamá dice que todo el mundo sabe que a tío Gwaine cualquier cosa se le ve bien.
Conteniendo la risa, Merlín levantó la mano hacia él. Pudo verlo negar, se había puesto serio de repente.
No, su cabello no.
Demasiado tarde.
Las risas y aplausos de Lohot llenaron las habitaciones de mago cuando el cabello de Gwaine se volvió multicolor.