Al servicio del rey (Nimueh/Gaius/Uther/Igraine)
Fandom: Merlin
Título: Al servicio del rey
Personajes: Nimueh (algo como Nimueh/Gaius, Nimueh/Igraine, Nimueh/Uther, Uther/Gaius, Uther/Igraine).
Notas: ¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS nyaza !!! Te quiero montones!!!! Gracias a thefrozenyogurt por el beteo. Fic pre-series. Imagen mental del cast elegido por la cumpleañera y la beta de base.
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A Nimueh le gusta la habitación de Gaius. Le gusta el encanta que se inspira, de pociones frescas, ingredientes listos, magia por estrenar.
Es una esencia parecida a la que tiene su piel. Magia nueva, reservada, aún por explotar. Le gustaría ser quien explore los mundos nuevos que se esconden tras su mirada baja y las pecas que se pintan en sus mejillas.
Esas que se tiñen de rojo cuado ella se acerca demasiado y acaricia su piel. Sus labios murmuran “mi lady” y queda a la expectativa. A veces se pregunta si confía en ella, otras veces parece más claro que no.
Lo que Nimueh está segura es de que le teme. A ella, a lo que representa, a no estar a la altura de la religión.
Le encantaría ser quien averiguara si lo está, pero siempre está Uther de por medio. Porque Gaius ha nacido para la magia, podrá jurarse a cualquier mujer que quiera tomar por esposa, pero se debe a Uther, y el rey siempre está primero.
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Igraine no se entera de todo lo que debería. A veces a Nimueh le gustaría contarle los secretos que guarda para el rey. Algunos él sabe que los conoce, otros no.
Pero cuando la reina la lleva a sus aposentos, la bruja no se atreve a decirle nada. Son pocos los momentos robados de las dos mujeres a solas. Esos donde no importan títulos ni poderes, donde no les afecta el paso de las horas.
A Nimueh le gusta la confianza ciega con la que Igraine se entrega a su presencia. Entonces odia a Uther por las cosas que le pide que haga.
No quiere traicionar a Igraine, pero sabe que la reina no lo verá como traición. Porque en Camelot, es la palabra del rey la que manda, la reina la primera que obedece.
Por eso cuando la acuna en sus brazos se promete que le dará el hijo más hermoso, talentoso, valiente y viril del mundo. Como ha pedido Uther: cueste lo que cueste.
Se estremece al pensar que el precio puede ser demasiado alto.
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Uther lo domina todo. Su médico, sus caballeros, su esposa. A Nimueh le gustaría pensar que no la domina a ella también. Que ella hace su propia voluntad, que es libre en Camelot y se puede marchar.
Se repite que ella es diferente. No es una súbdita más. Uther la aprecia como una aliada importante. El rey la necesita. Sus habilidades, sus poderes, sus palabras.
A veces lo odia porque en el fondo sabe que no es así. Se debe a él tanto como Gaius, sigue sus palabras tanto como Igraine. Ella debería saber mejor.
No tendría que ceder a sus avances. A esa manera de sonreír de medio lado cuando la ve. El tono firme al expresar sus deseos. La manera en que se acerca y trata de someterla bajo su mirada de autoridad.
Le gusta pensar que ella ha elegido jugar ese juego, y que cuando se canse podrá dejarlo.
A Nimueh le gusta mentirse.
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Las mentiras terminan cuando la verdad arrasa con lo que había. Cuando Igraine muere, Nimueh tiene que aceptar que se ha equivocado. Se ha dejado llevar por Uther, y todo cuanto era sagrado y bueno bajo el techo del palacio de Camelot se ha esfumado.
Le ha dado a Igraine su hijo perfecto, pero la mujer no estará para amarlo. Uther tiene el heredero que quería, pero ha perdido el tesoro que no había valorado. Gaius sabe que su rey se ha equivocado, pero no puede cruzar ahora al lado contrario.
Ahora hay un abismo entre Nimueh y Camelot. Un tajo hecho con sangre inocente, con magia que no debió haber utilizado. Uther está dispuesto a ensancharlo, a que corran ríos de sangre que alarguen las distancias. Se lanza a la lucha encarnizada contra sus propios fantasmas.
Nimueh no puede recuperar a Igraine, la muerte se la ha llevado. No puede llevarse a Gaius, quien siempre preferirá al rey. Su magia se habrá desperdiciado.
Lo ha perdido todo por ceder su voluntad a la de un rey a quien nunca se la debió haber dado.
Algún día Nimueh volverá y hará a Uther pagar por todo lo que le ha quitado.
Título: Al servicio del rey
Personajes: Nimueh (algo como Nimueh/Gaius, Nimueh/Igraine, Nimueh/Uther, Uther/Gaius, Uther/Igraine).
Notas: ¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS nyaza !!! Te quiero montones!!!! Gracias a thefrozenyogurt por el beteo. Fic pre-series. Imagen mental del cast elegido por la cumpleañera y la beta de base.
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A Nimueh le gusta la habitación de Gaius. Le gusta el encanta que se inspira, de pociones frescas, ingredientes listos, magia por estrenar.
Es una esencia parecida a la que tiene su piel. Magia nueva, reservada, aún por explotar. Le gustaría ser quien explore los mundos nuevos que se esconden tras su mirada baja y las pecas que se pintan en sus mejillas.
Esas que se tiñen de rojo cuado ella se acerca demasiado y acaricia su piel. Sus labios murmuran “mi lady” y queda a la expectativa. A veces se pregunta si confía en ella, otras veces parece más claro que no.
Lo que Nimueh está segura es de que le teme. A ella, a lo que representa, a no estar a la altura de la religión.
Le encantaría ser quien averiguara si lo está, pero siempre está Uther de por medio. Porque Gaius ha nacido para la magia, podrá jurarse a cualquier mujer que quiera tomar por esposa, pero se debe a Uther, y el rey siempre está primero.
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Igraine no se entera de todo lo que debería. A veces a Nimueh le gustaría contarle los secretos que guarda para el rey. Algunos él sabe que los conoce, otros no.
Pero cuando la reina la lleva a sus aposentos, la bruja no se atreve a decirle nada. Son pocos los momentos robados de las dos mujeres a solas. Esos donde no importan títulos ni poderes, donde no les afecta el paso de las horas.
A Nimueh le gusta la confianza ciega con la que Igraine se entrega a su presencia. Entonces odia a Uther por las cosas que le pide que haga.
No quiere traicionar a Igraine, pero sabe que la reina no lo verá como traición. Porque en Camelot, es la palabra del rey la que manda, la reina la primera que obedece.
Por eso cuando la acuna en sus brazos se promete que le dará el hijo más hermoso, talentoso, valiente y viril del mundo. Como ha pedido Uther: cueste lo que cueste.
Se estremece al pensar que el precio puede ser demasiado alto.
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Uther lo domina todo. Su médico, sus caballeros, su esposa. A Nimueh le gustaría pensar que no la domina a ella también. Que ella hace su propia voluntad, que es libre en Camelot y se puede marchar.
Se repite que ella es diferente. No es una súbdita más. Uther la aprecia como una aliada importante. El rey la necesita. Sus habilidades, sus poderes, sus palabras.
A veces lo odia porque en el fondo sabe que no es así. Se debe a él tanto como Gaius, sigue sus palabras tanto como Igraine. Ella debería saber mejor.
No tendría que ceder a sus avances. A esa manera de sonreír de medio lado cuando la ve. El tono firme al expresar sus deseos. La manera en que se acerca y trata de someterla bajo su mirada de autoridad.
Le gusta pensar que ella ha elegido jugar ese juego, y que cuando se canse podrá dejarlo.
A Nimueh le gusta mentirse.
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Las mentiras terminan cuando la verdad arrasa con lo que había. Cuando Igraine muere, Nimueh tiene que aceptar que se ha equivocado. Se ha dejado llevar por Uther, y todo cuanto era sagrado y bueno bajo el techo del palacio de Camelot se ha esfumado.
Le ha dado a Igraine su hijo perfecto, pero la mujer no estará para amarlo. Uther tiene el heredero que quería, pero ha perdido el tesoro que no había valorado. Gaius sabe que su rey se ha equivocado, pero no puede cruzar ahora al lado contrario.
Ahora hay un abismo entre Nimueh y Camelot. Un tajo hecho con sangre inocente, con magia que no debió haber utilizado. Uther está dispuesto a ensancharlo, a que corran ríos de sangre que alarguen las distancias. Se lanza a la lucha encarnizada contra sus propios fantasmas.
Nimueh no puede recuperar a Igraine, la muerte se la ha llevado. No puede llevarse a Gaius, quien siempre preferirá al rey. Su magia se habrá desperdiciado.
Lo ha perdido todo por ceder su voluntad a la de un rey a quien nunca se la debió haber dado.
Algún día Nimueh volverá y hará a Uther pagar por todo lo que le ha quitado.