30 días // JunSeung // Capitulo 19
19. En una sola noche
La ducha me había sentado bien, había calmado el nudo que tenía en el pecho después de hablar con Jun. Reconozco que me había costado enjabonarme por la mano, la tenía realmente mal, hinchada y de una mezcla de colores que iban desde el amarillo al morado. Después de vestirme y ponerme un jersey de manga muy larga, volví a ponerme una venda en la mano, encaminándome acto seguido hacia la puerta.
Intenté pensar en una buena excusa para decir cuando me preguntaran por mi estado, pero cuando abrí la puerta se me olvidó de inmediato todo mi dolor. Shasha, la amiga de Doojoon, estaba con ellos junto a Dain, que me miraba en aquel preciso momento. De pronto sentí como si un gran peso escapara de mi cuerpo, como si mi salvación la tuviera la sonrisa de ella, que ya caminaba hasta mí con su melena pelirroja al viento.
No me sorprendí cuando sus brazos me rodearon la cintura y sus labios rozaron mi mejilla, separándose un poco de mí para mirarme con esa sonrisa tranquilizadora.
- ¿Qué hacéis aquí? -Le quité el flequillo de la cara para poder mirarla a los ojos un instante, buscando después a Jun, que tenía abrazado a YoSeob por la cintura.
- Shasha quería ver a Doojoon, y me preguntó si quería venir… ¿te molesta?
- … claro que no. -Negué sonriendo. Sintiéndome atacado por los dos tortolitos… y dejándome llevar por mis celos más profundos… la besé.
De pronto sentí como todas las miradas se posaban en nosotros dos, y Dain agachó la cabeza sonrojada pero con una sonrisa brillante. Yo forcé la mía. Sabía de sobra que estaba mal apagar mi frustración con ella, pero la tontería que estaba manteniendo con Jun era peligrosa para ambos… principalmente para mi salud mental.
Decidí que después de lo que había sucedido la noche anterior con YoSeob, mi relación con Jun sería única y exclusivamente de amistad… y eso incluía saciarme con la pobre chica que tenía ante mí.
Estuve el resto del día evitando a Jun, pese a sus “intentos” de acercamiento. En la hora de comer se había sentado a mi derecha como quien no quería la cosa, pero tanto tiempo con él me había enseñado a diferenciar cuando hacía algo a propósito o por casualidad.
Dain cogía mi mano en todo momento y mis ojos, aunque me negara a admitirlo, le buscaban a él continuamente. Todo parecía perder sentido cuando le miraba.
Y DooJoon… el estúpido de DooJoon hizo la oferta más tonta del mundo… Ofreció a las chicas pasar la noche con nosotros en aquel remoto paraíso montañoso. Como era de esperarse, solo Aj y Jun pusieron pegas, yo decidí mantenerme al margen de la conversación mientras ellas estaban en el baño.
- ¿Y dónde van a quedarse? -Preguntó Jun recostándose en uno de los sillones, haciendo un hueco a YoSeob.
- Repartimos las habitaciones, tampoco es para tanto. -El líder sonrió felizmente.- Shasha que se quede en nuestra habitación y que Dain vaya a la vuestra.
- … -La elevada ceja de Jun chocó con la cantarina voz de YoSeob.- Puede dormir en la cama con HyunSeung.
- Deberíamos preguntarles a ellas, ¿no? -Dijo DongWoon estirándose.
- Pues yo pienso que tendríamos que dejarles una habitación entera. -Aj se cruzó de brazos con los ojos entornados.- Son chicas, tendrán que hablar de sus cosas.
- De eso pueden hablar todos los días. ¿Qué opinas tú, Sojuan? -DooJoon me miraba con desesperación. Y yo sólo quería irme de ahí.
- … -Suspiré y al mover la vista a todos los presentes vi como Seob daba tiernos besos en el cuello a Jun. Volví a enfadarme. Sentí como un gusano de envidia y odio me carcomía por dentro.- Dain puede dormir conmigo, así podremos hablar. -Sonreí falsamente.
- Os dejaremos un rato solos, ¿verdad, Jun? -Me levanté de inmediato al escuchar la risa estúpida de YoSeob y DooJoon.
- Voy a buscarlas.
¿Tenía que restregármelo directamente? … Claro, YoSeob siempre tenía que alardear de lo que tenía, especialmente si eso que poseía era a JunHyung.
Me quedé sentado en el pasillo intentando aguantarme las emociones que se acumulaban en mi interior. Tenía ganas de llorar, de golpear la pared, de tirarme por uno de los muchos barrancos que había cerca…
Pero la puerta del baño se abrió y ambas chicas, radiantemente sonrientes, me miraron.
- ¿Qué haces ahí tirado? -Dain se agachó a mi lado e hizo una seña a Shasha para que fuera con los demás.
Quería decirle lo que me pasaba, quería… no, necesitaba hablar con alguien de lo que me estaba pasando, pero parecía tan inocente frente a mí. Tan desvalida, tan dispuesta a ofrecerse para calmar mis deseos odiosos que no pude evitar lanzarme a su boca para besarla con intensidad.
Fue un beso corto… pero terriblemente intenso.
- ¿Vamos fuera…? -Lo dije en un susurro casi desesperado.
Salimos por la puerta de atrás como alma que lleva el diablo. No llegamos a ninguna parte en concreto. No podía soportar las malditas palabras de YoSeob en mi cabeza, y pensando que en una sola noche arrinconando a Dain contra un árbol… todo se apagaría... La hice mía.
La ducha me había sentado bien, había calmado el nudo que tenía en el pecho después de hablar con Jun. Reconozco que me había costado enjabonarme por la mano, la tenía realmente mal, hinchada y de una mezcla de colores que iban desde el amarillo al morado. Después de vestirme y ponerme un jersey de manga muy larga, volví a ponerme una venda en la mano, encaminándome acto seguido hacia la puerta.
Intenté pensar en una buena excusa para decir cuando me preguntaran por mi estado, pero cuando abrí la puerta se me olvidó de inmediato todo mi dolor. Shasha, la amiga de Doojoon, estaba con ellos junto a Dain, que me miraba en aquel preciso momento. De pronto sentí como si un gran peso escapara de mi cuerpo, como si mi salvación la tuviera la sonrisa de ella, que ya caminaba hasta mí con su melena pelirroja al viento.
No me sorprendí cuando sus brazos me rodearon la cintura y sus labios rozaron mi mejilla, separándose un poco de mí para mirarme con esa sonrisa tranquilizadora.
- ¿Qué hacéis aquí? -Le quité el flequillo de la cara para poder mirarla a los ojos un instante, buscando después a Jun, que tenía abrazado a YoSeob por la cintura.
- Shasha quería ver a Doojoon, y me preguntó si quería venir… ¿te molesta?
- … claro que no. -Negué sonriendo. Sintiéndome atacado por los dos tortolitos… y dejándome llevar por mis celos más profundos… la besé.
De pronto sentí como todas las miradas se posaban en nosotros dos, y Dain agachó la cabeza sonrojada pero con una sonrisa brillante. Yo forcé la mía. Sabía de sobra que estaba mal apagar mi frustración con ella, pero la tontería que estaba manteniendo con Jun era peligrosa para ambos… principalmente para mi salud mental.
Decidí que después de lo que había sucedido la noche anterior con YoSeob, mi relación con Jun sería única y exclusivamente de amistad… y eso incluía saciarme con la pobre chica que tenía ante mí.
Estuve el resto del día evitando a Jun, pese a sus “intentos” de acercamiento. En la hora de comer se había sentado a mi derecha como quien no quería la cosa, pero tanto tiempo con él me había enseñado a diferenciar cuando hacía algo a propósito o por casualidad.
Dain cogía mi mano en todo momento y mis ojos, aunque me negara a admitirlo, le buscaban a él continuamente. Todo parecía perder sentido cuando le miraba.
Y DooJoon… el estúpido de DooJoon hizo la oferta más tonta del mundo… Ofreció a las chicas pasar la noche con nosotros en aquel remoto paraíso montañoso. Como era de esperarse, solo Aj y Jun pusieron pegas, yo decidí mantenerme al margen de la conversación mientras ellas estaban en el baño.
- ¿Y dónde van a quedarse? -Preguntó Jun recostándose en uno de los sillones, haciendo un hueco a YoSeob.
- Repartimos las habitaciones, tampoco es para tanto. -El líder sonrió felizmente.- Shasha que se quede en nuestra habitación y que Dain vaya a la vuestra.
- … -La elevada ceja de Jun chocó con la cantarina voz de YoSeob.- Puede dormir en la cama con HyunSeung.
- Deberíamos preguntarles a ellas, ¿no? -Dijo DongWoon estirándose.
- Pues yo pienso que tendríamos que dejarles una habitación entera. -Aj se cruzó de brazos con los ojos entornados.- Son chicas, tendrán que hablar de sus cosas.
- De eso pueden hablar todos los días. ¿Qué opinas tú, Sojuan? -DooJoon me miraba con desesperación. Y yo sólo quería irme de ahí.
- … -Suspiré y al mover la vista a todos los presentes vi como Seob daba tiernos besos en el cuello a Jun. Volví a enfadarme. Sentí como un gusano de envidia y odio me carcomía por dentro.- Dain puede dormir conmigo, así podremos hablar. -Sonreí falsamente.
- Os dejaremos un rato solos, ¿verdad, Jun? -Me levanté de inmediato al escuchar la risa estúpida de YoSeob y DooJoon.
- Voy a buscarlas.
¿Tenía que restregármelo directamente? … Claro, YoSeob siempre tenía que alardear de lo que tenía, especialmente si eso que poseía era a JunHyung.
Me quedé sentado en el pasillo intentando aguantarme las emociones que se acumulaban en mi interior. Tenía ganas de llorar, de golpear la pared, de tirarme por uno de los muchos barrancos que había cerca…
Pero la puerta del baño se abrió y ambas chicas, radiantemente sonrientes, me miraron.
- ¿Qué haces ahí tirado? -Dain se agachó a mi lado e hizo una seña a Shasha para que fuera con los demás.
Quería decirle lo que me pasaba, quería… no, necesitaba hablar con alguien de lo que me estaba pasando, pero parecía tan inocente frente a mí. Tan desvalida, tan dispuesta a ofrecerse para calmar mis deseos odiosos que no pude evitar lanzarme a su boca para besarla con intensidad.
Fue un beso corto… pero terriblemente intenso.
- ¿Vamos fuera…? -Lo dije en un susurro casi desesperado.
Salimos por la puerta de atrás como alma que lleva el diablo. No llegamos a ninguna parte en concreto. No podía soportar las malditas palabras de YoSeob en mi cabeza, y pensando que en una sola noche arrinconando a Dain contra un árbol… todo se apagaría... La hice mía.